Explicación de Tomás
XXII 1. Y el primer misterio continuó hablando.
2. Y dijo a sus discípulos: Cuando yo hube conducido a la Sabiduría fiel fuera del caos, ella clamó y dijo:
3. Y he sido preservada del caos y me he visto libre de las ligaduras de las tinieblas.
4. Y he venido hacia ti, ¡ob luz!, porque tú has sido la luz, preservándome y protegiéndome por todas partes.
5. Y los enemigos que me combatían han huido ante la luz.
6. Y no se me han podido aproximar, porque tu luz estaba conmigo.
7. Y la emanación de tu luz me protegía cuando los enemigos que me combatían me habían arrebatado mi luz y, privada de ella, me habían arrojado a los infiernos.
8. Y yo era ante ellos como una materia inerte.
9. Y la fuerza de tu emanación vino de ti hacia mí para salvarme.
10. Y brillaba a mi izquierda y a mi derecha y ninguna de las regiones intermedias en que yo estaba carecía de luz.
11. Y purificaste en mí todas mis malas materias.
12. Y yo fui por encima de todas mis malas materias gracias a tu luz y a la emanación de tu luz.
13. Y confié en tu luz y la emanación pura de tu luz me socorrió.
14. Y los enemigos que me atormentaban fueron alejados de mí.
15. Y éste es el cántico que elevó la fiel Sabiduría cuando fue libertada de los lazos del caos.
16. Y que oiga el que tenga oídos para oír.
17. Y cuando el primer misterio hubo acabado de decir estas palabras, Tomás se adelantó, y dijo: Señor, mis oídos han recibido la luz.
18. Y mi inteligencia comprende las palabras que has dicho. Permíteme interpretar las palabras de la Sabiduría fiel.
19. Y el primer misterio se dirigió a Tomás, y dijo: Yo te permito interpretar el himno que me dirigió la fiel Sabiduría.
20. Y Tomás dijo: Señor, respecto al himno que te dirigió la Sabiduría fiel cuando fue libertada del caos, tu fuerza de luz ha profetizado por boca de Salomón, hijo de David, cuando dijo en su oda: He sido libertado de las cadenas que me amenazaban.
21. Y he ido hacia ti, Señor, porque tú eres la mano que me ha protegido y defendido, asistiéndome contra los que me combatían.
22. Y ellos no han aparecido, porque tu faz estaba conmigo y me defendía por un efecto de tu gracia.
23. Y he sido golpeado y vilipendiado y me han desaprobado ante la multitud.
24. Y he sido como el plomo ante ellos.
25. Mas tu fuerza ha venido a mi socorro, y has puesto lámparas a mi izquierda y a mi derecha, para que nadie en mi torno careciese de luz.
26. Y tu mano derecha me ha elevado, y me has curado de mi enfermedad.
(No hay versículo 27)
28. Y me he hecho fuerte por tu verdad y por tu justicia.
29. Y los que combatían contra mí han sido alejados.
30. Y he sido justificado por tu bondad en tu reposo para la eternidad de las entidades.
31. He aquí, Señor, la explicación del cántico que elevó la Sabiduría fiel.
32. Y el primer misterio, luego que oyó las palabras de Tomás, le respondió: Está bien, Tomás.
33. Y grande es tu bienaventuranza, que ésa es la explicación del himno que dijo la fiel Sabiduría.