Jesús describe a sus discípulos el aspecto de las regiones superiores
XXX 1. Y entonces veréis en la realidad esas formas que no tienen parangón.
2. Y cuando os haya conducido a las regiones superiores, veréis la gloria de los que pertenecen a las regiones superiores.
3. Y sentiréis una admiración extrema y, cuando os lleve a la región de los archones de la Heimarméné, veréis la gloria en que están.
4. Y miraréis al mundo que está ante vosotros como la obscuridad de la obscuridad.
5. Y cuando miráis al mundo que habita el género humano, os parecerá un grano de polvo, por la gran distancia que os separará de él.
6. Y cuando os conduzca a la región de los doce eones, veréis la gloria en que están.
7. Y esta gloria os hará ver la región de los archones de la Heimarméné como la obscuridad de las tinieblas y ella será ante mí como un grano de polvo.
8. Y cuando os haya llevado a la región trece de los eones, las doce regiones de los eones os parecerán como la obscuridad de las tinieblas.
9. Y cuando miráis las doce regiones de los eones, os parecerán como un grano de polvo.
10. Y cuando os lleve a la región del medio y veáis la gloria que allí brilla, la decimotercera región de los eones os parecerá la obscuridad de las tinieblas.
11. Y si desde allí miráis a los doce eones, y a sus esferas, y cuanto los acompaña, os parecerán, por la distancia y por la superioridad sobre ellos, como un grano de polvo.
12. Y cuando os haya conducido a las regiones de aquellos que pertenecen a la derecha, y veáis la gloria en que están, las regiones de los que pertenezcan al centro os parecerán como la noche del mundo de los hombres.
13. Y al mirar el centro, vuestros ojos lo verán como un grano de polvo, por la gran distancia que lo separa de las regiones donde habitan los que están a la derecha.
14. Y cuando yo os conduzca a la tierra de luz donde está el tesoro de la luz, para que veáis la gloria que esplende allí, las regiones de la derecha os parecerán como la luz de mediodía en el mundo de los hombres cuando el sol no brilla.
15. Y cuando miréis las regiones de la derecha, os parecerán como un grano de polvo, por la gran distancia que las separa del tesoro de la luz.
16. Y cuando yo os conduzca a las regiones de los que han recibido los misterios de la luz, para que veáis la gloria de luz en que están, la tierra de la luz os parecerá semejante a la luz del sol del mundo del género humano.
17. Y cuando miréis a la tierra de la luz, la distancia y lo inferior que es os la harán parecer como un grano de polvo.
18. Y cuando Jesús acabó de decir estas palabras a sus discípulos, María Magdalena se adelantó.
19. Y dijo: Señor, no te incomodes si te pregunto, porque nosotros nos informamos con celo de todas las cosas.
20. Y Jesús contestó a María: Pregunta lo que quieras preguntar.
21. Y yo te contestaré claramente, sin parábola, y os diré todas las cosas desde el interior de los interiores hasta el exterior de los exteriores.
22. Y desde el Inefable hasta la obscuridad de las tinieblas, para que tengáis de todo conocimiento completo.
23. Dime, pues, María, lo que deseas saber y yo te lo revelará con satisfacción.
24. Y ella dijo: Señor, los hombres que hayan recibido los misterios de la luz ¿serán más ensalzados en tu reino que los próbolos del tesoro de la luz?
25. Porque yo te he oído decir: Cuando os haya llevado a la región de los que recibieron los misterios, la región de la tierra de la luz os parecerá como un grano de polvo.
26. Y esto por la gran distancia y la gran gloria en que está la región de los que han recibido los misterios.
27. Dinos, pues, Señor: ¿Los hombres que reciban los misterios serán más ensalzados que la tierra de la luz?
28. ¿Serán, pues, más altos que ella en el reino de luz?
29. Y Jesús contestó a María: Bien está que te informes con celo de todo.
30. Mas yo te hablaré de la misión de los eones y de la erección del universo.