AGRADECIMIENTOS
Muchas personas me han ayudado, de una u otra forma, a escribir este libro, y debo darles las gracias. En particular, a los defensores de la IA fuerte (especialmente a los que intervinieron en un programa de la BBC TV que tuve ocasión de presenciar), quienes al expresar opiniones tan radicales me incitaron, hace ya varios años, a embarcarme en este proyecto. (Pese a todo, me temo que si entonces hubiera sabido el esfuerzo que su escritura me iba a exigir, no lo hubiera empezado).
También quiero agradecer a Toby Bailey, David Deutsch (quien también fue de gran ayuda en la comprobación de las especificaciones de mi máquina de Turing), Stuart Hampshire, Jim Hartle, Lane Hughston, Angus McIntyre, Mary Jane Mowat, Tristan Needham, Ted Newman, Eric Penrose, Toby Penrose, Wolfgang Rindler, Engelbert Schücking y Dennis Sciama, quienes revisaron versiones de pequeñas partes del manuscrito y me hicieron muchas sugerencias valiosas para mejorarlo.
Merece un reconocimiento especial la ayuda de Christopher Penrose, con la información detallada respecto al conjunto de Mandelbrot, así como la de Jonathan Penrose, por su valiosa información sobre la computadora que juega ajedrez. Muchas gracias también a Colin Blakemore, Erich Harth y David Hubel por leer y revisar el capítulo IX, que concierne a un tema en el que sinceramente no soy un experto aunque, como sucede con toda la gente que acabo de mencionar, ellos no son en absoluto responsables de los errores que puedan haber quedado. Agradezco a la NSF su ayuda mediante los contratos DMS 84-05644, DMS 86-06488 y PHY 8612424. Asimismo he contraído una gran deuda con Martin Gardner por su extrema generosidad al escribir el prefacio de este trabajo, y también por sus comentarios. De forma especial, quiero agradecer a mi querida Vanessa por sus atentas y detalladas críticas en varios capítulos, por su invaluable asistencia en las referencias y, lo más importante, por soportarme cuando era insoportable, por su cariño y apoyo donde y cuando era vital.