LA LEYENDA:
En el bosque sombrío cercano a Altashame existe un claro. Bajo un grupo de abedules blancos crece un iris de bordes rojos. La gente que vive en Selkirk, en la parte occidental del bosque, dice que en la segunda luna de cada año pueden verse tres fantasmas. Uno es una guerrera que lleva un collar negro en la garganta. El segundo es su doble hecho sombra. Y el tercero es un pájaro blanco como la nieve que vuela sobre ellas llorando con la voz de un bebé. Al amanecer, las dos mujeres se atacan mutuamente con sus espadas. Donde cae su sangre crece el iris, blanco como el pájaro y rojo como la sangre. “Iris de nieve” es como la tradición del este llama a la flor. “Corazón frío”, dice el folclore del oeste. Pero Selkirk la ha bautizado “Sangre de la hermana”, y la gente de ese pueblo no se acerca a las flores. Aunque el zumo del iris ayuda a aliviar a la mujer en sus momentos difíciles, los habitantes de Selkirk no tocan ni uno de sus pétalos, como tampoco entran en el claro después del atardecer.