Epílogo
«La actriz» fue publicado por primera vez en Novel Magazine en mayo de 1923 como «Atrap for de Un wary», título con el que volvió a publicarse en el folleto editado en 1990 con motivo del centenario del nacimiento de Agatha Christie.
Este relato ilustra la gran habilidad de Agatha Christie para tomar determinado elemento argumental y presentarlo de nuevo en otra obra, quizá de la misma forma aunque desde una perspectiva distinta o con variaciones sutiles pero significativas para que el lector no lo identifique. La simple argucia de «La actriz» aparece en varias historias más, de manera particularmente notable en el intrigante relato «The Affair at the Bungalow», incluido en Miss Marple y trece problemas (1932),y en la novela Maldad bajo el sol (1941), protagonizada por Poirot.
El relato nos recuerda asimismo que Agatha Christie ha sido una de las autoras teatrales de mayor éxito en Gran Bretaña, pese a que su primera pieza —descrita por ella misma como «una obra deprimente que, si la memoria no me engaña, trataba sobre el incesto»— nunca llegó a representarse. Ella sentía especial predilección por Testigo de cargo (1953), pero su obra más conocida es sin duda La ratonera (1952), que cincuenta años después de su estreno sigue en la cartelera londinense. Si bien la trama de La ratonera se centra en la capacidad de un asesino para engañar a sus posibles víctimas, como obra de teatro se sustenta en la perspicacia de la autora para prever las reacciones de los espectadores ante lo que ven y oyen, y en su extraordinaria destreza para manipular sus interpretaciones de lo que ocurre. Al estrenarse La ratonera en Londres, el crítico del Times comentó que «la pieza cumple de manera admirable los requisitos específicos del teatro» y, como bien saben quienes han estado vinculados a la obra o la han estudiado detenidamente, ése es uno de los secretos de su éxito, o mejor dicho del éxito de por qué tan pocos espectadores son capaces de adivinar su asombroso desenlace.