Suicidio
Acudes hasta mí, tú, solamente
en las nocturnas alucinaciones,
tormentosas, cuando mi pensamiento profético, dormido,
percibe unos sucesos que no nos ocurrieron.
A veces en los sueños
el cabello a mechones se desprende
de mi cabeza, lo be visto allí tirado:
esparcido en hebras por mi almohada.
Alguna vez en sueños
los dientes bailan dentro de mi boca
como en esa canción de: sastre, sonajero,
marino, marinero… Y son como los huesos
de cereza que escupo de mi boca.
No vendré más a ti
ni arriesgaré el auxilio del que huyo:
la negrura, los médicos, los perros,
son para mí juego del escondite:
“tris-trás, que estoy aquí…”
Si hubiera yo vivido ya el futuro
y pudiese olvidar que, eventualmente,
pudiera esto ocurrirme y ocurrirles,
incluso, a nuestros hijos,
sería muy distinto el desenlace.
Una luz, dos, tres luces… Es de día…
Ya no necesitamos de las lámparas.
Tu coche al que vigilo nunca llega…
No podrás verme nunca como a un mirón obseso
y pendiente de ti detrás de la furtiva
mirilla de mi puerta, entrabierta mirilla.
Los árboles repliegan sus ramas y enrojecen…
Difícil es aún verles su esqueleto invernal.
Un amigo al que vemos cada vez menos veces
termina por no ser el amigo que era…
Con cuánta rapidez los malos guisos
nos consumen el tiempo, todo el tiempo,
que hemos echado en su preparación…
Voy hacia la ventana, la abro completamente;
cinco pisos debajo me parecen los árboles
mala hierba y arbustos demasiado pequeños
y demasiado frágiles incluso
para atenuar la leve caída de un gorrión.
¿Por qué no me has seguido hasta aquí mismo
como me habías seguido a todas partes?
¿No podrías hacerlo como si se tratara
de una fatalidad, aunque imprecisa
o con tenues suspiros
aunque fuesen letales, mortecinos?
¿Merezco alguna consideración
por no haber intentado suicidarme?
Quizá lo que temía es que esa peregrina
decisión resultase fallida,
sin darme cuenta de que practicando
es como se corrigen los errores…
Nuestras primeras fotos, caseras, lo demuestran
sin cabeza en algunas o con media cabeza,
torcidos y velados por los flases.