6. Montar tu empresa

6.1 Papeleo, detalles prácticos: cosas de oficina

Si escoges emplearte en una empresa de adiestramiento, no tendrás que tratar con algunos de los temas tratados en este capítulo. La responsabilidad de la publicidad, llevar las cuentas y otros asuntos de la empresa recaerán en quien te emplee. Tu responsabilidad será aprender nuevos métodos y formarte, y hacer un buen trabajo al adiestrar perros de los clientes.

Si eliges abrir tu propio negocio, incluso aunque seas autónomo, hay algunos preparativos que debes hacer.

6.2 Haciendo negocio como… (DBA)

La mayoría de los estados[1] obligan a poner un anuncio DBA («Doing Business As…») en el periódico cuando una empresa se instala en una nueva ubicación. Es un anuncio pequeño y barato que hace pública la identidad de tu negocio. El periódico hará una búsqueda antes de insertar tu anuncio, para asegurarse de que nadie más está usando el nombre exacto como marca (si ya hay uno en uso, no sería legal que lo usases). Lo bueno es que, una vez hayas publicado tu anuncio, nadie en tu ciudad puede usar el nombre que hayas escogido. Llama a tu periódico local para más información, y compara: los precios pueden variar mucho.

Nota: el nombre del negocio debe reflejar de qué se trata. El nombre del mío, «Gentle Guidance» (Guía Suave), sugiere la utilización de métodos blandos en el adiestramiento. He tenido usuarios que decían que me habían escogido por lo que implicaba el nombre. «Adiestramiento K9 de toma de control» implica una aproximación más enérgica.

Evita los nombres genéricos. Puedes utilizar tu propio nombre, como en «Escuela de conducta canina de Fulano de Tal». Haz que tu negocio destaque, para que lo sepa la gente.

6.2.1 Licencia

Algunas ciudades exigen licencia de apertura, independientemente del tipo de negocio o del número de empleados que tengas. Otras no exigen licencia a los autónomos sin instalaciones. Llama al ayuntamiento para averiguar las normas de tu zona.

6.2.2 Venta

Si planeas vender productos de adiestramiento u otros a tus clientes, necesitarás una licencia de vendedor. Dependiendo de dónde vivas te exigirán que cargues impuestos sobre las ventas (IVA), hagas la declaración de ese cobro e ingreses lo recaudado. Consulta las normas fiscales de tu área.

6.2.3 Bancos

Abre cuentas corrientes aparte para tu negocio. Una cuenta corriente mantendrá separados los ingresos y gastos de tus movimientos personales. Tendrás las cosas mejor organizadas para los impuestos. También resulta más profesional que los clientes hagan los cheques a una empresa que personalmente a ti.

Encarga un sello de autorización para endosar los cheques que recibas. Debe incluir el nombre de la empresa, el banco y el número de cuenta. Al fin y al cabo, por suerte, ¡vas a recibir demasiados cheques como para seguir firmándolos a mano!

6.2.4 Seguros

Independientemente de lo pequeña que sea tu cartera de clientes al principio, contrata un seguro de responsabilidad. Puede que seas un adiestrador increíble, pero esto es el mundo real y, bueno, las pifias con perros ocurren. Hubo un caso en el que un conocido experto en comportamiento estaba trabajando con el perro de un cliente en público. El perro mordió seriamente a un transeúnte. El hombre lo demandó por un millón de dólares y ganó. Aunque este tipo de cosas no ocurren a menudo, pueden ocurrir. Si planeas dar clases a través del servicio municipal o comarcal de Parques y Jardines, puede que te exijan tener una póliza de seguro de responsabilidad de hasta un millón de dólares. (No te asustes, cuesta mucho menos de lo que puedas imaginar). También pueden pedirte que se les incluya como asegurados. Es una práctica estándar y les protege en caso de que alguien les denuncie.

Los seguros son relativamente baratos y valen la pena. Comprueba exactamente qué cubre la póliza. ¿Te asegura a ti solamente, o también el lugar donde das las clases? ¿Cubre los gastos médicos en caso de que un cliente resulte herido? En la sección Recursos se enumeran dos aseguradoras que cubren a adiestradores de perros.

6.2.5 Poner precios

Tanto si optas por las clases en grupo o el adiestramiento privado a domicilio, o una combinación de ambas, tienes que decidir cuánto cobrar. No hay verdaderas pautas, ya que las tarifas de adiestramiento de perros varían enormemente de un lugar a otro. Los precios son, en general, más altos en zonas urbanas densamente pobladas y menores en regiones más lejanas.

Lo cierto es que sólo puedes cobrar «lo que admita el mercado», es decir, lo que la gente esté dispuesta a pagar. Llama a adiestradores de tu zona y pregunta por sus tarifas. No necesitas decir que eres adiestrador si no quieres, pero puedes preguntar como si estuvieses interesado. Si no te gusta eso, pídele a un amigo que llame por ti. Otra opción es buscar en las páginas web de adiestradores de tu zona, ya que algunos tendrán tablas de tarifas.

No trates a propósito de tirar los precios; además, lo barato no siempre es más atractivo para los clientes potenciales. Aunque puede que no intentes rebajar los precios de nadie, hay una tendencia real cuando uno está empezando a cobrar menos, debido a la falta de confianza y experiencia. No estoy proponiendo que cobres tanto como un adiestrador experto y bien asentado, sino que no te vendas demasiado barato. De hecho, hay un extraño fenómeno económico por el que la gente piensa que si algo cuesta más, es porque lo vale.

Si piensas ofrecer clases en grupo, calcula cuánto debes pedir por persona, según el número de perros que admitas en clase, para conseguir el ingreso deseado. Una clase en grupo de una hora me reporta aproximadamente lo mismo que una sesión de una hora a domicilio. Tu kilometraje puede variar dependiendo del tamaño de la clase, lugar de reunión y situación geográfica. Cuando lo calcules, asegúrate de incluir el tiempo que empleas en preparar la clase, es decir, hacer la planificación de la clase, los folletos y los ejercicios.

Cuando pongas precio al adiestramiento a domicilio, no olvides tener en cuenta el tiempo de viaje. Decide un precio básico para cubrir un rango de distancias específico. Por ejemplo, tus cuarenta dólares por hora pueden aplicarse a las visitas hasta diez kilómetros a la redonda. Entonces dibuja un círculo de diez kilómetros de radio centrado en tu casa. Dibuja otro círculo por fuera con un radio de diez kilómetros más. Todo lo que caiga entre el primer círculo y el segundo se cargará, por ejemplo, con seis dólares más por gasto de desplazamiento. Sigue haciendo círculos hasta la distancia a la que estés dispuesto a llegar.

De esa forma, cuando te llamen para preguntar por zonas que no conoces bien, puedes mirar rápidamente en el mapa y decir si sirves a esa área y, si es así, cuánto cobras.

Tengo un amigo adiestrador que simplemente carga medio dólar extra por cada kilómetro de viaje (en cada sentido). Con la experiencia llegarás a saber cuál es la tasa extra por desplazamiento, si la hay, sólo con preguntar el área donde vive la persona que llama.

No te apures mucho con el poner precios: nada es inamovible. Si encuentras gente que te grita por tu tarifa, bájala. Si, después de ganar más confianza y experiencia, decides subir la tarifa, es totalmente adecuado. Ve paso a paso.