APÉNDICE
CARTAS DE EUMENES Y DE ATALO
CITADAS EN LA NOTA 16 DEL CAP. I
Estas cartas han sido descubiertas en 1839 por el viajero y arqueólogo Mordtmann, en el cementerio armenio de Sivri Hissar, tres leguas al norte del lugar donde estuvo situada la antigua Pesinunte. Por lo tanto, es probable que perteneciesen a los archivos secretos del santuario local. Estas cartas son curiosas más por lo que callan que por lo que dicen. En ellas se ven puestas en juego las precauciones, las reticencias y la doblez de los orientales. De lo contrario, ¿cómo se explica que, si al parecer eran de tan poca importancia para el público, se tomasen el trabajo de grabarlas en piedra? He aquí los textos.
INSCRIPCIÓN A, EN DOS FRAGMENTOS
Primer fragmento:
«El rey Eumenes saluda a Atis».
«Si tú disfrutas de salud, yo también estoy bueno. He recibido la carta en que me participas lo que se ha escrito contra tu hermano Aorix. Has hecho bien en sembrar la discordia. Es muy justo que la diosa se vuelva contra los que han ofendido a sus sacerdotes y su templo […].»
Segundo fragmento, probablemente de la misma carta:
«Inmediatamente que llegues al sitio, y te hagas cargo cuidadosamente del estado de las cosas, dime si necesitas soldados y si te será fácil desembarazarte de los pesongios. Escríbeme diciendo lo que necesites; y como se trata de un lugar sagrado debemos recobrarlo a toda costa. Adiós.»
Δ Δ. 24 Gorpeos (septiembre).
INSCRIPCIÓN B
1.° «Atalo saluda al sacerdote Atis».
«Si tú estás bueno, yo también lo estoy. Tu enviado Menodoro me ha entregado tu carta detallada y amistosa, y me ha hablado además de muchas cosas, que me ha dicho le has encargado me participase. Convencido como estoy de su intención de servir mis intereses en todas circunstancias, le he confiado, a mi vez, todo lo que he querido que sepas, y le he encargado te lo comunique. Adiós.»
2.° «Atalo saluda al sacerdote Atis».
«Si disfrutas de buena salud, también yo estoy bueno. Menodoro me ha entregado tu carta, en la que me participas que, al saber que mi hermano había llegado al campamento, has hecho sacrificios a los dioses por nuestra salud […].»
INSCRIPCIÓN C
«Atalo a Atis».
«Si, como yo deseo, disfrutas de buena salud, tanto mejor. Yo también estoy bueno. A nuestra llegada a Pérgamo, he reunido no solo a Ateneo, Sosendros y Menagenes, sino también a otros muchos de mis parientes, y les he confiado el asunto de que habíamos hablado en Apamea. Cuando dije mi parecer, hemos tenido una larga conferencia. En un principio, todos abundaron en nuestra manera de ver, pero Cloro insistió en que debían tenerse en cuenta los intereses de los romanos, y no quiso absolutamente admitir que podía hacerse nada sin contar con ellos. Tuvo pocos a su favor, pero, de entonces a acá, todos dudan más cada día y se dividen. Nos importa esto mucho. Caminar sin los romanos parece que trae consigo un gran peligro, pues verían en esto una injuria, una falta de consideración, una sospecha fatal, como han hecho respecto de mi hermano: hasta creerían perder un derecho cierto. Y yo no los convencería: creerían fácilmente que hemos querido agitarlo todo sin contar con ellos. Y entonces (quiera el cielo que así no suceda) perderíamos su auxilio y tendríamos que combatir sin el favor de los dioses, cuando, hasta el presente, hemos caminado siempre con su ayuda por delante. ¡Así, pues, soy del parecer que se expidan como de ordinario legados a Romal! […]»
INSCRIPCIÓN D
«[…] Habiendo abierto estas cartas, por prudencia las he devuelto; porque veo que si las hubiese mandado como venían no las hubieras podido descifrar. Recíbelas y te envío lo que deseas como lo has pedido, pues sabemos que todo lo que haces es por nuestro interés. Deseando el portador de esta conferenciar contigo, hazle llamar, porque es conveniente que sepas lo que te quiere decir; al mismo tiempo, y como cosa tuya, envía a alguno con él al país alto, para averiguar lo que se pueda. Importa que permanezca allí y nos comunique las nuevas que reciba […].»