A todas las personas que me ayudan a que mis sueños se hagan realidad. A mi esposo Roger, por la paciencia que me tiene cuando me ausento, así esté en las cuatro paredes de mi hogar, a Patricia Patiño, por querer mis historias, a Sheila Irizarry por sacar tiempo de sus múltiples actividades para leer lo que deseo contar, a Clau Pradenas por sus comentarios y a Mariana Sciacca por todo el tiempo dedicado a revisar el texto. No podía dejar pasar el momento sin dejar de agradecer a Nadia Salamanca por su talento para crear la portada, por la infinita paciencia que me tiene para que ustedes puedan disfrutar de la historia. Gracias, mil gracias.