1290 ... con
todos en Cristo, Su único Hijo
1291
Curar (o curación como proceso), cuando se piensa y se
percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al
cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad.
Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso
por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la
realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados
unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para
sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender
milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso
llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las
demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso — el de
despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos
creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo,
completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la
enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo
consigo.
1292 ... como
Cristo
1293 Un
milagro es la máxima expresión de
Amor(ver Gl.)
que podemos experimentar en nuestro espíritu(ver Gl.) cuando, después de haber aceptado el
Redimir(ver
Gl.) para nosotros mismos y haber logrado perdonar(ver Gl.) a nuestro hermano por lo que
realmente(ver
Gl.) no hizo, se corre en nuestra mente(ver Gl.) el velo que nos impedía verlo con la
visión de
Cristo(ver Gl.), y nos
extendemos a su Alma(ver Gl.)
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas
todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad(ver
Gl.) —Que es Donde realmente estamos todos como Almas
perfectas y eternas— somos Uno en Cristo(ver Gl.), el Hijo único de Dios. En este sentido,
al reflejar aquí las Leyes de Dios y la Verdad(ver Gl.), el milagro trasciende las leyes de este
mundo. El uso primario del milagro que hace el Espíritu
Santo(ver Gl.) por medio
de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar(ver Gl.) la mente del hermano que hemos perdonado
de su creencia en la realidad(ver
Gl.) del ego(ver Gl.)
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El
milagro es el medio para alcanzar la meta del
Curso(ver Gl.). El
milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta
mediante un acto de fe(ver
Gl.).
1294
Amor, con mayúscula, se refiere,
en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que
Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo—
y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y aquí,
cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general
y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula,
amor se refiere al amor
interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con
él.
1295 ... como
Cristo Que realmente eres y en Quien todos —sin excepción— somos
realmente Uno,
1296
Significado, con mayúscula es, en
la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros,
como Almas, Uno en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y
alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado es el reflejo aquí de
ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el
significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las
leyes de este mundo.
1297 ... aquí,
cuando cree que está separado
1298 ...
verdadera
1299 ... a
otro
1300 ... el
impulso subconsciente de querer ser uno con todo que fomenta el
residuo bendito y que de pronto aflora al consciente: El
residuo bendito es la memoria o
reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del
arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su
único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver T5.7
[60] 7
1301 La
Completitud, con mayúscula, es de
Dios y de todos nosotros como Almas, Uno en Cristo, Su Hijo, Quien
es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos
comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula,
la completitud es el reflejo aquí
de la eterna Completitud, y se experimenta en el mundo real cuando,
después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos
a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo.
1302 ... de la
separación por medio del aceptar el Redimir para ti mismo, perdonar
al otro y a los otros, y extender los milagros que te sugiera el
Espíritu Santo.
1303
Voluntad, con mayúscula, es la
Voluntad de Dios y de Su Hijo, ya que son Uno; en minúscula,
voluntad es nuestra voluntad aquí
según con quien pensamos: el ego o el Espíritu Santo; en este caso,
pensando con el Espíritu Santo, como reflejo aquí de la Voluntad de
Cristo.
1304 ... al
Espíritu Santo para que piense contigo
1305 ... Que es
Dios
1306 ... contra
tu pensar instintivo con tu ego
1307 ... que
cree estar separada.
1308 Nuestra
verdadera función es tratar de
ser aquí un reflejo de lo que realmente somos todos en la eterna
Unicidad: Almas, Uno en Cristo, el Hijo único de Dios; reflejo que
se logra en el instante santo del mundo real, después de haber
aceptado el Redimir para sí mismo y luego, haber perdonado
totalmente a otro y extendido los milagros sugeridos por el
Espíritu Santo. A cada persona el Espíritu Santo le asigna una
función especial en la salvación que sólo ella puede desempeñar;
porque es una parte que le fue asignada únicamente a ella. Y
el plan no se habrá llevado a término hasta que ella descubra cuál
es su función especial, y desempeñe la parte que le fue asignada
para completarse a sí misma en el otro y en los demás, en un mundo
donde rige la incompleción.
1309 ... el
reflejo aquí de
1310 ... el
Espíritu Santo
1311 ...
mientras sigas pensando con tu ego
1312 ... sea que
pienses con el ego o con el Espíritu Santo.
1313 ... cuando
piensa con el Espíritu Santo, es decir, el reflejo aquí de Su
Voluntad eterna Que es La de Dios
1314 ... a los
que percibe con su ego
1315
Luz, con mayúscula, es el
Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento
de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro
espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real,
cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los
milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando
pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos
encontrar en el diccionario.
1316 ... Alusión
a que uno no se puede salvar solo sino conjuntamente con el otro,
los otros. Ver frase 50 más adelante...
1317 ... como
Cristo, Su único Hijo, en Quien todos somos, como Almas, realmente
Uno y Quien es Uno con Dios,
1318 ... del
sistema de pensamiento del Espíritu Santo
1319 ... en el
Cielo, Donde como Cristo como Almas realmente estás, y eres Uno con
todos tus hermanos sin excepción, y aquí, aún cuando crees que
realmente estás.
1320 ...
eternamente y Cuyo reflejo experimenta aquí cuando él perdona y
extiende Milagros.
1321 ....., como
Cristo, en Quien todos como Almas somos realmente Uno.
1322 ... como
Hijos de Dios
1323 ... como
Cristo
1324 El término
Alma, siempre con mayúscula, es
el Pensamiento único de Dios Que Él creó semejante a Sí Mismo,
entendiéndose que al ser de Dios, el Alma es eterna y nunca nació.
Todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente
somos— cuando nos unimos como Uno en Cristo, somos el Hijo único de
Dios, Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la
Unicidad.
1325 ... Cristo,
Su único Hijo, pero en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno
y Uno con Dios
1326 ... como
Cristo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y Quien es
Uno con Dios
1327 ... ambos
son de la separación.
1328 ... como
Cristo, el Hijo de Dios
1329
Cristo, aquí, es la experiencia
de unión interior con la mente del otro al que creemos haber
perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo,
como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único,
en Quien, como Almas perfectas y eternas, somos Uno.
1330
Yo, con mayúscula, es el eterno
Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos —como Almas—
somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad.
También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula y
dependiendo con quién estás pensando, tu yo es el ego, el yo que creemos que somos en el
tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para
reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo;
o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu yo es el reflejo
aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente
Uno.
1331 ... con el
Espíritu Santo
1332 ...
así
1333 ... el
sistema de pensamiento del Espíritu Santo
1334 El
miedo es la motivación primordial
del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu
profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y
futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas
solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo
demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en
ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda.
1335 ... porque
en el Cielo, Que es donde todos realmente estamos, como Almas, Uno
en Cristo, el Hijo único de Dios, no existe el miedo, sólo hay Amor
eterno en paz y alegría.
1336 ... real,
es decir, eterno.
1337 ... por
medio del Espíritu Santo
1338 El
ego: es el pensar individual que,
pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad — Donde todos, cual
Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea
alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a
causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió
en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo
que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es
la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo
temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la
fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es
la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y
egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las
demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en
diferentes relaciones especiales hasta la muerte.
1339
Poder, con mayúscula, significa
el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que
también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente
como Uno. En minúscula, poder —si
estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o
psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando
con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí del Poder de
crear y amar de Dios y de Su Hijo.
1340 ... que
podrías extender a los demás por medio del Espíritu Santo
1341 ... como
Cristo, el Hijo de Dios, en Quien todos somos, como Almas,
realmente Uno
1342 ... del
ego
1343 ... de
crear
1344 ... en el
Cielo, Que es donde todos estamos realmente
1345 ...
eterno
1346 ... ahora
como Cristo
1347 ... el
hermano que percibes que es Cristo, el Hijo de Dios
1348 ... el
hermano que percibes con tu ego.
1349 La
resurrección es, en un instante
santo del mundo real, la lección con la que concluye y se supera el
aprendizaje que empezó cuando se aceptó el Redimir para uno mismo,
se profundizó con el estudio del Texto y del Manual y, ayudado por
las Lecciones, se experimentó la visión de Cristo en el otro,
mediante el perdón y la extensión de milagros. Ahora creemos que
nuestra verdadera realidad es la eterna Unicidad de Dios en la que
todos nosotros —como Almas perfectas y eternas— somos Uno en
Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Dios. Ahora, habiendo
redespertado o renacido en el espíritu, cambiamos de parecer con
respecto al significado del mundo; terminamos nuestros sueños de
aflicción en medio de la alegre concienciación del sueño final del
Espíritu Santo; reconocemos los Dones de Dios; usamos nuestro
cuerpo únicamente como medio de comunicación; e invitamos a Dios
para que dé el paso final.
1350 ... cuando
piensas con el Espíritu Santo
1351 ... cuando
estás pensando con el ego
1352 ... porque
soy Cristo, en Quien todos somos, como Almas, realmente Uno, y
Quien es Uno con Dios,
1353 ... como
Almas, en Cristo Que eres cuando habiendo perdonado y extendido
milagros, te unes a todos como uno,
1354 ... que
realmente también son Cristo, como Almas, el Hijo único de Dios
como Tú.
1355 ... como
Cristo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno.
1356 ... Dios,
su ego, o la nada
1357 ... que
aquí es el reflejo de Su Amor no parcializado.
1358 ... Cristo,
Su Hijo, Que tú realmente eres, pero como Uno con todos tus
hermanos,
1359 ... como
Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
1360 La
redención es lo que pone fin a la
crucifixión del Hijo de Dios cuando perdonamos al otro y extendemos
los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo.
1361 ... la Cual
no tiene comienzo ni término.
1362 ... de la
separación
1363 ... el
Llamamiento de Dios a despertar por medio del Espíritu Santo, la
Respuesta de Dios a la separación
1364 ... en el
Cielo, Que es donde todos estamos realmente.
1365 ...
eterna
1366 ...
realmente, es decir, en el Cielo
1367 ... Que tú
realmente eres Uno con todos los demás
1368 ... con el
ego
1369 ...
percibido con el Espíritu Santo
1370 ... con el
ego
1371 ... pero
ahora —que he aceptado el Redimir para mí mismo y que quiero creer
en la Verdad— con el Espíritu Santo
1372 ... entre
la separación pensada, percibida, creída, actuada y vivido con el
ego, y el haberse rebelado contra las leyes del caos (ver
T23.3) del ego y aceptado el Redimir
para uno mismo,
1373 ... del
reflejo aquí de lo que es eterno.
1374 ... con la
visión de Cristo en un instante santo del mundo real: El
mundo real es la meta de nuestro
viaje, el estado de la mente que percibe aquí con el Espíritu Santo
el reflejo de la eterna Unicidad. En esta percepción, no vemos nada
que no justifique perdonar totalmente, extender los milagros que
sugiera el Espíritu Santo y unirnos a otro (a otros) en una
relación santa a favor de todos los demás.
1375 ... con el
Espíritu Santo, es decir, el reflejo aquí de la Realidad
eterna.
1376 ... como un
reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios.
1377 según el
Espíritu Santo
1378
Conocimiento, con mayúscula, es
lo que saben todas nuestras Almas, Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios: que están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en
el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, conocimiento, cuando pensamos con el Espíritu
Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar
totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa
experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando
pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este
mundo, de acuerdo con sus leyes.
1379
Hacer es el pensar del ego,
pensar que de alguna manera hizo el tiempo y el espacio y todo lo
que éstos contienen. Crear es el
eterno y conjunto Pensar amoroso entre Dios y Su Hijo. Cuando aquí,
pensando con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir, perdonamos y
extendemos milagros y hacemos creaciones, pero sólo como reflejos
de las Creaciones que conjuntamente con Dios creamos en el
Cielo.
1380 ... con tu
ego.
1381 ... como
Cristo, conjuntamente con Dios
1382 ... como
Hijos de Dios, Almas, uno en Cristo.
1383 ... el
reflejo aquí de
1384 ... en sus
mentes
1385 ... que
veían con su ego
1386 ... en el
reflejo aquí del
1387
Cielo, con mayúscula, es lo único
Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la
concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las
Almas que somos realmente, Uno en Cristo, Su Hijo, a saber que nada
existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son:
Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos.
1388 ... con el
Espíritu Santo
1389 ... con el
ego
1390 ... tu
Filiación de Cristo, el Hijo único de Dios.
1391 ...
pensando con el ego
1392 ... con el
ego
1393 ... con el
ego,
1394 ... con el
Espíritu Santo, es decir, percibir acertadamente
1395 ... la
Verdad
1396 ... con el
sistema de pensamiento del ego
1397 ... la
individualidad egocéntrica
1398 ... Cristo,
el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Dios en Su eterna
Unicidad
1399 ... todos
los Hijos separados que fueron, son y serán.
1400 ... el Amor
de Dios
1401 ...
manteniendo el pensar con el ego
1402 ... como
Cristo Que realmente eres Uno con todos tus hermanos.
1403 ... que sea
eterno
1404 ... el
reflejo aquí de
1405 ... en la
experiencia de ser uno con él después de haberlo perdonado
totalmente
1406 ... esa
experiencia de unirse
1407 ... por ser
el reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios
1408 ... de
Dios
1409 ... en la
Filiación, ya que todos somos uno en Cristo.
1410 ... el
Espíritu Santo
1411 ... del
reflejo aquí
1412 ... como
Cristo, en Quien tú y todos los demás hermanos somos realmente
Uno
1413 ... como
ego, que estabas separado de tus hermanos y, por consiguiente, de
Dios
1414 ... tu
hermano
1415 ... de
volverte con él y con todos nosotros los demás hermanos, Uno en
Cristo.
1416 ... que
puede parecerte que está separado
1417 ... como
Cristo
1418 ... como
Cristo que realmente eres, conjuntamente con tu hermano y todos los
demás.
1419 ... la guía
del Espíritu Santo
1420 ... el
Espíritu Santo
1421 ... el
reflejo aquí en tu mente de
1422 La
Verdad, con mayúscula, es que
Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o
Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza—
Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien
es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que, en
el eterno Presente, Se profesan Uno a Otro. Dios no creó más nada.
Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser
amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí,
la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de
pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que
tiene del tiempo y del Cosmos, y de todo lo que estos contienen, es
que son reales, están regidos por la evolución y la escasez, y
constituyen su única y verdadera realidad.
1423
Ti, con mayúscula, quiere decir
Tú, como el Alma perfecta y eterna, Que es Una con todas las demás
Almas que son igualmente perfectas y eternas Que realmente somos
todos los que fueron, son y serán, Almas que son Una en Cristo, el
Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en el Amor
o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o
Reino de los Cielos, etc. En minúscula ti, cuando: decides pensar con el Espíritu
Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido
milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de
Cristo, el Hijo único de Dios; y cuando piensas, percibes y actúas
con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas de esta
manera con él.
1424 ...
mientras pienses, percibas y actúes con el sistema de pensamiento
del ego.
1425 ... porque
Dios no tuvo nada que ver con él ni con el tiempo y el espacio y
todo lo que estos contienen.
1426 ...
pensando con el ego y creyendo que su realidad del tiempo y el
espacio regidos por
las leyes de la evolución y escasez es
verdad, es la verdadera realidad,
1427 La
Verdad, con mayúscula, es que
Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o
Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza—
Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien
es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que, en
el eterno Presente, Se profesan Uno a Otro. Dios no creó más nada.
Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser
amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí,
la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de
pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que
tiene del tiempo y del Cosmos, y de todo lo que estos contienen, es
que son reales, están regidos por la evolución y la escasez, y
constituyen su única y verdadera realidad.
1428 La
Mente íntegra o única es la Mente de Dios Que es también la de
Su Hijo, y es la única que realmente existe. Cuando en este mundo
pensamos con el Espíritu Santo, nuestro pensar es el reflejo del
Pensar o Amor de Dios en Su Mente única, conjuntamente con Su Hijo,
en Su eterna Unicidad.
1429 ... el
reflejo aquí de
1430 ... el
Espíritu Santo
1431 La
salvación es el proceso por el
cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del
tiempo y del espacio, queremos creer en el eterno Presente de la
Realidad de Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas
perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente.
Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y
actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el
Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos,
perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y
extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
LTe.2 (-L231)
1432 ... del
reflejo aquí de
1433 ... el
reflejo aquí de la Realidad
1434 ... a ti
como Su Hijo, Cristo, en Quien todos somos realmente Uno, y Quien
es Uno con Dios.
1435 El
miedo es la motivación primordial
del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu
profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y
futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas
solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo
demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en
ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda.
1436 La
Unicidad, con mayúscula es, en el
eterno presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un
pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan
eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En
minúscula, unicidad es la idea
procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es
capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida
del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando
logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y
pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que
es la eterna Unicidad de Dios.
1437 ... como
Cristo, pensando con el Espíritu Santo,
1438 ... el
Amor, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado
al otro y a los demás, y haberles extendido los milagros que el
Espíritu Santo te hubiese sugerido,
1439 ... que
todos somos realmente Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y
Cristo es Uno con Dios...
1440 ... de la
separación y sus efectos aparentes,
1441 ... sino
unido a todos como uno en Cristo.
1442 ...
invitando al Espíritu Santo a pensar y percibir con nosotros, para
poder perdonar
totalmente al otro, a los demás y
extenderles los milagros que sugiera el Espíritu Santo.
1443 ... el
perdón total y Milagros.
1444 ... Para
comprender el salto del singular al plural del texto del siguiente
párrafo T11.3 [17], es conveniente
primero leer los cuatro párrafos que le anteceden en el UrText
T11C7a10 que tratan sobre el aparente
odio existente entre Helen y Bill: T11C7 Ustedes no pueden imaginarse la intensidad
del deseo que tienen de librarse uno del otro. Eso no quiere decir que
no se sientan fuertemente impulsados uno hacia el otro, pero
sí que
el Amor no es la
única emoción presente. Debido a que han concienciado
más su amor, el conflicto no se puede seguir arreglando mediante
sus intentos previos de minimizar el miedo. El Amor hace que el
ataque sea inadmisible pero aún así, ustedes todavía sienten
miedo. Y en vez de tratar de resolver esta situación
directamente, tienen una fuerte tendencia a tratar de escapar del
Amor. No obstante, esto es lo último de lo cual
quisieran escapar. Y, aunque lo intentaran, podrán escapar de
cualquier otra
cosa, pero no de ésta. Con todo, alégrense de que
realmente no haya escapatoria a la salvación.
T11C8. Ustedes no se dan cuenta de lo
mucho que se odian uno al otro. No podrán deshacerse de esto hasta
tanto se den plenamente cuenta de ello, pues
hasta que eso
suceda, creerán que lo que quieren es deshacerse
uno del otro y al
mismo tiempo mantener el odio. Pero si el uno es la
salvación del otro, ¿qué puede significar eso excepto que
prefieren atacar a salvarse? Alégrense de
que ni su realidad ni su salvación dependen de sus preferencias,
pues tienen muchos motivos para alegrarse,
aunque sea ciertamente obvio que esos motivos no son obra de
ustedes. Ustedes sí que se odian
y se tienen miedo y su Amor, que es muy real, está totalmente obnubilado
por ello. ¿Cómo van a saber el significado del Amor a menos que sea
total? T11C9. Este va a ser un período
difícil para ustedes, pero no por demasiado tiempo. Están en
peligro, pero recibirán ayuda y nada sucederá. En todo
caso, no pueden permanecer en la oscuridad, así que la salida
será
ésta: Miren al odio de frente pues, si vamos a negar la negación de
la Verdad, primero deberemos reconocer lo que estamos negando.
Recuerden que el conocimiento precede a la negación y, que la separación
fue el descenso de la Magnitud a la insignificancia. Por
consiguiente, la forma de regresar será volver sobre los pasos del
camino hacia la Magnitud. T11C10. El
odio de ustedes no es real, pero para ustedes sí lo es.
Oculta lo que
realmente quieren. ¿Creen estar dispuestos a mirar de
frente y sin miedo a lo que no quieren —aún si eso les
asusta— para así deshacerse de ello? Porque ya saben
que no
pueden escapar de la salvación y que no
escaparán del miedo hasta que
quieran
salvarse. 18 No teman este viaje al
miedo, pues ese no es su destino. 19
Caminaremos a través del miedo con seguridad, pues la paz no está
lejos y serán guiados por su luz.
1445 Ver
T10.8 [88] 114
1446 ... el
Espíritu Santo
1447 ... por las
pesadillas de la separación.
1448 ... como
Cristo, el único Hijo de Dios Que realmente eres conjuntamente con
todos los demás,
1449 La
resurrección es, en un instante
santo del mundo real, la lección con la que concluye y se supera el
aprendizaje que empezó cuando se aceptó el Redimir para uno mismo,
se profundizó con el estudio del Texto y del Manual y, ayudado por
las Lecciones, se experimentó la visión de Cristo en el otro,
mediante el perdón y la extensión de milagros. Ahora creemos que
nuestra verdadera realidad es la eterna Unicidad de Dios en la que
todos nosotros —como Almas perfectas y eternas— somos Uno en
Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Dios. Ahora, habiendo
redespertado o renacido en el espíritu, cambiamos de parecer con
respecto al significado del mundo; terminamos nuestros sueños de
aflicción en medio de la alegre concienciación del sueño final del
Espíritu Santo; reconocemos los Dones de Dios; usamos nuestro
cuerpo únicamente como medio de comunicación; e invitamos a Dios
para que dé el paso final.
1450 ...
Dios
1451 ... el
Espíritu Santo
1452 ... de la
luz del Espíritu Santo.
1453 ... ya que
todos somos realmente Uno en Cristo,
1454 ... quien,
cuando piensas con el Espíritu Santo y perdonas totalmente a tu
hermano, te vuelves uno con él en la experiencia de Cristo.
1455 ... como el
eterno Hijo de Dios Que realmente es.
1456 ... como
reflejo aquí de la eterna Realidad, en la Que todos, como Almas
perfectas y eternas, Uno en Cristo, el Hijo único de Dios,
realmente estamos,
1457 La
Mente, con mayúscula, se refiere
a la Mente única de Dios o de Cristo, y representa el agente que
activa al Espíritu, aportándole su energía creadora. El Espíritu es
el Pensamiento de Dios Que Él creó a Su semejanza. El Espíritu
unificado es el Hijo único de Dios, o Cristo, en Quien nuestras
Almas perfectas y eternas son Uno. En minúscula, la mente representa nuestra mente aquí, en la
separación, y puede estar acertada o equivocada dependiendo de la
voz que escuche. El Curso la describe
como si tuviese dos partes: el espíritu (o mente acertada) y el
ego. El espíritu es la parte que aún puede comunicarse con Dios por
medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y
extendemos milagros con Él. El ego es la parte que piensa según la
evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de
ilusiones.
1458 ... el
reflejo aquí de
1459 ... con el
ego
1460 ... con el
ego
1461 ... según
el Espíritu Santo
1462 Ver
T2.5 [99] 105
1463 ... que es
aquí el reflejo de la Realidad eterna,
1464
Voluntad, con mayúscula, es la
Voluntad de Dios y de Su Hijo, ya que son Uno; en minúscula,
voluntad es nuestra voluntad aquí
según con quien pensamos: el ego o el Espíritu Santo.
1465 ... en la
parte de ésta que cree en la realidad del tiempo y del espacio,
regidos por las leyes de la evolución y escasez y, por lo tanto,
que piensa con sistema de pensamiento del ego,
1466 ... el
espíritu, que es la otra parte de la mente que todavía puede
comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo.
1467 ... el
mundo del ego
1468 ... el Amor
de Dios
1469 ... la
Mente de Dios,
1470 ... con el
Amor de Dios,
1471
Amor, con mayúscula, se refiere,
en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que
Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo—
y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y aquí,
cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general
y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula,
amor se refiere al amor
interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con
él.
1472 ... el
mundo real,
1473 ...
eternamente
1474 ... todo lo
que es eterno,
1475 ... la
Unicidad del Hijo con el Padre
1476 El
Espíritu, con mayúscula, es el
Pensar o Pensamiento de Dios, Que Él creó semejante a Sí Mismo.
Todas las Almas unificadas como Una en el Espíritu de Dios es
Cristo, el Hijo único de Dios. En minúscula, el espíritu es la parte de nuestra mente separada
que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu
Santo. Cuando perdonamos y extendemos milagros con el Espíritu
Santo, nuestro espíritu se convierte aquí en el reflejo del
Espíritu de Dios.
1477 ... de
Dios, Que es también la nuestra,
1478 ... el
reflejo aquí de
1479 La
invulnerabilidad es tu perfecta
liberación de creer que algo aquí te pueda hacer realmente daño,
porque quieres creer que realmente somos Almas perfectas y eternas,
Uno en el Hijo único de Dios, y que estamos en Su eterna Unicidad
—donde sólo hay Amor, paz y alegría— en vez de ser cuerpos en este
mundo del tiempo y del espacio, regido por las leyes de la
evolución y escasez. Esta creencia te ayuda a usar la indefensión
—que conjuntamente con la inculpabilidad es la condición, para
poder perdonar— como medio de enseñar a tu hermano que somos
realmente inmunes al ataque y que él es realmente inocente, pues su
ataque no pudo hacer daño a nuestra Alma, y al no permitirle pensar
que sí lo pudo hacer, le estarás enseñando que el Redimir —Que
aceptaste para ti— también es suyo. Demuestras eso al no alterarte
y, en lo posible, enseñar un cuerpo sano. Porque al alterarte y
enfermarte, le estarías enviando a tu hermano el mensaje que dice:
"Mira hermano, por tus manos muero". Vivir la invulnerabilidad es
querer ser el reflejo aquí del Cielo, donde no hay nada que
perdonar, porque ninguna Alma puede hacer daño a Otra, ya que Todas
son Uno en Cristo, el Hijo único de Dios.
1480 ... real,
eterno.
1481 ... en el
sueño de la separación
1482 ... en el
tiempo y el espacio
1483 La
Creación, con mayúscula, es en el
Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como
Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte Su Amor o
Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó
Más nada, por lo tanto más nada existe realmente. En minúscula,
aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la creación es el reflejo de la Creación eterna
Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única
Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que
"hacemos" según las leyes de este mundo.
1484 ...
individual
1485 ... el
Espíritu Santo
1486 Ver T11.5
[36] 4
1487 ... cuando
piensas con el Espíritu Santo
1488 El término
Alma, siempre con mayúscula, es
el Pensamiento único de Dios Que Él creó semejante a Sí Mismo,
entendiéndose que al ser de Dios, el Alma es eterna y nunca nació.
Todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente
somos— cuando nos unimos como Uno en Cristo, somos el Hijo único de
Dios, Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la
Unicidad.
1489 ... en el
residuo bendito: El residuo
bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo
profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de
Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna
Unicidad. Ver T5.7 [60] 7
1490 La
visión de Cristo es la parte de
un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de
otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y
percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para
salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún
sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo
totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a
experimentar la visión de Cristo,
que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión
que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que
quiero creer que todos somos realmente Almas, Uno en Cristo, en la
eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad.
1491 El
mundo real es la meta de nuestro
viaje, el estado de la mente que percibe aquí con el Espíritu Santo
el reflejo de la eterna Unicidad. En esta percepción, no vemos nada
que no justifique perdonar totalmente, extender los milagros que
sugiera el Espíritu Santo y unirnos a otro (a otros) en una
relación santa a favor de todos los demás.
1492 ... como
Cristo,
1493 ... todos
nosotros, Uno en Cristo
1494 ... con
todos los demás
1495
Conocimiento, con mayúscula, es
lo que saben todas nuestras Almas, Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios: que están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en
el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, conocimiento, cuando pensamos con el Espíritu
Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar
totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa
experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando
pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este
mundo, de acuerdo con sus leyes.
1496
Cristo, aquí, es la experiencia
de unión interior con la mente del otro al que creemos haber
perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo,
como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único,
en Quien, como Almas perfectas y eternas, somos Uno.
1497 ... dentro
de ti, en tu espíritu: En minúscula, el espíritu es la parte de nuestra mente separada
que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu
Santo. Cuando perdonamos y extendemos milagros con el Espíritu
Santo, nuestro espíritu se convierte aquí en el reflejo del
Espíritu de Dios.
1498 ... cuando,
después de haberte rebelado contra el caos existencial del ego,
haber querido creer en la Verdad, aceptado el Redimir para ti
mismo, perdonado totalmente al otro y en un instante santo del
mundo real, haberte unido a él en la experiencia de Cristo,
1499 ... amar y
ser amado en paz y alegría eternas
1500
Curar (o curación como proceso), cuando se piensa y se
percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al
cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad.
Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso
por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la
realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados
unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para
sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender
milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso
llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las
demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso — el de
despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos
creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo,
completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la
enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo
consigo.
1501 ... las
dictadas por el ego y por el Espíritu Santo
1502 ... la del
ego y la del Espíritu Santo.
1503 La
proyección, en el eterno Presente
de la Unicidad, es de Dios y de Su único Hijo, que proyectan Amor
Uno al Otro, y al hacerlo, se extienden Uno en el Otro. En cambio, aquí,
cuando pensamos, actuamos y percibimos con el ego, la proyección es
de la individualidad que necesita sobrevivir en el mundo de la
evolución y escasez, proyectando espontáneamente ese pensamiento
egocéntrico y defensivo hacia todo lo de afuera, incluyendo a los
demás. Esta proyección también mantiene vigente nuestra separación
de Dios.
(Ver T12.5 [35] 18: "La proyección hace la
percepción..."). Pero el Curso nos enseña
que podemos ver al mundo de otra manera y, para ello, primero
tenemos que decidir pensar con el Espíritu Santo, aceptar el
Redimir para nosotros mismos, perdonar, extender milagros y
entablar relaciones santas para multiplicar las ocasiones de salvar
a nuestros hermanos. Al hacerlo, proyectaremos hacia los demás el pensar de Amor
del Espíritu Santo y, por medio de nuestra visión de Cristo, nos
extenderemos en los demás que,
ahora, serán uno con nosotros, reflejando así, aquí, la eterna
Unicidad de Dios, donde realmente estamos todos, como Almas
perfectas y eternas Uno en Cristo, el Hijo único de Dios Quien es
Uno con Su Padre y Creador.
1504 ...
verdadera según el Espíritu Santo
1505 ... según
el ego
1506 ...
pensando con el ego.
1507 ... el
reflejo aquí de la Mente eterna Que es Uno,
1508 ...
pensando y percibiendo con el Espíritu Santo
1509 ... Los
textos que siguen en los párrafos T11.9
[77-99] están en plural porque fueron dictado para ambos
—Helen y Bill— el 30 de Septiembre de 1966.
1510 ... de
Cristo, en Quien todos —como espíritus o Almas— somos realmente
Uno,
1511 ... la
mente individual primordial cuyo pensamiento de separación dio
lugar al tiempo y al espacio y a todo lo que estos contienen.
1512 ... la Voz
y la Visión del Espíritu Santo cuando pensamos con Él,
1513 ... de Dios
a la separación: el Espíritu Santo.
1514 ... como
Cristo, Su único Hijo, Cristo en Quien todos nosotros —como Almas
perfectas y eternas— somos realmente Uno,
1515 ... como
Cristo, Su único Hijo,
1516 ... que
aquí es el reflejo de la eterna Completitud de Dios
1517 ... el
reflejo aquí de la eterna Realidad,
1518 ... Cristo,
en Quien todos nosotros —como espíritus— somos realmente Uno.
1519
Demencia o locura es el sistema
de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es
la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución
y escasez, que percibimos con nuestros sentidos.
1520 Ver
T4.5 [57] 13 Examina con sinceridad qué
es lo que has pensado que Dios no habría pensado y qué no has
pensado que Dios habría querido que pensaras. 14 Examina con sinceridad tanto lo que has hecho
como lo que has dejado de hacer, y entonces cambia tu forma de
pensar para que así puedas pensar como lo hace Dios.
1521
Inculpabilidad significa la
condición de estar libre de culpabilidad. En el Curso, "inculpabilidad" y "estar libre de culpa o
de culpabilidad" son sinónimos. La Inculpabilidad, con mayúscula, es del Cielo,
donde al ser todos Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo y
Cristo Uno con Dios, la culpa no tiene cabida y, en minúscula, es
Su reflejo aquí.
1522 El
ego: es el pensar individual que,
pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad — Donde todos, cual
Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea
alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a
causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió
en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo
que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es
la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo
temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la
fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es
la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y
egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las
demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en
diferentes relaciones especiales hasta la muerte.
1523 El
Espíritu Santo, aquí, es el
pensar de Cristo que conciencia el Conocimiento que yace más allá
de la percepción. Al producirse la separación, el Espíritu Santo
comenzó a estar presente aquí como una protección, inspirando al
mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir. Allá, en la
eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios, Que nos
creó como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo. Algunos de Sus
sinónimos en el Curso son: "Consolador",
"Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir",
"Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz
de Dios".
1524 La
proyección, en el eterno Presente
de la Unicidad, es de Dios y de Su único Hijo, que proyectan Amor
Uno al Otro, y al hacerlo, se extienden Uno en el Otro. En cambio, aquí,
cuando pensamos, actuamos y percibimos con el ego, la proyección es
de la individualidad que necesita sobrevivir en el mundo de la
evolución y escasez, proyectando espontáneamente ese pensamiento
egocéntrico y defensivo hacia todo lo de afuera, incluyendo a los
demás. Esta proyección también mantiene vigente nuestra separación
de Dios. (Ver T12.5 [35] 18: "La proyección hace la
percepción..."). Pero el Curso nos enseña
que podemos ver al mundo de otra manera y, para ello, primero
tenemos que decidir pensar con el Espíritu Santo, aceptar el
Redimir para nosotros mismos, perdonar, extender milagros y
entablar relaciones santas para multiplicar las ocasiones de salvar
a nuestros hermanos. Al hacerlo, proyectaremos hacia los demás el pensar de Amor
del Espíritu Santo y, por medio de nuestra visión de Cristo, nos
extenderemos en los demás que,
ahora, serán uno con nosotros, reflejando así, aquí, la eterna
Unicidad de Dios, donde realmente estamos todos, como Almas
perfectas y eternas Uno en Cristo, el Hijo único de Dios Quien es
Uno con Su Padre y Creador.
1525 La
culpa, aquí, cuando pensamos con
el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a
lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y
experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no
hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en
paz y alegría con todas nuestras Almas Uno en Cristo, Su Hijo
único, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio,
aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el
espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las
leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es
nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de
la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el
Redimir, queremos creer que realmente somos Almas perfectas y
eternas, Una en Cristo, y por lo tanto, que no nos hemos separado
de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el
Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores
subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y
de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y
hacemos en el Cielo, a saber: amar a los demás como a nosotros
mismos, que es lo mismo que amar a Dios y ser amados por Él.
1526 ...
pensando con el ego,
1527 ... como
Cristo, pensando con el Espíritu Santo.
1528 ... el Hijo
de Dios,
1529 ... al Yo
de Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
1530 ... la
sobrevivencia según las leyes de la evolución y escasez
1531 ... de
Cristo,
1532 Ver
T6.2 [23] 105
1533
Inculpabilidad significa la
condición de estar libre de culpabilidad. En el Curso, "inculpabilidad" y "estar libre de culpa o
de culpabilidad" son sinónimos. La Inculpabilidad, con mayúscula, es del Cielo,
donde al ser todos Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo y
Cristo Uno con Dios, la culpa no tiene cabida y, en minúscula, es
Su reflejo aquí.
1534 La
redención es lo que pone fin a la
crucifixión del Hijo de Dios cuando perdonamos al otro y extendemos
los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo.
1535 ...
pensando con el Espíritu Santo,
1536 ...
Jesús
1537
Realmente se refiere en general a
nuestra verdadera condición en el Cielo, Que es donde realmente
estamos todos cual Almas Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, que
nunca se separó de su Padre, con Quien es eternamente Uno.
1538 ... puesto
que ahora están experimentando el reflejo de ser Uno con él y con
todos los demás en Cristo.
1539 El
miedo es la motivación primordial
del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu
profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y
futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas
solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo
demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en
ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda.
1540 El
residuo bendito es la memoria o
reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del
arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Uno en Cristo, Su
único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver T5.7
[60] 7
1541
Amor, con mayúscula, se refiere,
en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que
Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo—
y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y aquí,
cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general
y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula,
amor se refiere al amor
interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con
él.
1542 ...
edificación militar defensiva
1543 El
ego: es el pensar individual que,
pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad — Donde todos, cual
Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea
alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a
causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió
en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo
que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es
la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo
temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la
fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es
la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y
egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las
demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en
diferentes relaciones especiales hasta la muerte.
1544 El
especialismo es la forma habitual
de pensar con su ego de la individualidad nacida del pensamiento
del Hijo de Dios, que le hizo separarse de Su Padre con el fin de
"hacer cosas" por su cuenta; de lo cual resultó la hechura del
tiempo y del espacio regidos por la evolución. Es el deseo de estar
separado y por encima de los demás, de poseer más y ser más que
ellos, por el convencimiento de que somos merecedores —por encima y
hasta en contra de los demás— de las escasas cosas buenas que
ofrece el mundo. Ningún precio es demasiado alto para obtenerlas, y
se buscan en las relaciones especiales en las que otros nos ofrecen
su amor, su amistad, su aprecio especiales y la entrega de sus
cuerpos y mentes igualmente especiales y con ellos, lo que poseen
que el ego cree que le hace falta. Pero el especialismo nunca puede
amar, apreciar o compartir verdaderamente, ya que constituye una
traición y un ataque contra la eterna y amorosa Unicidad de Dios
con Su único Hijo, en Quien todas nuestras Almas eternas y
perfectas son Una. En consecuencia, el especialismo desconfía de
todos, al considerarlos como potenciales atacantes o competidores,
y por eso no se le escapa ninguna falta o error que puedan cometer;
además, atacará a los que directa o indirectamente interfieran o se
opongan a sus designios interesados.
1545 ... como
Almas perfectas y eternas, Una en el Hijo de Dios,
1546 ... eterna
del Cielo
1547 ... en
él
1548 ... en el
Cielo o en la eterna Unicidad.
1549 ... el
Espíritu Santo,
1550 ... del
Espíritu Santo
1551 ... como
Cristo, reflejo aquí de la eterna
Unicidad de Dios con Su Hijo único, en Quien, como Almas perfectas
y eternas, somos Uno.
1552
Curar (o curación como proceso), cuando se piensa y se
percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al
cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad.
Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso
por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la
realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados
unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para
sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender
milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso
llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las
demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso — el de
despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos
creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo,
completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la
enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo
consigo.
1553 ... como
las Almas eternas y perfectas que realmente somos, amarnos entre
nosotros y, como Uno en Cristo, el Hijo de Dios, amar a Dios y ser
amado por Él en una armonía sin fin.
1554 ... de la
separación de Dios y de los demás
1555 ... Almas
perfectas y eternas igual a ti, todas Uno en Cristo, el Hijo de
Dios.
1556 ... porque
no fueron creadas por Dios,
1557 ... con
ningún Hijo de Dios, ningún Cristo,
1558 La
salvación es el proceso por el
cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del
tiempo y del espacio, queremos creer en el eterno Presente de la
Realidad de Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas
perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente.
Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y
actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el
Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos,
perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y
extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
LTe.2 (-L231)
1559 ... con el
Yo de Cristo,
1560 ... como
Cristo,
1561
Razón, con mayúscula es: i) en la
eterna Unicidad, el Pensamiento de Amor de Dios o Espíritu Santo
que Dios comparte con nosotros como Almas Uno en Cristo, Su único
Hijo; ii) aquí, es nuestro pensar con el Espíritu Santo que quiere
ser el reflejo de ese eterno Pensamiento de Amor por medio del
perdón y la extensión de milagros; y iii) a veces, es sinónimo del
Espíritu Santo. En minúscula, razón se refiere a nuestro pensar con el ego
que se basa en la racionalidad y el sentido común que derivamos de
la percepción de las causas y efectos de las leyes de este
mundo.
1562 La
Realidad, con mayúscula,
significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros,
sin excepción, cual Almas Uno en Cristo, Su único Hijo, somos Uno
con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo.
Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los
Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación,
la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que
habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero
cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y perdonamos y
extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual
de esta realidad, la cual el Curso
denomina mundo real, que es el
reflejo aquí de la eterna Realidad.
1563 El
instante santo es aquí, la
experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios
y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que
realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente, el instante
santo no puede ser para ti solo; puede durar desde una fracción de
segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu
identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu
Santo a pensar contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente
que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que
temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos
momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los
medios que te ofrece el Curso, para que
por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a
Cristo en el otro y en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea
necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y
La tuya realmente Uno en la Eternidad, Allá no hay nada que
perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias
normas del mundo. El instante santo se expresa plenamente en la
relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa
a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes,
por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de
los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo
pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada
situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se
vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos
nuestro futuro en las Manos de Dios.
1564 ... el
reflejo aquí de
1565
Percepción: En el eterno Presente
de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como
Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo el Hijo, y Uno con Dios—
la percepción no existe, porque
el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y,
por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación,
cuando pensamos con el ego, La percepción es el proceso fundamental para
sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información
recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente,
algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la
realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen,
regidos por las leyes de la evolución y escasez. Y cuando habiendo
decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir
para nosotros mismos, nuestra percepción gradualmente se vuelve
"acertada", es decir, trata de
librarse de cualquier pensamiento en el que se ataca, iniciando el
proceso de llevarnos a la "percepción
verdadera" en el mundo real donde perdonaremos a nuestro
hermano, perdonándonos así a nosotros mismos también.
1566 ... el otro
u los otros como egos,
1567 ... que
realmente son Almas perfecta y eternas iguales a ti,
1568 ... Amor u
odio
1569 ... como
Cristo, el Hijo de Dios que realmente es.
1570 ... en el
Cielo, Que es donde todos como Almas perfectas estamos, Uno con
Cristo, el Hijo de Dios
1571 ... del
reflejo aquí de la eterna Realidad, de la eterna Unicidad,
1572 ... por
medio del Espíritu Santo en tu espíritu, que es la parte de tu
mente separada que todavía puede comunicarse con Dios
1573 ... de
ego
1574 La
visión de Cristo es la parte de
un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de
otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y
percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para
salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún
sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo
totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a
experimentar la visión de Cristo,
que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión
que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que
quiero creer que todos somos realmente Almas, Uno en Cristo, en la
eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad.
1575 ... como
ego,
1576 ... el
Espíritu Santo
1577 ... la
soledad de la separación
1578 ... de que
despiertes a Lo que realmente eres: Cristo, Su Hijo bienamado
1579 ... cuando
estás pensando con el ego,
1580 ... con el
Espíritu Santo
1581 ... en tu
mente, la Luz del Espíritu Santo, que es Amor
1582 ... cuando
te decides a pensar y a percibir con el Espíritu Santo.
1583 ... del
ego
1584 ... que es
el reflejo aquí de la Realidad de Dios en Su eterna Unicidad.
1585 ... con el
Espíritu Santo,
1586 ... en este
instante santo, sin su pasado
1587 ... de este
instante santo, que es el reflejo aquí del eterno Presente de la
Realidad celestial
1588 ... como
cuerpo dotado de un cerebro
1589 ... como el
Hijo de Dios que realmente es al igual que tú
1590 ... de un
instante santo en el mundo real.
1591 ... en
cuanto al Cielo se refiere,
1592 ... en la
opinión del Espíritu Santo,
1593 ... del
instante santo en el mundo real.
1594 ... del
instante santo
1595 ... el
Espíritu Santo o el ego.
1596 ...
pensando con el ego y, por consiguiente, creyendo con él que el
tiempo y el espacio y todo lo que éstos contienen es verdad.
1597 ... de
Dios
1598 ...
sobrevivir a como dé lugar lo más tiempo y de la mejor manera
posibles.
1599 ... porque
no pudo haber sido creado por Dios.
1600 Un
milagro es la máxima expresión de
Amor(ver Gl.)
que podemos experimentar en nuestro espíritu(ver Gl.) cuando, después de haber aceptado el
Redimir(ver
Gl.) para nosotros mismos y haber logrado perdonar(ver Gl.) a nuestro hermano por lo que
realmente(ver
Gl.) no hizo, se corre en nuestra mente(ver Gl.) el velo que nos impedía verlo con la
visión de
Cristo(ver Gl.), y nos
extendemos a su Alma(ver Gl.)
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas
todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad(ver
Gl.) —Que es Donde realmente estamos todos como Almas
perfectas y eternas— somos Uno en Cristo(ver Gl.), el Hijo único de Dios. En este sentido,
al reflejar aquí las Leyes de Dios y la Verdad(ver Gl.), el milagro trasciende las leyes de este
mundo. El uso primario del milagro que hace el Espíritu
Santo(ver Gl.) por medio
de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar(ver Gl.) la mente del hermano que hemos perdonado
de su creencia en la realidad(ver
Gl.) del ego(ver Gl.)
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El
milagro es el medio para alcanzar la meta del
Curso(ver Gl.). El
milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta
mediante un acto de fe(ver
Gl.).
1601 ... con tu
visión de Cristo.
1602 ... del
instante santo en el mundo real,
1603 ... con la
visión de Cristo.
1604 ... amar al
otro como a ti mismo porque en la Realidad son Almas igualmente
perfectas y amorosas, Uno en Cristo, el Hijo único de Dios
1605 ... el
eterno Presente del Cielo
1606 ... el
Padre y el Hijo arropados en el Amor o Espíritu Santo
1607 ... del
instante santo, que es reflejo aquí del eterno Presente de la
Realidad, del Cielo, de la Unicidad,
1608 ... del
pensar y percibir con el Espíritu Santo,
1609 ... de
Cristo,
1610 ... al
proceso de perdonar y de extender milagros
1611 ... este
instante santo en el mundo real,
1612 ... a todos
los que has perdonado y extendido milagros
1613 ... al
perdonarlos
1614 ... como
Cristo, el Hijo único de Dios
1615 ... al
estar unido a todos sus hermanos y todos ellos como Uno a
Dios
1616 ... al que
has perdonado y extendido milagros
1617 El
mundo real es la meta de nuestro
viaje, el estado de la mente que percibe aquí con el Espíritu Santo
el reflejo de la eterna Unicidad. En esta percepción, no vemos nada
que no justifique perdonar totalmente, extender los milagros que
sugiera el Espíritu Santo y unirnos a otro (a otros) en una
relación santa a favor de todos los demás.
1618 ... en tu
mente
1619 ... cuando
decides pensar y percibir con el Espíritu Santo
1620 Todavía no
sabemos exactamente cómo empezó el tiempo y el Cosmos. Si decidimos
pensar con el Espíritu Santo, eso no tiene importancia, ya que ni
el tiempo ni el Cosmos ni todo lo que contienen pudo haber sido
creado por Dios.
1621 ... el
reflejo aquí del Cielo, el mundo real,
1622 Por eso,
las Religiones que creen que Dios creó el tiempo y el Cosmos, no
han podido resolver el problema del mal.
1623 ... en su
mente, cuando extiende pensamientos y actos de compasión, de
compartir, de amar desinteresadamente.
1624 ... el que
habitualmente con su ego cree que es verdad
1625 ... al
Espíritu Santo, Que es Amor,
1626 ... como
Cristo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno, y Él es
Uno con Dios perdonado y extendido milagros,
1627 ... en tu
mente
1628 ... por
estar pensando con el ego
1629 ... que te
ofrece el pensar del Espíritu Santo,
1630 ... la
Voluntad de Cristo, Que es la Voluntad de Dios.
1631 ... cuando
lo percibes con el Espíritu Santo
1632 ... en Su
Unicidad
1633 ... Que es
el Espíritu Santo
1634 ... en este
mundo
1635 ... como
Cristo, el Hijo de Dios
1636 Según el
ego, la salvación es sobrevivir lo mejor y más largamente posible
dentro del mundo de la evolución y escasez.
1637 ... con
todos uno en Cristo contigo.
1638 ... el
mundo real
1639
Yo, con mayúscula, es el eterno
Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos —como Almas—
somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad.
También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula y
dependiendo con quién estás pensando, tu yo es el ego, el yo que creemos que somos en el
tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para
reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo;
o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu yo es el reflejo
aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente
Uno.
1640
Paz, con mayúscula, es el estado
en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es
saber que como Almas somos Uno en Cristo, el Hijo único de Dios,
Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad
de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando
pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo
real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los
milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando
pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener
transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo.
1641 ... mi
hermano, mis hermanos, Cristo en Quien todos, como Almas, somos
realmente Uno.
1642 ...en la
experiencia de Cristo, la experiencia de unirme a los que he
perdonado completamente y, en ellos, con todos los demás.
1643 ... porque:
T1.1.25 [29] 3 Yo estoy a cargo del
proceso del Redimir,
1644 ... los
Hijos de Dios, Uno en Cristo,
1645 ... el Yo
de Cristo
1646 ... cada
uno por su cuenta,
1647 La
redención es lo que pone fin a la
crucifixión del Hijo de Dios cuando perdonamos al otro y extendemos
los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo.
1648
Don con mayúscula, es de Dios, en
el Cielo. En minúscula, don es el
reflejo aquí del Don de Dios. Presente se refiere a los presentes aquí del
Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él.
Regalos son los que ofrece el
Hijo separado que piensa con el ego.
1649 El
Espíritu, con mayúscula, es el
Pensar o Pensamiento o Mente de Dios, Que Él creó semejante a Sí
Mismo. Todas las Almas unificadas como Una en el Espíritu de Dios
es Cristo, el Hijo único de Dios. En minúscula, el espíritu es la parte de nuestra mente separada
que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu
Santo. Cuando perdonamos y extendemos milagros con el Espíritu
Santo, nuestro espíritu se convierte aquí en el reflejo del
Espíritu de Dios.
1650 Un
hecho es literalmente un "hacer"
o un comienzo, es lo que es real para ti de acuerdo con tus
creencias. Si, cuando piensas con el Espíritu Santo, has decidido
creer en lo que enseña el Curso,
entonces, Hecho, con mayúscula,
es Lo que es eterno: La Realidad, Lo que Dios ha creado, la
Unicidad, el Cielo, etc.; y en minúscula, hecho es el reflejo aquí del Hecho eterno.
Pero, cuando piensas con el ego, hecho es simplemente lo que sucede
aquí según él lo perciba.
1651
Conocimiento, con mayúscula, es
lo que saben todas nuestras Almas, Uno en Cristo, el Hijo único de
Dios: que están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en
el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, conocimiento, cuando pensamos con el Espíritu
Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar
totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa
experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando
pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este
mundo, de acuerdo con sus leyes.
1652
Percepción: En el eterno Presente
de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como
Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo el Hijo, y Uno con Dios—
la percepción no existe, porque
el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y,
por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación,
cuando pensamos con el ego, La percepción es el proceso fundamental para
sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información
recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente,
algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la
realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen,
regidos por las leyes de la evolución y escasez. Y cuando habiendo
decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir
para nosotros mismos, nuestra percepción gradualmente se vuelve
"acertada", es decir, trata de
librarse de cualquier pensamiento en el que se ataca, iniciando el
proceso de llevarnos a la "percepción
verdadera" en el mundo real donde perdonaremos a nuestro
hermano, perdonándonos así a nosotros mismos también.
1653 ...
(mayúsculas) de la Creación de Dios
1654 ... Que le
fue dado por Dios al crearla,
1655 La
redención es lo que pone fin a la
crucifixión del Hijo de Dios cuando perdonamos al otro y extendemos
los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo.
1656 Un
milagro es la máxima expresión de
Amor(ver Gl.)
que podemos experimentar en nuestro espíritu(ver Gl.) cuando, después de haber aceptado el
Redimir(ver
Gl.) para nosotros mismos y haber logrado perdonar(ver Gl.) a nuestro hermano por lo que
realmente(ver
Gl.) no hizo, se corre en nuestra mente(ver Gl.) el velo que nos impedía verlo con la
visión de
Cristo(ver Gl.), y nos
extendemos a su Alma(ver Gl.)
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas
todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad(ver
Gl.) —Que es Donde realmente estamos todos como Almas
perfectas y eternas— somos Uno en Cristo(ver Gl.), el Hijo único de Dios. En este sentido,
al reflejar aquí las Leyes de Dios y la Verdad(ver Gl.), el milagro trasciende las leyes de este
mundo. El uso primario del milagro que hace el Espíritu
Santo(ver Gl.) por medio
de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar(ver Gl.) la mente del hermano que hemos perdonado
de su creencia en la realidad(ver
Gl.) del ego(ver Gl.)
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El
milagro es el medio para alcanzar la meta del
Curso(ver Gl.). El
milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta
mediante un acto de fe(ver
Gl.).
1657 Siendo la
Realidad del Cielo, lo que se puede llegar a ver aquí son sus
reflejos
1658 La
visión de Cristo es la parte de
un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de
otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y
percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para
salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún
sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo
totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a
experimentar la visión de Cristo,
que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión
que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que
quiero creer que todos somos realmente Almas, Uno en Cristo, en la
eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad.
1659 ... o
reflejos
1660 ... un Alma
que con todas las demás es Uno en Cristo, Quien es Uno con Dios en
la Totalidad de Su eterna Unicidad.
1661 ...
pensando con el Espíritu Santo,
1662 ... en el
presente del instante santo en el mundo real,
1663 ...
internamente
1664 ... del
pensar del ego
1665 ... por
medio de la visión de Cristo.
1666 ... del
pensar y percibir con el Espíritu Santo
1667 ... al
Espíritu Santo
1668 ... como
las Almas perfectas y eternas que realmente son, que realmente
somos
1669 ... el
reflejo aquí de
1670 ... es
decir, que todos y cada uno lleguemos a pensar únicamente con el
Espíritu Santo, después de haber descartado el pensar del
ego.
1671 ... en un
instante en el mundo real
1672 ... el
Espíritu Santo
1673
Libertad con mayúscula es, en el
Cielo, la Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la
Voluntad de Su hijo, puesto que el Hijo es Uno con Su Padre en la
eterna Unicidad de Dios. Aquí, en minúscula, libertad, cuando pienso con el Espíritu Santo,
es ser el reflejo de lo que todos, como Almas, Uno en Cristo, el
Hijo único de Dios, hacemos en la Unicidad, es decir, amar o crear;
y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre
albedrío, según las leyes de la evolución y escasez.
1674 ... de
amar, que es lo mismo que crear,
1675 ... en un
instante santo en el mundo real,
1676 Las
creaciones, en minúscula, son las
que hacemos aquí —cuando perdonamos al otro, a los otros, y
extendemos milagros— como un reflejo de las Creaciones que creamos
como Uno con y en Dios en el Cielo. Al unirnos como uno con el o
los que hemos perdonado y extendido milagros, experimentamos en el
mundo real el reflejo aquí de Nuestra eterna Unicidad colectiva con
Dios, Una en Su Hijo único; ahora Uno con todos en Cristo,
somos las creaciones de
Dios.
1677 ...
aquí
1678 ... Su Hijo
único, Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
1679 ... como
Hijos de Dios.
1680 ... reflejo
de Tu Perfección celestial
1681 ... con
todos los demás en Cristo y, como Cristo, Uno con Dios.
1682 La
culpa, aquí, cuando pensamos con
el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a
lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y
experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no
hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en
paz y alegría con todas nuestras Almas Uno en Cristo, Su Hijo
único, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio,
aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el
espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las
leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es
nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de
la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el
Redimir, queremos creer que realmente somos Almas perfectas y
eternas, Una en Cristo, y por lo tanto, que no nos hemos separado
de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el
Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores
subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y
de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y
hacemos en el Cielo, a saber: amar a los demás como a nosotros
mismos, que es lo mismo que amar a Dios y ser amados por Él.
1683 ... como
Cristo, el Hijo de Dios que realmente es
1684 ... de la
visión de Cristo
1685 ... o
reflejo
1686
Tener fe es un proceso continuo
que empieza cuando conciencio que experimento pensamientos
caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada...,
y quiero creer que son reflejos del Cielo que me vienen por medio
del Espíritu Santo en mí; y la fe se va afirmando cuando aplico más
y más a mi vida los también procesos de no juzgar, perdonar y
extender milagros que propone el Curso
para salvarnos del ego y de todos los efectos que su separación de
Dios ha causado y sigue causando. Esa fe se va a consolidar
progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos
formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los
efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez,
reforzará nuestra decisión de querer creer que Dios es perfecto y
eterno, que nos creó a todos Almas a Su Semejanza, todas Una en Su
único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en el eterno Presente de Su
Unicidad, Nuestra verdadera Realidad, donde sólo hay Amor, Paz y
Alegría y, que al no haber creado más nada, nada que no sea Ella,
realmente existe.
1687 ... en la
eterna Unicidad realmente
1688 ... la
relación santa,
1689 ... el
reflejo aquí de
1690 ... para
tus fines personales
1691 ... como un
tenue reflejo aquí de la perfecta Pureza de la Unicidad de
Dios.
1692 ... de las
vicisitudes de la evolución y escasez,
1693 ... en el
Cielo, que es donde realmente estamos todos, como Almas Uno en
Cristo,
1694 ... en el
instante santo
1695 ... con el
Espíritu Santo
1696 ... pero
como Cristo, en Quien todos son uno contigo.
1697 ... con el
Espíritu Santo
1698 ... el
reflejo aquí de
1699 ... como
Cristo, en Quien todos, como Almas, somos Uno con Él.
1700
Razón, con mayúscula es: i) en la
eterna Unicidad, el Pensamiento de Amor de Dios o Espíritu Santo
que Dios comparte con nosotros como Almas Uno en Cristo, Su único
Hijo; ii) aquí, es nuestro pensar con el Espíritu Santo que quiere
ser el reflejo de ese eterno Pensamiento de Amor por medio del
perdón y la extensión de milagros; y iii) a veces, es sinónimo del
Espíritu Santo. En minúscula, razón se refiere a nuestro pensar con el ego
que se basa en la racionalidad y el sentido común que derivamos de
la percepción de las causas y efectos de las leyes de este
mundo.
1701 ... el
reflejo aquí de
1702 ... como
Cristo, Su único Hijo, en Quien todos, como Almas, somos realmente
Uno en la eterna Unicidad de Dios.
1703 Cuando
pensamos con el ego, la muerte es
el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que
nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir.
Cuando pensamos con el Espíritu Santo, creemos que la
muerte no es nada y que cuando
nuestro cuerpo, nuestro ego y nuestros sueños hayan desaparecido,
sabremos que como Almas Una en Cristo y Cristo Uno con Dios, somos
eternos.
1704 El
Hijo único de Dios o Cristo, en
Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, y Quien es Uno con
Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de
Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos
sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de
pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del
espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces
nos convertimos en el Hijo separado de Dios.
1705 ...
realmente
1706
Cielo, con mayúscula, es lo único
Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la
concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las
Almas que somos realmente, Uno en Cristo, Su Hijo, a saber que nada
existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son:
Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos.
1707 ... según
el Espíritu Santo
1708 ... Amor en
paz y alegría
1709 ... del
Espíritu Santo
1710 ... acerca
de si la eterna Unicidad de Dios es lo único que realmente
existe
1711 ... por
haberse separado de Dios
1712 ... Cristo,
en Quien todos nosotros —como Almas— somos realmente Uno,
1713 ... porque
la eterna Unicidad de Dios sí existe mientras que la separación
sólo fue, sólo es un sueño...
1714 ... que nos
despertemos y regresemos a Lo que nunca hemos abandonado, a saber,
la eterna Unicidad de Dios, en la que cual Almas que realmente
somos, somos Uno en Cristo, y Cristo, el único Hijo de Dios, es Uno
con Su Padre arropados por el Amor Que es el Espíritu Santo.
1715
Demencia o locura es el sistema
de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es
la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución
y escasez, que percibimos con nuestros sentidos.
1716 ... como
Almas eternas y perfectas, Uno en Cristo, Su único Hijo,
1717
Cielo, con mayúscula, es lo único
Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la
concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las
Almas que somos realmente, Uno en Cristo, Su Hijo, a saber que nada
existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son:
Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos.
1718 La
salvación es el proceso por el
cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del
tiempo y del espacio, queremos creer en el eterno Presente de la
Realidad de Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas
perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente.
Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y
actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el
Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos,
perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y
extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
LTe.2 (-L231)