COMPUTADORAS CUÁNTICAS
Si especulamos con que dichas neuronas sensibles a un solo cuanto están jugando un papel importante en lo más profundo del cerebro, podemos preguntar qué efectos tendrán. Discutiré primero el concepto de Deutsch de computadora cuántica (cfr. también capítulo IV) y luego plantearé si podemos considerarlo importante para nuestras reflexiones sobre este punto.
Como se indicó antes, la idea básica consiste en hacer uso del paralelismo cuántico según el cual debe considerarse que dos cosas muy diferentes tienen lugar simultáneamente en una superposición lineal cuántica, como el fotón que simultáneamente se refleja y atraviesa el espejo semirreflectante, o quizá atraviesa cada una de las dos rendijas. Para una computadora cuántica estas dos diferentes cosas superpuestas serían, en su lugar, dos computaciones diferentes. No nos suponemos interesados en obtener las respuestas a ambos cómputos, sino en algo que utilice parte de la información extraída del par superpuesto. Finalmente, se haría una «observación» adecuada sobre el par de cómputos, cuando ambos estuvieran acabados, para obtener la respuesta requerida.[9.14] De esta forma, el dispositivo podría ahorrar tiempo ¡ejecutando los dos cómputos simultáneamente! Hasta aquí no parece que haya una ganancia significativa al proceder de esta manera, ya que presumiblemente sería mucho más directo utilizar un par de computadoras clásicas distintas en paralelo (o una sola computadora paralela clásica) que una computadora cuántica. Sin embargo, la ganancia real para una computadora cuántica llegaría cuando se necesitase un número muy grande de cálculos paralelos —quizá un número indefinidamente grande— cuyas respuestas no nos interesasen individualmente, sino sólo alguna combinación apropiada de todos los resultados.
En concreto, la construcción detallada de una computadora cuántica implicaría una versión cuántica de una puerta lógica, en donde el output sería el resultado de cierta «operación unitaria» aplicada al input —un caso de la acción de U— y toda la operación de la computadora estaría llevando a cabo hasta el final un proceso U, hasta que un «acto de observación» final haría entrar en acción a R.
Según el análisis de Deutsch, las computadoras cuánticas no pueden utilizarse para ejecutar operaciones no-algorítmicas (es decir, cosas más allá del poder de una máquina de Turing), pero pueden, en ciertas situaciones muy artificiales, obtener una velocidad mayor, en el sentido de la teoría de la complejidad, que la de una máquina de Turing estándar. Hasta aquí estos resultados son un poco decepcionantes para una idea tan sorprendente, pero todavía estamos en el principio.
¿Qué relación podría tener esto con la acción de un cerebro que contenga un número significativo de neuronas sensibles a un solo cuanto? El mayor problema con la analogía sería que los efectos cuánticos se perderían rápidamente en el «ruido», el cerebro es un objeto demasiado «caliente» para preservar la coherencia cuántica (es decir, el comportamiento usualmente descrito por la acción continuada de U) durante cualquier intervalo de tiempo apreciable. En mis propios términos, esto significaría que continuamente se estaría cumpliendo el criterio de un gravitón, de modo que la operación R continuaría todo el tiempo entremezclada con U.
Todo esto no parece muy prometedor si esperamos sacar de la mecánica cuántica algo útil para el cerebro. ¡Quizá estemos condenados a ser computadoras después de todo! Yo, personalmente, no lo creo. Pero se necesitan consideraciones adicionales si queremos descubrir nuestra vía de escape.