Jesús contesta a una nueva observación de María Magdalena
XXXVII 1. Y dijo luego Jesús: Esforzaos todos vosotros en comprender.
2. Y procurad tener en vuestro interior la fuerza de luz precisa para someteros.
3. Porque desde ahora os hablaré de las regiones que habita la verdad del Inefable y de cómo esos parajes son.
4. Y al oír los discípulos estas palabras, quedaron silenciosos.
5. Y María Magdalena se adelantó y se prosternó a los pies de Jesús.
6. Y los adoró, llorando, y dijo: Ten piedad de mí, Señor.
7. Porque mis hermanos se han conturbado cuando has dicho que les ibas a dar conocimiento del misterio del Inefable, y por eso han guardado silencio.
8. Y Jesús tranquilizó a sus discípulos.
9. Y les dijo: No temáis no poder comprender los misterios del Inefable.
10. Porque os digo en verdad que este misterio está en vosotros y en todo el que os obedezca.
11. Y en verdad os digo que, para todo el que se consagre a Dios y renuncie al mundo y a lo que en él se halla, este misterio es más sencillo que todos los misterios del reino de la luz, y más fácil de comprender que cualquiera de ellos.
12. Porque aquel que renuncie a este mundo y a sus afanes entrará en conocimiento de este misterio.
13. Y por eso os he dicho: Y quienquiera que sufra bajo las fatigas del mundo y trabaje bajo su peso que venga a mí y yo le daré el reposo.
14. Porque mi fardo es ligero y mi yugo suave.
15. No penséis, pues, que no habéis de comprender este misterio.
16. Porque en verdad os digo que la comprensión de este misterio es más sencilla que la comprensión de los otros misterios.
17. Y os digo que en verdad este misterio está en vosotros y en cuantos renuncien al mundo y a lo que en él se encierra.
18. Escuchadme, pues, discípulos, amigos y hermanos.
19. Porque os voy a conducir al conocimiento del misterio del Inefable.
20. Puesto que yo he venido para traeros el conocimiento completo de la emanación del universo.
21. Porque la emanación del universo es el conocimiento de este misterio.
22. Y cuando el número total de las almas justas se complete y el misterio se cumpla, yo pasaré mil años, según el cómputo de los años de la luz, reinando sobre los próbolos de la luz, y sobre el conjunto de las almas de los justos que hayan recibido todos los misterios.