POSIBLES REPERCUSIONES EN LA PLASTICIDAD CEREBRAL
Permítaseme llevar estas especulaciones un poco más lejos y preguntar si pudieran tener alguna importancia para la cuestión del funcionamiento del cerebro. Lo más probable, por lo que puedo ver, es que la tengan en el fenómeno de la plasticidad cerebral. Recordemos que el cerebro no es muy parecido a una computadora sino que se parece más a una computadora que está cambiando continuamente. Estos cambios pueden darse aparentemente por la activación o desactivación de sinapsis por medio del crecimiento o contracción de espinas dendríticas (véase capítulo IX, figura IX.15). Me atrevo a especular que este crecimiento o contracción podría estar gobernado por algo semejante al proceso que interviene en el crecimiento de los cuasicristales. En tal caso, no sólo se ensaya una, sino un inmenso número de posibles configuraciones, todas superpuestas de manera lineal y compleja. Mientras los efectos de estas configuraciones se mantengan por debajo del nivel de un gravitón (o cualquiera que sea) entonces ellas coexistirán (y casi invariablemente deben coexistir según las reglas de la mecánica cuántica U). Sin se mantienen por debajo de este nivel, pueden empezar a ejecutarse cálculos superpuestos simultáneos, de un modo que está en concordancia con los principios de una computadora cuántica. Sin embargo, parece improbable que estas superposiciones puedan mantenerse durante mucho tiempo, ya que las señales nerviosas producen campos eléctricos que perturbarían considerablemente el material circundante (aunque su vaina de mielina podría ayudar a aislarlas). Conjeturemos que tales superposiciones de cálculos pueden mantenerse realmente durante al menos el tiempo suficiente para calcular algo que sea de importancia antes de que alcance el nivel de un gravitón (o cualquiera que sea). El resultado acertado de tal cálculo sería el «objetivo» que toma el lugar del «objetivo» de la simple minimización de la energía en e1 crecimiento del cuasicristal. ¡Por lo tanto la consecución de dicho objetvo es similar al crecimiento con éxito del cuasicristal!
Hay obviamente mucha vaguedad e indecisión en estas especulaciones, pero creo que representan una analogía razonable. El crecimiento de un cristal o un cuasicristal está fuertemente influido por las concentraciones de los átomos e iones apropiados en su vecindad. Análogamente, se podrá concebir que el crecimiento o contracción de familias de espinas dendríticas podría perfectamente estar influido por las concentraciones de las diversas sustancias neurotransmisoras que estuvieran alrededor (tanto como podría estar afectado por las emociones). Cualesquiera que sean las configuraciones atómicas que finalmente se resuelvan (o «reduzcan») como la realidad del cuasicristal, ellas suponen la solución de un problema de minimización de la energía. De modo análogo, conjeturo que el pensamiento que sale a la superficie del cerebro es de nuevo la solución de cierto problema, aunque ahora no sólo es un problema de minimización de energía. Implicaría en general un objetivo de naturaleza mucho más compleja, que incluye deseos e intenciones en sí mismos relacionados con los aspectos y capacidades computacionales del cerebro. Estoy especulando que la acción del pensamiento consciente está muy ligada a la resolución de configuraciones que previamente estaban en la superposición lineal. Todo esto está relacionado con la física desconocida que gobierna la línea divisoria entre U y R y que, a mi modo de ver ¡depende de una teoría de la gravitación cuántica —GQC— aún por descubrir!
¿Podría semejante acción física ser de naturaleza no algorítmica? Recordemos que el problema general de la teselación, como se describió en el capítulo IV, no tiene solución algorítmica. Se podría concebir que los problemas del ensamblaje de átomos podrían compartir esta propiedad no algorítmica. Si estos problemas pueden «resolverse» en principio por el tipo de medios que he estado insinuando, entonces existe alguna posibilidad para un ingrediente no algorítmico en el tipo de acción cerebral que tengo en mente. Para que esto sea así, sin embargo, necesitamos algo no algorítmico en la GQC. Evidentemente hay aquí mucha especulación. Pero algo de carácter no algorítmico me parece definitivamente necesario a la vista de los argumentos antes expuestos.
¿Con qué rapidez tienen lugar estos cambios en la conexión cerebral? La cuestión parece ser algo controvertida entre los neurofisiólogos pero, puesto que la memoria permanente puede asentarse en unas pocas fracciones de segundo, es posible que tales cambios en las conexiones puedan efectuarse en un tiempo de ese orden. Para la realización de mis propias ideas sería necesaria una velocidad así.