Prólogo
Adriano es el segundo emperador que dio Hispania a Roma. El primero fue su padre adoptivo, Trajano. Su carácter era diametralmente opuesto al de su predecesor. Su gobierno fue excelente en muchos aspectos. Dejó una huella profunda que pervivió hasta el siglo IV. La historiografía española no ha prestado especial interés a este emperador que fue en muchos aspectos de su gobierno uno de los mejores emperadores que tuvo Roma. Ha sido un gran acierto de la Editorial Ariel publicar un libro sobre Adriano. Agradezco vivamente a la Editorial Ariel el que me encomendara redactar una biografía sobre este emperador, facilitada por la colaboración de antiguos alumnos míos, hoy grandes maestros, como los profesores S. Montero Herrero y L. A. Ruiz Cabrero, de la Universidad Complutense de Madrid, S. Perea Yébenes, de la Universidad de Murcia, A. Canto, de la Universidad Autónoma de Madrid, J. M. Abascal Palazón, de la Universidad de Alicante, así como a L. Suárez Fernández, de la Real Academia de la Historia, que propuso mi nombre a la Editorial Ariel para escribir esta biografía, que quiere ser un estudio de las fuentes y de la historiografía actual, pensada para el público culto interesado en la materia.