Lo mejor empieza ahora.

Una vez hayas terminado este libro, estás listo para poner en práctica sus contenidos. No hace falta esperar que algún cliente te pida un proyecto nuevo, puedes comenzar a hacer tus propias aplicaciones; aunque no se transformen inmediatamente en productos publicados y rentables, te servirán para investigar y empezar a plantear tu propia manera de resolver las cosas.

Incluso, solo con un teléfono puede ser suficiente para iniciarte en este mundo, usándolo a conciencia y observando crítica y detalladamente cómo hacen las aplicaciones los demás. Esta forma de interactuar con tu móvil debería convertirse, desde hoy, en una práctica habitual.

Aprovecha herramientas básicas como el lápiz y el papel para trasladar tus ideas, volcar conceptos y evolucionarlos. Para hacerlo, no necesitas prácticamente nada más que tu imaginación. Quién sabe, quizás con el tiempo, esos esquemas rápidos se transformen en una app exitosa.