Adamas y sus archones, al cumplirse los tres tiempos previstos por Jesús, atacan a la Sabiduría fiel
XXVI 1. Y cuando el primer misterio contó a sus discípulos cuanto había sucedido a la Sabiduría fiel, estaba en el Huerto de los Olivos y era allí donde les contaba estas cosas.
2. Y prosiguió hablando y dijo: Y ocurrió que estaba yo sentado en el mundo de los hombres.
3. Y estaba sentado en el camino que conduce a este lugar, es decir, al monte de los Olivos.
4. Y esto éra antes que se me hubiese enviado mi investidura, de la que yo me revestí en el misterio veinticuatro.
5. Y no había ido aún a las regiones superiores a recibir mis dos vestes.
6. Y estando sentado junto a vosotros en este lugar, que es el Huerto de los Olivos, el tiempo que yo había marcado a la Sabiduría fiel se cumplió.
7. Y cumplido ese tiempo, Adamas, con todos sus archones, debía atormentarla.
8. Y cuando ese tiempo fue cumplido yo estaba en el mundo de los hombres.
9. Y estando yo con vosotros en este lugar, Adamas miró de lo alto de los doce eones a la región del caos.
10. Y vio su fuerza, que estaba en el caos falta de luz. Porque yo le había quitado su luz.
11. Y vio que estaba obscura, y que no podía ir a su lugar, que está en los doce eones.
12. Y Adamas se acordó de la Sabiduría fiel y se irritó extremadamente contra ella.
13. Porque pensó que ella se había apoderado de su fuerza en el caos y le había quitado su luz.
14. Y tomó con él una multitud de archones y persiguieron a la Sabiduría para arrojarla en el caos.
15. Y ella elevó su luz hacia mí, implorando mi ayuda.
16. Y dijo: Luz de las luces, yo pongo mi confianza en ti.
17. Líbrame de mis enemigos y no permitas que me arrebaten mi luz.
18. Eleva mis fuerzas por encima de mis enemigos, que se han declarado contra mí y me persiguen sin tregua.
19. Apresúrate y socórreme, según me lo has prometido.
20. Y cuando el primer misterio hubo dicho estas palabras, añadió: Que el que comprenda las palabras de la fiel Sabiduría se adelante para dar su explicación.
21. Y Jacobo se adelantó y dijo: Señor, tu fuerza de luz profetizó acerca de esto cuando puso en boca de David las palabras de su séptimo salmo.
22. Señor Dios, yo creo en ti. Protégeme contra mis perseguidores.
23. Y cuando el primer misterio hubo escuchado estas palabras, dijo: Así es, amado Jacobo.
24. Y Jesús continuó hablando. Y dijo: Ocurrió que, cuando la Sabiduría fiel concluyó aquel himno, se volvió para ver si Adamas se marchaba con sus archones.
25. Y vio que la perseguían y se volvió hacia ellos.
26. Y les dijo: ¿Por qué me perseguís? ¿Porque creéis que no recibiré ningún socorro que me libre de vosotros?
27. Porque quien me defiende es justo.
28. Y su luz es potente y él me defenderá en el tiempo que me ha marcado.
29. Porque me ha dicho: Yo vendré para socorrerte.
30. Y él extenderá su cólera sobre vosotros en todo momento. Porque éste es el tiempo que él me ha fijado.
31. Volved atrás y dejad de perseguirme. Porque si no, la luz preparará su fuerza.
32.. Preparará todas sus fuerzas, y os quitará vuestra luz, y vosotros quedaréis en la obscuridad.
33. Porque ha procreado sus fuerzas para arrebatar vuestra luz con objeto de que perezcáis.
34. Mas cuando la Sabiduría fiel habló así, miró a la región de Adamas.
35. Y vio aquella región en tinieblas y el caos procreado por él.
36. Y vio también dos próbolos obscuros y crueles que Adamas había procreado para que asiesen a la fiel Sabiduría.
37. Y para que la condujesen al caos que él procreó y la atormentasen allí hasta quitarle su luz.
38. Y cuando la Sabiduría fiel vio aquellos dos próbolos obscuros y crueles que Adamas había procreado, y la región tenebrosa del caos que él procreó, quedó sumida en espanto.
Capítulo XX VII