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ESTRATEGIAS Y FORMAS PRÁCTICAS PARA SANAR LA FRUSTRACIÓN Y DISFRUTAR DE LA VIDA AL MÁXIMO
- Identifica todos los objetivos que todavía no
has logrado alcanzar
Si hay metas en tu vida que aún no has conseguido y te das cuenta de que eso te produce angustia e ira, esos objetivos no cumplidos son la fuente de tu frustración. Descúbrelos, habla de ellos, pero no reprimas tus emociones ni intentes ocultarlas con comportamientos adictivos o compulsivos. Si es necesario, busca ayuda profesional.
- Busca objetivos alternativos
Si has perdido un sueño, por más grande que haya sido, busca otro y haz todo lo necesario para que se convierta en realidad. Si lo sueñas, si lo ves primero en tu mente, podrás alcanzarlo. Transforma tus necesidades en motivaciones. Motívate a ti mismo todo el tiempo, no esperes que los demás lo hagan. Todos los días repite frases como las siguientes. «No lo tengo, pero lo voy a tener». «Soy pobre, pero algún día seré rico». «Todavía no lo he logrado, pero estoy seguro de que lo lograré».
- Acepta los obstáculos que se presenten
No veas un obstáculo en tu camino como algo imposible de superar, sino como una oportunidad para usar tu creatividad. Para intentar algo nuevo que nunca has probado. Para mejorar y crecer. Una crisis puede ser la mejor oportunidad de cambio en la vida de una persona. Permanece positivo y expectante ante la posibilidad de cosas buenas aun en medio de las dificultades. No esperes a que las circunstancias a tu alrededor cambien. ¡Cambia tú primero!
- Date permiso para cometer errores
Cometer errores no es el fin del mundo. Capitalízalos, aprende de ellos. Conviértete en una persona sabia y cambia los pensamientos de derrota por pensamientos de éxito.
- Libérate de toda culpa
La culpa es un sentimiento dañino que te roba la risa, la paz, la seguridad en ti mismo y no te permite avanzar en la vida. Sácala de tu vida por completo.
- No deposites expectativas sobredimensionadas en
gente o circunstancias
No esperes nada de nadie. No idealices a nadie. Todos somos seres humanos con los mismos defectos y virtudes. Si esperas demasiado de algo o de alguien siempre terminarás frustrado.
- Concéntrate en las cosas que sí has podido
lograr hasta ahora
Tus logros son importantes. Felicítate y aliéntate por ellos. No necesitas que otra persona venga a hacerlo. Habla bien de ti mismo. Cree en ti mismo. No es una actitud de orgullo; por el contrario, te ayuda a construir una autoestima sana e indestructible. ¡Sé tu mejor carta de presentación!
- Sé compasivo contigo mismo. No te castigues
No eres más ni menos que nadie. Eres tú mismo, un ser único e irrepetible, con todo lo mejor que tienes y aún con aquellas debilidades que, al trabajarlas, se convertirán en tus puntos fuertes. Perdonarse es aprender a vivir sin mochilas, sin cargas, sin pasado que nos haga daño y nos detenga. Perdonarnos es liberarnos del dolor, de la angustia, de los recuerdos, y volver a empezar.
Y por encima de todo, nunca, nunca te des por vencido.
¡Ya lo dijo Winston Churchill hace mucho tiempo! Nunca digas «soy joven» o «soy viejo para lograr mis sueños». No eres viejo por la edad que tienes. Eres viejo cuando no tienes un propósito claro en la vida y cuando dejas de soñar.
Inspírate en la vida y los logros de estas personas:
- Tiger Woods tenía tres años cuando hizo nueve hoyos en cuarenta y ocho golpes.
- Mozart tenía ocho años cuando compuso su primera sinfonía.
- Bill Gates tenía diecinueve años cuando fundó Microsoft.
- Shakespeare tenía treinta y uno cuando escribió Romeo y Julieta.
- La madre Teresa tenía cuarenta años cuando fundó Las Misioneras de la Caridad.
- Winston Churchill tenía sesenta y cinco años cuando fue nombrado primer ministro.
- Nelson Mandela tenía setenta y uno cuando fue liberado de la prisión sudafricana donde estaba recluido y, cuatro años después, fue elegido presidente de Sudáfrica.
- ¡Chihiro Araya tenía cien años cuando escaló el monte Fuji!
Es posible librarse de la frustración. Renuncia al enfado, a la tristeza, a la culpa en tu vida. No permitas que sigan robando tu alegría y tus ganas de vivir.
Si has perdido tus metas y tus sueños por el camino, recupéralos. Pelea por las cosas que quieres lograr.
No importa cuántas veces lo hayas intentado y hayas fracasado. Si te equivocaste, vuelve a intentarlo. En realidad, solo fracasa aquel que nunca intenta nada. Nunca bajes los brazos.
No importa que otros hayan llegado antes. Nunca es tarde. No importa cuánto tiempo has estado en el suelo. Ponte de pie.
Que los obstáculos que se presenten sirvan solamente para que algo nuevo salga de ti: nuevas ideas, nuevas oportunidades, nuevas fuerzas. Cree en ti mismo y espera siempre lo mejor de la vida. Ensancha tu visión. ¡Que nada te impida llegar a la cima!