CAPÍTULO 22

 

T22 LA SALVACIÓN Y LA RELACIÓN SANTA

 

T22.1 INTRODUCCIÓN

 

T22.1 1 1 Tengan piedad de sí mismos, tanto tiempo esclavizados. ² Alégrense porque los que Dios ha unido2585, se han juntado y ya no tienen que mirar al pecado separados uno del otro. ³ No es posible que dos miren al pecado juntos, pues nunca lo podrían ver en el mismo tiempo y lugar. 4 El pecado es una percepción estrictamente individual, que se ve en el otro pero que cada uno cree llevar en sí mismo. 5 Y cada uno parece cometer un error diferente, error que el otro no puede comprender. 6 Hermanos, se trata de lo mismo, hecho por lo mismo, y que se perdona a su hacedor de la misma manera.
T22.1 2 7 La santidad de la relación de ustedes2586 los perdona a ambos, deshaciendo los efectos de lo que ambos creían y vieron separadamente. 8 Y, con su desaparición, desaparece con ellos la necesidad de pecar. 9 ¿Quién necesita pecar? 10 Únicamente los solitarios que andan por su cuenta, que ven a sus hermanos diferentes de ellos. ¹¹ Esta diferencia —visible pero no real— es la que hace que la necesidad de pecar —no real pero visible— parezca estar justificada. ¹² Y todo esto sería real si el pecado lo fuese. ¹³ Pues la relación no santa está basada en diferencias, en las que cada uno piensa que el otro tiene lo que a él le falta. 14 Se juntan, pero con la idea de cada uno de completarse a sí mismo y robar al otro. 15 Seguirán juntos hasta que ya no quede nada por robar, y luego se irán cada uno por su lado. 16 Y así, vagan por un mundo de extraños, distintos de ellos, conviviendo con sus cuerpos, tal vez bajo un mismo techo que a ninguno cobija; en la misma habitación y, sin embargo, separados por un mundo.
T22.1 3 17 Una relación santa parte de una premisa diferente. 18 Cada uno ha mirado dentro de sí mismo y no ha visto ninguna carencia. 19 Al aceptar su compleción, quiere extenderla uniéndose a otro, al que considera tan completo como él. 20 No ve diferencias entre estos yoes, pues las diferencias sólo son de cuerpos. ²¹ Por consiguiente, no ve nada de lo que quiera apropiarse. ²² No niega su propia realidad, porque es la Verdad2587. ²³ Se encuentra justo debajo del Cielo, pero lo bastante cerca como para no regresar, a la tierra. 24 Pues esta relación goza de la santidad del Cielo. 25 ¿Cuán lejos de Casa puede estar una relación tan semejante al Cielo?
T22.1 4 26 ¡Piensen en todo lo que una relación santa puede enseñar! 27 En ella se deshace la creencia en diferencias. 28 En ella la fe en las diferencias se convierte en fe en la igualdad. 29 Y en ella, la mirada que ve diferencias se transforma en visión2588. 30 Ahora, la razón, puede llevarlos a la conclusión lógica de su unión. ³¹ Ésta tiene que extenderse tal como ustedes se extendieron, cuando se unieron. ³² Ésta tiene que ir más allá de sí misma, tal como ustedes fueron más allá del cuerpo, para poder unirse. ³³ Y ahora, la igualdad que vieron entre ambos se extiende y, finalmente, elimina toda sensación de diferencias, de manera que la semejanza que yace bajo todas ellas se hace evidente. 34 Éste es el círculo dorado2589, donde reconocen al Hijo de Dios. 35 Pues lo que nace en una relación santa nunca puede terminar.

 

T22.2 EL MENSAJE DE LA RELACIÓN SANTA

 

T22.2 5 1 Dejemos que la Razón2590 dé otro paso. ² Si atacas al que Dios quiere curar y odias al que ama, entonces es que tú y Tu Creador tienen voluntades diferentes. ³ Pero si tú realmente eres Su Voluntad, entonces debes creer que cuando atacas no eres Tú Mismo2591. 4 Ciertamente puedes creer esto y, de hecho2592, lo crees. 5 Y, además, tienes fe2593 en eso, y encuentras mucha evidencia a su favor. 6 Pero, te preguntas, ¿de dónde surge tu extraño desasosiego, tu sensación de estar desconectado y el miedo que te persigue de que no significas nada. 7 Es como si hubieses deambulado hasta aquí a la deriva, sin plan de ningún tipo, excepto el de vagar, pues sólo eso parece seguro.
T22.2 6 8 No obstante, hemos escuchado anteriormente una descripción muy similar2594, aunque no se refería realmente a Ti2595. 9 Y, sin embargo, tú piensas que eres esa extraña idea que con tanta precisión ciertamente se describe ahí. 10 Pero la Razón te dice una y otra vez que el mundo que ves a través de ojos que no son realmente tuyos2596 necesariamente no puede tener sentido para ti2597. ¹¹ ¿A quién devolvería sus mensajes esta forma de ver? ¹² Ciertamente no a ti2598, cuya vista es totalmente independiente de los ojos que miran al mundo. ¹³ Si ésa no es realmente tu visión, ¿qué podría mostrarte? 14 El cerebro no puede interpretar lo que ve tu visión. 15 Esto lo puedes comprender. 16 El cerebro2599 interpreta para el cuerpo del que forma parte. 17 Pero lo que dice, 2600 no lo puedes comprender. 18 No obstante2601, le has puesto atención. 19 Y durante mucho tiempo, y con mucho esfuerzo, has tratado de comprender sus mensajes. 20 No te diste cuenta de que es imposible comprender lo que no logra llegarte de ninguna manera2602.

 

T22.2 7 21 No has recibido ningún mensaje que realmente puedas comprender. ²² Pues has estado prestando oídos a lo que nunca podrá comunicarse en absoluto2603. ²³ Así pues, examina lo que ha sucedido. 24 Al negar lo que realmente eres2604, y2605 creer firmemente que eres otra cosa, esa "otra cosa" que hiciste para que fuera tú mismo, se convirtió en tu vista. 25 No obstante, debe de ser esa "otra cosa" la que ve y, al no ser 2606, te explica lo que ve2607. 26 Por supuesto, tu visión haría que todo esto fuese totalmente innecesario. 27 Pero si tus ojos2608 están cerrados, y has invitado a esa cosa a que te guíe, pidiéndole que te explique el mundo que ella ve, no tienes ninguna razón para no escuchar, ni sospechar que lo que te dice no sea verdad. 28 La Razón te diría que no puede ser verdad porque no lo entiendes2609. 29 Dios no tiene secretos. 30 Él no te guía a través de un mundo de sufrimiento, esperando hasta el final del viaje para decirte por qué te hizo pasar por eso.
T22.2 8 31 ¿Qué podría ocultarse a la Voluntad de Dios? ³² Y sin embargo, crees tener secretos. ³³ ¿Cuáles podrían ser tus secretos excepto otra voluntad que, siendo tuya, está separada de la Suya? 34 La Razón te diría que eso no es un secreto que deba ocultarse como si se tratara de un pecado. 35 Pero ciertamente, ¡es un error! 36 No permitas que tu miedo del pecado te impida corregirlo, pues la atracción de la culpa es sólo miedo. 37 He aquí la única emoción que hiciste, independientemente de lo que aparente ser. 38 Ésta es la emoción de los secretos, de los pensamientos personales y del cuerpo. 39 Ésta es la única emoción que se opone al Amor, y que siempre conduce a ver diferencias y a la pérdida del sentido de igualdad. 40 He aquí la única emoción que te mantiene ciego, dependiente del yo que crees haber hecho para que te guie por el mundo que hizo para ti.
T22.2 9 41 Tu vista2610 te fue dada junto con todo lo que puedes comprender. 42 No te resultará difícil comprender lo que esta visión te dice, pues cada uno ve sólo lo que cree que él mismo es. 43 Y lo que tu vista te quiere mostrar lo comprenderás porque es la Verdad. 44 Únicamente tu visión puede transmitirte lo que realmente puedes ver. 45 Te llega directamente, sin necesidad de que se te interprete. 46 Lo que necesita interpretación tiene necesariamente que ser ajeno. 47 Y tampoco lo podrá hacer alguna vez comprensible un intérprete al que no puedes comprender.
T22.2 10 48 De todos los mensajes que has recibido, y que no has podido comprender, sólo este Curso está al alcance de tu entendimiento y se puede comprender. 49 Éste es realmente tu idioma. 50 Aún no lo entiendes porque toda su comunicación es todavía como la de un bebé. 51 Los balbuceos de un bebé y lo que oye son muy poco creíbles, ya que para él significan cosas diferentes en momentos diferentes. 52 Ni los sonidos que oye ni las cosas que ve son aún estables. 53 Pero lo que oye, y todavía no comprende, será algún día su lengua materna, por medio de la cual se comunicará con los que le rodean y ellos con él. 54 Y esos seres extraños y cambiantes que ve que se mueven a su alrededor serán los que lo van a consolar, y él reconocerá su hogar y los verá allí con él.
T22.2 11 55 Así, en cada relación santa renace la facultad de comunicar en vez de la de separar. 56 No obstante, una relación santa, que apenas acaba de renacer de una relación no santa y que, sin embargo, es más antigua que la vieja ilusión que acaba de reemplazar, es como un bebé que ahora ha renacido. 57 No obstante, con este bebé, la visión de ustedes les es devuelta y, él les hablará en un idioma que los dos podrán comprender. 58 Este bebé no lo nutre esa "otra cosa" que pensabas que eras tú. 59 No fue entregado a esa otra cosa, ni tampoco lo recibió nadie que no fueras Tú Mismo2611. 60 Pues no es posible que dos personas puedan realmente unirse si no es a través de Cristo, Cuya visión los ve como uno.
T22.2 12 61 Piensen, santos hermanos míos, en lo que les ha sido dado. 62 Este niño les explicará lo que no entienden, y de una manera muy clara. 63 Pues su lengua no será extraña. 64 No necesitará ningún intérprete para comunicarse con ustedes, pues fueron ustedes los que le enseñaron lo que sabe, justamente porque lo sabían. 65 No habría podido acudir a nadie más sino a ustedes, nunca a esa "otra cosa". 66 Donde Cristo ha entrado, nadie está solo, pues Él nunca podría encontrar una morada entre los que están separados. 67 En efecto, tiene necesariamente que renacer en Su antiguo hogar —tan aparentemente nuevo y, sin embargo, tan viejo como Él— como un pequeño recién llegado que depende de la santidad de la relación de ustedes para que Lo dejen vivir.
T22.2 13 68 Tengan la seguridad de que Dios no confió a Su Hijo a los indignos. 69 Nada que no sea parte de Él es digno de unírsele. 70 Tampoco es posible que cualquier cosa que no sea parte de Él pueda unirse. 71 La comunicación2612 tiene necesariamente que haberse restablecido entre los que se unen, ya que no se habrían podido unir por medio de cuerpos. 72 Entonces, ¿qué es lo que los ha unido? 73 La Razón les dirá que tuvieron que haberse visto uno al otro a través de una visión que no es del cuerpo, y haberse comunicado en un lenguaje que el cuerpo no habla. 74 Tampoco pudo haber sido una vista o sonido aterrador que los atrajo afablemente a ser uno. 75 Más bien, cada uno vio en el otro un perfecto refugio donde su Yo2613 podría renacer a salvo y en paz. 76 Así se lo dijo su Razón; así lo creyó porque era la Verdad.
T22.2 14 77 He aquí la primera percepción directa que han hecho. 78 La hicieron mediante la concienciación, que es más antigua que la percepción y, no obstante, vuelta a nacer en sólo un instante. 79 Pues ¿qué es el tiempo para lo que siempre fue así? 80 Piensen en lo que ese instante trajo consigo: darse cuenta de que esa "otra cosa", que cada uno pensó que era él mismo, es una ilusión. 81 Y la Verdad llegó instantáneamente, para mostrarles dónde tiene necesariamente que estar el Yo de ustedes. 82 Al negar las ilusiones invitaron a la Verdad, pues al negarlas reconocieron que el miedo no tenía sentido. 83 En el santo hogar donde el miedo es impotente, el Amor entra dando gracias, agradecido de ser uno con ustedes que se unieron para dejarlo entrar.
T22.2 15 84 Cristo acude a lo que es semejante a Él: los que son lo mismo, no los que son diferentes. 85 Pues siempre se siente atraído hacia Sí Mismo. 86 ¿Qué se asemeja más a Él que una relación santa? 87 Y lo que les atrae a estar juntos es lo que atrae a Cristo a ustedes. 88 Aquí, Su delicadeza y amable inocencia están protegidas del ataque. 89 Y aquí puede regresar con confianza, pues tener fe uno en el otro es siempre tener fe en Él. 90 Están en lo cierto cuando se ven uno al otro como el hogar que escogieron, pues aquí ejercen su voluntad con Cristo y con su Padre. 91 Esta es la Voluntad del Padre de ustedes para ustedes y, la de ustedes con La de Él. 92 Y el que es atraído a Cristo es atraído a Dios tan seguramente como Ellos dos son atraídos por toda relación santa, el hogar que Les fue preparado a medida que la tierra se convierte en Cielo.

 

T22.3 LA IMPECABILIDAD DE TU HERMANO
T22.3 16 1 Lo opuesto a las ilusiones no es la desilusión, sino la Verdad. ² Sólo para el ego —para quien la Verdad no tiene significado— las ilusiones y la desilusión parecen ser las únicas opciones, además de ser diferentes entre sí. ³ Pero, en verdad, son lo mismo. 4 Ambas traen consigo el mismo cúmulo de sufrimiento, aunque cada una parezca ser la manera de escapar del sufrimiento que la otra ocasiona. 5 Cada ilusión lleva consigo dolor y sufrimiento entre los oscuros pliegues de las pesadas vestiduras tras las que oculta la nada que es. 6 No obstante, envueltos en esas oscuras y pesadas vestimentas, están los que van en pos de ilusiones, escondiéndose de la alegría de la Verdad.
T22.3 17 7 La Verdad es lo opuesto a las ilusiones precisamente porque ofrece alegría. 8 ¿Qué otra cosa que no sea la alegría podría ser lo opuesto al sufrimiento? 9 Abandonar un tipo de sufrimiento e ir en busca de otro puede difícilmente llamarse un escape. 10 Cambiar una ilusión por otra es no cambiar nada. ¹¹ Buscar la alegría en el sufrimiento es una insensatez, pues ¿cómo se va a poder encontrar felicidad en el sufrimiento? ¹² Lo único que se puede hacer en el oscuro mundo del sufrimiento es seleccionar algunos de sus aspectos, verlos como si fuesen diferentes y, luego, definir la diferencia como alegría. ¹³ No obstante, percibir una diferencia donde realmente no hay ninguna, ciertamente fallará en hacer de eso una diferencia.

 

T22.3 18 14 Lo único que las ilusiones aportan a los que creen en ellas es culpa, sufrimiento, enfermedad y muerte. 15 La forma en que se acepten es irrelevante. 16 Ninguna forma de sufrimiento —a los ojos de la Razón— puede confundirse con alegría. 17 La Alegría2614 es eterna. 18 Puedes estar ciertamente seguro de que todo lo que aparenta ser felicidad, que no sea duradero, es realmente miedo. 19 La alegría2615 no se convierte en pesar, pues Lo que es eterno no cambia. 20 Pero el pesar puede convertirse en alegría, pues el tiempo cede el paso a Lo que es eterno. ²¹ Únicamente Lo eterno tiene necesariamente que permanecer inmutable, pero todo lo que se encuentra en el tiempo puede cambiar con el paso de éste. ²² No obstante, para que el cambio sea real y no imaginado, las ilusiones tienen que ceder el paso a la Verdad, y no a otros sueños que son igualmente irreales, ²³ lo cual no constituiría una diferencia.
T22.3 19 24 La Razón te dirá que la única manera de escapar del sufrimiento es reconocerlo, y luego tomar el camino opuesto. 25 La Verdad es siempre la misma, al igual que el sufrimiento es siempre lo mismo, pero difieren entre sí en cada una de sus formas, en cada circunstancia y sin excepciones. 26 Creer que puede haber una excepción es confundir lo que es lo mismo con lo que es diferente. 27 Una sola ilusión a la que se le dé valor y se defienda contra la Verdad, priva a Ésta de todo significado y hace que todas las ilusiones sean reales. 28 Tal es el poder de la creencia. 29 Es incapaz de transigir. 30 Y tener fe en la inocencia es tener fe en el pecado, si la creencia excluye una sola cosa viviente y la mantiene apartada negándole su perdón.
T22.3 20 31 Tanto la Razón como el ego te dirá eso mismo, pero lo que van a hacer de eso ciertamente no es lo mismo. ³² El ego te asegurará que ahora es imposible que no veas culpa en todos. ³³ Y si esta visión es el único medio por el cual se puede lograr escapar de la culpa, entonces la creencia en el pecado tiene que ser eterna. 34 Pero la Razón ve eso de otra manera, pues la Razón ve que es la fuente de una idea lo que la hace verdadera o falsa. 35 Esto tiene que ser así, si la idea es semejante a su fuente. 36 Por consiguiente —dice la Razón— si escapar de la culpa fue el propósito que se le asignó al Espíritu Santo, propósito que Le fue dado por Uno para Quien nada que Su Voluntad disponga puede ser imposible, los medios para lograrlo tienen que ser más que posibles. 37 Tienen que estar ahí y tienen necesariamente que estar en ti.
T22.3 21 38 Ésta es una etapa crucial en este Curso, pues durante ella tu separación del ego tiene necesariamente que completarse. 39 Pues si dispones de los medios para dejar que el propósito del Espíritu Santo se logre, utilízalos. 40 Y a medida que los utilices, tendrás cada vez más fe en ellos. 41 Pero, para el ego, esto tiene que ser imposible, y nadie emprende lo que no ofrece esperanza de poder jamás lograrse. 42 2616 sabes que lo que tu Creador quiere es posible, pero lo que tú hiciste cree que no lo es. 43 Ahora tienes que escoger entre Tu Mismo y lo que sólo es una ilusión de Él2617. 44 No puedes escoger a ambos, sino a uno solo. 45 No tiene objeto intentar eludir esta única decisión. 46 Tiene necesariamente que tomarse. 47 La fe y lo que se cree pueden inclinarse hacia cualquiera de los dos, pero la Razón te dice que el sufrimiento se encuentra sólo en uno de los lados, mientras que la alegría está en el otro.
T22.3 22 48 No se abandonen el uno al otro ahora, 49 pues ustedes —que son lo mismo— no decidirán cada uno por su cuenta ni en forma diferente. 50 O bien se dan uno al otro Vida2618, o bien muerte; o bien cada uno es el salvador2619 del otro, o bien su juez, ofreciéndole refugio o condenación. 51 Se creerá enteramente en este Curso, o no se creerá en absoluto. 52 Pues, o es completamente cierto o completamente falso y, por consiguiente, no se puede creer sólo parcialmente. 53 Y ustedes, o escaparán enteramente del sufrimiento o no escaparán en absoluto. 54 La Razón les dirá que no hay un lugar intermedio donde —indecisos— se puedan detener, en espera de decidir entre la Alegría del Cielo o el sufrimiento del infierno. 55 hasta tanto no decidan a favor del Cielo, seguirán en el infierno y en la desgracia.
T22.3 23 56 No hay ninguna parte del Cielo de la que puedas apropiarte y tejer ilusiones sobre ella. 57 Ni hay una sola ilusión con la que puedas entrar en el Cielo. 58 Un salvador no puede ser juez, ni la misericordia condenación. 59 Y la visión no puede condenar, sino solamente bendecir. 60 Aquel Cuya función es salvar, salvará. 61 Cómo lo hará está más allá de tu entendimiento, pero cuándo se hará dependerá de tu decisión. 62 Pues hiciste el tiempo y, por consiguiente, le puedes dar órdenes. 63 Tú no eres más esclavo del tiempo que del mundo que hiciste.

 

T22.3 24 64 Examinemos más de cerca toda la ilusión que dice que lo que hiciste tiene el poder de esclavizar a su hacedor. 65 Ésta es la misma creencia que causó la separación. 66 Es la idea insensata de que los pensamientos pueden abandonar la mente del que los pensó, ser diferentes de ella y oponérsele. 67 Si eso fuese cierto, los pensamientos no serían extensiones de la mente, sino sus enemigos. 68 Y aquí vemos nuevamente otra forma de la misma ilusión fundamental que ya hemos examinado varias veces con anterioridad. 69 Sólo si fuese posible que el Hijo de Dios pudiera abandonar la Mente de su Padre, hacerse a sí mismo diferente y oponerse a la Voluntad de Su padre, sería posible que el yo que hizo, y todo lo que éste hizo, fuesen su amo.
T22.3 25 70 Fíjate en la gran proyección, pero mírala con la determinación de que tiene que ser curada, y curada sin miedo. 71 Nada de lo que hiciste tiene ningún poder sobre ti, a menos que todavía quieras estar separado de tu Creador y con una voluntad que se opone a La de Él. 72 Pues sólo si quisieras creer que Su Hijo puede ser Su enemigo, parecería posible que lo que hiciste fuese obra tuya. 73 En ese caso, vas a querer condenar Su alegría al sufrimiento y hacerlo diferente a Él. 74 Y todo el sufrimiento que causaste ha sido el tuyo propio. 75 ¿No te alegra saber que nada de eso es cierto? 76 ¿Acaso no son buenas nuevas oír que ni una sola de las ilusiones que hiciste ha reemplazado a la Verdad?
T22.3 26 77 Sólo tus pensamientos2620 han sido imposibles. 78 La salvación2621 no lo puede ser. 79 Es imposible ver a tu salvador como tu enemigo y, al mismo tiempo, reconocerlo. 80 No obstante, sí puedes reconocerlo como lo que realmente es, si Dios lo quiere así. 81 Lo que Dios ha dado a tu relación ahí está. 82 Pues lo que dio al Espíritu Santo para que se los diese, Él se los dio. 83 ¿Es que no quieres mirar de frente al salvador que te ha sido dado? 84 ¿Y no intercambiarías, por gratitud y con regocijo, la función de verdugo que le asignaste por la que en verdad tiene? 85 Recibe de él lo que Dios le entregó para ti, no lo que trataste de darte a ti mismo.
T22.3 27 86 Más allá de los cuerpos que interpusiste entre ustedes, y resplandeciente en la luz dorada que le llega desde el brillante círculo sin fin que se extiende eternamente, se encuentra la relación santa de ustedes, amada por Dios y bendita como Él Mismo. 87 Cuán aquietada descansa: en el tiempo y, sin embargo, más allá de él; inmortal, aunque todavía en la tierra. 88 Cuán grande es el poder2622 que reside en ella. 89 El tiempo está a la espera de lo que su voluntad disponga y la tierra será lo que la relación santa de ustedes disponga que sea. 90 En ella no hay voluntad de separación, ni deseo de que nada esté separado. 91 Su voluntad no hace excepciones, y lo que quiere es verdadero. 92 Toda ilusión que se lleva a su proceso de perdonar2623 es amablemente pasada por alto y, al hacerlo, desaparece. 93 Pues, en su centro, Cristo2624 ha vuelto a nacer para iluminar Su morada con una visión que pasa por alto al mundo. 94 ¿Es que no querrían que esa santa morada fuese también la de ustedes? 95 En ella no hay sufrimiento, sino únicamente alegría.
T22.3 28 96 Lo único que tienen que hacer para morar aquí apaciblemente junto a Cristo, es compartir Su visión. 97 Su visión le es dada rápida y alegremente a todo el que esté dispuesto a ver a su hermano libre de pecado. 98 Y nadie puede quedar fuera de esta disposición, si quieres liberarte completamente de todos los efectos del pecado. 99 ¿Acaso te perdonarías a ti mismo sólo parcialmente? 100 ¿Acaso puedes alcanzar el Cielo mientras un solo pecado te tiente aún a permanecer en la miseria? 101 El Cielo es el hogar de la perfecta Pureza, y Dios Lo creó para Ti2625. 102 Mira a tu santo hermano, tan libre de pecado como realmente lo estás tú, y deja que él te lleve allá.

 

 

 

T22.4 LA RAZÓN Y LA RELACIÓN SANTA

 

T22.4 29 1 La introducción de la Razón en el sistema de pensamiento del ego es el comienzo de su deshacer, pues Razón y ego se contradicen. ² Tampoco es posible que los dos coexistan en tu concienciación, ³ ya que la meta de la Razón es clarificar y, por consiguiente, hacer que todo sea obvio. 4 A la Razón la puedes ver. 5 Esto no es simplemente un juego de palabras, pues aquí es donde comienza la visión que tiene significado2626. 6 La visión —literalmente hablando— es lo que tiene sentido. 7 Si ella no es lo que el cuerpo ve, entonces, necesariamente hay que comprenderla. 8 Pues es clara, y lo que es obvio no es ambiguo, 9 se puede comprender. 10 Y aquí Razón y ego se separan, para seguir cada uno sus respectivos caminos diferentes.
T22.4 30 11 Toda la permanencia del ego depende de su creencia de que eres incapaz de aprender este Curso. ¹² Comparte con él esa creencia y la razón será incapaz de ver tus errores y despejar el camino para su corrección. ¹³ Pues la razón ve a través de los errores y te dice que lo que pensabas que era real, no lo es. 14 La razón puede ver la diferencia que hay entre pecado y los errores, porque quiere corregir. 15 Por lo tanto, te dice que lo que pensabas que era incorregible puede corregirse y, por consiguiente, que tuvo que haber sido un error. 16 La oposición del ego a la corrección conduce a la creencia en el pecado que tienes fijada en ti y a desentenderse de los errores. 17 El ego no mira a nada que pueda ser corregido. 18 Así condena el ego y, así, salva la razón.
T22.4 31 19 La Razón de por sí no es la salvación, pero despeja el camino a la paz y te lleva a un estado mental en el que se te puede dar la salvación. 20 El pecado es un bloque que se alza como un portón formidable — cerrado con candado y sin la llave para abrirlo— que se interpone en el camino hacia la paz. ²¹ Nadie que lo mire de frente sin la ayuda de la Razón, osaría traspasarlo. ²² Los ojos del cuerpo lo ven como si fuese de granito sólido y de un espesor tal que sería una locura intentar traspasarlo. ²³ No obstante, la Razón ve fácilmente a través de él, justamente porque es un error. 24 La forma que éste adopte no podrá ocultar su vacuidad de los ojos de la Razón.
T22.4 32 25 La forma del error es lo único que atrae al ego. 26 Lo que tiene significado no lo reconoce y, por consiguiente, no sabe si está ahí o no. 27 Todo lo que los ojos del cuerpo ven constituye una equivocación, un error de percepción, un fragmento distorsionado del todo, sin el significado que el todo le daría. 28 Y no obstante, los errores —sea cual sea su forma— pueden ser corregidos. 29 El pecado no es sino un error expresado en una forma especial que el ego venera. 30 Éste quisiera conservar todos los errores, y hacer de ellos pecados. ³¹ Pues aquí encuentra su propia estabilidad, la pesada ancla que echó sobre el mundo cambiante del que fue hacedor, la roca sobre la que su iglesia está construida y donde sus seguidores están atados a sus cuerpos, creyendo que la libertad del cuerpo es la de ellos.
T22.4 33 32 La Razón te dirá que no es la forma que adopta el error lo que lo convierte en una equivocación. ³³ Si lo que la forma oculta es una equivocación, la forma no puede impedir su corrección. 34 Los ojos del cuerpo ven únicamente formas. 35 No pueden ver más allá de aquello para lo que fueron hechos para ver. 36 Y fueron hechos para fijarse en los errores y no ver más allá de ellos. 37 Su percepción es ciertamente extraña, pues solamente pueden ver ilusiones, incapaces de mirar más allá del bloque de granito del pecado y de detenerse ante la forma externa de la nada. 38 Para esta forma distorsionada de ver, el exterior de todas las cosas, es decir, el muro que se interpone entre tú y la Verdad, es absolutamente verdadero. 39 No obstante, ¿cómo una forma de mirar que se para ante la nada, como si se tratara de un muro sólido, podría ver verdaderamente? 40 Está impedida por la forma, porque ha sido hecha para garantizar que nada que no sea forma se pueda percibir.
T22.4 34 41 Esos ojos, hechos para no ver, jamás verán. 42 Pues la idea que representan no abandonó a su hacedor, y es su hacedor el que ve a través de ellos. 43 ¿Qué otra meta tenía su hacedor, salvo la de no ver? 44 Pues para eso, los ojos del cuerpo son los medios perfectos, pero no para ver. 45 Mira cómo los ojos del cuerpo se posan sobre lo externo, sin poder ir más allá de ellas. 46 Fíjate cómo se detienen ante la nada, incapaces de ir más allá de la forma hasta lo que tiene significado. 47 Nada ciega tanto como la percepción de la forma. 48 Pues ver la forma quiere decir que el entendimiento ha sido obnubilado.
T22.4 35 49 Sólo los errores varían de forma, y por eso pueden engañar. 50puedes cambiar la forma porque no es verdadera. 51 Y no podría ser Realidad precisamente porque puede cambiar. 52 La Razón te dirá que si la forma no es la Realidad, entonces tiene que ser una ilusión y que no está ahí para que la veas. 53 Y si la ves, debes de estar equivocado, pues estarías viendo lo que realmente no puede ser real por más que parezca serlo. 54 Lo que no puede verse más allá de lo que realmente no existe tiene que ser una percepción distorsionada y, necesariamente, tiene que percibir a las ilusiones como si fuesen la Verdad. 55 ¿Podría, entonces, reconocer la Verdad?
T22.4 36 56 No dejes que la forma de sus errores te mantenga alejado de él, cuya santidad es la tuya también. 57 No dejes que la visión de su santidad —la vista de la cual te mostraría que has sido perdonado— quede oculta tras lo que los ojos del cuerpo pueden ver. 58 Deja que la concienciación que tienes de tu hermano no sea bloqueada por tu percepción de sus pecados, ni por la de su cuerpo. 59 ¿Qué hay en él que quieras atacar, que no sea lo que asocias con su cuerpo, el cual crees que puede pecar? 60 Más allá de sus errores se encuentra su santidad y tu salvación. 61 Tú no le diste su santidad, sino que trataste de ver tus pecados en él para salvarte tú. 62 Y, no obstante, en su santidad reside tu perdón. 63 ¿Cómo vas a poder salvarte si haces pecador a aquel cuya santidad es tu salvación?
T22.4 37 64 Una relación santa, por muy recién nacida que sea, tiene que valorar la santidad2627 por encima de todo lo demás. 65 Los valores no santos producirán confusión y lo harán en la concienciación. 66 En una relación no santa, cada uno es valorado porque parece justificar el pecado del otro.
67 Cada uno ve en el otro lo que le incita a pecar en contra de su2628 voluntad. 68 Y de esta manera, cada uno endosa sus pecados al otro y se siente atraído por él para perpetuar sus pecados. 69 Y así, tiene que volverse imposible que cada uno se vea a sí mismo como causante del pecado debido a su deseo de que éste sea real. 70 En cambio, la Razón ve una relación santa como lo que realmente es: un estado mental común, donde los dos entregan gustosamente sus errores a la corrección, de manera que ambos puedan ser felizmente curados como uno.

 

T22.5 LA BIFURCACIÓN DEL CAMINO

 

T22.5 38 1 Cuando llegan al lugar en que la bifurcación del camino es bastante evidente, no pueden seguir derecho. ² Tienen necesariamente que decidir si van por una vía o por la otra. ³ Pues si ahora quisieran seguir derecho, tal como andaban antes de llegar a la bifurcación, no irían a ninguna parte. 4 El único propósito de llegar hasta aquí fue decidir cuál de los dos ramales van a tomar a partir de ahora. 5 El camino por el que vinieron ya no importa. 6 Ya no sirve. 7 Nadie que haya llegado hasta aquí puede decidir equivocadamente, pero posponer. 8 Y no hay etapa del viaje que parezca más desesperante e inútil que la de estar parado donde se bifurca el camino, sin decidir cuál es la vía que se va a tomar.
T22.5 39 9 Son sólo los primeros pasos por el camino acertado los que parecen difíciles, pues ustedes realmente ya decidieron, si bien puede que aún piensen que pueden volver atrás y optar por la otra opción. 10 Pero no es así. ¹¹ Una decisión tomada con el apoyo del poder del Cielo para mantenerla firme, no se puede revocar. ¹² El camino de ustedes está decidido. ¹³ Si aceptan eso, no habrá nada que no se les diga.
T22.5 40 14 Y así, se encuentran ustedes aquí, en ese santo lugar, ante el velo de pecado que pende entre ustedes y la faz de Cristo2629. 15 ¡Permitan que se descorra! 16 ¡Descórranlo juntos! Pues es sólo un velo lo que los separa. 17 Uno u otro por sí solo lo verá como un bloque sólido, y no se dará cuenta de lo delgada que es la tela que ahora los separa. 18 No obstante, ya casi no lo conciencian, y la paz les ha llegado aún aquí, ante el velo. 19 Piensen en lo que les espera después. 20 El Amor de Cristo iluminará sus rostros e irradiará desde ellos a un mundo en penumbra necesitado de luz. ²¹ Y desde este santo lugar Él regresará con ustedes, sin irse de él y sin abandonarlos. ²² Ustedes se convertirán en Sus mensajeros, restituyéndolo a Sí Mismo.
T22.5 41 23 ¡Piensen en la hermosura que van a ver, ustedes que caminan con Él a Su lado! 24 ¡Y piensen también cuán hermoso cada uno le parecerá al otro! 25 ¡Cuán felices se sentirán de estar juntos, después de un viaje tan largo y solitario en el que cada uno caminaba solo! 26 Las puertas del Cielo, ahora abiertas para ustedes, les toca ahora abrirlas a los que sufren. 27 Y nadie que mire al Cristo en ustedes dejará de regocijarse. 28 ¡Qué hermosa es la vista que cada uno vio más allá del velo, vista que ahora llevarán para iluminar los ojos cansados de los que todavía están tan extenuados como una vez lo estuvieron ustedes! 29 ¡Cuán agradecidos estarán de verlos entre ellos, ofreciéndoles el perdón de Cristo para desvanecer su fe en el pecado!
T22.5 42 30 Cada error que cometa uno, el otro lo habrá corregido amablemente por él, pues en su mirada la hermosura del otro es su salvación, la cual quiere proteger de cualquier daño. ³¹ Y cada uno será el firme defensor del otro contra todo lo que parezca interponerse entre ustedes. ³² Y así, andarán conmigo por el mundo, pues mi mensaje aún no se ha llevado a todos. ³³ Y ustedes están aquí para dejar que sea recibido. 34 La oferta de Dios sigue en pie, pero a la espera de ser aceptada. 35 La recibirán de ustedes, que la aceptaron. 36 En las manos unidas de ustedes está depositada con seguridad, pues ustedes que la comparten se han convertido en sus fervientes guardianes y protectores.
T22.5 43 37 A todos los que comparten el Amor2630 de Dios se les concede la gracia2631 de ser los dadores de lo que recibieron. 38 Y así, aprenden que les pertenece para siempre. 39 Todas las barreras desaparecen ante su llegada, a medida que cada obstáculo que antes parecía elevarse y bloquear su camino quedó finalmente superado. 40 Este velo que juntos descorren abre el camino a la Verdad a otros además de ustedes. 41 Los que quieren que sus mentes sean liberadas de las ilusiones se convierten en salvadores de este mundo, caminando por él en compañía de su Redentor, y llevando Su mensaje de esperanza, libertad y liberación del sufrimiento a todo el que necesite un milagro que lo salve.
T22.5 44 42 ¡Qué fácil es ofrecer este milagro a todos! 43 Nadie que lo haya recibido para sí mismo tendría dificultad alguna en darlo. 44 Pues, al recibirlo, aprendió que no se le daba solamente a él. 45 Tal es la función de una relación santa: recibir juntos, y dar tal como reciben. 46 Parados frente al velo, cumplir esa función sigue pareciendo difícil. 47 Pero si extienden sus manos unidas y tocan eso que parece ser un pesado bloque, notarán con qué facilidad los dedos de ustedes pasan a través de la nada que es. 48 Ese muro no es sólido. 49 Y sólo una ilusión se interpone entre ustedes y el santo Yo que comparten.

 

T22.6 LA DEBILIDAD Y EL NO QUERER DEFENDERSE

 

T22.6 45 1 ¿Cómo se superan las ilusiones? ² Ciertamente, no mediante el uso de la fuerza o de la ira, ni oponiéndose a ellas de ningún modo. ³ Se superan dejando simplemente que la Razón les diga que las ilusiones contradicen la Realidad. 4 Las ilusiones se oponen a lo que tiene que ser verdadero. 5 La oposición proviene de ellas, no de la Realidad. 6 La Realidad no se opone a nada. 7 Lo que simplemente "es" no necesita defensas ni se defiende. 8 Sólo las ilusiones necesitan defenderse debido a su debilidad. 9 Y ¿por qué tendría que haber dificultad en recorrer el camino de la Verdad, cuando lo único que interfiere es la debilidad? 10 Ustedes son los fuertes en este aparente conflicto. ¹¹ Por consiguiente, no necesitan defenderse. ¹² Todo lo que requiere defensas ustedes no lo quieren, pues cualquier cosa que necesite defenderse los debilitará.
T22.6 46 13 Examinen para qué quiere defensas el ego2632, 14 y verán que siempre es para justificar lo que va en contra de la Verdad, se esfuma en presencia de la Razón y no tiene sentido. 15 ¿Puede acaso justificarse esto? 16 ¿Qué otra cosa puede ser esto excepto una invitación a la demencia para que los salve de la Verdad? 17 ¿Y de qué se les salvaría, sino de lo que temen? 18 Creer en el pecado requiere una defensa formidable, y a un costo exorbitante. 19 Es preciso combatir y sacrificar todo lo que ofrece el Espíritu Santo. 20 Pues el pecado está tallado en un bloque que fue extraído de la paz de ustedes2633 y colocado entre ustedes y el regreso de ella. ²¹ No obstante, ¿cómo podría estar la paz realmente tan fragmentada2634? ²² Ella sigue estando completa y no se Le ha quitado nada.
T22.6 47 23 Fíjense en los medios y la materia de los sueños del mal: no son nada. 24 En verdad ustedes están unidos, y no hay nada interpuesto entre ustedes. 25 Dios los lleva de la mano, por tanto, ¿qué podría separar lo que realmente Él ha unido como Uno con Él? 26 Es del Padre de ustedes de Quien se quieren defender. 27 No obstante, sigue siendo imposible excluir el Amor. 28 Dios descansa con ustedes en la quietud, sin defensas y sin defenderse lo más mínimo, pues es sólo en ese estado de quietud donde se encuentra la fuerza y el poder. 29 Ahí la debilidad no tiene cabida porque ahí no se ataca y, por consiguiente, no hay ilusiones. 30 El Amor descansa en la certeza. ³¹ Sólo la incertidumbre puede estar a la defensiva. ³² Y toda incertidumbre no es otra cosa que dudar de Ti Mismo.
T22.6 48 33 ¡Qué débil es el miedo! ¡Qué ínfimo y sin significado! 34 ¡Qué insignificante ante la fuerza serena de aquellos a los que el Amor ha unido! 35 Éste es el "enemigo" de ustedes: un ratón asustado que quiere atacar al Universo. 36 ¿Qué posibilidades tiene de ganar? 37 ¿Sería acaso difícil ignorar sus débiles chillidos que pregonan su omnipotencia, y quieren ahogar2635 el Himno de alabanza al Creador que todos los Corazones del Universo entonan como Uno eternamente? 38 ¿Qué es más fuerte? 39 ¿Ese ratoncito o Todo Lo que Dios creó? 40 A ustedes no los une ese ratón, sino la Voluntad de Dios. 41 ¿Y acaso puede un ratón traicionar a quienes Dios ha unido?
T22.6 49 42 ¡Si tan sólo reconociesen lo poco que se interpone entre ustedes y su concienciación de su unión! 43 No se dejen engañar por las ilusiones de tamaño, espesor, peso, solidez y firmeza de cimientos que aquello presenta. 44 Es cierto que para los ojos del cuerpo parece ser una masa enorme y sólida, tan inamovible como una montaña. 45 No obstante, dentro de ustedes hay una Fuerza a la que ninguna ilusión puede resistir. 46 Esta masa tan solo parece inamovible, mientras que, en verdad, esa Fuerza es irresistible. 47 Entonces, ¿qué es lo que debe ocurrir cuando se encuentran? 48 ¿Acaso puede la ilusión de inamovilidad ser defendida por mucho más tiempo de Lo que la ha atravesado tranquilamente y la ha pasado de largo?
T22.6 50 49 Nunca olviden2636 que cuando uno siente surgir la necesidad de defenderse de cualquier cosa es porque se ha identificado a sí mismo con una ilusión. 50 Y, por consiguiente, uno cree ser débil porque está solo. 51 Ése es el costo de todas las ilusiones. 52 No hay ninguna que no esté basada en la creencia de que uno está separado; 53 ninguna que no parezca interponerse, densa, sólida e inamovible, entre uno y su hermano; 54 ni ninguna que la Verdad no pueda sobrepasar ligeramente, y con tanta facilidad, que uno tiene que quedar convencido, a pesar de lo que pensaba que era esa ilusión, de que no es nada. 55 Si ustedes se perdonan uno al otro, eso es lo que tiene que suceder. 56 Pues es su renuencia a pasar por alto lo que parece interponerse entre ustedes lo que hace que parezca impenetrable y lo que defiende la ilusión de su inamovilidad.

 

T22.7 LA LIBERTAD Y EL ESPÍRITU SANTO

 

T22.7 51 1 ¿Quieren la libertad del cuerpo o de la mente? ² Pues no pueden lograr la liberación de ambos a la vez. ³ ¿Cuál valoran más? 4 ¿Cuál es su meta? 5 Pues si ven a uno de ellos como un medio, verán al otro como un fin. 6 Y, por consiguiente, uno de ellos tendrá que servir al otro y llevarlo a que predomine, realzando así su importancia pero, al mismo tiempo, disminuyendo la suya propia. 7 Los medios sirven al fin, y a medida que se logra el fin, el valor de los medios disminuye, quedando totalmente eclipsados cuando se reconoce que ya no tienen ninguna función. 8 No hay nadie que no anhele la libertad y que no trate de encontrarla. 9 Pero la buscará donde cree que se encuentra y que puede hallarla. 10 Creerá que eso es posible con la mente o con el cuerpo, y hará que la otra parte sirva a la que escogió como el medio de hallarla.
T22.7 52 11 Cuando se ha escogido la libertad del cuerpo, se usa la mente como un medio cuyo valor reside en su facultad de ingeniar medios para conseguir la libertad del cuerpo. ¹² Pero, dado que la liberación del cuerpo no tiene significado, eso quiere decir que la mente se ha dedicado a servir a las ilusiones. ¹³ Esta situación es tan contradictoria y tan imposible que cualquiera que se decida por ella no tiene idea de lo que realmente tiene valor. 14 No obstante, aun en esta confusión —tan profunda que no puede ser descrita— el Espíritu Santo espera amablemente con paciencia, al estar tan seguro de lo que va a resultar como del Amor de Su Creador. 15 Él sabe que esa alocada decisión la tomó uno que es tan querido por Su Creador como el Amor se ama a Sí Mismo.
T22.7 53 16 No se trastornen pensando cómo puede el Espíritu Santo cambiar tan fácilmente los medios y el fin en lo que Dios ama y quiere que sea libre para siempre. 17 En cambio, siéntanse agradecidos de que puedan ser el medio para servir el fin propuesto por el Espíritu Santo. 18 Éste es el único servicio que conduce a la libertad. 19 Para servir este fin, se tiene necesariamente que percibir al cuerpo libre de pecado, justamente porque la meta es la impecabilidad. 20 La ausencia de contradicción permite que la transición de medios a fin sea tan fácil como lo es el cambio del odio por la gratitud ante ojos que perdonan. ²¹ Ustedes serán santificados uno por el otro si usan sus cuerpos sólo para servir a lo que está libre de pecado. ²² Y les será imposible odiar lo que presta servicio a lo que quieren curar.
T22.7 54 23 Esta relación santa, bella en su inocencia, poderosa en su fuerza, y resplandeciente con una luz mucho más brillante que la del sol que alumbra el firmamento que ustedes ven, ha sido escogida por su Padre como uno de los medios para realizar Su Propio plan. 24 Siéntanse agradecidos de que no sirva en absoluto para realizar el de ustedes. 25 Nada de lo que se le confíe a esta relación santa podrá ser mal utilizado, nada de lo que se le entregue dejará de ser bien utilizado. 26 Esta relación santa tiene el poder de curar todo dolor, sin importar la forma que haya adoptado. 27 Ninguno de los dos, actuando por su cuenta, puede ser útil de ninguna manera. 28 Únicamente en la voluntad conjunta de ustedes está la curación. 29 Pues aquí está la curación de ustedes y aquí ustedes aceptarán el Redimir. 30 Y en la curación de ustedes la Filiación encuentra la suya, precisamente porque las voluntades de ustedes están unidas.
T22.7 55 31 En lo que se percibe desde una relación santa, no hay pecado. ³² Ya no se ve la forma del error y la Razón, unida al Amor, observa tranquilamente toda la confusión, comentando sencillamente: "Eso fue un error". ³³ Y luego, el mismo Redimir que ustedes aceptaron en su relación, corrige el error y, en su lugar, deposita un pedazo de Cielo. 34 ¡Cuán benditos son que permiten que se dé este presente! 35 Cada pedazo de Cielo que traen les es dado a ustedes. 36 Y cada lugar vacío del Cielo que vuelven a llenar con la Luz Eterna que ustedes traen consigo, brilla ahora sobre ustedes. 37 Los medios de la impecabilidad no conocen el miedo, porque son portadores únicamente de Amor.
T22.7 56 38 Niños de la paz, la luz ha llegado a ustedes. 39 La luz que traen consigo no la reconocen, pero la recordarán. 40 ¿Quién podría negarse a sí mismo la visión que lleva a los demás? 41 ¿Y quién dejaría de reconocer el presente que, por medio de él mismo, fue depositado en el Cielo? 42 El afable servicio que uno presta al Espíritu Santo, se lo está prestando a sí mismo. 43 Ustedes, que ahora son Su instrumento, tienen que amar todo lo que Él ama. 44 Y lo que traen consigo es el recuerdo de ustedes de todo Lo que es eterno. 45 Ningún vestigio de lo temporal puede permanecer por mucho tiempo en las mentes que sirven a Lo eterno. 46 Y ninguna ilusión puede turbar la paz de una relación que se ha convertido en el instrumento de paz.
T22.7 57 47 Cuando se hayan mirado uno al otro con total perdón, del que no se hubiese excluido ningún error ni guardado nada oculto, ¿qué error podría haber en cualquier parte que no pudiesen pasar por alto? 48 ¿Qué tipo de sufrimiento podría bloquear su vista e impedirles ver más allá de él? 49 ¿Y qué ilusión podría haber que no reconocerían como un error: una sombra que atravesarían completamente impávidos? 50 Dios no permitiría que nada interfiriera en aquellos cuyas voluntades son la Suya. 51 Y ellos reconocerán que sus voluntades son La de Él, porque sirven Su Voluntad, y La sirven con agrado. 52 Siendo así, ¿cómo podría Ella no ser la voluntad de ellos? 53 ¿Y acaso podrían ellos demorarse mucho en recordar lo que son realmente?

 

T22.7 58 54 Cada uno verá su valía a través de los ojos del otro y cada uno se libera cuando ve en el otro a su salvador en lugar del agresor que pensó estaba ahí. 55 Mediante esta liberación, el mundo es liberado. 56 Ésta es la parte que les corresponde para traer la paz. 57 Pues ustedes han preguntado cuál es su función aquí, y se les ha contestado. 58 No intenten cambiarla ni substituirla por otra meta. 59 [Esta función fue la que se les dio, y sólo ésta]. 60 Acéptenla y sírvanla de todo corazón, pues lo que el Espíritu Santo haga con los presentes que ustedes se dan uno al otro, a quién se los va a ofrecer, dónde y cuándo, es cosa Suya. 61 Los dispensará allí donde sean recibidos y se les dé la bienvenida. 62 Utilizará cada uno de ellos en pro de la paz. 63 Y ni una leve sonrisa o disposición de pasar por alto la más diminuta equivocación se perderá para nadie.

 

T22.7 59 64 ¿Qué otra cosa que una bendición universal es mirar con caridad lo que el Padre de ustedes ama? 65 Extender el perdón es la función del Espíritu Santo. 66 Déjenla en Sus manos. 67 Ocúpense únicamente de entregarle lo que puede extenderse. 68 No guarden secretos oscuros que Él no pueda usar; antes bien, ofrézcanle los pequeños presentes que Él pueda extender para siempre. 69 Él tomará cada uno de ellos y lo convertirá en una potente fuerza a favor de la paz. 70 No dejará de bendecir ni uno solo ni los limitará de ninguna manera. 71 Les añadirá todo el poder que Dios Le ha conferido, a fin de hacer de cada uno de ellos una fuente de curación para todos. 72 Cada pequeño presente que ofrecen al otro ilumina el mundo. 73 No se preocupen por la oscuridad; no la sigan mirando, sino mírense uno al otro. 74 Y dejen que la oscuridad sea disipada por Aquel Que conoce la luz y la deposita afablemente en cada una de las apacibles sonrisas de fe y confianza con las que se bendicen uno a otro.
T22.7 60 75 Del aprendizaje de ustedes depende el bienestar del mundo. 76 Y es sólo la arrogancia lo que quisiera negar el poder de la voluntad de ustedes. 77 ¿Acaso creen que la Voluntad de Dios es impotente? 78 ¿A esto le llaman humildad? 79 No se dan cuenta de lo que esta creencia ha causado. 80 Se ven a sí mismos vulnerables, débiles, fáciles de destruir y a merced de innumerables agresores mucho más fuertes que ustedes. 81 Examinemos de frente cómo surgió este error, pues aquí se encuentra enterrada la pesada ancla que parece mantener vigente el miedo a Dios, inamovible y sólido como una roca. 82 Y mientras esto perdure, así parecerá ser.
T22.7 61 83 ¿Quién puede atacar al Hijo de Dios y no atacar a su Padre? 84 ¿Cómo podría ser el Hijo de Dios débil, frágil y fácil de destruir, a menos que su Padre también lo fuese? 85 No te das cuenta de que cada pecado y cada condenación que percibes y justificas constituye un ataque contra tu Padre. 86 Y es por eso que el ataque realmente no ha sucedido ni podría ser real. 87 Tampoco te das cuenta de que ésa fue tu intención, porque crees que el Padre y el Hijo están separados. 88 Y tienes necesariamente que pensar que estás separado, porque tienes miedo. 89 Pues parece más seguro atacar a otro o a ti mismo que atacar al gran Creador del Universo, Cuyo poder tú realmente conoces.
T22.7 62 90 Si fueses Uno con Dios y reconocieses esa Unicidad, sabrías que Su poder te pertenece. 91 Pero no podrás recordar esto mientras creas que el ataque —de la clase que sea— tiene algún significado. 92 No se justifica en ninguna forma, porque no significa nada. 93 Sólo podría justificarse el ataque si cada uno estuviese realmente separado del otro, y todos estuviesen realmente separados de su Creador. 94 Pues sólo entonces sería realmente posible atacar una parte de la Creación sin atacarla toda; atacar al Hijo sin atacar al Padre; atacar a otro sin atacarte a ti mismo, o herirte sin que otro sintiese dolor. 95 Y todo esto es lo que tú quieres creer. 96 Pero ¿dónde reside el valor de esta creencia, sino en el deseo de atacar impunemente? 97 El ataque no es ni seguro ni peligroso, 98 porque es imposible2637. 99 Y esto es así porque el Universo2638 es Uno. 100 No decidirías atacar su realidad2639 si no fuese esencial atacarla para verla separada de su Creador. 101 Y así pareciera como si el Amor pudiese atacar y volverse temible.
T22.7 63 102 Sólo los que se consideran diferentes de los demás pueden atacar. 103 De ahí ustedes concluyen que, dado que pueden atacar, tienen necesariamente que ser diferentes. 104 No obstante, el Espíritu Santo explica esto de otra manera. 105 Dado que realmente no son diferentes, les es imposible atacar. 106 Cualquiera de esas dos posturas constituye una lógica conclusión, si sólo los que son diferentes pueden atacar. 107 Cualquiera de ellas puede aceptarse, pero nunca ambas a la vez. 108 La única pregunta que necesita contestarse a fin de decidir cuál de las dos tiene necesariamente que ser verdad, es si ustedes son realmente diferentes. 109 Desde el punto de vista de lo que entienden, parece que lo son, y, por consiguiente, que pueden atacar. 110 De las dos alternativas, ésta parece la más natural y la más afín a la experiencia de ustedes. 111 Por eso es necesario que tengan otras experiencias, más afines a la Verdad, para enseñarles lo que realmente es natural y verdadero.
T22.7 64 112 Ésa es la función de su relación santa. 113 Pues lo que uno piense, el otro lo experimentará con él. 114 ¿Qué quiere decir esto, excepto que sus mentes son realmente Una? 115 No miren con miedo este hecho feliz, ni piensen que les impone una carga pesada. 116 Pues cuando lo hayan aceptado con alegría, se darán cuenta de que su relación es un reflejo aquí de la Unión que existe entre el Creador y Su Hijo. 117 Entre mentes amorosas no hay separación. 118 Y cada pensamiento de una trae alegría a la otra porque sus pensamientos son iguales. 119 La alegría es ilimitada porque cada pensamiento que irradia Amor extiende su existencia, creando así más de sí mismo. 120 No hay diferencia alguna en la mente de ustedes que es una2640, pues cada pensamiento es como el mismo Amor.
T22.7 65 121 La luz que los une brilla a través del universo2641, y debido a que los une, hace que sean Uno con su Creador. 122 Y en Él, toda la Creación2642 está unida. 123 ¿Lamentarían no poder sentir miedo2643 cada uno por su cuenta, cuando la relación de ustedes les puede enseñar que al estar ahí el poder del Amor, todo miedo es imposible? 124 No traten de conservar un poco del ego junto con este don2644. 125 Pues se les dio para que lo usen, no para que lo oculten. 126 Lo que les enseña que no se pueden separar, niega al ego. 127 Dejen que sea la Verdad la que decida si ustedes son diferentes o iguales y que les enseñe cuál es la verdadera.