CAPÍTULO 31
T31 LA SENCILLEZ DE LA
SALVACIÓN
T31.1
INTRODUCCIÓN
T31.1
1 1 ¡Qué sencilla es la
salvación3357!
² Tan sólo afirma que lo que realmente nunca fue verdad tampoco es
verdad ahora ni lo será nunca. ³ Lo imposible no ha ocurrido, ni
puede
tener efectos reales. 4 Eso es todo.
5 ¿Por qué tiene que ser esto tan difícil
de aprender por cualquiera que quiere que sea verdad? 6 Lo
único que hace que una lección tan fácil resulte
difícil, es no estar dispuesto a aprenderla. 7 ¿Tan difícil es reconocer que lo falso no puede
ser verdad, y que lo que es verdad no puede ser falso? 8 Ya no pueden decir que no perciben ninguna
diferencia entre lo falso y lo verdadero. 9 Se les ha dicho exactamente cómo
distinguir lo uno de lo otro, y lo que tienen que hacer si se
llegan a confundir. 10 Entonces, ¿por
qué persisten en no querer aprender cosas tan sencillas
como éstas?
T31.1 2 11
Hay una
razón, ¹² pero no la confundan con la dificultad en las cosas
sencillas que la salvación les pide que aprendan; ¹³ pues la
salvación sólo enseña lo que es muy obvio. 14 Sencillamente, les lleva a partir de lo que
parece ser una lección a la siguiente, en pasos fáciles que les
conducen tranquilamente de una a otra, sin ninguna tensión.
15 Esto no debería ser
confuso, no obstante, están confundidos, 16 porque, por algún motivo, creen que es más
fácil aprender y comprender lo que en realidad es totalmente confuso.
17 Lo que se han enseñado a sí
mismos3358
constituye una hazaña de aprendizaje tan gigantesca, que
ciertamente es increíble. 18 Pero lo
lograron, porque eso es lo que querían hacer, y no se detuvieron a
juzgar con diligencia si este aprendizaje iba a ser difícil de
aprender o demasiado complejo de captar.
T31.1 3 19 Nadie que entienda lo que
aprendieron, el esmero que pusieron al hacerlo, y los sacrificios
que realizaron practicando y repitiendo las lecciones en toda forma
concebible una y otra vez, podría alguna vez dudar del
poder de la facultad de ustedes para aprender. 20 No existe poder más grande en el mundo. ²¹ Así
se hizo
el mundo, y aun ahora, no depende de nada más. ²² Las lecciones que
se enseñaron a sí mismos han sido tan sobreaprendidas y han
arraigado tanto en ustedes, que se alzan como pesadas cortinas para
poner en penumbra lo sencillo y lo obvio. ²³ No digan que no pueden
aprender las lecciones de este Curso,
24 pues el poder de ustedes para
aprender ha sido lo bastante fuerte como para enseñarles que su
verdadera voluntad no es de ustedes, que sus verdaderos
pensamientos no son de ustedes, e incluso, que ustedes son
otros.
T31.1
4 25 ¿Quién podría afirmar
que lecciones como éstas son fáciles de aprender? 26 No obstante, ustedes aprendieron mucho más.
27 Por muy difícil que fuera, siguieron
dando cada paso sin quejarse, hasta construir un mundo que se
ajustara a ustedes. 28 Y cada lección
que hace al mundo, proviene del primer logro del aprendizaje de
ustedes: una enormidad tan grande que, ante su magnitud, la Voz del
Espíritu Santo parece débil e inaudible. 29 El mundo comenzó con una extraña lección, que
fue lo suficientemente poderosa como para relegar a Dios al olvido
y convertir a Su Hijo en un extraño para sí mismo, exiliado del
Hogar3359
donde Dios Mismo Lo había establecido. 30 Ustedes3360,
que se enseñaron a ustedes mismos que el Hijo de Dios es culpable,
no digan que no pueden aprender las sencillas lecciones que les
enseña la salvación.
T31.1
5 31 Aprender es una
facultad que ustedes hicieron y que se dieron a ustedes mismos. ³²
No la
hicieron para hacer la Voluntad de Dios, sino para apoyar el deseo
de que es
posible oponerse a Ella, y que una voluntad
separada de Ella fuese incluso más real
que Ella. ³³ Esto es lo que ese aprendizaje intentó demostrar, de
modo que aprendieron lo que ustedes quisieron
enseñar. 34 Ahora ese antiguo
sobreaprendizaje de ustedes se planta implacable ante la
Voz3361
de la Verdad y les enseña que Sus lecciones no son verdad y,
además, demasiado difíciles de aprender; demasiado difíciles de
comprender, y demasiado opuestas a lo que realmente es
verdad3362.
35 No obstante, las van a aprender, pues
aprenderlas es el único propósito para la facultad de
aprender de ustedes que el Espíritu Santo ve en todo el mundo.
36 Sus sencillas lecciones sobre el
perdón poseen un poder más fuerte que el de ustedes, pues vienen de
Dios y desde el Yo de ustedes a ustedes.
T31.1
6 37 ¿Acaso ésta
vocecita es tan débil y aquietada que no
puede elevarse por encima del ruido sin sentido que trae sonidos
que no significan nada? 38 Dios no
quiso que Su Hijo Lo olvidara. 39 Y el
poder de Su Voluntad reside en la Voz Que habla por Él. 40 ¿Qué lección vas a aprender? 41 ¿Qué desenlace es inevitable, tan seguro como
Dios, y más allá de cualquier duda y cuestionamiento? 42 ¿Acaso podrá tu insignificante aprendizaje
—extraño en sus resultados e increíblemente difícil de aprender—
oponerse a las sencillas lecciones que te han sido enseñadas cada
momento de cada día, desde que se inició el tiempo y se constituyó
el aprendizaje?
T31.1
7 43 Las lecciones por
aprender son solamente dos. 44 Cada una
de ellas produce resultados en un mundo diferente al de la otra.
45 Y, con toda seguridad, cada uno de
estos mundos sigue los dictados de su fuente. 46 El resultado inevitable de la lección que
enseña que el Hijo de Dios es culpable, es el mundo que ves.
47 Es un mundo de terror y desesperación.
48 No hay en él la más
mínima esperanza de hallar felicidad. 49 No puedes hacer ningún plan para tu seguridad que
pueda tener éxito. 50 En él, no
hay
alegría que buscar, ni esperanza de encontrarla. 51 Pero éste no es el único resultado de tu
aprendizaje. 52 Por mucho que hayas
sobreaprendido la tarea que escogiste, la lección que refleja el
Amor de Dios sigue siendo la más fuerte. 53 Y por medio de ella, aprenderás que el
Hijo de Dios es inocente, y verás otro mundo.
T31.1
8 54 El resultado de la
lección que afirma que el Hijo de Dios es inocente, es un mundo sin
miedo, y todo está iluminado por la esperanza y brilla, cálido y
amistoso. 55 No hay nada en él que no
te invite amablemente a ser tú amigo y a que le permitas unirse a
ti. 56 Y nunca deja de atenderse una
petición de ayuda, ni se malinterpreta, o se deja de contestar en
el mismo lenguaje con el que se pidió. 57 Y comprenderás que esta petición de
ayuda era la que todos y todo en el mundo siempre habían
realmente hecho, pero que no habías percibido como tal. 58 Y ahora te das cuenta de que estabas equivocado.
59 Te habías dejado engañar por las
formas que ocultaban esa petición de ayuda. 60 Por consiguiente, no la oíste perdiendo así un
amigo que siempre quiso ser parte de ti. 61 El afable y eterno llamamiento que cada parte
de la Creación de Dios hace a lo que está unido en un todo, se oye
por todo el mundo al que esta segunda lección da lugar.
T31.1
9 62 No hay ninguna cosa
viviente3363
que no comparta la voluntad universal de completarse y de que tú no
dejes realmente de contestar su llamada. 63 Sin tu respuesta, esta cosa no va a tener vida,
de la misma manera en que se va a salvar de morir cuando hayas oído
su llamada como la antigua llamada a la Vida3364,
y hayas comprendido que no es otra que la tuya. 64 El Cristo en ti recuerda a Dios con la misma
certeza con la que Dios conoce Su Propio Amor. 65 Pero sólo si Su Hijo es inocente puede Dios
ser
Amor. 66 Pues ciertamente habría que
temer a Dios, si aquel a quien Él creó inocente pudiera ser esclavo
de la culpa. 67 El Hijo perfecto de
Dios recuerda su Creación. 68 Pero, por
estar en la culpa, ha olvidado lo que él realmente es.
T31.1 10 69 Tan seguro es que el miedo a Dios
resulta de la lección que afirma que Su Hijo es culpable, como que
el Amor de Dios debe ser recordado cuando él se da cuenta de que
realmente es inocente. 70 Pues el odio
tiene que engendrar al miedo y éste, mirar a su padre tal como se
ve a sí mismo. 71 ¡Qué equivocado estás
al desatender la petición de ayuda que resuena más allá de cada
aparente pedido de muerte, que canta detrás de cada ataque asesino
y que aboga por que el Amor restaure al mundo moribundo!
72 Tú no comprendes Quién es El que te
llama tras cada forma que adopta el odio, o tras cada grito de
guerra. 73 Pero Lo reconocerás cuando
Le contestes en el mismo lenguaje con el que Él realmente te
llama3365.
74 Aparecerá cuando Le hayas
contestado, y por Él sabrás que Dios es Amor.
T31.1
11 75 ¿Qué es la tentación,
sino el deseo de tomar una decisión equivocada con respecto a lo
que quieres aprender, y obtener un resultado que realmente no
quieres? 76 Reconocer que éste es
un estado mental indeseable se convierte en el medio por el
que se vuelve a examinar la decisión, viéndose entonces que hay
otro resultado más deseable. 77 Te
estás engañando si crees que lo que quieres es el desastre, la
desunión y el dolor. 78 No prestes
oídos a esta llamada en ti. 79 Por el
contrario, escucha más bien otra llamada más profunda que esa, que
te exhorta a la paz y a la alegría. 80
Y el mundo entero te las dará. 81 Pues
a lo que oigas es a lo que responderás. 82 Y, ¡fíjate!, 83 tu
respuesta será la prueba de lo que has aprendido, 84 y su resultado, el mundo que ves.
T31.1
12 85 Aquietémonos un
instante y olvidémonos de todas las cosas que alguna vez
aprendimos, de todos los pensamientos que tuvimos, y de todas
nuestras ideas preconcebidas acerca de lo que las cosas significan
y de cuál es su propósito. 86
Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del
mundo, 87 pues no sabemos realmente
cuál es. 88 Dejemos que toda imagen que
tengamos sobre cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y
desaparezca. 89 Sé inocente de todo
juicio, no prestes atención a ningún pensamiento, bueno o malo, que
alguna vez haya cruzado tu mente con respecto a alguien.
90 Ahora no lo conoces realmente,
91 pero eres libre para
aprender a conocerlo, y a conocerlo de nuevo. 92 Ahora él renace para ti, y tú renaces para él,
sin el
pasado que lo sentenció a morir, y a ti con él. 93 Ahora, él es tan libre de vivir como lo eres
tú, porque un antiguo aprendizaje terminó su existencia, dejando un
sitio donde la Verdad pudiese renacer.
T31.2 LA
ILUSIÓN DE UN ENEMIGO
T31.2
13 1 Una antigua
lección3366
no se supera contraponiendo lo nuevo con lo viejo. ² No
hay que vencerla para que se conozca la Verdad, ni
combatirla para luego rendirse ante el atractivo de la Verdad. ³
No hay que preparar ninguna batalla: no hay que dedicarle tiempo,
ni tampoco es necesario hacer planes para implantar lo nuevo.
4 Hay una antigua batalla que se está
librando contra la Verdad, pero la Verdad no
responde. 5 ¿Quién podrá ser herido en
semejante batalla, a no ser que se hiera a sí mismo? 6 En verdad, él no tiene enemigos. 7 Y, ¿acaso podrían los sueños asaltarlo
realmente?
T31.2
14 8 Repasemos nuevamente lo
que parece interponerse entre tú y lo que realmente eres, según la
Verdad. 9 Porque, para superar este
obstáculo, hay que dar ciertos pasos. 10 El primero es una decisión que tú debes tomar. ¹¹
Pero de ahí en adelante, la Verdad te será dada. ¹² Querrás
establecer lo que es la Verdad, ¹³ y
debido a este deseo, cada vez que pienses que tienes que tomar una
decisión sobre cualquier cosa, establecerás dos alternativas entre
las cuales escoger. 14 Ninguna de ellas es
verdadera, 15 ni tampoco son diferentes entre
sí3367. 16 No
obstante, debemos examinar las dos, antes de que puedas mirar
más
allá de ellas a la única alternativa que
sí
constituye una decisión diferente a las otras dos. 17 Pero no la busques en los sueños, sueños que
hiciste con el propósito de que esto te fuese ocultado.
T31.2
15 18 La alternativa entre
las dos que
quieres escoger no constituye una decisión y, además, tan
sólo da la impresión de ser una decisión de libre
albedrío pues —en cualquiera de los dos casos— el resultado
será el
mismo. 19 Por consiguiente, realmente
no constituye una decisión en absoluto. 20 El líder y el seguidor emergen como
papeles
diferentes, y cada uno de ellos parece poseer ventajas que no
quisieras perder. ²¹ Por tanto, en su fusión parecería haber
esperanzas de satisfacción y de paz. ²² Te ves a ti mismo dividido
entre estos dos papeles, escindido por siempre entre los dos. ²³ Y
cada amigo o enemigo se convierte en un medio para ayudarte a que
te salves de esto.
T31.2 16 24
Tal vez lo llames amor, 25 o tal vez
pienses que es un asesinato que finalmente se justifica.
26 Odias al que asignaste el papel de
líder cuando tú lo querías para ti, e igualmente lo
odias cuando no lo asume en aquellas ocasiones en que
quieres permitir que emerja el seguidor que hay en ti, abandonando
así tu papel de líder. 27 Y para esto
hiciste a tu hermano y aprendiste a pensar que ése
era su
propósito. 28 A menos que lo cumpla, no
habrá llenado la función que le habías asignado. 29 Y, por consiguiente, merecerá la muerte, puesto
que ya no tiene ningún propósito ni ofrece ninguna utilidad para
ti.
T31.2
17 30 ¿Y él? ³¹ ¿Qué espera
de ti?
³² ¿Qué podría querer que no fuese lo mismo que tú
quieres de él? ³³ En esto es tan fácil optar por la Vida como por
la muerte, pues lo que decidas para ti, lo estás decidiendo
igualmente para él. 34 Dos exigencias
le haces, igual que él a ti. 35 Entre
estas
dos exigencias hay que escoger, porque de cada una de
ellas se
va a derivar un resultado distinto. 36 Que él sea líder o seguidor en cuanto a ti se
refiere, no tiene importancia, porque en cualquiera de los dos
casos, te has decidido por la muerte. 37 Pero si él pide la muerte o busca la Vida, si
decide odiar o perdonar y pedir ayuda, el resultado no será el mismo.
38 Si escuchas las primeras, te
separarás de él y estarás perdido. 39
Pero si acoges las segundas, te unirás a él y, en tu respuesta,
hallarás la salvación. 40 La voz que
oyes en él, no es otra que la tuya. 41
¿Qué es lo que él te pide? 42 ¡Escucha
atentamente!, 43 pues te está pidiendo
lo que te ha de llegar a ti, ya que lo que estás viendo es una
imagen de ti
mismo3368,
y lo que estás oyendo es tu voz pidiendo lo que tú realmente
quieres.
T31.2
18 44 Antes de contestar,
haz una pausa y piensa en lo siguiente:
T31.2 19 45 La respuesta que déa mi hermano es la que quiero para mí.46 Y lo que aprenda de él, es lo que aprenderé acerca de mí mismo.
T31.2
20 47 Luego, nos tomamos un
instante y nos aquietamos, olvidando todo lo que creímos haber oído
y acordándonos de lo mucho que no sabemos. 48 Este hermano ni nos dirige ni nos sigue, sino
que camina a nuestro lado, por el mismo camino que el nuestro.
49 Es como nosotros, y se halla tan
cerca o tan lejos de lo que queremos según se lo permitimos.
50 No hacemos ningún progreso que él no
haga con nosotros, y nos retrasamos si él no progresa. 51 No tomes su mano con ira, sino con Amor, pues
su progreso, lo vas a contar como el tuyo propio. 52 Y, al caminar, se van a separar a menos que lo
mantengas a salvo caminando a tu lado.
T31.2
21 53 Puesto que él es tu
igual en el Amor de Dios, te salvarás de todas las apariencias, y
contestarás al Cristo Que te llama. 54
Aquiétate y escucha. 55 Despeja tu
mente de antiguos pensamientos. 56
Olvida las funestas lecciones que aprendiste sobre este Hijo de
Dios que te llama. 57 Cristo llama a
todos con igual cariño, sin ver líderes ni
seguidores, y oyendo una única Respuesta para todos ellos.
58 Puesto que Él solo oye una Voz, no
puede oír una respuesta diferente de la que dio cuando Dios Lo
nombró Su único Hijo.
T31.2
22 59 Aquiétate bien por un
instante. 60 Ven sin ninguno de los
pensamientos que alguna vez aprendiste, y deja a un lado todas las
imágenes que hiciste. 61 Lo viejo se
derrumbará ante lo nuevo, sin que te le opongas o lo apoyes.
62 Ninguna de las cosas que pensabas
que eran valiosas, y que requerían de tu cuidado, serán atacadas.
63 Tampoco se atacará tu deseo de oír
un llamamiento que realmente nunca se hizo. 64 Nada te hará daño en este santo lugar, donde
vienes a escuchar en silencio y a aprender que lo que realmente
quieres es la Verdad3369.
65 No se te pedirá que aprendas más que
esto. 66 Pero, a medida que lo
escuches, comprenderás que lo único que tienes que hacer es
desprenderte de los pensamientos que
realmente no querías, y que nunca fueron verdaderos.
T31.2
23 67 Perdona a tu hermano
por todo lo que aparenta ser, lo cual proviene
de las viejas lecciones que te habías enseñado a ti mismo acerca
del pecado en ti. 68 Oye
únicamente su pedido de clemencia y de liberación de todas las
imágenes de miedo que guarda sobre lo que es, y sobre lo que
tú
tienes necesariamente que ser. 69 Él
teme caminar a tu lado, y cree que tal vez si camina un poco más
atrás o un poco más adelante de ti, estará en una posición más
segura. 70 ¿Cómo vas a progresar si
piensas lo mismo que él, avanzando sólo cuando él se rezaga y
rezagándote cuando él se adelanta? 71
Al hacer esto, estás olvidando la meta del viaje, que no es otra
que decidir caminar conjuntamente con él, de manera que
ninguno lidere o se quede atrás. 72 Por
consiguiente, es un camino por el que andan juntos, y
no
solos, cada uno por su lado. 73 Y
mediante esta decisión, el resultado del
aprendizaje cambia, pues Cristo habrá vuelto a nacer para
ambos.
T31.2
24 74 Un solo instante sin
tus viejas ideas acerca de quién es tu apreciable Compañero3370 y de lo que
él te debería estar pidiendo, bastará para que
esto suceda. 75 Así percibirás que su
propósito es el mismo que el tuyo. 76
En efecto, él pide lo que tú realmente quieres para ti, y necesita
lo mismo que tú. 77 Tal vez, en su caso, esto se manifieste de
forma
diferente, pero no es a la forma a lo que respondes.
78 Él pide y tú recibes, pues has
venido con un solo propósito: que ambos se den cuenta
de que se aman mutuamente con un amor fraternal; 79 y que —en cuanto que es tu hermano— su Padre
tiene que ser necesariamente el mismo que el Tuyo, ya que él es
igual a ti3371. T31.2
25 80 Juntos, recordarán y
aceptarán la herencia que les es común. 81 Pero solos, cada uno por su cuenta, les será
negada a ambos. 82 ¿Acaso no está claro
que mientras sigas insistiendo ser líder o seguidor, pensarás que
caminas solo, sin nadie a tu lado? 83
Ése es el camino que no conduce a ningún lado, pues la luz no te
puede ser dada mientras camines solo, y así no puedes
ver por
donde andas. 84 Y esto produce confusión,
además de una sensación de duda incesante en tanto que, solo y a
oscuras, titubeas de un lado a otro. 85
No obstante, éstas no son sino apariencias de lo que es
el viaje, y de cómo tiene que hacerse. 86 Pues a tu lado se encuentra Aquel Que ilumina
tu camino, de modo que puedas dar cada paso en el camino con
certeza y seguridad. 87 Tener los ojos
vendados puede ciertamente cegarte, pero no puede hacer que el
camino en sí se vuelva oscuro. 88 Y
Aquel Que viaja contigo es quien lleva la Luz.
T31.3 LOS QUE
SE ACUSAN A SÍ MISMOS
T31.3
26 1 Sólo los que se acusan
a sí mismos condenan. ² Cuando te prepares para tomar una decisión
de la que van a derivar diferentes resultados, primero tendrás que
aprender algo, y aprenderlo muy bien. ³ Y eso tiene que convertirse
en un hábito de respuesta tan típico en todo lo que hagas, que sea
tu primera respuesta ante toda tentación y
situación que se te presente. 4 Aprende
esto, y apréndelo bien, pues con esto el retraso en experimentar
felicidad se acortará un lapso de tiempo que no puedes ni siquiera
concebir: 5 Nunca odias a tu
hermano por sus pecados, sino únicamente por los
tuyos. 6 Cualquiera que sea la forma
que sus pecados parezcan adoptar, lo único que eso hace es
oscurecer el hecho de que tú crees que esos pecados son los tuyos y
que, por
consiguiente, merecen que los ataques "con toda
justicia".
T31.3
27 7 ¿Por qué sus pecados
van a ser pecados, a no ser que creas que esos
mismos pecados no se te podrían perdonar a ti? 8 ¿Por qué esos pecados son reales cuando se trata
de él, a no ser que creas que constituyen tu realidad?
9 ¿Y por qué los atacas por todas partes,
sino es porque te odias a ti mismo? 10
¿Eres tú acaso un pecado? ¹¹ Contestas "sí"
cada
vez que atacas, pues cuando atacas afirmas
tu culpa3372
y la necesidad de infligir a otro lo que tú te mereces. ¹² ¿Y qué
puedes
merecer, sino lo que eres? ¹³ Si no creyeses que mereces que te
ataquen, jamás se te ocurriría atacar a nadie. 14 ¿Por qué habrías de hacerlo? 15 ¿Qué ganarías con eso? 16 ¿Qué es lo que realmente quieres? 17 ¿Y de qué manera podría beneficiarte
asesinar a otro?
T31.3
28 18 Los pecados están en
los cuerpos3373,
19 no se perciben en las mentes.
20 No se ven como propósitos, sino como
actos.
²¹ Los cuerpos actúan, pero las mentes no. ²² Por consiguiente, el
cuerpo debe tener la culpa de lo que hace. ²³ No se le ve como algo
pasivo, que obedece tus órdenes y no hace nada por su cuenta.
24 Si eres pecado, es porque
eres un
cuerpo, pues la mente no actúa. 25 Por
consiguiente, el propósito tiene que encontrarse en el cuerpo, y
no en
la mente. 26 El cuerpo tiene
necesariamente que actuar por su cuenta y motivarse a sí mismo.
27 Si eres pecado, encierras a la mente
en el
cuerpo y adjudicas su propósito a su hogar-prisión, que actúa
en su
lugar. 28 Un carcelero no
obedece órdenes, sino que hace que el prisionero las cumpla.
T31.3
29 29 No obstante, el
prisionero es el cuerpo y no la mente.
30 El cuerpo no piensa. ³¹ No tiene la
capacidad de aprender, perdonar o esclavizar. ³² No da órdenes que
la mente necesite acatar, ni fija condiciones que él tenga
necesariamente que obedecer. ³³ Sólo mantiene en prisión a la mente
que quiere morar en él. 34 El cuerpo se
enferma por orden de la mente que quiere ser su prisionera.
35 Y envejece y muere porque,
en su fuero
interno, ésta mente está enferma. 36 El aprendizaje es lo único que puede producir
cambios. 37 Y así, el cuerpo —al que
le es
imposible aprender— jamás podrá cambiar, a menos que
la mente prefiera que el cuerpo cambie de
apariencia para amoldarse al propósito que ella le confiera.
38 Pues la mente sí puede aprender, y es
en ella
donde todo cambio tiene lugar.
T31.3
30 39 La mente3374
que se considera pecado sólo tiene un propósito: que el
cuerpo sea la fuente del pecado, y que la mantenga en la
prisión que ella misma escogió y vigila, donde se mantiene
separada, durmiendo como prisionera de los perros rabiosos del odio
y la maldad, de la enfermedad y el ataque, del dolor y la vejez, de
la angustia y el sufrimiento. 40 Aquí
se conservan los pensamientos de sacrificio, pues aquí manda la
culpa, que ordena al mundo ser como ella: un lugar donde nadie
puede hallar misericordia, ni sobrevivir a los estragos del miedo,
excepto mediante el asesinato y la muerte. 41 Pues aquí es donde te haces pecador, y el
pecado no puede convivir con los que están alegres y son libres,
pues son los enemigos a los que el pecado tiene necesariamente que
matar. 42 La muerte es lo que preserva
el pecado y, los que creen ser pecado deben morir por razón
de lo que creen ser.
T31.3 31
43 Alegrémonos de que vas a ver lo que verdaderamente crees, y
de que te haya sido dado poder cambiar lo que
creías. 44 El cuerpo simplemente te
seguirá. 45 Jamás te podrá
conducir donde tú no quieras ir. 46 No
es un centinela de tu sueño, ni interfiere en tu despertar.
47 Libera a tu cuerpo del
encarcelamiento, y no verás a nadie prisionero de lo que tú
escapaste. 48 Tampoco querrás retener en la
culpa a los que escogiste como enemigos, ni mantener encadenados a
la ilusión de un amor cambiante a los que piensas que son tus
amigos.
T31.3 32 49
Los inocentes liberan en acción de gracias por su liberación.
50 Y lo que ven apoya su liberación
del
encarcelamiento y de la muerte. 51 Abre
tu mente al cambio, y ningún antiguo castigo le será impuesto a tu
hermano ni a ti. 52
Pues Dios ha dicho que realmente no hay sacrificio que
se pueda pedir, ni sacrificio que se pueda hacer.
T31.4 LA
VERDADERA ALTERNATIVA
T31.4
33 1 Existe una marcada
tendencia a pensar que el mundo puede ofrecer consuelo y
escapatoria de los problemas que tiene como propósito
perpetuar. ² ¿A qué se debe esto? ³ Se
debe a que éste es un lugar donde escoger entre ilusiones parece
ser la única opción; 4 y a que tú crees tener control sobre los
resultados que se derivan de lo que has escogido. 5 Por consiguiente, piensas que durante el breve
lapso que se extiende desde tu nacimiento hasta tu muerte, te ha
sido dado algo de tiempo para tu uso exclusivo: un intervalo
durante el cual todo el mundo está en conflicto contigo, aunque tú
puedas escoger cuál es el camino que te liberará del conflicto y te
alejará
de las dificultades que, de paso, no son de tu incumbencia.
6 No obstante, sí que te
incumben3375.
7 ¿Entonces, cómo puedes escaparte de
ellas dejándolas atrás? 8 Lo que
necesariamente tiene que ir contigo te acompañará,
cualquiera que sea el camino que decidas recorrer.
T31.4 34 9 Una opción real3376
no es una ilusión, 10 pero el
mundo3377 no tiene
ninguna que ofrecerte. ¹¹ Todos sus caminos conducen sólo a la
desilusión, a la nada y a la muerte. ¹² No hay nada que escoger
entre sus alternativas. ¹³ No intentes encontrar aquí la
escapatoria a tus problemas, 14 pues el mundo fue hecho precisamente para que
no se
pudiese escapar realmente de ellos. 15 No te dejes engañar por los diferentes nombres
que se han dado a los caminos del mundo. 16 Todos tienen el mismo final. 17 Y cada uno de ellos es tan sólo un medio para
alcanzarlo, pues allí es donde todos sus
caminos te llevarán, por muy diferentes que parezcan ser al inicio,
o muy diferentes que parezcan sus trayectorias. 18 Su final es seguro, pues no hay nada3378 que escoger
entre ellos. 19 Todos conducen a la
muerte. 20 Por algún tiempo, recorrerás
algunos de ellos alegremente, antes de que te invada la fría
rigidez. ²¹ En otros, se te clavarán espinas de inmediato. ²² La
opción no es cuál va a ser el final, sino
cuándo
va a llegar.
T31.4
35 23 No hay opciones donde
cada final es seguro. 24 Tal vez
prefieras probar todos los caminos, antes de darte cuenta que todos
son realmente la misma cosa. 25 Los caminos que este mundo ofrece parecen ser
muchos, pero siempre llega el momento en que todos nos damos cuenta
de lo parecidos que son unos a otros. 26 Hay personas que murieron al darse cuenta de
esto, porque no vieron otra salida que la de los caminos
que ofrecía el mundo. 27 Y, al darse
cuenta de que no conducían a ninguna parte, perdieron toda
esperanza. 28 No obstante, ése era el
momento en que podían haber aprendido su lección más
importante. 29 Todos tendrán que llegar
a este punto, e ir más allá de él. 30 Ciertamente es verdad que el mundo no te ofrece
realmente ninguna opción. ³¹ Pero ésta no es la lección en
sí. ³² La lección tiene un propósito y, al conocerlo, llegarás a
comprender para
qué sirve.
T31.4
36 33 ¿Por qué probar otro
camino, otra persona u otro lugar, cuando ya te has dado cuenta de
cómo comienza la lección, aunque todavía no percibas para qué es?
34 Su propósito es la respuesta a la
búsqueda que tienen que emprender todos los que todavía creen que
se puede encontrar otra respuesta. 35
Aprende ahora, sin dejarte abatir por ello, que no hay
esperanza de encontrar una respuesta3379
en el mundo. 36 Pero basándote en esto,
no emitas juicio sobre la lección que apenas acaba de
comenzar aquí. 37 No busques más señales en el mundo que parezcan
indicarte que hay otro camino. 38 No
sigas buscando esperanzas donde no las hay. 39 Acelera tu aprendizaje ahora, y comprende
que no haces sino desperdiciar el tiempo si no vas más allá de lo que ya
has aprendido, hacia lo que aún te falta por aprender. 40 Pues a partir de este punto —que es el más
bajo— el aprendizaje te llevará a cumbres de felicidad, en las que
verás el propósito de la lección brillar con
claridad, y al perfecto alcance de tu comprensión.
T31.4
37 41 ¿Quién va a estar
dispuesto a que todos los caminos del mundo le den la espalda, a menos que comprenda lo inútiles que son
verdaderamente? 42 ¿No tendrá que
empezar
con esto, en vez de buscar otro camino? 43 Pues mientras vea opciones donde no las hay,
¿qué poder de decisión podrá ejercer? 44 La gran liberación del poder debe empezar
aprendiendo dónde se puede ejercer realmente. 45 ¿Y qué decisión tiene poder si se aplica a
situaciones en las que no hay opciones entre las cuales
escoger?
T31.4
38 46 Aprender que el mundo
sólo ofrece una opción —sin que importe cual sea la
forma en que ésta se pueda manifestar— es el comienzo de la
aceptación de que, en su lugar, hay una alternativa real. 47 Oponerte a este paso es derrotar el
propósito para el cual viniste aquí, 48
pues no viniste a aprender cómo encontrar un camino que el mundo no
contiene. 49 La búsqueda de diferentes
caminos en el mundo no es más que la búsqueda de diferentes
formas
de verdad. 50 Y esto es lo que
mantiene a la Verdad fuera de
alcance.
T31.4
39 51 No pienses que
alguna
vez vas a encontrar la felicidad siguiendo un camino
que te aleja de Ella. 52 Esto no tiene sentido y, por tanto,
no
puede ser el camino. 53 A
ti —que pareces encontrar que este Curso
es demasiado difícil de aprender— déjame repetirte que, para
alcanzar una meta, tienes que caminar en dirección a ella, y
no en la
contraria. 54 Y
todo
camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar
hacia el propósito que te has propuesto encontrar. 55 Si esto fuese difícil de comprender, entonces
sería
imposible aprender este Curso.
56 Pero sólo en ese caso. 57 Pues, de lo contrario, este Curso es la sencilla enseñanza de lo que es
obvio.
T31.4
40 58 Hay una decisión que
tienes el poder de tomar, una vez que hayas visto las alternativas
reales. 59 Mientras no hayas
alcanzado ese punto, no tendrás ninguna opción, y lo único que
podrás hacer es decidir cuál es la mejor forma de volver a
engañarte. 60 Este Curso sólo intenta enseñarte que el poder de
decisión no radica en escoger entre diferentes formas de lo que aún
sigue siendo la misma ilusión y el mismo error.
61 Todas las opciones que el mundo
ofrece dependen de lo que sigue: escoges entre tu hermano y
tú; y ganarás tanto como lo que él vaya a perder; y lo que tú
pierdas se lo darán a él. 62 ¡Cuán
rotundamente opuesto a la Verdad es esto, toda
vez que el único propósito de la lección es enseñarte que lo que tu
hermano pierde, tú también lo pierdes, y que lo que él
gana es lo que te es dado a ti!
T31.4
41 63 ¡Dios no ha abandonado
Sus Pensamientos3380!
64 Pero tú olvidaste Su Presencia y no
recordaste Su Amor. 65 No hay camino en
el mundo que te pueda conducir a Él, ni meta de este mundo que sea
una con La de Él. 66 ¿Qué camino en
todo el mundo te llevará a tu fuero interno, cuando cada camino ha sido
hecho para separar el viaje del propósito que tiene necesariamente
que tener para que no vagues inútilmente? 67 Todos los caminos que te alejan de lo que
realmente eres, te llevarán a la confusión y a la desesperanza.
68 No obstante, Dios nunca ha dejado
morir a Sus Pensamientos, ya que la Fuente de ellos se encuentra
eternamente en Ellos mismos. 69 ¡Dios
no ha abandonado Sus Pensamientos! 70
Él no podría separarse de Ellos, como tampoco ellos excluirlo
realmente de sí mismos. 71 Ellos moran
unidos a Él, y en Su Unicidad tanto Dios como ellos se
mantienen completos.
T31.4 42 72 No hay un camino que
realmente te aleje de Él. 73 No existe
un viaje que te aleje de Tu Yo. 74
¡Qué absurdo y alienado es pensar que pueda existir un
camino con semejante objetivo! 75
¿Adónde podría ir? 76 ¿Y cómo se te
podría obligar a recorrerlo sin que tu propia realidad3381 fuese una contigo? 77 Perdónate a ti mismo tu locura, y olvídate de
todos los inútiles viajes y de todas las metas sin rumbo.
78 No significan nada. 79 No te puedes escapar de lo que realmente
eres. 80 Pues Dios es realmente
misericordioso, y no permitió que Su Hijo Lo
abandonara. 81 Siéntete agradecido por
Lo que Dios es, pues en eso reside tu escapatoria de la
locura y de la muerte. 82 No se
te
puede encontrar realmente en ningún otro lugar, excepto donde Él
está. 83 No hay camino que no
lleve a Él.
T31.5 El
CONCEPTO del yo versus el YO
T31.5
43 1 El aprendizaje del mundo se basa en un
concepto del yo ajustado a la realidad del mundo. ² De hecho, se
ajusta muy bien a ella. ³ Pues este yo es una imagen que conviene a
un mundo de sombras e ilusiones. 4
Aquí, el yo se encuentra en casa, donde lo que ve se adapta a él.
5 Formar un concepto del yo es
la razón de
ser de las enseñanzas del mundo. 6 Su propósito es el siguiente: que vengas a este
mundo sin un yo, y que te hagas uno a medida
que crezcas. 7 Y cuando hayas alcanzado
la "madurez", lo habrás perfeccionado para que se pueda enfrentar
al mundo en igualdad de condiciones, plenamente adaptado a sus
exigencias.
T31.5
44 8 El yo que
tú has
hecho es sólo un concepto, 9
que no
guarda semejanza alguna con tu Yo. 10
Es un ídolo, hecho para tomar el lugar de Tu Realidad como Hijo de
Dios. ¹¹ El concepto de yo que el mundo enseña no es lo que
aparenta ser, ¹² pues está hecho para servir dos propósitos, de los
cuales la mente sólo puede reconocer uno. ¹³ El primer propósito
presenta la cara de la inocencia, el aspecto con el cual se actúa.
14 Ese rostro es el que sonríe, agrada
e, incluso, parece amar. 15 Busca
compañeros y observa —de vez en cuando con lástima— a los que
sufren y, a veces, hasta ofrece consuelo. 16 Cree que es bueno en un mundo malo.
T31.5
45 17 Este aspecto puede
volverse furioso, pues el mundo es malvado, e incapaz de
proporcionar el amor y la protección que merece la inocencia.
18 De modo que este rostro a menudo se
llena de lágrimas ante las injusticias que el mundo inflige a los
que quieren ser generosos y buenos. 19
Este aspecto nunca es el primero en atacar. 20 Pero cada día, cientos de cosas insignificantes
llevan a cabo pequeños ataques contra su inocencia, llevándola
gradualmente a irritarse y, por último, al insulto abierto y al
maltrato.
T31.5 46 21 La cara de inocencia que el
concepto del yo lleva puesta tan orgullosamente, puede tolerar que
se ataque en defensa propia, pues, ¿acaso no es un hecho harto
conocido que el mundo trata ásperamente a la inocencia indefensa?
²² Nadie omite esta cara al construir una imagen de sí mismo, pues
la necesita. ²³ Pero lo que está detrás de ella, no lo
quiere
ver. 24 No obstante, es ahí donde el
aprendizaje del mundo tiene puestas sus miras, pues es ahí donde se
establece la "realidad" del mundo, asegurándose así que el ídolo
perdure.
T31.5
47 25 Tras la cara de
inocencia, hay una lección para cuya enseñanza se hizo el concepto
del yo. 26 Es una lección acerca de un
terrible desplazamiento, y de un miedo tan devastador que la cara
que sonríe por delante del concepto del yo tiene por siempre que
mirar a lo lejos no sea que perciba la traición que éste oculta.
27 Lo que la lección enseña es esto:
"Yo soy lo que tú has hecho de mí y, al mirarme, quedas condenado
por lo que soy". 28 El mundo sonríe con
aprobación ante este concepto del yo, pues garantiza que los
caminos del mundo se mantengan seguros, y que los que caminan por
ellos no puedan escapar.
T31.5
48 29 Ésa es la lección
central que asegura que tu hermano sea condenado eternamente,
30 pues lo que tú eres ahora se ha
vuelto su pecado. ³¹ Para esto no hay perdón
posible. ³² Ya no importa lo que él haga, pues tu dedo acusador
apunta hacia él, sin vacilación y con puntería mortal. ³³ También
apunta hacia ti, pero este hecho se mantiene aún más oculto en la
neblina que se encuentra tras la cara de inocencia. 34 Y, en esas bóvedas ocultas, se conservan todos
sus pecados así como los tuyos, mantenidos en la oscuridad, donde
no se pueden percibir como errores, que la luz3382
seguramente mostraría. 35 No se te
puede culpar por lo que eres, ni tampoco puedes
cambiar
lo que tú yo te hace hacer. 36 Y, a
pesar de que cada uno es el símbolo de sus pecados para el otro, en
silencio y con tenaz insistencia sigues condenando a tu hermano por
la cosa odiosa que tú eres.
T31.5
49 37 Los conceptos se
aprenden. 38 No son naturales3383.
39 No existen fuera del aprendizaje.
40 No te han sido dados y, por
consiguiente, tienen necesariamente que hacerse. 41 Ninguno de ellos es verdadero, y muchos son el
producto de imaginaciones febriles que arden llenas de odio y de
distorsiones nacidas del miedo. 42 ¿Qué
es un concepto sino un pensamiento al que su hacedor da un
significado de su propia cosecha? 43
Los conceptos mantienen vivo al mundo, 44 aunque no se pueden usar para demostrar que el
mundo es real. 45 Pues todos son hechos
en el
mundo, nacen bajo su sombra, crecen amoldándose a su forma de ser
y, finalmente, alcanzan la "madurez" con su pensar. 46 Son conceptos idólatras, coloreados con los
pinceles del mundo, los cuales no pueden pintar ni una sola imagen
que represente la Verdad.
T31.5
50 47 Un concepto del yo no
tiene sentido, pues nadie aquí puede ver realmente para qué sirve y, por
consiguiente, no puede describir lo que realmente es. 48 Además, todo aprendizaje dirigido por el mundo
comienza y finaliza con el solo propósito de que aprendas este
concepto de ti mismo: que decidas acatar las leyes de este mundo y
nunca te aventures más allá de sus sendas, ni te des cuenta
de cómo te ves a ti mismo. 49 Ahora, el
Espíritu Santo tiene que encontrar un modo de ayudarte a comprender
que este concepto del yo tiene que ser deshecho, para que te pueda
llegar alguna paz mental. 50 Además, no se puede desaprender, excepto por
medio de lecciones dirigidas a enseñarte que realmente eres
otra
cosa. 51 Pues, de lo
contrario, se te estaría pidiendo que cambiases lo que ahora crees,
por la pérdida total de tu yo, lo cual te infundiría aún mayor
terror.
T31.5
51 52 Por eso, las lecciones
del Espíritu Santo están programadas en pasos fáciles que —aunque a
veces puede producirse cierta incomodidad y alguna angustia— no
hacen añicos lo aprendido, sino que apenas hacen una retraducción
de lo que parece ser la evidencia a Su favor. 53 Consideremos, pues, qué prueba hay de que seas
lo que tu hermano hizo de ti. 54 Pues,
si bien aún no te has dado cuenta de que eso es lo que piensas,
seguramente ya habrás aprendido a estas alturas que te
comportas como si así fuera. 55 ¿Reacciona él por ti? 56 ¿Acaso sabía él exactamente lo que te iba a
ocurrir? 57 ¿Puede él ver tu futuro y
determinar por adelantado lo que deberías hacer en toda circunstancia?
58 Para poseer tal presciencia de lo
que ha de suceder, él tendría que haber hecho el mundo, y a ti
también.
T31.5 52 59
Que seas lo que tu hermano hizo de ti es bastante improbable.
60 Incluso, si lo hubiese hecho, ¿quién
te dio la cara de inocencia? 61 ¿No
será obra tuya? 62
Entonces, ¿quién es el yo que la hizo? 63 ¿Y quién es el que se engaña con toda tu
bondad, y la ataca de esa manera? 64
Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos simplemente
en esto: lo que tú crees que eres consta de dos partes. 65 Si una de ellas fue generada por tu hermano,
¿quién estaba allí para generar la otra? 66 Y, ¿de quién hay que mantener algo oculto?
67 Incluso si el mundo fuese perverso,
no habría necesidad de ocultar aquello de lo que estás hecho.
68 ¿Quién va a verlo? 69 ¿Y qué, excepto lo que es atacado, podría
necesitar defensa?
T31.5 53 70 Tal vez la razón de que este
concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la
luz, el que pensaría que no es verdad serías tú. 71 ¿Y qué le ocurriría al mundo que ves si todas
sus fundaciones fuesen eliminadas? 72
Tu concepto del mundo depende de este concepto del yo.
73 Y ambos desaparecerían
si se pusiese en duda a cualquiera de ellos. 74 El Espíritu Santo no quiere precipitarte al
pánico. 75 Por consiguiente, sólo
pregunta si puede plantear una simple pregunta.
T31.5 54 76 Hay alternativas con
respecto a lo que debes ser. 77 Por
ejemplo, podrías ser lo que has escogido que tu hermano sea.
78 Esto cambia el concepto del yo de
ser algo completamente pasivo y, por lo menos, allana el camino
para que se pueda tomar una decisión consciente y reconocer —
aunque sea parcialmente— que alguna interacción ha tenido lugar.
79 Se entiende en parte que tú
decidiste por los dos, y que lo que él representa tiene el
significado que tú le diste. 80 Eso también demuestra algunos indicios de
visión con respecto a la ley de la percepción, según la cual lo que
ves refleja el estado mental del que percibe. 81 Pero ¿quién escogió primero? 82 Si eres lo que escogiste que tu hermano fuese,
quiere decir que hubo alternativas entre las cuales escoger, y
alguien tuvo que haber decidido primero cuál escoger, dejando a las
otras de lado.
T31.5
55 83 Si bien este paso
representa un avance, todavía no se aproxima a la cuestión básica.
84 Algo tuvo que haber sucedido
antes
de que surgieran estos conceptos del yo. 85 Y algo tuvo que haber aprendido las enseñanzas
que los originó. 86 Esto no lo puede
explicar ninguno de los dos puntos de vista en cuestión.
87 La ventaja principal de haber pasado
del primer punto de vista al segundo es que, de alguna manera,
participaste en la elección por decisión
propia.
88 Pero esta ganancia se paga por medio
de una pérdida casi igual, pues ahora se te culpa de lo que tu
hermano
es. 89 Y tienes necesariamente que
compartir su culpa, ya que la escogiste
para él
a imagen y semejanza de la tuya propia. 90 Mientras que antes sólo él era el
traidor, ahora tienes que ser condenado conjuntamente con
él.
T31.5 56 91 El concepto del yo ha sido
siempre la gran preocupación del mundo. 92 Y cada persona cree que tiene que encontrar la
solución al enigma de lo que es. 93 A
la salvación se la puede ver simplemente como la escapatoria de todos
los conceptos. 94 No se ocupa en
absoluto del contenido de la mente, sino del sencillo hecho de
que ésta
piensa. 95 Y aquello que
puede pensar puede decidir, y se le puede mostrar cómo
pensamientos diferentes conllevan consecuencias diferentes.
96 Así, puede aprender que
todo lo
que piensa refleja la profunda confusión que siente con respecto a
cómo fue hecho y a qué es. 97 Y el
concepto del yo parece contestar vagamente lo que realmente no
sabe.
T31.5 57 98 No busques tu Yo en símbolos,
99 pues no hay concepto que
pueda representar lo que realmente eres. 100 Lo que importa es que te des cuenta de cuál es
el concepto que aceptas para ti, mientras percibes un yo que
interactúa con el mal, y que reacciona ante cosas malintencionadas.
101 Pues, en todo caso, el concepto que
tienes de ti mismo seguirá estando bastante desprovisto de
significado. 102 Y no percibirás que
sólo puedes relacionarte contigo mismo. 103 Ver un mundo culpable no indica otra cosa sino
que tu aprendizaje ha sido dirigido por el mundo, y que lo miras
tal como te miras a ti mismo. 104 El
concepto del yo abarca todo lo que miras, y nada existe fuera de
esta percepción. 105 Si algo te puede herir
es porque estás viendo una representación de tus deseos secretos.
106 Eso es todo. 107 Y, en cualquier clase de sufrimiento que
padezcas, verás tu propio deseo oculto de matar.
T31.5 58 108 Concebirás muchos conceptos del
yo a medida que progrese tu aprendizaje. 109 Cada uno demostrará los cambios ocurridos en
tus propias relaciones, según haya cambiado la percepción que
tienes de ti mismo. 110 Y cada vez que
tenga lugar un cambio, se producirá en ti cierta confusión, pero
siéntete agradecido de que el aprendizaje del mundo esté aflojando
la dominación que ejercía sobre tu mente. 111 Y ten la seguridad y la felicidad que trae
consigo la confianza de que esa dominación desaparecerá finalmente
por completo y dejará a tu mente en paz. 112 El papel de acusador se presentará en muchos
sitios y de muchas maneras. 113 Y en
cada caso, parecerá acusarte a ti. 114 Pero
no temas, pues el cambio no será deshecho.
T31.5
59 115 El mundo no te puede
enseñar imágenes de ti, a menos que quieras aprender cómo
son. 116 Llegará el momento en que
todas las imágenes habrán desaparecido, y entonces te darás cuenta
de que no sabes quién eres T31.5 60 realmente.
117 Es a esta mente libre de ataduras y
receptiva a la que retorna la Verdad, sin impedimentos ni
limitaciones. 118 Allí donde los
conceptos del yo han sido dejados de lado, la Verdad se revela
exactamente como es. 119 Cuando
cada concepto haya sido puesto en tela de juicio y cuestionado, y
se haya reconocido que en su concepción no hubo ninguna
suposición que pueda resistir a la luz, entonces, la Verdad quedará
libre para entrar a Su santuario, ya limpio y libre de toda
culpa.
T31.5 60 120 No
hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:
121 No sé lo que soy, por
consiguiente, no sé lo que estoy haciendo, dónde me
encuentro, ni cómo debo mirar al mundo, o a mí mismo.
T31.5
61 122 No obstante, con este
aprendizaje nace la salvación. 123 Y lo
que tú realmente eres, te hablará de Sí Mismo.
T31.6 RECONOCER
AL ESPÍRITU
T31.6 62 1 O ves la carne o reconoces
el3384
Espíritu3385.
² En esto no hay término medio. ³ Si uno de ellos es real, el otro
tiene que ser falso, pues lo que es real niega a su opuesto.
4 La visión no ofrece más opción que
ésta. 5 Lo que decides al respecto
determina que todo lo que ves y piensas sea real, y que
lo consideres como verdadero. 6 De esta
única decisión depende todo tu mundo, pues mediante ella has
establecido lo que crees que eres: carne o Espíritu. 7 Si decides que eres carne, jamás escaparás del
cuerpo como tu propia realidad, pues has decidido que eso es lo que
quieres
que sea. 8 Pero si te decides por el
Espíritu, todo el Cielo se inclinará para tocar tus ojos y bendecir
tu santa visión, a fin de que no veas más el mundo de la carne,
salvo para curar, consolar y bendecir.
T31.6
63 9 La salvación es un
deshacer. 10 Si decides ver el cuerpo,
verás un mundo de separación, de cosas inconexas y de sucesos que
realmente no tienen ningún sentido. ¹¹ Alguien aparece y luego
desaparece al morir; otro es condenado al sufrimiento y a la
pérdida. ¹² Y nadie es exactamente como era un instante antes ni
será el mismo ahora, un instante después. ¹³ ¿Quién podría tener
confianza donde se ve que hay tanto cambio?, y ¿qué credibilidad
puede tener el que no es más que polvo? 14 La salvación es el proceso que deshace todo
esto. 15 Y la constancia nace en la
mirada de los ojos cuya salvación ha liberado de tener que mirar al
costo que supone conservar la culpa porque, en lugar de eso,
decidieron dejarla a un lado.
T31.6
64 16 La salvación no te
pide que mires al reflejo del Espíritu y no percibas al cuerpo.
17 Simplemente te pide que ésa debería
ser tu decisión. 18
Pues tú
puedes ver al cuerpo sin ayuda, pero lo que no comprendes es
cómo se mira a un mundo separado de él. 19 Es tu mundo el que deshacerá la salvación,
dejándote ver así otro mundo que
tus
ojos nunca habrían podido encontrar. 20
No te preocupes por saber cómo esto podría ser posible. ²¹ Ni
siquiera comprendes cómo lo que ves apareció ante tu mirada. ²² Pues, si
lo hubieses comprendido, ya no existiría. ²³ El velo de la
ignorancia está corrido sobre lo bueno y lo malo, y se tiene que
traspasar para que ambos desaparezcan a fin de que la percepción no
encuentre ningún lugar donde ocultarse. 24 ¿Cómo se hace esto? 25 No se hace en absoluto. 26 Pues, ¿qué podría quedar aún por hacer en el Universo
Que Dios creó?
T31.6
65 27 Sólo la arrogancia
podría hacerte pensar que tienes que allanar el camino que conduce
al Cielo. 28 Se te están proporcionando los
medios para que puedas ver el mundo que reemplazará al que hiciste.
29 ¡Hágase Tu
Voluntad! 30
Eso es por siempre verdad tanto en el Cielo como en la tierra, ³¹
no importando dónde creas estar o lo que creas que la Verdad sobre
ti mismo debe ser realmente. ³² No importa lo que mires ni lo que
decidas sentir, pensar o desear. ³³ Pues Dios Mismo ha dicho:
"Hágase Tu
Voluntad". 34 Y, en
consecuencia, realmente se hace en ti.
T31.6
66 35 Tú, que crees que
puedes decidir ver al Hijo de Dios como quieres que sea para ti, no
olvides que ningún concepto de ti mismo puede oponerse a la
Verdad de lo que realmente eres. 36
Deshacer la Verdad sería imposible. 37
Pero cambiar los conceptos no es difícil. 38 Una visión única — que se vea claramente y
que no se ajuste a la imagen que antes se percibía— cambiará el
mundo para los ojos que están aprendiendo a ver, porque el concepto del yo habrá
cambiado. 39
¿Eres
invulnerable? 40 Entonces verás el
mundo como un lugar inofensivo. 41
¿Perdonas? 42
Entonces el mundo perdonará, pues has perdonado sus ofensas, de
modo que te mirará con ojos que ven como los tuyos. 43 ¿Eres un cuerpo? 44 Entonces percibirás al mundo entero como
traicionero y dispuesto a matar.
T31.6
67 45 ¿Eres realmente un
Espíritu, inmortal y sin la promesa de corrupción ni mancha alguna
de pecado sobre ti? 46 Entonces verás
el mundo como un lugar estable, plenamente digno de tu confianza;
un lugar feliz donde descansar por un tiempo, donde no hay nada que
temer, sino sólo amar. 47 ¿A quién no
le dan la bienvenida los buenos de corazón? 48 ¿Y qué podría herir a los que son
verdaderamente inocentes? 49 ¡Hágase tu
voluntad, santo pequeño Hijo de Dios! 50 No importa que creas estar en la tierra o en el
Cielo. 51 Lo que tu Padre quiere para
ti jamás ha de cambiar. 52 La Verdad en
ti permanece tan radiante como una estrella, tan pura como la luz,
tan inocente como el Mismo Amor. 53 Y
tú eres
realmente digno de que se haga Tu Voluntad.
T31.7 LA VISIÓN
DEL QUE SALVA
T31.7
68 1 Aprender es cambiar. ²
La salvación no trata de usar medios que son todavía tan ajenos a
tu modo de pensar como para serte útiles, ni de hacer cambios que
no podrías reconocer. ³ Los conceptos seguirán siendo necesarios
mientras perdure la percepción, y cambiar conceptos
es
justamente la tarea de la salvación. 4
Pues tiene que valerse de contrastes, no de la Verdad, la Cual no
tiene opuestos ni puede cambiar. 5 De
acuerdo con los conceptos de este mundo, los "malos" son culpables
y los "buenos" inocentes. 6 Y no hay
nadie aquí que no tenga un concepto de sí mismo que cuente con lo
"bueno" para que le perdone lo "malo". 7 Pero tampoco confía en lo "bueno" de nadie, pues
cree que lo "malo" tiene necesariamente que estar acechando.
8 Este concepto pone énfasis en la
traición y, por consiguiente, confiar se vuelve imposible;
9 y, además, no podrá cambiar mientras
percibas que hay algo "malo" en ti.
T31.7
69 10 No podrás
reconocer tus "malos" pensamientos
mientras valores el ataque. ¹¹ Puede que algunas veces
los
percibas, pero sin darte cuenta de que realmente
no
significan nada3386. ¹² Y así, se presentan en formas
temibles, ocultando todavía su contenido a fin de quebrantar el
pobre concepto que tienes de ti mismo y ennegrecerlo con algún otro
"delito" adicional. ¹³ No puedes decretarte tú mismo inocente, pues
estás demasiado confundido con respecto a ti mismo. 14 Pero si un solo hermano se presenta ante tu mirada
como completamente digno de perdón, entonces el concepto que tienes
de ti mismo cambiaría completamente así: 15 Tus "malos" pensamientos quedarían
perdonados con los suyos, al no haber permitido que ninguno de
ellos te afectara; 16 abandonarías tu empeño en querer ser el símbolo
de su maldad y culpa; 17 y, al
depositar tu confianza en lo que hay de "bueno" en él, la
depositarías en lo que es "bueno" en ti.
T31.7
70 18 Desde un punto de
vista conceptual, ésa es la manera de ver a tu hermano como algo
más que
un cuerpo, pues el cuerpo nunca parece ser "bueno". 19 Los actos del cuerpo se perciben como
provenientes de lo más "bajo" que hay en ti, y, por ende, de lo más
"bajo" que hay en tu hermano. 20 Al
concentrarte en lo que es "bueno" en él, percibirás cada vez menos
su cuerpo que, a la larga, verás apenas como una sombra que
circunda lo "bueno". ²¹ Y éste será el concepto que tendrás de
ti
mismo, cuando hayas llegado al mundo que se encuentra
más allá de lo que ves solamente con tus ojos. ²² Pues no podrás
interpretar nada de lo que veas sin la Ayuda3387
que Dios te dio. ²³ Y en Su mirada3388
ciertamente yace otro mundo.
T31.7 71 24
Vives en ese mundo tanto como en éste, 25 pues los dos son conceptos de ti mismo que se
pueden intercambiar, pero que jamás pueden tenerse juntos.
26 El contraste entre ellos es mucho
mayor de lo que piensas, pues amarás ese otro concepto de ti mismo,
porque no se hizo
solamente para ti. 27
Aunque nació como un presente para alguien a quien no percibías como tú
mismo, te ha sido dado a ti. 28 Pues el
perdón que le habías ofrecido, ahora ha sido aceptado para
los
dos.
T31.7
72 29 Ten fe en aquel que
camina a tu lado, para que tu temeroso concepto de ti mismo pueda
cambiar. 30 Y mira lo "bueno" que hay
en él, para que no te asusten tus "malos" pensamientos, porque no
pueden oscurecer la manera en que ahora lo ves. ³¹ Y todo lo que
este cambio feliz requiere es que estés dispuesto a que tenga
lugar. ³² No se te pide nada más. ³³ Para ayudar a que este cambio
se produzca, recuerda lo que el concepto que ahora tienes de ti
mismo te ha aportado en su huella, y da la bienvenida al grato
contraste que te es ofrecido. 34
Extiende tu mano para que puedas recibir el presente de afable
perdón que ofreces a uno que tiene tanta necesidad de perdón como
tú. 35 Y deja que el cruel concepto que
tienes de ti mismo quede reemplazado por otro que traiga la paz de
Dios.
T31.7
73 36 El concepto
que3389 ahora
tienes de ti mismo quiere garantizar que tu función aquí quede por
siempre incumplida y sin terminar. 37 Y
así, te condena a un amargo sentido de profunda depresión y
futilidad. 38 No obstante, este
concepto no tiene por qué ser fijo e inalterable, a menos que
decidas que no hay esperanzas de que pueda cambiar, y lo mantengas
estático y oculto en tu mente. 39
Entrégaselo más bien a Aquel3390
Que entiende cuáles son los cambios que hay que hacer a ese
concepto para que pueda ser útil a la función que se te dio para
que te traiga paz de modo que, al dársela a otros, la tengas para
ti. 40 Las alternativas están en tu
mente para que las utilices, y tú puedes verte a ti
mismo de otra manera. 41 ¿No
preferirías verte a ti mismo como alguien que es necesario para la
salvación del mundo, en vez de como un enemigo de ella?
T31.7 74 42 El concepto del yo3391 se
alza como un escudo, una silenciosa barricada ante la Verdad, que
la oculta de tu vista. 43 Todas las
cosas que ves son imágenes, porque las miras a través de una
barrera que te empaña la vista y deforma tu visión, de manera que
no ves nada con claridad. 44 La
luz3392 está ausente de todo lo que ves.
45 Como máximo, vislumbras una sombra
de lo que se encuentra más allá. 46
Como mínimo, ves simplemente la oscuridad y percibes las
imaginaciones aterradoras provenientes de pensamientos de culpa y
de conceptos nacidos del miedo. 47 Y lo
que ves es el infierno, pues el miedo es el infierno.
48 Frente a esto, para liberarte se te
da todo esto: la vista3393, la visión3394
y el Guía interno3395,
todos los cuales te sacarán del infierno con los que amas a tu
lado, y el universo3396
con ellos.
T31.7
75 49 ¡Fíjate en el papel
que se te ha encomendado en el universo! 50 A cada parte que es reflejo aquí de la
verdadera Creación, el Señor del Amor y de la Vida le ha
encomendado la salvación de todos del sufrimiento del infierno.
51 Y a cada uno, le ha concedido la
gracia de ser el salvador de los santos hermanos que le fueron
especialmente confiados. 52 Y cada uno
se va a dar cuenta de esto cuando por primera vez mira a
un
hermano tal como se mira a sí mismo, y se ve a sí mismo en el
espejo que refleja a ese hermano. 53
Así es como deja de lado el concepto que tiene de sí mismo, pues ahora
nada se interpone entre su vista y lo que mira para juzgar
lo que tiene en frente. 54 Y en esta
única visión, ve la faz de Cristo y se da cuenta de que está
mirando a todos tal como mira a Éste. 55 Pues ahora hay luz donde antes había oscuridad,
y el velo que cubría su vista ha sido descorrido.
T31.7
76 56 El velo que cubre la
faz de Cristo, el miedo a Dios y a la salvación, así como el amor a
la culpa y a la muerte, no son sino diferentes nombres para
un
mismo error, a saber: que hay un espacio entre tu hermano y tú, que
los mantiene separados debido a una ilusión de ti mismo que
mantiene a él separado de ti, y a ti, alejado de él. 57 La espada del juicio3397 es el arma que entregas a la ilusión de
ti mismo, para que pueda luchar e impedir que el Amor llene el
espacio que mantiene a tu hermano separado de ti. 58 No obstante, cuando empuñas esa espada3398,
necesariamente te percibes a ti mismo como un
cuerpo, pues te has obligado a no ver a aquél que sostiene el
espejo que refleja otra vista, la de lo que realmente
Él3399 es, y,
por ende, de lo que Tú3400
tienes necesariamente que ser.
T31.7
77 59 ¿Qué es la tentación sino el deseo de permanecer
en el infierno y en el sufrimiento? 60
¿Y a qué puede dar lugar esto, sino a una imagen de ti que puede ser miserable y
que permanece en el infierno y el tormento? 61 El que ha aprendido a no ver a su hermano
de esta manera, se ha salvado a sí mismo y, por tanto,
se ha
convertido en un salvador para todos los demás. 62 A cada uno, Dios le ha encomendado a todos,
porque un salvador parcial sería uno que sólo se habría
salvado parcialmente. 63 Los santos
hermanos que Dios te ha encomendado que salves son los siguientes:
todos los que te encuentras o a los que miras sin saber quiénes
son; los que viste por un instante y luego olvidaste; los que
conociste hace mucho; los que conocerás algún día; los que has
olvidado; y los que aún no han nacido. 64 Pues Dios te ha dado a Su Hijo para que lo
salves de todos los conceptos que alguna vez sostuvo.
T31.7
78 65 Pero mientras quieras
permanecer en el infierno, ¿cómo vas a poder convertirte en
el salvador del Hijo de Dios? 66 ¿Cómo
vas a concienciar su santidad mientras lo veas separado de la tuya?
67 Pues la santidad se ve a través de
los santos ojos que ven la inocencia internamente, y por eso
esperan
verla en todas partes. 68 De esta
manera, la buscan en todo aquel que miran, para que pueda ser lo
que ellos esperan de él. 69 La visión
del salvador es ésta: ve su propia inocencia en todo lo que mira, y
ve su propia salvación en todas partes. 70 No tiene un concepto de sí mismo que se
interponga entre sus ojos tranquilos y abiertos y lo que ve.
71 Lleva la luz3401 a todo lo que mira, para así poderlo ver
como realmente es.
T31.7
79 72 Sea cual sea la forma
en que la tentación parezca manifestarse, siempre reflejará tu
deseo de ser el yo que realmente no eres. 73 Y de ese deseo surge un concepto que te
enseña que sí eres lo que deseas ser. 74 Y ése será el concepto que mantendrás de ti
mismo hasta que dejes de atribuirle valor al deseo que lo engendró.
75 Pero, mientras lo estimes, verás a
tu hermano semejante al yo cuya imagen de ti engendró el deseo.
76 Pues lo que estás viendo es tan sólo
la representación de un deseo, ya que no tiene el poder de
crear. 77 No obstante, se puede mirar
con Amor o con odio, dependiendo sólo de la sencilla decisión de, o
bien unirte a lo que ves, o mantenerte apartado
y separado de ello.
T31.7 80
78 La visión del salvador es tan inocente de lo que es tu
hermano, como está libre de cualquier juicio que hayas hecho sobre
ti mismo. 79 No ve el pasado en nadie
en absoluto. 80 Y así, sirve a una
mente completamente receptiva, despejada de antiguos conceptos y
dispuesta a mirar sólo lo que hay en el presente.
81 No puede juzgar porque realmente no
sabe nada. 82 Y al haber reconocido esto,
simplemente pregunta "¿Cuál es el significado de lo que estoy
mirando?" 83 Entonces la respuesta le
es dada. 84 Y la puerta se abre para
que la faz de Cristo resplandezca sobre el que pide con inocencia,
ver más
allá del velo de viejas ideas y antiguos conceptos,
mantenidos con estima durante tanto tiempo, que estuvieron
ocultando la visión de Cristo en ti.
T31.7
81 85 Así, pues, mantente
alerta contra la tentación, recordando que no es sino un deseo,
demente y sin sentido, de convertirte en algo que realmente no
eres. 86 Y piensa también en lo que en
cambio quisieras ser. 87 Pues aquello
que realmente no eres, es cosa de locura, dolor y muerte; de
traición y de profunda desesperación, así como de sueños fallidos y
de haber perdido toda esperanza, salvo la de morir, para así poner
fin al sueño de miedo. 88
Eso es
la tentación; nada más que eso. 89 ¿Es que es tan difícil decidir
en
contra de ella? 90
Examina lo que es la tentación y recapacita sobre cuáles
son las opciones entre las que escoges. 91 Pues sólo hay dos. 92 No
te dejes engañar por las muchas que aparentan ser. 93 Estas opciones son el infierno o el Cielo y, de
éstas, sólo puedes escoger realmente una.
T31.7
82 94 No dejes que la luz
del mundo que te fue dada, se le oculte al mundo. 95 Éste necesita la luz, pues ciertamente se
encuentra en la oscuridad, y los hombres se desesperan porque,
habiendo negado la visión del salvador, lo que ven es la muerte.
96 Su salvador se encuentra ahí, sin
que él mismo ni los demás lo sepan, mirándolos con los ojos
cerrados. 97 Y ellos no podrán ver
hasta que él los mire con ojos que realmente ven, y les ofrezca el
perdón conjuntamente con el de él. 98
¿Podrías tú —a quien Dios exhorta: "¡Libera a mi Hijo!"— caer en la
tentación de no escuchar, una vez que te hayas dado
cuenta de que la liberación que pide es la tuya? 99 ¿Es que acaso hay otra cosa que
este Curso quiera enseñar? 100 ¿O acaso otra cosa que tú quieras aprender?
T31.8 DECIDE UNA
VEZ MÁS
T31.8
83 1 La tentación3402
tiene una
sola lección que quiere enseñar, y la enseña en
todas
sus formas, dondequiera que se le presenta la ocasión.
² Quiere persuadir al Hijo de Dios3403
de que es un cuerpo, nacido dentro de lo que tiene necesariamente
que morir, incapaz de librarse de su fragilidad, y constreñido por
lo que su cuerpo le ordena sentir. ³ El cuerpo fija los límites de
lo que el Hijo de Dios puede hacer: su poder3404
es la única fuerza con la que cuenta; y su entendimiento3405
no puede exceder el reducido alcance del cuerpo3406.
T31.8
84 4 ¿Querrías tú
seguir
siendo eso, si Cristo3407
se te apareciese3408
en toda Su gloria, pidiéndote solamente lo que sigue:
T31.8
86 7 ¿Sabes cómo
escoger3414?
8 ¡Eso es fácil de explicar!
9 Siempre escoges tu debilidad3415
o la fuerza de Cristo3416
en ti. 10 Y lo que escoges3417
es lo que crees que es real. ¹¹ Simplemente, con nunca usar la
debilidad para guiar tus actos, dejarás de darle poder. ¹² Y
entonces habrás puesto a la Luz de Cristo en ti3418,
a cargo de todo lo que hagas. ¹³ Pues habrás llevado tu debilidad
ante Él3419
y Él3420
te habrá dado a cambio Su fuerza3421.
T31.8
87 14 Las pruebas por las que pasas no son otra
cosa que las lecciones que no lograste aprender, que se te
presentan nuevamente a fin de que donde antes tomaste una decisión
equivocada, ahora puedas hacer una mejor y, así, escapar del dolor
que te ocasionó lo que habías decidido previamente. 15 En toda dificultad, disgusto o confusión [que
se te presente], Cristo te va a llamar y te va a decir
cariñosamente: "Hermano mío, decide una vez más". 16 Él no dejará de curar ninguna fuente de dolor,
ni dejará ninguna imagen que pueda ocultar la Verdad. 17 [Él quiere liberarlos de toda miseria, a
ustedes3422,
a quienes Dios creó altares a la alegría]. 18 No los dejará desconsolados ni solos, en medio
de pesadillas infernales, sino que quiere liberar sus mentes de
todo lo que les impide ver Su faz. 19
Su santidad3423
es la de ustedes, porque Él es el único poder3424
que es real en ustedes. 20 Su fuerza es
de ustedes, porque Él es el Yo Que Dios creó como Su único Hijo.
T31.8
88 21 Las imágenes que haces
no
pueden prevalecer contra lo que Dios Mismo quiere que seas. ²² Por
tanto, nunca tengas miedo de la tentación, y reconócela tal como
es: una oportunidad más para volver a decidir y dejar que la fuerza
de Cristo impere en toda circunstancia y lugar donde antes habías
erigido una imagen de ti. ²³ Pues lo que parece ocultar la faz de
Cristo3425 es
impotente ante Su majestad, y desaparece ante Su santa mirada.
24 Los salvadores del mundo —que ven
tal como Él ve— son sencillamente los que escogen la fuerza de
Cristo en lugar de su propia debilidad, a la que ven separada de Él.
25 Ellos redimirán al mundo, pues están
unidos en todo el poder de la Voluntad de Dios. 26 Y lo que ellos quieren es únicamente lo que Él
quiere.
T31.8 [89-90] 27
Aprende, pues, el feliz hábito de reaccionar ante toda tentación de
percibirte como débil y afligido con estas palabras:
28 Realmente, soy Tal como Dios Me
creó.
29 Su Hijo no puede sufrir. 30 Y Yo3426
soy Su Hijo.
T31.8 91
31 Así se invita a la fuerza de Cristo a que
prevalezca, reemplazando todas tus debilidades con la fuerza que
proviene de Dios, la cual nunca falla. ³² Y así los
milagros3388 se vuelven para ti tan
naturales como parecían serlo el miedo y la angustia,
antes de que te decidieses por la santidad. ³³ Pues con esa decisión
eliminaste las falsas distinciones y dejaste de lado las
alternativas ilusorias, no quedando así nada que interfiera con la
Verdad.
T31.8
92 34 Eres realmente tal
como Dios Te creó, al igual que toda cosa viviente que
mires3427, independientemente de las imágenes que
veas3428. 35 Lo que
ves3429 como
enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento, y pérdida, no es sino la
tentación de verte a ti mismo indefenso y en el infierno.
36 No sucumbas ante esto, y verás3430
cómo todo dolor —en cada forma en que se
presente y en cualquier sitio donde ocurra— desaparece
como neblina que se disipa ante el sol. 37 Un milagro ha venido a curar al Hijo de Dios, y
a cerrar la puerta3431 a
sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación
y liberación3432. 38 Decide
una vez más lo que quieres que él3433 sea, recordando que toda decisión que
tomes establecerá tu propia identidad tal como la veas y creas que
realmente es.
T31.8
93 39 No me niegues el
pequeño presente que te pido cuando, a cambio de él, pongo a tus
pies la paz de Dios y el poder para llevar esa paz a cada uno de
los que deambulan por el mundo inseguros, solos y presos del miedo
todo el tiempo. 40 Pues te ha sido dado
unirte
a él y, por medio del Cristo en ti, apartar el velo que cubre sus
ojos y permitirle que mire al Cristo en él. 41 Hermanos míos en la salvación, no dejen de oír
mi voz ni de escuchar mis palabras. 42
No pido nada, excepto la propia liberación de ustedes. 43 El infierno no tiene cabida en un mundo cuya
hermosura puede todavía llegar a ser tan deslumbrante y abarcadora
que sólo un paso la separa del Cielo. 44 A sus ojos cansados traigo una visión de un
mundo diferente, tan nuevo, depurado y fresco que olvidarán todo el
dolor y miseria que antes veían. 45
Pero esta visión es una que tienen que compartir con todo el
que vean pues, de lo contrario, no la podrán ver. 46 Dar este presente es la manera de hacerlo
de ustedes. 47 Y Dios, con amorosa
bondad, ordenó que fuese para ustedes.
T31.8
94 48 ¡Alegrémonos de poder
caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir
nuevas situaciones en las que se puede reconocer una vez más el don
de Dios como nuestro! 49 Así
desaparecerán todos los vestigios del infierno, los "pecados"
secretos y los odios ocultos. 50 Y toda
la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestra mirada cual
jardines celestiales, que nos elevarán muy por encima de los
tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que Cristo
apareciese. 51 Hermanos míos,
escúchenme, escúchenme y únanse a mí. 52 Dios ha determinado que yo no los pueda llamar
en vano, y en Su certeza, descanso contento. 53 Pues ustedes me oirán, y
decidirán una vez más. 54 Y al tomar esa decisión, todo el mundo quedará
liberado.
T31.8
95 55 Padre,
gracias Te doy por
estas santas personas que son mis hermanos y también Tus Hijos.
56 Mi fe en ellos es La
Tuya.
57 Estoy tan seguro de que vendrán a mí
como lo estás Tú por lo
que realmente
son y serán
eternamente.
58 Aceptarán el presente que les
ofrezco,
porque Tú me lo diste
para ellos.
59 Y así como yo quiero hacer
únicamente Tu santa
Voluntad, ésa
también será la
decisión que tomarán.
60 Te doy gracias en su nombre.
61 El canto de la salvación resonará por el mundo con cada decisión que tomen.
62 Pues compartimos un mismo propósito, y el fin
del infierno está cerca.
63 En alegre bienvenida, mi mano se
extiende
a todo hermano que
quiera unirse a mí en dejar atrás la tentación,
y mire con firme
determinación hacia la luz que brilla más allá con perfecta
constancia.
64 Padre, dame los míos, pues Te pertenecen.65 ¿Acaso podrías dejar de hacer lo que no es sino Tu Voluntad?66 Gracias Te doy por lo que mis hermanos son realmente.67 Y a medida que cada uno decida unirse a mí, el canto de gratitud
que se extiende desde
la tierra hasta el Cielo pasará de ser unas mínimas notas sueltas,
a convertirse en un coro que incluya a todos los de un mundo
redimido del infierno, y que Te da gracias.
68 Y ahora decimos "Amén".
69 Pues Cristo ha venido a morar al lugar que—en la calma de la Eternidad— Tú estableciste para Él antes de que el tiempo existiera.70 El viaje llega a su fin, terminando donde empezó.71 No queda ni rastro de él.72 Ya no se otorga fe a ninguna ilusión, ni queda una sola mancha de oscuridad que oculte la faz de Cristo a nadie.73 Se hace Tu Voluntad, completa y perfectamente, y toda la creación Te reconoce y sabe que eres la única Fuente que tiene.74 La Luz, clara como Tú, irradia desde todo Lo que vive y se mueve en Ti.75 Pues hemos llegado Allí donde Todos somos Uno, y estamos en Casa,Que es donde Tú quieres que estemos.