NOTA

Personaje extraño, que parece salir de las páginas de sus novelas, James Ellroy ha logrado uno de los más rápidos éxitos de público y crítica que se conocen en los últimos años en Estados Unidos.

La trilogía del sargento Lloyd Hopkins, iniciada con Sangre en la luna y que se prolonga en A causa de la noche para culminar en La colina de los suicidas, revela un proyecto muy peculiar: angustia, locura, criminales paranoicos y detectives que deberían tomar vacaciones en un hospital psiquiátrico, brutalidad, rutina policiaca, miedo. Todo ello manejado por un excelente narrador que realiza con gran precisión descripciones, ambientes, cambios de ritmo, y cuya mayor virtud se encuentra en la creación de personajes.

Ellroy, nacido en Los Ángeles en 1948 vive en las cercanías de Nueva York, quizá para lograr esa distancia que hace imprecisos los perfiles y desdibuja la ciudad en la que lo único real es la brutalidad del crimen.

Huérfano de madre (asesinada frente a su casa), un tema que lo obsesionaría permanentemente y se incorporaría a su obra de una manera angustiosa, Ellroy confiesa haber pasado buena parte de su juventud conociendo las cárceles desde el interior de las celdas, conviviendo con los vagos en los parques, y haber encontrado en la literatura la salida y el escape de ese mundo.

Etiqueta Negra ha publicado anteriormente Sangre en la luna (EN 100) y publicará con brevedad el final de esta trilogía, La colina de los suicidas (EN 120). Así mismo publicaremos El réquiem de Brown y Clandestino.

PIT II