Partiendo de cero: los dos
Los lienzos perfectos
Vamos a atrevernos.
Pintemos nuestras almas de mil colores,
de ilusión las brochas embadurnadas,
y naveguemos en ríos de risas cristalinas,
de esas que llegan al anochecer y al alba.
Tracemos las líneas de nuestra historia
con los pinceles del recuerdo.
Que no quede ningún hueco por cubrir
en los cuerpos, hoy hechos lienzos.
Que tus manos sean mi marco,
y yo tu cuadro perfecto;
dibújame con el esbozo
de un querer bello y eterno.