CAPÍTULO 27

 

T27 EL CUERPO Y EL SUEÑO
T27.1 INTRODUCCIÓN

 

T27.1 1 1 El deseo de ser tratado injustamente es un intento de compromiso que quiere combinar el ataque con la inocencia. ² No obstante, ¿quién puede combinar lo que es totalmente incompatible, y formar una unidad con lo que jamás puede unirse? ³ Camina por el camino de la bondad y, en la noche, no tendrás miedo del mal ni de las sombras. 4 Pero no coloques símbolos de terror en el camino pues, de lo contrario, estarás tejiendo una corona de espinas de la que nini tu hermano podrán escapar. 5 No te puedes crucificar sólo a ti mismo. 6 Y si consideras que te están tratando injustamente, tu hermano tendrá necesariamente que sufrir por la injusticia que ves. 7 No te puedes sacrificar sólo a ti mismo, 8 pues el sacrificio es total. 9 Si éste fuese realmente posible, incluiría a toda la Creación de Dios y al Padre con el sacrificio de Su Hijo bienamado.
T27.1 2 10 En tu liberación del sacrificio se pone de manifiesto la de tu hermano, al mostrar que es la suya propia. ¹¹ Pero cada vez que sufres ves en ello la prueba de su culpa por haberte atacado. ¹² De esta manera, te conviertes en la prueba de que él ha perdido su inocencia, y sólo tiene que mirarte para darse cuenta de que él ha sido condenado. ¹³ Y lo que para ti ha sido injusto, caerá sobre él con plena justicia. 14 La injusta venganza que padeces ahora es de él, y cuando la sufra, serás libre. 15 No desees hacer de ti un símbolo viviente de su culpa, pues si lo haces, no podrás escapar de la muerte a la que lo condenaste. 16 En cambio, en su inocencia hallarás la tuya.

 

T27.2 EL CUADRO DE LA CRUCIFIXIÓN
T27.2 3 1 Cada vez que consientes sufrir, sentir privación, ser tratado injustamente o tener cualquier tipo de necesidad, no haces sino acusar a tu hermano de haber atacado al Hijo de Dios. ² Presentas ante sus ojos el cuadro de tu crucifixión, para que él pueda ver que sus pecados están escritos en el Cielo con la sangre de tu muerte, y te adelantas a él para cerrar el paso a las puertas del Cielo y condenarlo al infierno. ³ No obstante, esto sólo está escrito en el infierno, no en el Cielo3078, donde te encuentras realmente a salvo de los ataques y estás probando su inocencia. 4 La imagen de ti que le ofreces, te la muestras a ti mismo y le otorgas toda tu fe. 5 El Espíritu Santo, en cambio, te ofrece una imagen de ti mismo para que se la ofrezcas a tu hermano, en la que no hay dolor ni reproche alguno. 6 Y lo que se había martirizado para causarle culpa, se convierte en el perfecto testigo de su inocencia.
T27.2 4 7 El poder de un testigo transciende toda creencia debido a la convicción que trae consigo. 8 Se le cree porque apunta más allá de sí mismo hacia lo que realmente representa. 9 Tu imagen de sufrido y enfermo no representa otra cosa que la culpa de tu hermano: el testigo que le envías, no vaya a ser que olvide el daño que te ocasionó, del que juras que jamás escapará. 10 Tú aceptas esta lamentable y enfermiza imagen siempre que sirva para castigarlo. ¹¹ Los enfermos no sienten compasión por nadie, e intentan matar por contagio. ¹² La muerte les parece un precio razonable si con ello pueden decir "Mírame hermano, por tus manos muero". ¹³ Pues la enfermedad da testimonio de la culpa de su hermano, y la muerte probaría que sus errores tenían que ser pecados.
T27.2 5 14 La enfermedad no es sino una "leve" forma de muerte; una forma de venganza que todavía no es total. 15 No obstante, habla con certeza en nombre de lo que representa: 16 El amargo y desolado cuadro que enviaste a tu hermano, a quien miraste con pesar. 17 Y creíste que todo lo que el cuadro le mostraba era real, porque daba testimonio de su culpa, la cual percibiste y apreciaste. 18 Ahora, en manos vueltas mansas por Su contacto, el Espíritu Santo enseña un cuadro con una imagen muy diferente de ti. 19 Sigue siendo el cuadro de un cuerpo3079, pues lo que realmente eres no puede verse ni pintarse. 20 No obstante, este cuerpo no se ha utilizado para atacar, y por consiguiente, jamás experimentó dolor alguno. ²¹ Da testimonio de la eterna Verdad3080, que dice que realmente no puedes ser herido, y apunta más allá de Sí Misma hacia tu inocencia y la de tu hermano.
T27.2 6 22 Muéstrale esto a tu hermano, y se dará cuenta de que toda herida ha sido curada, y de que todas las lágrimas han sido enjugadas en medio de risas y Amor. ²³ Y allí, tu hermano verá su propio perdón y, con ojos curados, mirará más allá del perdón hacia la inocencia que ve en ti. 24 Ésta es la prueba de que nunca pecó: realmente nada de lo que su locura le ordenó hacer ocurrió jamás, ni tuvo efectos de ninguna clase; 25 ningún reproche que guardara en su corazón estuvo jamás justificado; y ningún ataque podrá hacerle sentir jamás el venenoso e inexorable aguijón del miedo. 26 Atestigua su inocencia y no su culpa. 27 Tu curación es su alivio y su salud, porque prueba que las ilusiones no son verdad.
T27.2 7 28 No es la Voluntad de Dios de que haya Vida lo que motiva este mundo, sino el deseo de morir. 29 El único propósito del mundo es probar que la culpa es real. 30 Ningún pensamiento, acto o sentimiento en este mundo tiene otra motivación que ésa. ³¹ Éstos son los testigos que se convocan para que se crea en ellos, y convenzan de que el sistema que representan y a favor del cual hablan es real. ³² Cada uno dispone de muchas voces que te hablan a ti y a tu hermano en lenguas diferentes. ³³ No obstante, el mensaje es el mismo para ambos. 34 El adorno del cuerpo es una forma de mostrar lo hermosos que son los testigos de la culpa. 35 Tus preocupaciones por el cuerpo demuestran lo frágil y vulnerable que es tu vida; lo fácil que se puede destruir lo que amas. 36 La depresión habla de muerte y la vanidad de preocuparse de verdad por nada en absoluto. 37 El testigo más convincente de la futilidad —que refuerza a todos los demás y les ayuda a pintar un cuadro en el que se justifica el pecado— es la enfermedad, bajo cualquier forma que se manifieste.
T27.2 8 38 Los enfermos tienen razones para justificar cada uno de sus deseos antinaturales y extrañas necesidades. 39 Pues, ¿quién podría vivir una vida que pronto será truncada, y no atribuir valor a las alegrías pasajeras? 40 ¿Qué placeres hay que sean perdurables? 41 ¿No tienen los débiles el derecho de creer que cada migaja de placer robado constituye una justa retribución por sus vidas mediocres? 42 Sus respectivas muertes pagarán el costo de todos los placeres, tanto si los disfrutaron como si no. 43 El ocaso de la vida tiene necesariamente que llegar, sin que importe cómo se haya vivido. 44 Por consiguiente, se deleitan con lo que es breve y efímero.
T27.2 9 45 Pero éstos no son realmente pecados, sino testigos de la extraña creencia de que pecado y muerte son reales, y de que tanto la inocencia como el pecado acabarán igualmente en la tumba. 46 Si esto fuese verdad se tendrían ciertamente motivos para contentarse con ir en pos de alegrías pasajeras y disfrutar de cada pequeño placer cada vez que se le presente a uno la oportunidad. 47 No obstante, en este cuadro no se percibe el cuerpo como algo neutral y desprovisto de una meta en sí mismo. 48 Al contrario, se convierte en el símbolo del reproche, el signo de la culpa, cuyas consecuencias siguen estando a la vista, de manera que jamás pueda negarse la causa.
T27.2 10 49 Tu función consiste en probar a tu hermano que el pecado realmente no puede tener causa3081. 50 Por eso, ¡cuán deprimente tiene que ser verte a ti mismo como una imagen de la prueba de que lo que tu función realmente es nunca podrá ser! 51 En cambio, la imagen que ofrece el Espíritu Santo no convierte al cuerpo en lo que realmente no es. 52 Sólo elimina de él todo vestigio de acusación y reproche. 53 Al representársele como algo carente de un propósito real, al cuerpo no se le puede considerar realmente ni enfermo ni saludable, ni bueno ni malo. 54 No da lugar a que pueda ser juzgado3082, en modo alguno. 55 No tiene realmente vida, pero tampoco está muerto. 56 Es ajeno a cualquier experiencia de Amor o de miedo. 57 Por el momento no da testimonio de nada, al no tener un propósito determinado y encontrarse la mente libre otra vez para decidir qué debe hacer ese propósito. 58 Ahora el cuerpo no está condenado, sino a la espera de que se le un propósito, de modo que pueda realizar la función que se le encomendará.
T27.2 11 59 En este espacio vacío —del que la meta de pecar ha sido erradicada— se puede recordar libremente al Cielo. 60 Aquí, Su paz puede venir y la perfecta curación reemplazar a la muerte. 61 El cuerpo puede devenir en símbolo de Vida, en promesa de redención y en hálito de inmortalidad para los que están cansados de respirar el fétido hedor de la muerte. 62 Permite que curar sea su propósito. 63 Así, pregonará el mensaje que recibió y, mediante su salud y belleza, proclamará la Verdad y el valor de lo que verdaderamente representa. 64 Deja que reciba el poder de representar3083, una Vida sin fin, eternamente libre por siempre de ataques. 65 Y a tu hermano permite que el mensaje del cuerpo sea: "Mírame, hermano, estoy vivo gracias a ti".
T27.2 12 66 La manera más fácil de permitir que esto se cumpla es simplemente ésta: no permitas al cuerpo tener ningún propósito proveniente del pasado, cuando estabas seguro de saber que su propósito era fomentar la culpa. 67 Pues esto reafirma que tu imagen enfermiza es un símbolo duradero de lo que el cuerpo representa. 68 Esto no deja resquicio alguno para darle una perspectiva diferente, un propósito distinto. 69no sabes cuál es su verdadero propósito. 70 Lo único que hiciste fue darle la ilusión de un propósito a una cosa hecha por ti para ocultar tu verdadera función de ti mismo.
71 Esta cosa sin un propósito verdadero no puede ocultar la función que el Espíritu Santo te encomendó. 72 Así pues, permite que el propósito del cuerpo y tu función se reconcilien finalmente y se vean como una misma cosa.

 

 

 

T27.3 EL MIEDO A LA CURACIÓN

 

T27.3 13 1 ¿Da miedo la curación? ² A muchos sí, ³ pues acusar constituye un obstáculo para amar, y los cuerpos dañados acusan. 4 Bloquean completamente el camino de la confianza y de la paz, proclamando que los débiles no pueden confiar, y que los que están dañados no tienen motivos para estar en paz. 5 ¿Quién —habiendo sido herido por su hermano— puede seguir queriéndolo y confiando en él? 6 Pues su hermano lo ha atacado y lo volverá a hacer. 7 No lo protejas, ya que tu cuerpo dañado demuestra que es a ti a quien se debe proteger de él. 8 Tal vez perdonar sea un acto de caridad, pero él no se lo merece. 9 Se le puede compadecer por su culpa, pero no exonerar. 10 Y si le perdonas sus transgresiones, estarías sólo añadiendo más culpa a toda la que realmente ya ha acumulado.
T27.3 14 11 Los que no se han curado no pueden perdonar verdaderamente, ¹² pues su estado atestigua que perdonar sería injusto. ¹³ Prefieren conservar las consecuencias de la culpa que decidieron no seguir viendo3084. 14 Por eso, nadie puede perdonar realmente un pecado que cree real. 15 Y lo que trae consecuencias tiene que ser real, pues lo que las causó está ahí, a la vista. 16 Perdonar de verdad no es tener compasión, la cual no hace sino tratar de perdonar lo que cree que realmente ocurrió. 17 No es posible devolver el bien por el mal, pues el verdadero perdón no establece primero que se ha cometido un pecado, para luego perdonarlo. 18 ¿Quién puede decir intencionalmente: "Hermano, me has hecho daño, no obstante —puesto que soy el mejor de los dos— te perdono". 19 Su perdón y el daño que sufres no pueden coexistir. 20 El uno niega al otro y necesariamente lo convierte en falso.
T27.3 15 21 Ser víctima de un pecado y, no obstante, perdonarlo, es una paradoja que la razón, no puede concebir. ²² Pues sostiene que el mal que se te ha hecho no tiene perdón. ²³ Y, al perdonarlo, estás otorgando clemencia a tu hermano, pero conservando la prueba de que él no es realmente inocente3085. 24 Los enfermos siempre acusan, 25 pues no son capaces de perdonar a sus hermanos y perdonarse a sí mismos también. 26 Nadie en quien reine el verdadero perdonar puede sufrir. 27 Pues ha dejado de anteponer ante los ojos de su hermano la prueba de que el pecado es real. 28 Por consiguiente, su hermano lo debe de haber pasado por alto y eliminado de su propia vista. 29 El perdón no puede ser para uno y no para el otro. 30 El que perdona se cura. ³¹ Y en su curación radica la prueba de que ha perdonado verdaderamente, y de que no guarda ningún rastro de condena con la que todavía él quiera acusarse a sí mismo o a cualquier cosa viviente.
T27.3 16 32 El perdón no será real a menos que les haya curado a ambos, a tu hermano y a ti. ³³ Debes atestiguar que sus pecados no tuvieron ningún efecto sobre ti, para demostrar que no eran reales. 34 ¿De qué otra manera podría ser inocente? 35 ¿Y cómo podría justificarse su inocencia a menos que sus pecados no tengan efectos que garanticen que hubo culpa? 36 Los pecados están más allá de todo perdón, simplemente porque entrañarían efectos que no se podrían deshacer ni pasar por alto completamente. 37 En haberlos deshecho radica la prueba de que eran tan sólo errores. 38 Déjate curar para poder perdonar, ofreciendo así la salvación a tu hermano y a ti. 39 Un cuerpo dañado3086 demuestra que la mente no ha sido curada. 40 Un milagro que cure3087 prueba que la separación no ha surtido efecto. 41 Lo que tú quieras probar a tu hermano es lo que creerás. 42 El poder de tu testimonio proviene de lo que crees. 43 Y todo lo que le dices, haces o piensas de él, no hace sino atestiguar lo que le estás enseñando.
T27.3 17 44 Tu cuerpo puede ser el medio para demostrar que realmente nunca sufrió a causa de tu hermano. 45 Y, una vez curado, puede ofrecerle un silencioso testimonio de su inocencia. 46 Este testimonio es el que puede hablar con más elocuencia que mil lenguas. 47 Pues es el que le prueba que ha sido perdonado. 48 Un milagro no puede ofrecerle menos de lo que te ha dado a ti. 49 De esta manera, tu curación demuestra que tu mente está curada y que perdonó lo que él realmente no hizo. 50 Y así, él se convencerá de que jamás perdió su inocencia y se curará contigo.
T27.3 18 51 De este modo, el milagro deshace todas las cosas que el mundo atestigua que jamás podrán deshacerse. 52 Y la desesperanza y la muerte tendrán que desaparecer ante el viejo clarín que llama a la Vida. 53 Este llamamiento es mucho más poderoso que los débiles y miserables gritos de muerte y culpa. 54 El antiguo Llamamiento3088, que el Padre le hace a Su Hijo y, ahora, del Hijo a sí mismo, será el último clarinazo que va a oír el mundo. 55 Hermano, realmente la muerte no existe. 56 Y esto lo aprendes cada vez que tu único deseo es mostrarle a tu hermano que no hay en ti trazas de ningún daño que él te haya infligido. 57 Él cree que tu sangre mancha sus manos y que, por tanto, está condenado. 58 Pero te es dado demostrarle — mediante tu curación— que su culpa no es sino la trama de un sueño absurdo.

 

 

 

T27.3 19 59 ¡Qué justos son los milagros! 60 Pues extienden el mismo presente de absoluta liberación de la culpa a tu hermano y a ti. 61 Tu curación le evita dolores al igual que a ti, y te curas porque le deseaste todo lo mejor. 62 La ley que el milagro obedece es la siguiente: La curación3089 no ve ningún especialismo en absoluto. 63 La curación no proviene de la compasión, sino del Amor. 64 Y el Amor prueba que todo sufrimiento no es sino un imaginar inútil, un deseo insensato que realmente no produce efectos. 65 Tu salud3090, es el resultado de tu deseo de ver a tu hermano sin sangre que manche sus manos, ni culpa en su corazón, apesadumbrado por el testimonio del pecado. 66 Y lo que deseas3091, te es dado para que lo veas.
T27.3 20 67 El "costo" de tu serenidad lo paga él. 68 Éste es el "precio" que el Espíritu Santo y el mundo interpretan de manera diferente. 69 El mundo lo percibe como una afirmación del "hecho" de que tu salvación sacrifica la de él. 70 El Espíritu Santo sabe que tu curación es el testimonio de la de tu hermano y que no puede darse sin que se dé la de él. 71 Mientras tu hermano quiera sufrir, no podrás curarte. 72 No obstante, puedes demostrarle que su sufrimiento no tiene propósito ni Causa alguna3092. 73 Demuéstrale que te has curado, y él no querrá seguir sufriendo por más tiempo. 74 Pues su inocencia habrá quedado establecida en tu mirada y en la de él. 75 Y la risa reemplazará tus lamentos, porque el Hijo de Dios ha recordado que realmente es el Hijo de Dios.
T27.3 21 76 Frente a esto, ¿quién tiene miedo de curarse? 77 Sólo aquellos que ven el sacrificio y el dolor de su hermano como representantes de su propia serenidad. 78 La impotencia y debilidad que sufren son las bases sobre las que justifican el dolor de su hermano. 79 El continuo aguijón de culpa que sufre sirve para probarles que él es un esclavo, mientras que ellos son libres. 80 Pero el continuo dolor que sufren demuestra que son libres justamente porque lo mantienen aprisionado. 81 Y desean seguir enfermos3093, para impedir un cambio en la balanza del sacrificio. 82 ¿Cómo se podría persuadir al Espíritu Santo para que —por un instante o incluso menos— se detuviese a razonar con semejante argumento a favor de la enfermedad? 83 ¿Acaso tiene tu curación que demorarse porque has decidido hacer una pausa para escuchar a la demencia?

 

T27.3.1 Sobre la corrección

 

T27.3.1 22 1 [Corregir no es tu función. ² Le corresponde a Aquel Que sabe de imparcialidad y no de culpa. ³ Si asumes el papel del que corrige, perderás la función de perdonar3094. 4 Nadie puede perdonar hasta que aprende que corregir no es otra cosa que perdonar, y nunca acusar. 5 Por ti solo, tú no puedes darte cuenta de que corregir y perdonar son la misma cosa, y, por consiguiente, de que no es a ti a quien le corresponde corregir. 6 Identidad y función son una misma cosa, y ejerciendo tu función es como te conoces a ti mismo. 7 De modo que, si confundes tu función con la del Espíritu Santo, es porque necesariamente estás confundido acerca de ti mismo y sobre quién eres tú realmente. 8 ¿Qué es la separación sino el deseo de arrebatar a Dios Su Función para luego negar que es Suya? 9 No obstante, si no es Suya, tampoco es tuya, pues necesariamente vas a perder lo que has querido apropiarte].
T27.3.1 23 10 [En una mente escindida, la identidad tiene necesariamente que verse dividida. ¹¹ Igualmente, nadie puede percibir que una función está unificada, si ésta tiene propósitos conflictivos y metas diferentes. ¹² Para una mente tan escindida como ésta, corregir tiene necesariamente que ser una manera de castigar pecados que —a sabiendas de que son tuyos— achacas a otro. ¹³ Y así, ese otro se convierte en tu víctima —no en tu hermano— diferente de ti por ser más culpable que tú y, por tanto, necesitado de tu corrección por ser tú más inocente que él. 14 Esto escinde su función de la tu ya, y asigna a los dos papeles diferentes. 15 Y así, no se les puede percibir como si fueran uno y ejercieran una única función, lo cual significaría que comparten una misma identidad y un solo fin].
T27.3.1 24 16 [La corrección que querrías hacer necesariamente los va a separar, pues ésa es la función que le asignaste. 17 Cuando3095, percibas que corregir es lo mismo que perdonar sabrás también que la Mente del Espíritu Santo y la tuya son realmente Una3096. 18 Y así hallarás tu verdadera identidad3097. 19 Pero mientras sigas pensando con tu ego, Él tiene que trabajar con lo que se Le da, y tú Le das acceso sólo a la mitad de tu mente3098. 20 Y así, Él representa a la otra mitad3099, de tu mente, que parece tener un propósito diferente al que tú das valor y que piensas que es verdaderamente el tuyo. ²¹ De este modo, tu función parece estar dividida, con la mitad de tu mente opuesta a la otra. ²² Y estas dos mitades parecen representar una escisión dentro de un yo que se percibe como si fuese dos]3100.
T27.3.1 25 23 Observa cómo esta autopercepción tiene necesariamente que extenderse, y no pases por alto el hecho de que todo pensamiento se extiende, porque ése es su propósito, siendo lo que realmente es. 24 De la idea de un yo que son dos, surge la necesaria intención de que su función se divida entre los dos. 25 Y lo que quieres corregir con la mitad de tu mente será solamente la mitad del error, aunque tú creas que sea la totalidad del mismo. 26 Así, los pecados de tu hermano se convierten en el blanco central de la corrección, no vaya a ser que tus errores y los suyos se vean como si fuesen los mismos. 27 Los tuyos son equivocaciones, pero los suyos son pecados y, por ende, no iguales a los tuyos. 28 Los suyos merecen castigo, mientras que los tuyos —si vamos a ser justos— deberían pasarse por alto.
T27.3.1 26 29 Con esta forma de interpretar la corrección, ni siquiera verás tus propios errores. 30 Pues habrás trasladado el centro de interés de la corrección fuera de ti mismo, sobre uno que no podrá ser parte de ti mientras perdure esa percepción. ³¹ Lo que se ha condenado no puede regresar nunca a su acusador, que lo odiaba y lo sigue odiando. ³² Éste es tu hermano, el centro de interés de tu odio, que no es digno de formar parte de ti y, por consiguiente, está fuera de ti mismo: en la otra mitad de tu mente, la cual3101, niegas. ³³ Y sólo lo que queda que no contiene su presencia es lo que percibes como lo que eres totalmente. 34 Ante esta mitad que queda, el Espíritu Santo debe representar a la otra mitad, hasta que reconozcas que esta mitad es realmente la misma que la otra3102. 35 Y lo hace asignando a los dos, a ti y a tu hermano, la misma función y no una diferente a cada uno.
T27.3.1 27 36 Así, corregir es la función que se da a ambos, pero a ninguno de los dos por separado. 37 Y cuando se lleva a cabo compartiéndola, tiene necesariamente que corregir errores en los dos. 38 No podría dejar errores en uno sin curar y liberar al otro. 39 Eso sería un propósito dividido, que no sería posible compartir y, por consiguiente, no puede ser la función que el Espíritu Santo ve como la Suya. 40 Y pueden estar seguros de que no llevará a cabo una función que no comprenda ni reconozca como Suya. 41 Pues sólo así puede Él mantener la de ustedes intacta, a pesar del punto de vista separado que ustedes sostienen sobre cuál es la función que deben desempeñar. 42 Si Él apoyase una función dividida, estarían ciertamente perdidos. 43 Pero Su incapacidad de ver Su meta dividida y como algo distinta para cada uno de ustedes, es lo que impide al Yo3103, de ustedes concienciar cualquier otra función que no sea la Suya Propia. 44 Y, de esta manera, la curación le es dada a ambos.
T27.3.1 28 45 La corrección debe dejarse en manos del Que sabe que la corrección y el perdón son realmente lo mismo3104. 46 Con solo la mitad de la mente3105, esto es incomprensible. 47 Por consiguiente, deja la corrección en manos de la Mente que está realmente unida y que funciona como Una porque, al no estar dividida en cuanto a su propósito se refiere, concibe una sola función como la única que tiene. 48 Ésta es la función que Le ha sido dada, concebida para que fuese la Suya Propia, y que no está separada de la que Su Dador guarda, justamente por haber sido compartida. 49 En Su aceptación de esta función residen los medios por los cuales tu mente se unifica. 50 Su único propósito unifica las dos mitades de ti que percibes como separadas. 51 Y cada una perdona a la otra, de manera que él pueda aceptar la otra mitad como parte de él.

 

T27.4 EL SÍMBOLO DE LO IMPOSIBLE

 

T27.4 29 1 El poder no puede oponerse. ² Pues la oposición lo debilitaría, y la idea de un poder debilitado es una contradicción. ³ Una fuerza débil es algo que no tiene sentido y el poder que se utiliza para debilitar se está empleando para limitar. 4 Por consiguiente, tiene necesariamente que ser limitado y débil, ya que ése es su propósito. 5 El poder —para ser lo que es— no puede tener opuestos. 6 Ninguna debilidad puede infiltrarse en él sin convertirlo en algo que no es. 7 Debilitar es limitar, e imponer es un opuesto que contradice el concepto que ataca. 8 Y al hacerlo, añade a la idea algo que le es ajeno, y que la hace ininteligible. 9 ¿Quién podría comprender conceptos tan contradictorios como "poder débil" o "amor lleno de odio"?
T27.4 30 10 Tú has decidido que tu hermano sea el símbolo de un "amor lleno de odio", de un "poder débil" y, sobre todo, de una "muerte viviente". ¹¹ Y así, él no significa nada para ti, pues representa algo que no tiene significado. ¹² Representa un doble pensamiento, en el que una mitad es anulada por la otra. ¹³ No obstante, la mitad que fue anulada contradice de inmediato a la otra, de modo que ambas desaparecen. 14 Y ahora él no representa nada. 15 Los símbolos que no representan otra cosa que ideas que no pueden existir realmente, tienen necesariamente que representar el vacío y la nada. 16 No obstante, la nada y el vacío no pueden interferir. 17 Lo que sí puede interferir la concienciación de la realidad es la creencia de que hay algo en ella.
T27.4 31 18 La imagen que ves de tu hermano no significa nada3106. 19 Por consiguiente, no hay nada en ella que atacar o negar, amar u odiar, dotar de poder o considerar débil. 20 La imagen ha sido completamente obliterada porque simbolizaba una contradicción que anulaba al Pensamiento que realmente representa. ²¹ Por consiguiente, la imagen no tiene ninguna Causa en absoluto. ²² ¿Quién puede percibir efectos sin Causa? ²³ ¿Qué otra cosa sino la nada puede ser lo que no tiene Causa? 24 La imagen de tu hermano que ves3107, está totalmente ausente y jamás ha existido. 25 Deja, pues, que el espacio vacío que ocupa se reconozca como vacante, y que el tiempo que se haya dedicado a verla se perciba como un desperdicio de tiempo, un tiempo desocupado.
T27.4 32 26 Un espacio vacío que no se vea ocupado, y un intervalo de tiempo que no se vea usado ni completamente ocupado, se convierten en una silenciosa invitación a la Verdad para que entre y se sienta como en su casa. 27 No se puede hacer ningún preparativo que aumente el verdadero atractivo de esta invitación. 28 Pues lo que dejas vacante lo llena Dios, y donde Él está, tiene que morar la Verdad. 29 Un poder3108 que no se debilita ni tiene opuestos es lo que realmente es la Creación3109. 30 Para Esto no hay símbolos. ³¹ Nada apunta más allá de la Verdad, pues, ¿qué podría ser más que Todo? ³² No obstante, el verdadero deshacer tiene que ser amable. ³³ Por consiguiente, el primer reemplazo para tu imagen va a ser otra imagen, pero de otra clase.
T27.4 33 34 De la misma manera en que no se puede representar la nada, tampoco hay un símbolo que represente a la Totalidad3110. 35 La realidad3111, se conoce, en última instancia, carente de forma, sin imagen que la describa y sin ser vista. 36 El perdonar aún no se reconoce como un poder completamente exento de límites. 37 No obstante, no fija ninguno de los límites que has decidido imponer. 38 El perdón es el medio por el que se representa temporalmente a la Verdad. 39 Permite al Espíritu Santo intercambiar imágenes hasta que llegue el momento en que los recursos de aprendizaje dejen de tener sentido y el aprendizaje haya concluido. 40 Ningún recurso de aprendizaje tiene un uso que se pueda extender más allá de la meta del aprendizaje, 41 pues una vez que su objetivo se haya alcanzado, el recurso deja de tener utilidad. 42 Pero durante el intervalo de aprendizaje tiene un uso que ahora temes, pero que llegarás a amar.
T27.4 34 43 La imagen de tu hermano que se te da para que ocupe el lugar que dejaste desocupado y vacante tan tarde, no necesitará defensa de ninguna clase. 44 Pues le darás una preferencia abrumadora. 45 No te demorarás ni un instante en decidir que ésa es la única imagen de él que quieres. 46 Ella no representa conceptos dobles. 47 Aunque no es más que la mitad de la imagen y está incompleta, en sí misma es la misma. 48 La otra mitad de lo que representa sigue sin conocerse, pero no ha sido anulada. 49 Y así, Dios queda en libertad para que Él Mismo dé el paso final. 50 Para esto no necesitas imágenes ni recursos de enseñanza. 51 Y lo que en última instancia habrá de ocupar el lugar de todo recurso de enseñanza, sencillamente será. 52 El perdón desaparece y los símbolos se desvanecen, y nada que los ojos alguna vez hayan visto o los oídos escuchado queda ahí para ser percibido.
T27.4 35 53 Un Poder completamente ilimitado ha venido, no a destruir, sino a recibir lo que es Suyo. 54 Ya no hay funciones por escoger. 55 La opción que temes perder nunca la tuviste. 56 No obstante, eso es lo único que parece interferir en el poder ilimitado y pensamientos únicos, completos y felices, sin opuestos. 57 No conoces la paz del poder que no se opone a nada. 58 No obstante, ninguna otra clase de poder puede realmente existir en absoluto. 59 Da la bienvenida al Poder que yace más allá del perdón y del mundo de los símbolos y de las limitaciones. 60 Él prefiere simplemente ser, y, por consiguiente, Él simplemente es.

 

 

 

T27.5 LA RESPUESTA EN LA QUIETUD

 

T27.5 36 1 En la quietud, todas las cosas reciben respuesta, y todo problema se resuelve tranquilamente. ² En cambio, en medio del conflicto, no puede haber respuesta ni solución, pues su propósito es que no haya solución posible, y asegurarse de que ninguna respuesta sea clara. ³ Un problema planteado en medio del conflicto no tiene solución, pues se le ve de diferentes maneras. 4 Y lo que sería una respuesta desde un punto de vista, no sería aceptable desde otro. 5 Tú te encuentras en medio del conflicto. 6 Por consiguiente, es evidente que no puedes resolver nada en absoluto, pues los conflictos no producen efectos limitados. 7 No obstante, si Dios dio una Respuesta3112, tiene que haber alguna manera de resolver tus problemas, pues lo que Él quiere ya se hizo.
T27.5 37 8 Por lo tanto, tiene que ser que el tiempo no está implicado, y que cada problema puede ser resuelto ahora, en el presente. 9 Y también tiene que ser que con tu forma actual de pensar, ninguna solución es posible. 10 Por consiguiente, Dios tiene que haberte dado un camino para alcanzar otro estado mental, en el que ya se encuentra la respuesta. ¹¹ Tal es el instante santo. ¹² Es aquí donde deberías traer todos tus problemas y dejarlos. ¹³ Es aquí donde les corresponde estar, pues aquí se encuentra la respuesta. 14 Y donde se encuentra la respuesta, el problema tiene que ser sencillo y fácil de resolver. 15 No tiene objeto tratar de resolver un problema donde no puede haber respuesta. 16 Pero es igualmente seguro que tiene necesariamente que resolverse, si es llevado donde realmente sí se encuentra la respuesta

 

T27.5 38 17 No trates de resolver ningún problema que no sea en la seguridad del instante santo que ofrece el Espíritu Santo. 18 Pues ahí, el problema realmente tendrá respuesta y quedará resuelto. 19 Fuera del instante santo no habrá solución, pues ahí fuera realmente no hay ninguna respuesta que encontrar. 20 En ninguna parte de fuera se ha planteado alguna vez una única y sencilla pregunta. ²¹ El mundo sólo sabe hacer una pregunta doble, con muchas respuestas, ninguna de las cuales resolverá nada. ²² El mundo no pregunta para que se le conteste, sino sólo para reiterar su propio punto de vista. ²³ Todas las preguntas que se hacen en este mundo3113 son sólo una manera de ver las cosas, no de hacer preguntas. 24 Una pregunta que se haga con odio no puede ser contestada, porque de por sí ya constituye una respuesta. 25 Una pregunta doble pregunta y responde, y ambas cosas dan testimonio de lo mismo, aunque de forma diferente.
T27.5 39 26 El mundo3114 tan sólo hace una pregunta, 27 y es ésta: "De todas estas ilusiones, ¿cuáles son verdad, 28 cuáles establecen paz y ofrecen alegría, 29 y cuáles pueden ayudar a escapar de todo el dolor del que este mundo está hecho?" 30 Cualquiera que sea la forma que adopte la pregunta, su propósito siempre será el mismo. ³¹ Pregunta, pero sólo para establecer que el pecado es real, y contesta, preguntando cuáles son tus preferencias. ³² "¿Qué pecado prefieres? ³³ Ése es el que deberías escoger. 34 Los otros no son verdaderos. 35 ¿Qué sería lo que más deseas de lo que puede conseguirte el cuerpo? 36 Él es tu siervo y tu amigo. 37 Así que, dile simplemente lo que quieres y te servirá con amabilidad y diligencia". 38 Y esto no es una pregunta, pues el mundo te dice lo que quieres y adónde hay que ir para obtenerlo. 39 No da lugar a que se cuestionen sus creencias, excepto que lo que afirma lo hace en forma de pregunta.
T27.5 40 40 Una pseudo-pregunta3115, carece de respuesta, 41 pues dicta la respuesta al mismo tiempo que hace la pregunta. 42 Por consiguiente, toda pregunta que se hace en el mundo constituye una forma de propaganda a su favor. 43 De la misma manera que los testigos del cuerpo son sus propios sentidos, así también las respuestas a las preguntas que el mundo hace están contenidas en las preguntas. 44 Cuando las respuestas son lo mismo que las preguntas, no aportan nada nuevo ni se aprende nada de ellas.
T27.5 41 45 Una pregunta sincera3116, constituye un medio de aprendizaje que pregunta algo que tú realmente no sabes. 46 No establece los parámetros a los que se debe ajustar la respuesta, sino que simplemente pregunta cuál debería ser la respuesta3117. 47 Pero nadie que se encuentre en un estado conflictivo, tiene libertad para hacer esta clase de pregunta, pues no quiere una respuesta sincera que ponga fin a su conflicto. 48 Sólo en la seguridad del instante santo que ofrece el Espíritu Santo se puede plantear sinceramente una pregunta. 49 Y del significado de la pregunta se derivará todo el significado que pueda tener la respuesta. 50 Aquí es posible separar tus deseos de la respuesta, de manera que ésta se te pueda dar y que también la puedas recibir. 51 La respuesta se ofrece en todas partes. 52 No obstante, sólo aquí se puede oír.
T27.5 42 53 Una respuesta sincera no exige sacrificios, porque sólo contesta preguntas hechas de verdad. 54 Las preguntas que hace el mundo tan sólo quieren saber a quién debe pedírsele que se sacrifique, y no si el sacrificio es significativo de alguna manera. 55 Y así, a menos que la respuesta indique "a quién", no se tomará en cuenta ni será escuchada, y de este modo la pregunta seguirá en pie, ya que se contestó a sí misma. 56 El instante santo3118 que se vive con el Espíritu Santo es el intervalo de tiempo en el que la mente está lo suficientemente tranquila como para poder escuchar una respuesta que no está implícita en la pregunta que se hizo, 57 sino que ofrece algo nuevo y distinto de lo planteado en la pregunta. 58 ¿Cómo se podría contestar al mundo si no hace otra cosa que repetir la misma pregunta todo el tiempo?
T27.5 43 59 Por consiguiente, no trates de resolver problemas en un mundo del que se ha excluido la respuesta. 60 Más bien, lleva el problema al único lugar en el que ésta se te ofrece amablemente. 61 En él se encuentran las respuestas que solventarán realmente tus problemas, pues no forman parte de ellos y toman en cuenta lo que realmente se puede contestar; es decir, cuál es la verdadera pregunta. 62 Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar. 63 En el instante santo puedes llevar la pregunta a la respuesta que ofrece el Espíritu Santo y recibir la respuesta que fue realmente formulada para ti.

 

 

 

T27.6 EL EJEMPLO DE LA CURACIÓN

 

T27.6 44 1 La única manera de poder curar es estar curado3119. ² El milagro3120 se extiende sin tu ayuda, pero tú eres esencial para que pueda dar comienzo. ³ Acepta el milagro de la curación y se expanderá por razón de lo que realmente es. 4 Extenderse forma parte de su naturaleza desde el instante en que nace. 5 Y nace en el instante en que se ofrece y se recibe. 6 Nadie puede pedir a otro que lo cure. 7 Pero puede permitirse a sí mismo ser curado, y así ofrecer al otro lo que él ha recibido. 8 ¿Quién podría ofrecer a otro lo que él mismo no tiene? 9 ¿Y quién podría compartir lo que se niega a sí mismo? 10 Es a ti a quién habla el Espíritu Santo, ¹¹ no a otra persona. ¹² Y al tú escucharle, la Voz Que habla por Él se extiende porque has aceptado lo que Él dice.
T27.6 45 13 La salud es el testigo de la salud. 14 Mientras no se dé testimonio de ella, no será convincente. 15 Sólo cuando haya sido demostrada constituirá una prueba y, por consiguiente, tendrá necesariamente que inducir a que se crea. 16 Nadie se cura con mensajes contradictorios. 17 Si tu único deseo es curarte, te curarás. 18 Tener un solo propósito hace que sea posible. 19 Pero si le tienes miedo a la curación, entonces no podrá efectuarse a través de ti. 20 Lo único que se requiere para curarse es no tener miedo. ²¹ Los que tienen miedo son los que no se han curado y, por consiguiente, no pueden curar. ²² Esto no quiere decir que para poder curar tenga que haber desaparecido el conflicto de tu mente para siempre. ²³ Pues si así fuese, no había necesidad de curar. 24 Pero sí quiere decir que, aunque sólo sea por un instante, tienes que amar sin atacar. 25 Un instante es suficiente. 26 Los milagros no están circunscritos al tiempo.
T27.6 46 27 El instante santo es la morada de los milagros. 28 Desde allí, cada uno de ellos nace a este mundo como testigo de un estado mental que ha transcendido el conflicto y ha alcanzado la paz. 29 El instante santo lleva el alivio desde el lugar donde hay paz al campo de batalla, demostrando así que la guerra no tiene efectos. 30 Pues todo el dolor que la guerra ha tratado de ocasionar, los cuerpos despedazados y los miembros mutilados, los moribundos que gritan y los muertos silenciosos, son recogidos cuidadosamente y consolados. ³¹ Allí donde un milagro ha venido a curar no hay tristeza. ³² Y lo único que se requiere para que todo esto ocurra, es un instante de tu Amor sin traza alguna de ataque. ³³ En ese instante te curas, y en ese único instante se realiza toda la curación.
T27.6 47 34 ¿Qué podrá estar separado de ti, una vez que hayas aceptado la bendición que aporta el instante santo? 35 No tengas miedo de bendecir, pues Aquel que te bendice ama al mundo entero y no deja nada en él que pueda ser motivo de miedo. 36 Pero si no te atreves a dar tu bendición, el mundo te parecerá ciertamente temible, pues le habrás negado su paz y su consuelo, abandonándolo a su muerte. 37 ¿Acaso un mundo al que se le ha despojado de forma tan amarga no sería visto como una condenación por aquel que, pudiéndolo haber salvado, se echó atrás por miedo a ser curado? 38 Los ojos de todos los moribundos reflejan reproche, y el sufrimiento susurra "¿De qué tienes miedo?" 39 Examina detenidamente esta pregunta. 40 Te la hace en tu nombre. 41 El mundo agonizante tan sólo te pide que dejes de atacarte por un instante, para poder curarse.
T27.6 48 42 Ven al instante santo y cúrate, pues nada de lo que recibes en él se deja atrás cuando regresas al mundo. 43 Y al haber sido bendecido, traerás bendiciones contigo. 44 Se te da vida para que se la des al mundo moribundo. 45 Y los ojos dolientes ya no acusarán, sino que brillarán con agradecimiento mirándote a ti, que los bendijiste. 46 El resplandor del instante santo iluminará tus ojos y les dará visión para que puedan mirar más allá del sufrimiento y, en vez de a éste, ver la faz de Cristo. 47 La curación reemplaza al sufrimiento. 48 El que ve a uno de ellos no puede percibir al otro, pues ambos no pueden estar presentes a la vez. 49 Y el mundo será el testigo de lo que veas, y dará testimonio de ello.
T27.6 49 50 Así pues, lo único que el mundo requiere para poder curarse es tu curación. 51 Sólo necesita una lección aprendida perfectamente. 52 Y luego, cuando la olvides, el mundo te recordará amablemente lo que le enseñaste. 53 Su agradecimiento no te escatimará ningún apoyo a ti, que te dejaste curar para que él pudiese vivir. 54 Llamará a sus testigos para mostrarte la faz de Cristo a ti, que les trajiste la visión gracias a la cual la pudieron presenciar. 55 El mundo en el que se acusa es reemplazado por otro en el que todos los ojos se vuelven cariñosamente hacia el Amigo que les trajo su liberación. 56 Y tu hermano percibirá felizmente los muchos amigos que antes consideraba enemigos.
T27.6 50 57 Aunque los problemas no son concretos, se manifiestan en formas concretas, y son estas formas concretas las que configuran el mundo. 58 Ninguno entiende la naturaleza de su problema. 59 Pues, de lo contrario, ya no lo tendría enfrente. 60 La naturaleza misma del problema es que no es un problema. 61 Por consiguiente, mientras él lo perciba, no lo podrá percibir tal como es. 62 En cambio, la curación es evidente en situaciones concretas y se generaliza para incluirlas a todas. 63 Esto se debe a que todas ellas son lo mismo, a pesar de sus formas diferentes. 64 Todo aprendizaje apunta a la transferencia, la cual se completa en dos situaciones que se ven como si fuesen una sola, pues en ellas sólo hay elementos comunes. 65 No obstante, esto sólo lo puede lograr Uno que no vea las diferencias que tú ves. 66no eres el que efectúa la transferencia total de tu aprendizaje. 67 Pero el hecho de que se haya realizado, a pesar de todas las diferencias que ves, te convencerá de que no podían ser reales.
T27.6 51 68 Tu curación se extenderá y se aplicará a problemas que no creías tuyos. 69 Y también resultará evidente que todos tus diferentes problemas se resolverán tan pronto como te hayas liberado de uno solo. 70 No puede ser que sus diferencias sean las que hayan hecho que esto sea posible, pues el aprendizaje no puede saltar de una situación a su opuesto y obtener los mismos resultados. 71 Toda curación debe provenir de manera ordenada, de acuerdo con leyes que han sido bien percibidas, pero nunca violadas. 72 No temas la forma en que las percibes. 73 Estás equivocado, pero hay Alguien en ti que está en lo cierto.
T27.6 52 74 Deja, pues, la transferencia de tu aprendizaje en manos de Aquel que realmente entiende sus leyes y que se asegurará de que permanezcan invioladas e ilimitadas. 75 Tu parte consiste simplemente en aplicarte a ti mismo lo que Él te ha enseñado, y Él hará el resto. 76 Y así, el poder de tu aprendizaje te será aprobado por todos los diferentes testigos que encontrará. 77 Tu hermano será el primero que verás, pero tras él habrá miles, y tras cada uno de éstos, mil más. 78 Puede que cada uno de ellos parezca tener un problema distinto al de los demás. 79 No obstante, todos se resolverán conjuntamente. 80 Y su solución común demostrará que las preguntas no podían haber sido planteadas separadamente. T27.6 53 81 ¡Que la paz3121 sea contigo, a quien se ofrece la curación! 82 Comprenderás que la paz te ha sido dada cuando aceptes la curación para ti. 83 No es necesario que aprecies todo su valor para comprender que te has beneficiado de ella. 84 Lo que ocurrió en aquel instante en que el Amor entró sin atacar, permanecerá contigo para siempre. 85 Tu curación, así como la de tu hermano, será uno de sus efectos. 86 Dondequiera que vayas observarás sus múltiples efectos. 87 No obstante, todos los testigos que observes serán sólo una fracción de todos los que realmente existen. 88 La infinitud no se puede comprender contando simplemente todas sus partes separadas. 89 Dios te da las gracias por haber curado, pues Él sabe que es un presente de Amor para Su Hijo y, por consiguiente, un presente que se le hace a Él.

 

 

 

T27.7 EL PROPÓSITO DEL DOLOR

 

T27.7 54 1 El dolor demuestra que el cuerpo tiene que ser real. ² Es una voz estridente y ensordecedora, cuyos alaridos tratan de ahogar lo que el Espíritu Santo dice e impedir que Sus Palabras lleguen a tu concienciación. ³ El dolor exige atención, quitándosela al Espíritu Santo y centrándola en sí mismo. 4 Su propósito es el mismo que el del placer, pues ambos son medios para otorgar realidad al cuerpo. 5 Lo que comparte un mismo propósito es lo mismo. 6 Es la ley del propósito, que une en él a todos los que lo comparten. 7 El placer y el dolor son irreales por igual, ya que sus propósitos no pueden realmente lograrse. 8 Por consiguiente, son medios que no llevan a ninguna parte, pues su meta no tiene significado. 9 Y comparten la falta de significado del que adolece su propósito.
T27.7 55 10 El pecado cambia del dolor al placer, y de nuevo al dolor. ¹¹ Pues cualquiera de estos dos testigos es igual al otro, y sólo tiene un mensaje "Estás aquí, en este cuerpo, y se te puede hacer daño. ¹² También puedes gozar del placer pero sólo pagándolo con dolor". ¹³ A estos testigos se unen muchos más. 14 Cada uno de ellos parece diferente porque tiene un nombre distinto, y así parece responder a un sonido diferente. 15 Exceptuando esto, los testigos del pecado son todos iguales. 16 Llama dolor al placer, y dolerá. 17 Llama placer al dolor, y dejarás de sentir el dolor que se oculta tras el placer. 18 Los testigos del pecado no hacen sino cambiar de un nombre a otro, a medida que uno de ellos ocupa el primer plano y el otro retrocede al segundo. 19 No obstante, es irrelevante cuál de ellos tiene primacía en un momento dado. 20 Los testigos del pecado sólo oyen el llamado de la muerte3122.
T27.7 56 21 Este cuerpo, que de por sí carece de propósito, contiene todos tus recuerdos y esperanzas. ²² Utilizas sus ojos para ver y sus oídos para oír, y dejas que te diga lo que siente. ²³ Pero él realmente no lo sabe. 24 Sólo te repite los nombres que le proporcionaste para que los usara, cuando convocas a los testigos de su realidad. 25 No puedes escoger entre ellos a los que son reales, pues cualquiera que escojas será igual de irreal que los demás. 26 Lo único que puedes hacer es decidir llamarlo por un nombre o por otro, pero eso es todo. 27 No puedes hacer que un testigo sea verdadero sólo porque lo llames con el nombre de la Verdad. 28 La Verdad se encuentra en él si lo que representa es la Verdad. 29 De lo contrario, miente, aunque lo invoques con el santo Nombre de Dios Mismo.
T27.7 57 30 El Testigo de Dios no ve testigos contra el cuerpo. ³¹ Tampoco presta atención a los testigos que con otros nombres hablan de manera diferente a favor de la realidad del cuerpo. ³² Él sabe que no es real. ³³ Pues lo que es nada no podría contener lo que tú crees que el cuerpo contiene dentro de sí. 34 Tampoco podría el cuerpo decirle a una parte de Dios cómo debe sentirse o cuál es su función. 35 No obstante, el Espíritu Santo necesariamente ama lo que tienes en gran estima. 36 Y por cada testigo de la muerte del cuerpo, Él te envía un testigo de la Vida que tienes en Dios, Quien no sabe de muerte. 37 Cada milagro que trae el Espíritu Santo es un testigo de la irrealidad del cuerpo. 38 Él lo cura de sus dolores y placeres por igual, pues todos los testigos del pecado son reemplazados por los Suyos.
T27.7 58 39 El milagro no hace distinciones entre los nombres con los que se convocan los testigos del pecado. 40 Demuestra simplemente que lo que ellos representan no causa efectos reales. 41 Y lo puede demostrar porque sus propios efectos han venido a substituirlos. 42 No importa el nombre que le hayas puesto a tu sufrimiento, 43 éste ya no existe. 44 Aquel Que es portador del milagro los percibió a todos como uno, y les puso el nombre de miedo. 45 Así como el miedo es el testigo de la muerte, el milagro es el testigo de la Vida. 46 Es un testigo que nadie puede refutar, pues los efectos que trae consigo son los de la Vida: 47 Los moribundos se recuperan, los muertos resucitan y todo dolor desaparece. 48 No obstante, un milagro no habla en su nombre, sino por lo que representa3123.
T27.7 59 49 El Amor, asimismo, tiene símbolos en el mundo del pecado. 50 El milagro perdona porque representa lo que yace más allá del perdón, y es verdadero. 51 ¡Qué absurdo y loco es pensar que un milagro pueda estar limitado por las mismas leyes que vino exclusivamente a abolir! 52 Las leyes3124 del pecado tienen diferentes testigos, y cada uno de ellos tiene diferentes puntos fuertes. 53 Y dan testimonio de diferentes clases de sufrimiento. 54 No obstante, para Aquel que envía los milagros a fin de bendecir el mundo, una leve punzada de dolor, un pequeño placer mundano, o la agonía de la propia muerte, no son sino el mismo sonido: una llamada pidiendo curación, una lastimera llamada de socorro en medio de un mundo de sufrimiento. 55 Es de su similitud de lo que el milagro da testimonio. 56 Es su similitud lo que prueba.
T27.7 60 57 Las leyes que consideran que todos esos sufrimientos son diferentes, son abolidas, demostrándose su impotencia. 58 El propósito del milagro es lograr esto. 59 Y Dios Mismo ha garantizado el poder de los milagros por razón de lo que atestiguan. 60 Sé, pues, testigo del milagro, y no de las leyes del pecado. 61 No hay necesidad de que sigas sufriendo, 62 pero de que te cures, pues el sufrimiento del mundo lo ha vuelto sordo a su propia necesidad de salvación y liberación.
T27.7 61 63 La resurrección del mundo aguarda tu curación y tu felicidad, para que demuestres que el mundo se ha curado. 64 El instante santo substituirá todo pecado sólo con que lleves sus efectos contigo. 65 Y nadie elegirá sufrir más. 66 ¿Qué mejor función que ésta podrías servir? 67 Cúrate para que puedas curar, y evita el sufrimiento que las leyes del pecado traen consigo. 68 Y la Verdad te será revelada por haber escogido que los símbolos del Amor ocupen el lugar del pecado.

 

T27.8 LA ILUSIÓN DE SUFRIR

 

T27.8 62 1 Sufrir es poner énfasis en todo lo que el mundo ha hecho para hacerte daño. ² En esto puede verse claramente la versión demente que el mundo tiene de la salvación. ³ Al igual que en una pesadilla castigadora, en la que el soñador no es consciente de lo que provocó el ataque contra él, éste se ve a sí mismo atacado injustamente, y por algo que realmente no es él mismo. 4 Es víctima de ese "algo", una cosa externa a él, por la que no tiene por qué sentirse responsable en absoluto. 5 Considera que debe ser inocente porque no sabe lo que hace, sino lo que le hacen a él. 6 No obstante, es evidente que él se ha atacado a sí mismo, dado que el que sufre es él. 7 Y no puede escapar porque ve la causa de su sufrimiento fuera de sí mismo.
T27.8 63 8 Ahora se te está demostrando que sí puedes escapar. 9 Todo lo que necesitas es mirar el problema como realmente es, y no como tú lo has formulado. 10 ¿De qué otra manera se podría resolver un problema que es muy sencillo, pero que se ha vuelto confuso debido a las densas nubes que lo complican, las cuales fueron hechas para mantener el problema sin solución? ¹¹ Sin las nubes, el problema aparecerá en toda su simplicidad primitiva. ¹² La decisión a tomar no será difícil porque, cuando se ve a las claras, el problema es absurdo. ¹³ Nadie tiene dificultad en decidirse a permitir que un problema sencillo sea resuelto, si ve que le está haciendo daño y que se puede erradicar muy fácilmente.
T27.8 64 14 El "razonamiento" por el que el mundo es hecho, sobre el que se basa y, por el que se mantiene, es simplemente éste: " eres quien me hace hacer lo que hago". 15 Tu presencia justifica mi ira, y ciertamente existes y piensas separado de mí. 16 Ya que eres el que ataca, yo debo de ser inocente. 17 Y lo que me hace sufrir son tus ataques". 18 Nadie que examine este "razonamiento" exactamente como es3125, puede dejar de ver que no tiene coherencia y, por consiguiente, tampoco sentido3126. 19 No obstante3127, da la impresión de ser razonable, puesto que ciertamente parece que el mundo te hace daño. 20 Y así, no parece necesario ir más allá de lo obvio, en busca de la causa.
T27.8 65 21 Pero, ciertamente, sí que hay necesidad de ello. ²² La necesidad que tiene todo el mundo de liberarse de la condenación es algo que comparten todos los que habitan en el mundo. ²³ No obstante3128, no reconocen lo común de esta necesidad, 24 pues cada uno piensa que, si hace su parte, la condenación del mundo se apoyará sobre él. 25 Y esto es lo que percibe que es su parte en la liberación del mundo. 26 La venganza tiene que tener un blanco. 27 De lo contrario, el cuchillo del vengador se encontraría en sus propias manos, apuntando hacia sí mismo. 28 Pues para poder ser la víctima de un ataque que él no escogió, tiene que ver el arma en las manos de otro. 29 Y así, sufre por causa de las heridas que le infligió un cuchillo que él no estaba empuñando. 30 Ése es el propósito del mundo que él ve. ³¹ Y visto así, el mundo provee los medios por los que este propósito parece realizarse.
T27.8 66 32 Los medios dan testimonio del propósito pero, en sí mismos, no son la causa. ³³ Ni tampoco puede la causa cambiar porque se la vea separada de sus efectos. 34 La causa produce los efectos, los cuales, luego, dan testimonio de ella, no de sí mismos. 35 Así pues, tienes que mirar más allá de los efectos. 36 No es en éstos donde radica la causa del sufrimiento y del pecado. 37 No centres tu atención en el sufrimiento ni en el pecado, ya que no son sino reflejos de lo que los causa.
T27.8 67 38 La parte que juegas en el proceso de salvar al mundo de la condenación constituye tu propia escapatoria. 39 No olvides que el que atestigua que el mal existe en el mundo sólo puede hablar a favor del que3129 ha visto la necesidad de que existiese el mal en el mundo. 40 Y es ahí donde tu culpa fue notada por primera vez. 41 Al separarte de tu hermano, empezó el primer ataque contra ti mismo. 42 Y de esto es de lo que el mundo da testimonio. 43 No busques otra causa, ni recurras a las poderosas legiones de sus testigos para deshacerla. 44 Ellos apoyan la fidelidad que la separación te exige. 45 Y no es en lo que oculta la Verdad donde deberías buscar para encontrar la Verdad. 46 Todos los que atestiguan la existencia del pecado ocupan un espacio reducido. 47 Y es ahí donde encuentras la causa de tu perspectiva sobre el mundo.
T27.8 68 48 Hubo un tiempo en que no concienciabas cuál tenía realmente que ser la causa de todo lo que el mundo parecía hacerte, sin tú haberlo pedido ni provocado. 49 De una cosa estabas seguro: entre todas las numerosas causas que percibías como responsables de tu dolor y sufrimiento, tu culpa no era una de ellas. 50 Ni tampoco, en modo alguno, tú las había pedido para ti. 51 Todas las ilusiones surgieron de la siguiente manera: 52 El que las hace no se ve a sí mismo como hacedor de ellas, ni que la realidad de éstas dependa de él. 53 Cualquiera que sea su causa, es algo completamente ajeno a él, y lo que ve está separado de su mente. 54 No puede dudar de la realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que él mismo juega en hacerlos, y en hacerlos de manera que parezcan reales.
T27.8 69 55 Nadie puede despertar de un sueño que el mundo está soñando por él, 56 pues se ha convertido en parte del sueño de otro. 57 No puede decidir despertarse de un sueño que no es el suyo. 58 Se encuentra impotente, víctima de un sueño concebido y apreciado por una mente separada. 59 Ciertamente, esta mente tiene que ser desconsiderada con él, tan indiferente por su paz y felicidad como las condiciones climatológicas o la hora del día. 60 Esta mente no lo quiere, sino que lo obliga caprichosamente a desempeñar cualquier papel que satisfaga su sueño. 61 La valía de él es tan insignificante para ella que no es más que una sombra danzante, brincando de un lado a otro al compás de un guión sin sentido, concebido dentro del inútil sueño del mundo.
T27.8 70 62 Ésta es la única escena que puedes ver, la única alternativa por la que te puedes decidir, la otra posibilidad de causa, si es que tú no eres el soñador de tus propios sueños. 63 Y esto es lo que escoges cuando niegas que la causa del sufrimiento esté en tu mente. 64 Alégrate de que esté ahí, pues de esta manera tú vas a ser el único que decidirá tu destino en el tiempo. 65 Tuya es la decisión a tomar, por una parte, entre dormir con la muerte y tener pesadillas llenas de maldad o, por la otra, un despertar feliz acompañado de alegría de vivir. 66 ¿Entre qué otras cosas podrías decidirte que no fuesen la Vida o la muerte, despertar o dormir, la guerra o la paz, tus sueños o tu Realidad? 67 No obstante, si es cierto que realmente puedes escoger, entonces tienes que ver exactamente cómo son realmente y dónde se encuentran las causas de las alternativas entre las que vas a escoger. 68 ¿Qué elección puede hacerse entre dos estados, cuando sólo se reconoce claramente a uno de ellos? 69 ¿Quién es libre de escoger entre dos efectos, si considera que sólo uno de ellos le conviene?
T27.8 71 70 Una decisión sincera nunca podría percibirse como una en la que la elección es entre un tú insignificante y un mundo enorme, cada uno con sueños diferentes acerca de lo que es la verdad en ti. 71 La brecha que separa la Realidad de los sueños no se encuentra entre el soñar del mundo y lo que tú sueñas en secreto; 72 pues son la misma cosa. 73 El soñar del mundo no es sino una parte de tu propio sueño del que te deshiciste, y luego viste al soñar del mundo como si fuese el principio y el final del tuyo. 74 No obstante, lo que dio comienzo al soñar del mundo fue tu propio sueño secreto, el cual no percibes, si bien es el que causó la parte que ves, de cuya realidad no dudas. 75 ¿Cómo podrías dudar del soñar del mundo si aún estás dormido, soñando en secreto que su causa es real?
T27.8 72 76 Un hermano separado de ti; un antiguo enemigo vuelto convertido en asesino, que te acecha en la noche y trama tu muerte y la planea de forma que se produzca en forma prolongada y lenta; todo eso es lo que sueñas. 77 Pero bajo este sueño yace otro, en el que te conviertes en el asesino, el enemigo secreto, el carroñero y destructor del hermano y del mundo. 78 He aquí la causa del sufrimiento, la brecha que hay entre tus míseros sueños y tu Realidad. 79 La pequeña rendija que ni siquiera ves, la cuna de las ilusiones y del miedo, el momento de terror y de odio ancestral, el instante del desastre, todos están aquí. 80 He aquí la causa de la irrealidad. 81 Y es aquí donde será deshecha.
T27.8 73 82 eres el soñador del mundo de los sueños. 83 Éste no tiene ninguna otra causa, ni la tendrá jamás. 84 Nada más atemorizador que un sueño inútil es lo que ha aterrorizado al Hijo de Dios, haciéndole pensar que había perdido la inocencia, repudiado a su Padre y entrado en guerra consigo mismo. 85 Tan atemorizador es este sueño y tan real en apariencia, que él no podría despertar a la Realidad sin verse inundado por el frío sudor del terror y sin dar gritos de pánico, a menos que un sueño más afable precediese a su despertar y permitiese a su mente —ahora calmada— poder acoger en vez de temer a la Voz que con Amor lo llama a despertar. 86 Un sueño más agradable, en el que su sufrimiento cesa y en el que su hermano es su amigo. 87 Dios dispuso que despertara agradablemente y con alegría. 88 Para ello, le proporcionó los medios para despertar sin miedo. 89 Acepta el sueño que Él te dio en lugar del tuyo. 90 No es difícil cambiar un sueño una vez que se ha identificado al soñador.
T27.8 74 91 Descansa en el Espíritu Santo, y permite que Sus afables sueños reemplacen a los que soñaste aterrorizado, y temiendo a la muerte. 92 Él te trae sueños en los que se perdona, en los que la decisión no es entre quién es el asesino y quién la víctima. 93 En los sueños que te trae, no hay asesinatos ni muerte. 94 El sueño de culpa está desapareciendo de tu vista, aunque tus ojos estén cerrados. 95 Una sonrisa ha venido a iluminar tu rostro dormido. 96 Ahora duermes apaciblemente, pues éstos son sueños felices.
T27.8 75 97 Sueña apaciblemente con tu hermano que ahora está libre de pecado, y que se une a ti en santa inocencia. 98 Y de este sueño, el Mismo Señor de los Cielos despertará a Su Hijo bienamado. 99 Sueña con la amabilidad de tu hermano en vez de concentrarte en sus errores cuando sueñas. 100 Sueña con todas las atenciones que tu hermano ha tenido contigo, en vez de llevar la cuenta de los daños que te ha ocasionado. 101 Perdónale sus ilusiones y dale gracias por toda la ayuda que te ha prestado. 102 Y no desprecies los muchos presentes que te ha dado sólo porque en tus sueños él no sea perfecto.
T27.8 76 103 Él representa a su Padre, a Quien, ves ofreciéndote tanto la vida como la muerte. 104 Pero hermano, lo único que el Padre da es Vida3130. 105 Y lo que ves como presentes, que tu hermano te ofrece representan realmente los dones que sueñas que tu Padre te hace a ti. 106 Ve, a la luz de la caridad y bondad que te es ofrecida, todos los presentes que tu hermano te hace. 107 Y no dejes que ningún dolor perturbe tu sueño de profunda gratitud por los presentes que te hace.

 

 

 

T27.9 EL "HÉROE" DEL SUEÑO

 

T27.9 77 1 El cuerpo es el personaje central en el soñar del mundo. ² Sin él, no hay sueño, ni existe sin el sueño en el que actúa como si fuese una persona digna de ser vista y creída. ³ Ocupa el lugar central de cada sueño, lugar donde narra la historia de cómo fue concebido por otros cuerpos, cómo vino al mundo saliendo del cuerpo que lo gestó, cómo vive por un corto tiempo y muere para unirse en el polvo a otros cuerpos que, al igual que él, también se están muriendo. 4 En el breve lapso de vida que se le ha concedido, busca otros cuerpos que va a considerar amigos o enemigos. 5 Su seguridad es su mayor preocupación; 6 su comodidad, la ley por la que se rige. 7 Trata de buscar el placer y de evitar las cosas que le puedan ocasionar dolor. 8 Pero por encima de todo, trata de enseñarse a sí mismo que sus dolores y placeres son cosas diferentes, y que se puede distinguir entre ellos.
T27.9 78 9 El soñar del mundo adopta muchas formas, porque el cuerpo intenta probar de muchas maneras que es autónomo y real. 10 Se engalana a sí mismo con objetos que compra con pequeños discos de metal o con tiras de papel que, según el mundo proclama, tienen valor y son buenos. ¹¹ Trabaja para obtenerlos, haciendo cosas sin sentido, y luego los despilfarra intercambiándolos por cosas que no necesita y que ni siquiera quiere para sí. ¹² Contrata a otros cuerpos para que lo protejan y para que acumulen más cosas sin significado que él pueda llamar suyas. ¹³ Busca otros cuerpos especiales que puedan compartir su sueño. 14 A veces sueña que es un conquistador de cuerpos más débiles que él. 15 Pero, en algunas fases del sueño, él es el esclavo de otros cuerpos que quieren hacerle sufrir y torturarlo.
T27.9 79 16 La serie de aventuras del cuerpo, desde que nace hasta que muere, son el tema de todo sueño que el mundo alguna vez haya tenido. 17 El "héroe" de este sueño jamás cambiará, ni tampoco su propósito. 18 Y aunque el sueño en sí adopta muchas formas y parece presentar una gran variedad de lugares y situaciones en los que su "héroe" se encuentra a sí mismo, no tiene sino un solo propósito, que se enseña de muchas maneras. 19 Ésta única lección que trata de enseñar a menudo, una y otra vez, es la siguiente: que el cuerpo es causa y no efecto. 20 Y que , al ser su efecto, no puedes ser su causa. T27.9 80 21 De esta manera, tú ciertamente no eres el soñador, sino el sueño. ²² Y, por tanto, deambulas infructuosamente entrando y saliendo de lugares y situaciones que el sueño trama. ²³ Que esto es todo lo que el cuerpo hace es cierto, pues no es más que una figura en un sueño. 24 Pero ¿quién va a reaccionar ante las figuras de un sueño, a no ser que las considere reales? 25 En cuanto las vea como lo que realmente son, dejarán de tener efectos sobre él, porque habrá comprendido que fue él quien les dio los efectos que tienen, al causarlos y hacer que pareciesen reales.
T27.9 81 26 ¿Estás dispuesto a escapar de los efectos de todos los sueños que el mundo tenga? 27 ¿Es tu deseo no permitir que ningún sueño parezca ser la causa de lo que haces? 28 Examinemos, pues, el comienzo del sueño, ya que la parte que ves no es sino la segunda parte, cuya causa se encuentra en la primera. 29 Nadie que esté dormido y soñando en el mundo recuerda el ataque que se infligió a sí mismo3131. 30 Nadie cree que realmente hubo un tiempo en el que no se sabía nada de cuerpos y en el que no se habría podido concebir que este mundo fuese real3132. ³¹ De otro modo, se habría dado cuenta de inmediato de que estas ideas son sólo una ilusión3133, tan ridículas que no sirven para otra cosa que reírse de ellas. ³² Pero ¡qué serias parecen ser ahora! ³³ Y nadie puede recordar aquel entonces, cuando las habría recibido con risas y con incredulidad.
T27.9 82 34 Pero sí podemos recordarlo, si miramos directamente a su causa. 35 Y al hacerlo, veremos que son motivo de risa, no de miedo. 36 Devolvamos al soñador el sueño del que se desprendió, sueño que percibe como algo que le es ajeno y que se le está haciendo a él. 37 En la Eternidad, donde Todo es Uno, se coló una diminuta idea alocada, de la que el
Hijo de Dios olvidó reírse. 38 Al haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales. 39 Juntos podemos hacer desaparecer ambas cosas riéndonos de ellas, y comprender que el tiempo no puede entrometerse en la Eternidad. 40 Es un chiste pensar que el tiempo pueda llegar a circunscribir a la Eternidad, palabra que quiere decir que el tiempo no existe.
T27.9 83 41 Una eternidad en la que se otorga realidad al tiempo; una parte de Dios que puede atacarse a sí misma; un hermano separado al que se considera un enemigo; una mente dentro de un cuerpo; todos son aspectos diferentes de un círculo vicioso, cuyo final empieza en su comienzo y concluye en su causa. 42 El mundo que ves describe exactamente lo que creíste haber hecho. 43 Excepto que ahora piensas que lo que hiciste se te está haciendo a ti. 44 La culpa que sentiste por lo que pensaste se está colocando fuera de ti, y sobre un mundo culpable que sueña tus sueños y piensa tus pensamientos en vez de hacerlo tú. 45 Es su venganza la que recae sobre ti, no la tuya propia. 46 En su sueño, el mundo te mantiene confinado estrechamente dentro de un cuerpo, al que castiga por todos los actos pecaminosos que éste comete. 47 Y no tienes fuerza para hacer que el cuerpo deje de cometer sus actos malvados, porque tú no fuiste su hacedor y, por consiguiente, no puedes controlar sus actos, su propósito, ni su destino.
T27.9 84 48 El mundo no hace sino demostrar una verdad ancestral: creerás que otros te hacen a ti exactamente lo que tú crees haberles hecho a ellos. 49 Y una vez que te hayas engañado a ti mismo culpándolos, no verás la causa de sus actos, porque quieres que la culpa recaiga sobre ellos. 50 ¡Qué infantil es la petulante maniobra de querer defender tu inocencia descargando tu culpa fuera de ti, aunque nunca sin deshacerte de ella! 51 No es fácil percibir esta farsa cuando lo que tus ojos ven a tu alrededor son sus graves consecuencias, pero sin su frívola causa. 52 Si no se ve la causa, los efectos de ésta parecen ciertamente ser graves y tristes. 53 No obstante, no son más que consecuencias. 54 Es su causa la que sigue a lo que no es nada, a lo que no es otra cosa que una farsa.
T27.9 85 55 Sonriendo tranquilamente, el Espíritu Santo percibe la causa, y no presta atención a los efectos. 56 ¿De qué otra manera podría corregir tu error, cuando has pasado enteramente por alto a la causa? 57 Él te exhorta a que lleves todo efecto terrible ante Él para que, juntos, miren su insensata causa y se rían de ella por un buen rato. 58 juzgas los efectos, pero Él ha juzgado su causa. 59 Y mediante Su juicio se eliminan los efectos. 60 Tal vez vengas llorando, pero óyele decir: "Hermano mío, santo Hijo de Dios, observa tu inútil sueño, en el que esto podía ocurrir", y saldrás del instante santo con tu risa y la de tu hermano en los labios, unidos a la risa de Él.
T27.9 86 61 El secreto de la salvación no es sino éste: eres el que te estás haciendo esto a ti mismo. 62 Sea cual sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. 63 Sea quien sea quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. 64 Sea cual sea la que parece ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. 65 Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres el que lo está soñando. 66 Por muy odiosas y depravadas que puedan ser esas figuras, no tendrían efectos sobre ti si te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño. 67 Basta con que aprendas esta única lección para que te liberes de todo sufrimiento, sea cual sea la forma en que éste se manifieste.
T27.9 87 68 El Espíritu Santo repetirá esta única lección de liberación para todos, hasta que la aprendas, independientemente de la forma de sufrimiento que te esté ocasionando dolor. 69 Cualquiera que sea el dolor que lleves ante Él, esta sencilla verdad será Su respuesta. 70 Pues esta única respuesta elimina la causa3134 de cualquier forma de pesar o dolor. 71 La forma no afecta a Su respuesta en absoluto, pues Él quiere enseñarte cuál es la única causa de todos ellos, sin importar cuál sea su forma. 72 Y comprenderás que los milagros3135 reflejan esta sencilla afirmación:
T27.9 88 "Yo hice esto, y esto es lo que quiero deshacer".
T27.9 89 73 Así, pues, lleva toda forma de sufrimiento ante Aquel Que sabe que cada una de ellas es igual a las demás. 74 Él no ve diferencias donde no las hay, y te enseñará cuál es la causa de cada una. 75 Ninguna tiene una causa diferente a las demás, y todas se deshacen fácilmente mediante una sola lección bien aprendida. 76 La salvación3136 es un secreto, pero sólo porque te lo has ocultado a ti mismo. 77 El Universo la proclama, 78 pero tú no prestas atención a Sus testigos, 79 porque dan fe de lo que tú no quieres conocer. 80 Parecen ocultártelo. 81 No obstante, sólo necesitas aprender que fuiste tú quien decidió no escuchar ni ver. 82 ¡Qué diferente te parecerá el mundo cuando lo reconozcas! 83 En efecto, cuando perdones al mundo tu culpa, te liberarás de ella. 84 La inocencia del mundo no exige que tú seas culpable, ni que tu inculpabilidad se base en sus pecados.
T27.9 90 85 Esto es lo obvio, y no es un secreto para nadie sino para ti. 86 Y esto es lo que te ha mantenido separado del mundo y lo que ha mantenido a tu hermano separado de ti. 87 Ahora, sólo necesitas aprender a saber si ambos son inocentes o culpables. 88 Lo que es realmente imposible es que sean diferentes uno del otro y que, siendo diferentes, sea verdad que son dos. 89 Éste es el único secreto que aún te queda por aprender. 90 Y cuando lo hayas aprendido, no será un secreto que te has curado.