XLI
—Señor, parece que las cosas se precipitan.
—…
—Sí, señor. Los hemos seguido tal y como usted ordenó. Han vuelto a Bueu, y acaban de zarpar con el mismo tipo del otro día. Acaban de salir del puerto en su barco, y por lo que he podido ver, creo que de nuevo con rumbo a la isla de Ons.
—…
—Sí, señor. Creo que ha llegado el momento. Es mejor que avisemos ya a nuestro amigo Dafonte.