[1] Para una descripción de algunos de estos procesos de desaparición o absorción, cf. Javier Tusell, Franco y los católicos. La política interior española entre 1945 y 1957, Alianza, Madrid, 1984, pp. 24 ss.; y Juan José Castillo, «El Comité Nacional Circunstancial de la Confederación Española de Sindicatos Obreros (CESO), 1936-1938 (Una aportación documental)», en Revista Española de la Opinión Pública, 38 (1974), pp. 205 ss.<<

[2] Ángel Herrera Oria, Obras Selectas, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1963, p. 846. <<

[3] Fernando Martín-Sánchez Juliá, Ideas claras. Reflexiones de un español actual, Gráficas Nebrija, Madrid, 1959, p. 410. <<

[4] He abordado estos temas con mayor extensión en José R. Montero, «El Boletín de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (1939-1945)», en Manuel Ramírez y otros, Las fuentes ideológicas de un régimen (España 1939-1945), Pórtico, Zaragoza, 1978, pp. 81 ss.<<

[5] Cf., entre muchos otros, además del ya citado de Tusell, Franco y los católicos, los trabajos de Ricardo Chueca, El fascismo en los comienzos del régimen de Franco. Un estudio sobre FET y de las JONS, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1983; Miguel Jerez, Élites políticas y centros de extracción en España, 1938-1957, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1982; Javier Terrón Montero, La prensa de España durante el régimen de Franco. Un intento de análisis político, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1981; Gregorio Cámara Villar, Nacional-catolicismo y escuela. La socialización política del franquismo (1936-1951), Hesperia, Madrid, 1984; Miguel Ángel Aparicio, El sindicalismo vertical y la formación del Estado franquista, Ediciones de la Universidad de Barcelona, Barcelona, 1980; Manuel Ramírez, España 1939-1975. Régimen político e ideología, Labor, Barcelona, 1978; Ángel Tello, Ideología y política. La iglesia católica española (1936-1959), Pórtico, Zaragoza, 1984; Juan José Ruiz Rico, El papel político de la iglesia católica en España (1936-1971), Tecnos, Madrid, 1977; Guy Hermet, Les catholiques dans l’Espagne franquiste. Les acteurs du jeu politique, Presses de la Fondation Nationale des Sciences Politiques, París, 1980; y Juan J. Linz, «From Falange to Movimiento-Organización. The Spanish single party and the Franco regime, 1936-1968», en Samuel P. Huntington y Clement H. Moore, eds., Authoritarian politics in modern society. The dynamics of established one-party systems, Basic Books, Nueva York, 1970, pp. 143 ss. Como señala el propio Linz (p. 143, nota 46), «el término Gleichschaltung fue usado por los nazis para describir la sincronización de todas las autoridades, organizaciones, asociaciones y grupos de interés, conseguida mediante su subordinación a controles políticos y nombramiento de sus cargos, asegurándose la representación del partido y proporcionándoles orientaciones ideológicas y políticas». <<

[6] Cf. especialmente José R. Montero, La CEDA. El catolicismo social y político en la II República, Ediciones de la Revista de Trabajo, Madrid, 1977; Paul Preston, La destrucción de la democracia en España. Reacción, reforma y revolución en la segunda República, Turner, Madrid, 1978; Martin Blinkhorn, Carlismo y contrarrevolución en España, 1931-1939, Grijalbo, Barcelona, 1979; Javier Jiménez Campo, El fascismo en la crisis de la segunda República española, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1979; Juan José Castillo, Propietarios muy pobres. Sobre la subordinación política del pequeño campesino en España. (La Confederación Nacional Católico-Agraria, 1917-1942), Servicio de Publicaciones Agrarias, Madrid, 1979; y Javier Tusell, Historia de la democracia cristiana en España, vol. I, Antecedentes y CEDA, EDICUSA, Madrid, 1974. <<

[7] Carlos Moya (El poder económico en España [1939-1970]. Un análisis sociológico, Túcar, Madrid, 1975) la ha descrito con términos sumamente expresivos (pp. 115-116): «Por encima de la legitimación de la guerra civil y del Nuevo Estado como triunfo de la revolución Nacional-Sindicalista, está la legitimación específicamente religioso-militar de la victoria como glorioso final de la cruzada. Desde la “Pastoral Colectiva” redactada por el Cardenal Gomá, al “Poema de la Bestia y el Ángel” de José María Pemán (1938), a la construcción del templo y cripta sagrada del Valle de los Caídos, todas las estructuras semióticas que configuran la imago simbólica del Nuevo Estado nacional expresan la esencial subordinación de la ideología falangista al principio tradicional de la legitimación última del poder como “carisma divino”. Su sanción formal se expresa en numerosos textos: desde el comienzo del preámbulo del Fuero del Trabajo (“Renovando la tradición católica…”) al punto 25 de FET y de las JONS»; gran parte de los trabajos mencionados supra, nota 4, contienen numerosas referencias a estos temas. <<

[8] No existen por el momento, como ya se ha dicho, demasiadas monografías sobre la ACNP; algunas de las obras anteriormente citadas contienen capítulos o referencias sistemáticas a ella, pero casi siempre con objetivos de investigación diferentes a los de la propia ACNP. Otros tienen un valor desigual, como el libro de A. Saéz Alba, La otra «Cosa Nostra». La Asociación Nacional de Propagandistas y el caso de «El Correo de Andalucía», Ruedo Ibérico, París, 1974, y, en mayor medida, la historia oficiosa de la ACNP, escrita por Nicolás González Ruiz e Isidoro Martín Martínez, Seglares en la historia de España, Reycar, Madrid, 1968. <<

[9] En Madrid y la mayor parte de los centros fueron los de «El concepto de Estado y sus relaciones con el individuo, la iglesia y otras sociedades», en el curso 1939-1940; «La encíclica sobre el sacerdocio» y «El nuevo orden moral en la sociedad internacional», en el de 1940-1941; «La personalidad humana» y «La caridad», en 1941-1942; «El naturalismo ateo contemporáneo y la doctrina de la iglesia» y «La santificación de las fiestas en industrias de trabajo ininterrumpido», en 1942-1943; «Direcciones pontificias sobre el orden interno de los pueblos» y «Actualidad internacional», en 1943-1944; y en el de 1944-1945, «Los hombres públicos del siglo XIX ante el problema político y religioso español» y «Momentos culminantes en la historia del Pontificado». <<

[10] Como ha escrito Manuel Ramírez (España 1939-1975, op. cit., p. 86), «[el anticomunismo] será la cobertura que se agitará una y otra vez y a la que cabrá atribuir las vicisitudes y desgracias que la política nos depare … El régimen se proclama, por encima de todo, anticomunista. Con un anticomunismo ideológico, visceral y militante que, por otra parte y pensando detenidamente en el tema, se correspondía poco con la fuerza real que el comunismo “vencido” había tenido en nuestro país durante los años republicanos». <<

[11] Intervención de Alfredo López, en Boletín de la ACNP (a partir de ahora, BACNP), 302 (15-1-1943), p. 2. <<

[12] Ibid, nota anterior. Por la misma época el fundador de la ACNP, el sacerdote Ángel Ayala (Formación de selectos, Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 1940, pp. 371 y 379) insistía sobre el origen del comunismo en términos parecidos: «Para convencerse de ello basta observar cómo los obreros no se sacian nunca con el aumento de jornales … Esta codicia no es marxista, es humana. Y no tiene, no puede tener más freno que el concepto cristiano de la vida … porque si no hay Dios, ni alma, ni otra vida, es evidente que habrá que gozar en ésta, caiga quien caiga». <<

[13] Jesús Riaño Goiri, «Recursos y medios contra el comunismo», en BACNP, 303 (1-2-1943), pp. 4, 5 y 6. <<

[14] En BACNP, 303 (1-2-1943), p. 8. Martín Martínez, catedrático de Derecho Romano, hablaba motivado por la intervención de Antonio de Luna, catedrático de Derecho Internacional; y es que, en la opinión del último, «los medios espirituales sirven más para evitar el comunismo que los materiales, y esto lo hemos visto en países en donde los obreros, teniendo una posición económica mejor, el comunismo tenía mayor arraigo». <<

[15] José Soler y Díaz Guijarro, «Concepto del Estado», en BACNP, 247 (15-4-1940), p. 3. <<

[16] En BACNP, 294 (1-8-1942), p. 2. Se trata de una de las conclusiones aprobadas en un Círculo de Estudios dedicado a «La personalidad humana», conclusiones que fueron redactadas por Máximo Yurramendi, sacerdote y consiliario nacional de la Asociación que en 1946 sería ordenado obispo. <<

[17] Enrique Giménez Arnáu, «Errores modernos sobre el orden político», en BACNP, 323 (15-1-1944), p. 4. El conferenciante abogaba lógicamente por «un término medio» basado en la familia, el municipio, «que es una entidad política natural», y el sindicato, «organización con sabor político para formar en él valores que son los que pueden acabar con aquella pugna de la Revolución francesa [la lucha de clases] y que puedan poner fin a los hechos condenables en que hemos caído». <<

[18] Florentino Rodero, «El patriotismo sin límites: Formación civil y política», en BACNP, 375 (1-8-1946), p. 3. <<

[19] Alfonso de Hoyos, «La sociedad internacional como sociedad “natural”», en BACNP, 259 (15-12-1940), pp. 8-9. Cabe señalar que, simbolizando la representación clasista y profesional de la ACNP, el conferenciante era hijo del marqués de Hoyos, letrado del Consejo de Estado, abogado del Estado, capitán de aviación y asesor del Ministerio de Gobernación. <<

[20] Juan Contreras y López de Ayala, marqués de Lozoya, «El Imperio español del siglo XVI-XVII como ambición ecuménica», en BACNP, 264 (1-3-1941), pp. 2-3; y Ernesto Laorden, «La Sociedad de Naciones a la luz de los principios cristianos», en BACNP, 265 (15-3-1941), pp. 1-4. <<

[21] En BACNP, 281 (1-1-1942), pp. 1-2. <<

[22] En BACNP, 269 (15-5-1941), p. 1. Esta actitud tuvo su reflejo en una de las principales actividades corporativas de la ACNP durante la época, consistente en la edición, propaganda, distribución y venta de ediciones baratas de las más diversas encíclicas. <<

[23] Joaquín Ruiz Jiménez, «Norma suprema del orden jurídico», en BACNP, 317 (15-10-1943), pp. 6 y 7. <<

[24] Sexta conclusión del Círculo de Estudios sobre «El orden interno de los pueblos según la doctrina de los Pontífices», redactada por Enrique Giménez Arnáu; en BACNP, 336 (1-9-1944), p. 6. <<

[25] Alberto Martín Artajo, «El mensaje de Navidad de Su Santidad Pío XII», BACNP, 306 (15-3-1943), p. 5. <<

[26] Alberto Martín Artajo, «El llamamiento del Papa», BACNP, 319 (15-11-1943), pp. 6 y 7. <<

[27] Carta de Fernando Martín-Sánchez Juliá con motivo de la imposición de insignias en el centro de Zaragoza, en BACNP, 253 (15-7-1940), p. 1. <<

[28] Discurso de José Ibáñez Martín en la XXI Asamblea General de la ACNP, en BACNP, 338 (20-10-1944), pp. 12 y 13. Ángel Herrera Oria, mucho más crítico de lo que era habitual entre los propagandistas, tampoco dejaba de reconocerlo así: «Si esas acusaciones de falta de amor al pueblo y de olvido de los derechos de la justicia social van dirigidas al gobierno español, la acusación es completamente calumniosa. El espíritu de nuestro gobierno está en el Fuero del Trabajo. Y es evidente que está haciendo todo lo humanamente posible para mejorar las condiciones de vida de los asalariados» (BACNP, 365 [1-2-1946], p. 4). <<

[29] Jerez Mir, Élites políticas y centros de extracción, op. cit., pp. 339 ss.; y Tusell, Franco y los católicos, op. cit., pp. 36 ss. y especialmente 52 ss., en las que contiene un detallado análisis del contexto, los protagonistas y los resultados de la crisis de 1945; aunque centrado en el catolicismo político (movimiento más amplio que el de la ACNP) y en sus niveles de colaboracionismo (actitud más restringida que la de la legitimación ideológica), el libro de Tusell contiene numerosas referencias de suma importancia sobre los principales protagonistas católicos. <<

[30] Discurso de Fernando Martín-Sánchez Juliá, en BACNP, 338 (20-10-1944), p. 11. <<