El nacimiento de la idea.

Las ideas cambian el mundo. Para un diseñador, una idea es una propuesta hacia los usuarios con base en su interpretación de cómo podrían resolver sus necesidades. Las ideas no tienen que ser necesariamente originales o únicas, pero sí tienen que ser mejores que las demás.

Posiblemente, al principio ni siquiera se tenga una idea. ¿Qué hacer entonces? Investigar. Y aunque esta palabra asuste un poco, puede ser tan simple como mirar alrededor: observar el entorno, las personas que nos rodean y las dificultades que encuentran en su vida cotidiana o las que encontramos nosotros mismos.

Qué hacer si ya existe algo parecido

Con una idea en la mano, o mejor dicho en la cabeza, el siguiente paso lógico es comprobar si esa idea ya existe, si fue desarrollada por otros anteriormente y de qué manera. Es lo que generalmente se conoce como Benchmarking.

Al investigar un poco por Internet o en las tiendas de apps, suele hallarse alguna aplicación parecida a primera vista, con la consecuente desilusión que esto ocasiona. Encontrarse en una situación como esta no quiere decir que deba abandonarse todo, dejar el proyecto de lado y volver a comenzar el proceso de pensar en algo.

Simplemente, se pueden analizar y valorar las alternativas existentes para entender cómo pueden ser mejoradas, complementadas u ofrecer algo que agregue valor a sus propuestas. En este caso, el camino para hacer la diferencia puede ser especializarse en alguna funcionalidad, trabajar en la simplicidad o en otros aspectos que, en definitiva, mejoren la experiencia de uso y la utilidad real de la app.

Más aún, toda esta investigación necesaria para mejorar la idea inicial puede ser un diferencial. Puede ayudar a darse cuenta de algunas cosas que la eventual competencia no tuvo en consideración, convirtiéndose en algo que esta haya pasado por alto.

App de Mailbox

Figura 4.3. Mailbox es un cliente de correo que generó mucha expectativa por su forma de gestionar el correo como tareas para hacer.

Esto fue lo que sucedió con Mailbox App, un cliente de correo[1]. En el momento de su lanzamiento ya había otras alternativas en el mercado, como Gmail; sin embargo, aprovecharon la oportunidad de ofrecer un producto que cambiara el concepto de correo que tenían sus competidores y así consiguieron ser reconocidos.

Cómo saber si la idea funcionará

El siguiente paso después de tener una idea es realizar algunas comprobaciones para saber si realmente puede funcionar o si debe corregirse.

La forma de hacer esto es sondear con algunos usuarios que puedan dar su visión del concepto planteado. Es un proceso que no necesariamente tiene que ser costoso o largo, y que puede llevarse a cabo simplemente observando a las personas que nos rodean y tomando nota de sus costumbres y dificultades, evaluando cómo la idea propuesta podría ayudarlos. Otra forma más directa es comentar la idea con amigos o personas del entorno, para capturar rápidamente sus primeras impresiones.

Lo anterior no quiere decir que la investigación despeje todas las dudas o genere la totalidad de respuestas buscadas, pero sí sirve para tener una validación preliminar de la idea. Siempre es mejor basarse en información real que en meras suposiciones sin comprobar.