imagen

 

—Estaba completamente equivocada... —confesó Susana al fin, tras compartir con sus amigas su conversación con Iván unos minutos antes.

Reunidas en los lavabos cerca del gimnasio para huir de los oídos curiosos y de los chicos, las zapatillas rojas escuchaban atentas los detalles sobre cómo Iván había quedado ese sábado con Alicia para regañarle por haber humillado a Susana leyendo su carta. ¡Menudo descubrimiento! Según su amiga, lo que Lucía había presenciado había sido una conversación de lo más formal sobre por qué Alicia no iba a tener NUNCA nada con Iván. Aquello dio pie a que las chicas pusieran a Alicia de vuelta y media:

—Es que no le llega a Susana ni a la suela de los zapatos.

—Era imposible que Iván eligiera a esa macarra.

—Tiene menos cerebro que un mosquito.

—Y con ese pelo de pitufo gruñón...

—Seguro que tiene un tatuaje cutre hecho por algún amigo suyo...

Cuando se descargaron a gusto, Susana continuó con la explicación que le había ofrecido Iván: tras un paseo, Alicia y él se habían sentado en una cafetería plagada de gente en la que cada uno se había pagado lo suyo. Iván no quería que a Alicia le quedara ninguna duda. Sin arrumacos, sin contacto físico de ningún tipo.

—Pasar tiempo con esa es como estar con el diablo —protestó Frida, sentada en el lavamanos.

—Él no quiere conflictos. La verdad es que es una persona muy pacífica, y solo quería aclarar las cosas con Alicia, cosa que entiendo —lo defendió Susana de pie delante de todas.

Las chicas mostraron su conformidad, y Lucía supo que todas se estaban mordiendo la lengua para no recordar a Susana lo radical que había sido su manera de actuar con respecto al pobre Iván. Pero no hizo falta, porque su amiga era muy cabal y acabó por reconocerlo por sí misma:

—Menos mal que he hablado con él... Teníais razón y yo estaba equivocada. Supongo que me cansé de sentirme mal y quería ponerle fin.

—No te lo tendremos en cuenta —le dijo Lucía rodeándola con los brazos.

—Es tan romántico... Y yo me he portado fatal. No sé cómo está dispuesto a darme otra oportunidad... —añadió Susana después de soltar a Lucía.

—Todavía puedes compensárselo —respondió Bea dibujando una gran sonrisa. Estaba entretenida haciéndole trencitas a Raquel.

imagen

—Pues sí, porque no quiero volver a perderlo... Duele demasiado.

Susana reconociendo en voz alta lo que sentía por un chico era algo tan tierno que incitó a que las chicas comenzaran a proponerle ideas para conseguirlo: plantándole un buen beso en los morros, bailando una canción lenta muy pegados, llevándole refrescos toda la tarde...

—Creo que empezaré pidiendo disculpas —apuntó Susana.

Se volvió de cara al espejo para retocarse el gloss de los labios. Todas las demás la imitaron y se volvieron a los espejos para retocarse el maquillaje: eyeliner corrido, sombras mal puestas, ausencia de colorete...

imagen

—Por cierto... Ya sé que no soy la novedad, pero... ¿Qué os parece Leo? —preguntó Frida mientras se pasaba las manos por la melena negra para aplastarla un poco.

Las chicas se miraron unas a otras a través de los espejos aguantándose la risa. Se notaba que Frida esperaba su aprobación y, por telepatía, decidieron hacerla sufrir. Cuando hubo pasado un minuto sin que nadie dijera nada, Frida se volvió hacia ellas con las manos plantadas en las caderas y preguntó:

imagen

—Bueno, ¿qué pasa?

¿Me lo vais a decir o tengo que descubrirlo por la fuerza?

Las chicas ya no pudieron más. La primera en explotar fue Lucía, cuyas carcajadas resonaron en todo el lavabo, después la siguió Bea, Raquel y Susana. Frida era la única que no se reía, estaba esperando su respuesta:

—Como diría mi padre... El que entre miel anda, algo se le pega.

—¡Ya estamos con los refranes! ¿Y qué narices quiere decir eso?

A Frida se le empezaba a inflar la vena del cuello.

—Pues que con un poco de suerte se te pegará algo de él —respondió Raquel guiñándole un ojo.

Frida tardó un ratito en atar cabos, pero cuando lo hizo, sonrió más feliz que una perdiz.

—Me alegro de que os guste —concluyó.

—¿Estamos listas? Los chicos ya han tenido demasiado tiempo para maquinar... —dijo Susana.

Las chicas se disponían a salir de los lavabos cuando notaron olor a humo, igual que la otra vez. Lucía olfateó el aire para constatar que, efectivamente, provenía de un cigarro y no de algo que se hubiera quemado. Iban a salir por la puerta disparadas para que aquel olor tan horripilante no se les quedara pegado a sus bonitos vestidos cuando la puerta del lavabo en cuestión se abrió, paralizándolas.

—Niñatas —soltó Alicia antes de desaparecer de allí.

 

imagen

De: Marta (lapoetisamarta@hotmail.com)

Para: Lucía (let’sdance@hotmail.com), Frida (arribaFrida@hotmail.com), Bea (doremi@hotmail.com), Raquel (discovery1000@gmail.com) y Susana (rock’nrolleando@gmail.com)

Asunto: Re: chivar o no chivar?

Adjunto: premio.jpg

 

Chicassssss,

Lo he estado pensando y mi voto es para el NO. No creo que debáis chivaros a los profesores de que Alicia estaba fumando en el lavabo. No va con nuestro estilo, y os rebajaríais a su nivel. Recordad: manteneos lejos del monstruo que todos podemos llevar dentro. El de Marisa debe de ser muy grande, pero el nuestro... No asustaría ni a una hormiguita. Así que ignoradla y conseguiréis no verla. Lo importante ahora es que Susana es MUY FELIZ. ¡ME ALEGRO TANTÍSIMO...! imagen Iván parece muy buen chico y quizá te vuelvas un poquito más romántica.

Yo también soy muy feliz porque... ¿lo adivináis? ¡He ganado EL PRIMER PREMIO DEL CONCURSO DE CUENTOS! Todavía no me lo creo. Lo han anunciado esta tarde después de las clases y no he parado de saltar desde entonces.

Os envío una foto con el diploma. He ido a recogerlo con mis maravillosas zapatillas rojas porque no podía ser de otra manera. En cuanto salga publicado en el periódico os enviaré el recorte para que lo guardéis porque también es vuestro premio. Como siempre, lo hemos ganado juntas. Y es que este club consigue todo lo que se propone.

 

Os quiero,

ZR4E!

 

imagen