6
LA DIGNIDAD SUPERA LA FRUSTRACIÓN
Agradar no consiste en sonreír o ser simpático, se trata de ceder. Cuando, por el mero hecho de complacer siempre a los demás, cedes todo el tiempo en principios, valores, objetivos, deseos, intereses, entonces pierdes tu dignidad.
¡Es imposible complacer a todos! Para superar la frustración, debes atreverte a ser una persona DIGNA, a dejar de gustar a los demás y correr detrás de metas, sueños y objetivos ajenos.
Veamos las características de una persona digna:
- Se conoce a sí misma
Todos debemos pasar por el proceso de conocernos a nosotros mismos. No es una tarea fácil porque, cuando comienzas a ver qué es lo que hay en tu interior, puedes encontrar muchas cosas que no te gustan. Sin embargo, no debes tener miedo de conocerte. Quizá conoces más cosas de tu pareja, de tus hijos, de tus amigos que de ti mismo. Pasar tiempo contigo mismo te convierte en un hombre digno, en una mujer digna. Eres una creación maravillosa, digna de ser conocida y admirada.
- Lidera su propia vida
Lidera tus pensamientos, tus sentimientos, tus acciones. No puedes vivir según lo que los demás piensan, sienten o actúan. Lidera tu mente, tu cuerpo, tu espíritu. Tú tienes la capacidad y la libertad de elegir qué sentir y, hasta que no lo hagas contigo mismo, no podrás guiar a nadie. No puedes proyectar qué hacer el año próximo si no has aprendido a liderarte y soltarte de todo lo que hasta hoy te ha mantenido atado.
Liderarte significa elegir los objetivos que quieres alcanzar, los pensamientos que vas a poner en tu mente, los sentimientos que vas a tener y los que vas a anular porque hasta ahora no te han servido.
- Confía en su criterio y cree en sí misma, aunque
cometa errores
Si has cometido errores en tu vida, puede resultarte difícil confiar en tu propio criterio. ¿Sientes que necesitas la opinión de los demás antes de tomar una decisión importante? La verdad es que, cuando decides algo, no siempre te va a ir bien, pero debes tener tu propio criterio, te equivoques o no. Tienes capacidad para corregir lo que está mal, desaprender lo que aprendiste mal y, sobre todo, para incorporar nuevas creencias que sean sanas y verdaderas.
Cada error le enseña al hombre
algo que necesitaba aprender.
- Establece prioridades
Es importante saber decir «no» a lo secundario, sin lo cual también es posible vivir. Aprende a decir «no» a las cosas que no sean una prioridad en tu vida, porque sin esas cosas vas a poder seguir viviendo y, sobre todo, vas a ser libre del estrés, de la frustración y de todo aquello que no quieres hacer.
Una persona digna establece límites claros y no permite todo en su vida. Toma la determinación de poner límites a todo lo que no sea bueno para ti y solo sea un obstáculo que no te permita avanzar.
- Se dedica tiempo a sí misma
Es bueno que puedas estar con otras personas, pero también que disfrutes estando solo. ¿Eres de las personas que nunca pueden estar solas? Disfruta los momentos de soledad, utilízalos para conocerte, para hacer las cosas que más te gustan, para relajarte. Aprende a llevarte bien contigo mismo. Si logras disfrutar de esos momentos de soledad, después vas a poder disfrutar mucho más de la compañía de los otros. No le tengas miedo a la soledad, porque ese temor va a estar reflejado en tu relación con los demás y puede llevarte a la codependencia.
- Tiene dos características: tenacidad y
determinación a pesar de los obstáculos
Si lo que te propusiste en el pasado todavía no lo has conseguido, no te frustres, lo lograrás en el futuro gracias a tu tenacidad y determinación. Una persona digna no vive en un mundo de fantasía, del «cómo me gustaría que eso me pasara a mí». Por el contrario, nunca se queda quieta, se mueve y, mientras está en movimiento, las cosas ocurren. Persigue tus sueños. Tienes todo lo necesario en tu interior para lograrlos. El político británico Winston Churchill dijo: «El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse». ¿Estás decidido a ser una persona digna y a librarte para siempre de la frustración?
Pongamos entonces en práctica aquellos principios que te ayudarán a decir: «No estoy atado a nada, soy libre de la gente, y lo que en algún momento fue mi frustración hoy es mi fortaleza».