12. Encantado de conocerte

Ahora que ya has puesto en marcha tu negocio, insertado la publicidad y tienes los apuntes preparados, es el momento de darte a conocer en la comunidad.

12.1 Veterinarios

Las referencias de los veterinarios pueden significar un amplio porcentaje de tu negocio. Una recomendación de un veterinario es un aval especialmente valioso, ya que los dueños realmente confían en su veterinario. Llama a los despachos de veterinarios en tu zona y pregunta si tienen algún adiestrador al que recomienden (o puedes comprobarlo pasando por ahí en persona para ver si hay algún folleto a la vista). Cuando yo llamaba, si un recepcionista contestaba que no tenían ningún adiestrador al que recomendaran, exclamaba «¡Genial, porque resulta que soy adiestradora de perros y me encantaría conocerles!». Más veces que las que no, conseguía una cita para visitarles y presentarme.

Cuando trates con clínicas veterinarias, sé amable y agradable tanto con los empleados de recepción como con el veterinario. Al fin y al cabo los empleados serán los que te recomendarán a la gente (¡o no!) y contestarán a las preguntas cuando la gente vea tu folleto.

Es una buena política pasarse periódicamente con una caja de bombones u otros dulces para agradecer a los empleados las recomendaciones. Como siempre, ¡no hay nada malo en un poco de refuerzo positivo!

Si, cuando llamas, te dicen que la clínica ya recomienda un adiestrador, pregunta si tienen un acuerdo de exclusividad. Si no, puede que aún estén abiertos a conocerte. Como mínimo, puede que te permitan dejar tus folletos en la sala de espera junto con los otros.

12.2 Peluqueros caninos y otros

A los peluqueros caninos en general les gusta tener un adiestrador que recomendar. Sus clientes preguntan periódicamente, pero muchos pueden no conocer ningún adiestrador. Tú puedes cambiar eso fácilmente. Si prefieres algo más cálido que una llamada, lleva tus propios perros al peluquero y luego entabla una conversación sobre el adiestramiento. Lo mismo se aplica a las tiendas de mascotas. Habla con los dependientes o con los dueños la próxima vez que vayas a comprar y averigua si tienen un adiestrador asignado a la tienda. Si te planteas ofrecer clases en grupo, la tienda puede ser un lugar de reunión potencial.

Los albergues de perros también son otra buena referencia. Salvo que ya tengan un adiestrador allí, estarán muy contentos de tener uno bueno en la comunidad a quien recomendar. Lo mismo ocurre con los hoteles para perros. Tanto si te aproximas a una clínica veterinaria, peluquería o cualquier otro establecimiento, nunca está mal mencionar que tu clientela es de la zona y que te encantaría recomendarles a su vez. (No hagas esto salvo que realmente lo creas. La gente cuenta quién se lo recomendó y sería obvio si sólo es palabrería). Puedes conseguir un acuerdo que es beneficioso mutuamente.

12.3 Abastecimiento

Cuando una empresa te permita dejar tus folletos y/o tarjetas de visita, dales tarjeteros donde colocarlos. Existen atriles de plástico baratos que van bien para folletos y también hay gran variedad de tarjeteros. Ambos se pueden comprar en cualquier tienda de material de oficina. Pon una pegatina en la parte de atrás de cada uno con el nombre de tu empresa y el teléfono para que puedan llamarte si se les acaba el material. Esto también evita que otros se apropien de tus atriles vacíos.

Visita estos centros periódicamente y mantén breves charlas agradables con quienes recomiendan tu actividad a sus clientes y asegúrate de que disponen de folletos y tarjetas suficientes. Quizá necesites hacer una tabla con todos los sitios en los que has dejado folletos y tarjetas, y la fecha de la última vez que los abasteciste. Esto es especialmente útil para llevar la cuenta si tus materiales se exhiben en muchos sitios diferentes de la ciudad.