Agradecimientos

La mejor recompensa cuando se consigue un sueño es poder compartirlo con las personas que queremos. Sin ellos, nada de lo que hacemos tendría sentido. Y yo soy afortunada: son tantas las personas a las que quiero y que me quieren que no puedo reflejar aquí todos los nombres, pero vosotros sabéis que estáis en mi corazón: mis padres, mis hermanas, el resto de mi familia, mis amigas…

Pero si este libro existe, se lo debo agradecer de manera especial a algunos de ellos:

A Jaime, mi marido, que se ocupa de todo cuando necesito tiempo y silencio. Me has enseñado que la felicidad es algo más sencillo de lo que creemos, y me has dado los hijos más maravillosos del mundo. No podría pedir más.

A María, la primera persona que me dijo que debería escribir un libro. Fueron tu confianza y tus palabras las que me animaron a lanzarme. Gracias por creer en mí desde el principio.

A Nuria, la primera persona que leyó este libro. Gracias por tu generosidad, tu entusiasmo y tus inteligentes comentarios.

Pero en último término, como me hizo comprender Pilar, este libro existe porque vosotros, lectores, estáis ahí. Así que gracias a todos vosotros, que disfrutáis sumergiéndoos en las páginas de un libro aunque nunca hayáis figurado en su dedicatoria. Espero no haberos defraudado.