PRUEBA B:
OTROS AUTORES DE NOVELA POLICÍACA
EN LOS CUADERNOS

A usted le gustan las novelas de detectives. A mí también. Las leo todas. Tengo autógrafos de Dorothy Sayers y de Agatha Christie y de Dickson Carr y de H. C. Bailey.
Un cadáver en la biblioteca, capítulo 6
Aparte de «los trece a la cena», la lista ya citada del Cuaderno 41, Agatha Christie hace varias referencias a sus colegas los escritores a lo largo de los cuadernos. A continuación ofrecemos una selección de los citados:
E. C. Bentley
Además de su mención en relación con el Detection Club, se hace referencia a este autor en el Cuaderno 41. Se trata de una colaboración en la antología de Bentley titulada A Second Century of Detective Stories, que se publicó en 1938, en la cual se representa a Christie por medio de «El caso de la dama acongojada», de Matrimonio de sabuesos; no escribió un relato específico para su inclusión.
Un relato de HP para Bentley
G.
K. Chesterton
Creador del padre Brown, el inmortal sacerdote y detective, y primer presidente del Detection Club, Chesterton hizo una aportación a la novela colectiva del club, El almirante flotante, novela escrita en colaboración con otros. La referencia que hay en el Cuaderno 66 es un recordatorio para proporcionarle un relato corto, seguramente para la antología que confeccionó en 1935, A Century of Detective Stories. Christie no escribió uno nuevo ex profeso, sino que le proporcionó «Un cantar por seis peniques».
Ideas para G. K. C.
John Creasey
En el Cuaderno 52 aparecen dos referencias, ambas muy similares, a John Creasey, escritor británico de novela negra, con casi seiscientos libros en su haber. Inmensamente prolífico, con gran variedad de seudónimos, también fue uno de los fundadores de la Crime Writers Association. En Los relojes, en la agencia de mecanógrafas en la que se concentra buena parte de la novela se hacen trabajos para autores de la misma línea que Creasey. No escribió ficción puramente detectivesca.
La señorita M[artindale] es agente jefe… Secretaria de Creasey… que escribía relatos de espías…
Rufus King
En el Cuaderno 35 y en dos ocasiones, durante el trabajo en la trama de La señora McGinty ha muerto, Christie menciona Asesinato por latitud, título de una novela de este escritor hoy olvidado, aunque su nombre no figura en los cuadernos. Asesinato por latitud consta de una ambientación típica de Christie, pues trata de un barco que ha dejado de tener todo contacto con tierra. Hay pocos títulos de King en la biblioteca de Greenway House.
Ambiente como el de Asesinato por latitud… algunos personajes, uno de ellos el asesino
A.
E. W. Mason
Mason fue el creador del inspector Hanaud. La referencia que contiene el Cuaderno 35 remite a En Villa Rose, publicado en 1910, un caso en el que se habla de la muerte de una mujer de edad avanzada y las sospechas que se centran en su acompañante. Mientras elaboraba la trama de La muerte visita al dentista, Christie se acuerda de esta novela:
Se descubre a un asesino (¿mujer? ¿De edad avanzada? ¿Como Villa Rose?) Pista… la hebilla de un zapato
Edgar Allan Poe
El «inventor» del relato de detectives con la publicación de «Los asesinatos de la rue Morgue» en 1841; «La carta robada» es otro de los casos famosos que resuelve su detective, Auguste Dupin, a partir de la idea de que algo se pueda esconder a la vista de todos. La referencia que hace Christie se halla en relación con la fortuna escondida no en un sobre, sino en los propios sellos. Empleó este ardid en un relato, «Una extraña broma», y mucho más tarde en La telaraña. El concepto de la ocultación a plena vista también se emplea en «El león de Nemea».
Los sellos… Valen una fortuna… Están en las viejas cartas que hay en el escritorio…
Se menciona «La carta robada»… Miran uno de los sobres, con sellos de verdad
Dorothy L. Sayers
Lord Peter Wimsey, la creación de Sayers, debutó en 1923, en la novela titulada Whose Body [Un cadáver con lentes]. Además de la propia autora, Wimsey aparece citado en el Cuaderno 41; se trata de una referencia a Ronnie West, en La muerte de lord Edgware. También es posible que el nombre del doctor Peter Lord, en Un triste ciprés, sea un homenaje que rinde Christie a su gran contemporánea.
Ronnie West (un aire desenvuelto, como Peter Wimsey)