CAPÍTULO 31

 

T31 LA SENCILLEZ DE LA SALVACIÓN
T31.1 INTRODUCCIÓN

 

T31.1 1 1 ¡Qué sencilla es la salvación3357! ² Tan sólo afirma que lo que realmente nunca fue verdad tampoco es verdad ahora ni lo será nunca. ³ Lo imposible no ha ocurrido, ni puede tener efectos reales. 4 Eso es todo. 5 ¿Por qué tiene que ser esto tan difícil de aprender por cualquiera que quiere que sea verdad? 6 Lo único que hace que una lección tan fácil resulte difícil, es no estar dispuesto a aprenderla. 7 ¿Tan difícil es reconocer que lo falso no puede ser verdad, y que lo que es verdad no puede ser falso? 8 Ya no pueden decir que no perciben ninguna diferencia entre lo falso y lo verdadero. 9 Se les ha dicho exactamente cómo distinguir lo uno de lo otro, y lo que tienen que hacer si se llegan a confundir. 10 Entonces, ¿por qué persisten en no querer aprender cosas tan sencillas como éstas?
T31.1 2 11 Hay una razón, ¹² pero no la confundan con la dificultad en las cosas sencillas que la salvación les pide que aprendan; ¹³ pues la salvación sólo enseña lo que es muy obvio. 14 Sencillamente, les lleva a partir de lo que parece ser una lección a la siguiente, en pasos fáciles que les conducen tranquilamente de una a otra, sin ninguna tensión. 15 Esto no debería ser confuso, no obstante, están confundidos, 16 porque, por algún motivo, creen que es más fácil aprender y comprender lo que en realidad es totalmente confuso. 17 Lo que se han enseñado a sí mismos3358 constituye una hazaña de aprendizaje tan gigantesca, que ciertamente es increíble. 18 Pero lo lograron, porque eso es lo que querían hacer, y no se detuvieron a juzgar con diligencia si este aprendizaje iba a ser difícil de aprender o demasiado complejo de captar.
T31.1 3 19 Nadie que entienda lo que aprendieron, el esmero que pusieron al hacerlo, y los sacrificios que realizaron practicando y repitiendo las lecciones en toda forma concebible una y otra vez, podría alguna vez dudar del poder de la facultad de ustedes para aprender. 20 No existe poder más grande en el mundo. ²¹ Así se hizo el mundo, y aun ahora, no depende de nada más. ²² Las lecciones que se enseñaron a sí mismos han sido tan sobreaprendidas y han arraigado tanto en ustedes, que se alzan como pesadas cortinas para poner en penumbra lo sencillo y lo obvio. ²³ No digan que no pueden aprender las lecciones de este Curso, 24 pues el poder de ustedes para aprender ha sido lo bastante fuerte como para enseñarles que su verdadera voluntad no es de ustedes, que sus verdaderos pensamientos no son de ustedes, e incluso, que ustedes son otros.
T31.1 4 25 ¿Quién podría afirmar que lecciones como éstas son fáciles de aprender? 26 No obstante, ustedes aprendieron mucho más. 27 Por muy difícil que fuera, siguieron dando cada paso sin quejarse, hasta construir un mundo que se ajustara a ustedes. 28 Y cada lección que hace al mundo, proviene del primer logro del aprendizaje de ustedes: una enormidad tan grande que, ante su magnitud, la Voz del Espíritu Santo parece débil e inaudible. 29 El mundo comenzó con una extraña lección, que fue lo suficientemente poderosa como para relegar a Dios al olvido y convertir a Su Hijo en un extraño para sí mismo, exiliado del Hogar3359 donde Dios Mismo Lo había establecido. 30 Ustedes3360, que se enseñaron a ustedes mismos que el Hijo de Dios es culpable, no digan que no pueden aprender las sencillas lecciones que les enseña la salvación.
T31.1 5 31 Aprender es una facultad que ustedes hicieron y que se dieron a ustedes mismos. ³² No la hicieron para hacer la Voluntad de Dios, sino para apoyar el deseo de que es posible oponerse a Ella, y que una voluntad separada de Ella fuese incluso más real que Ella. ³³ Esto es lo que ese aprendizaje intentó demostrar, de modo que aprendieron lo que ustedes quisieron enseñar. 34 Ahora ese antiguo sobreaprendizaje de ustedes se planta implacable ante la Voz3361 de la Verdad y les enseña que Sus lecciones no son verdad y, además, demasiado difíciles de aprender; demasiado difíciles de comprender, y demasiado opuestas a lo que realmente es verdad3362. 35 No obstante, las van a aprender, pues aprenderlas es el único propósito para la facultad de aprender de ustedes que el Espíritu Santo ve en todo el mundo. 36 Sus sencillas lecciones sobre el perdón poseen un poder más fuerte que el de ustedes, pues vienen de Dios y desde el Yo de ustedes a ustedes.
T31.1 6 37 ¿Acaso ésta vocecita es tan débil y aquietada que no puede elevarse por encima del ruido sin sentido que trae sonidos que no significan nada? 38 Dios no quiso que Su Hijo Lo olvidara. 39 Y el poder de Su Voluntad reside en la Voz Que habla por Él. 40 ¿Qué lección vas a aprender? 41 ¿Qué desenlace es inevitable, tan seguro como Dios, y más allá de cualquier duda y cuestionamiento? 42 ¿Acaso podrá tu insignificante aprendizaje —extraño en sus resultados e increíblemente difícil de aprender— oponerse a las sencillas lecciones que te han sido enseñadas cada momento de cada día, desde que se inició el tiempo y se constituyó el aprendizaje?
T31.1 7 43 Las lecciones por aprender son solamente dos. 44 Cada una de ellas produce resultados en un mundo diferente al de la otra. 45 Y, con toda seguridad, cada uno de estos mundos sigue los dictados de su fuente. 46 El resultado inevitable de la lección que enseña que el Hijo de Dios es culpable, es el mundo que ves. 47 Es un mundo de terror y desesperación. 48 No hay en él la más mínima esperanza de hallar felicidad. 49 No puedes hacer ningún plan para tu seguridad que pueda tener éxito. 50 En él, no hay alegría que buscar, ni esperanza de encontrarla. 51 Pero éste no es el único resultado de tu aprendizaje. 52 Por mucho que hayas sobreaprendido la tarea que escogiste, la lección que refleja el Amor de Dios sigue siendo la más fuerte. 53 Y por medio de ella, aprenderás que el Hijo de Dios es inocente, y verás otro mundo.
T31.1 8 54 El resultado de la lección que afirma que el Hijo de Dios es inocente, es un mundo sin miedo, y todo está iluminado por la esperanza y brilla, cálido y amistoso. 55 No hay nada en él que no te invite amablemente a ser tú amigo y a que le permitas unirse a ti. 56 Y nunca deja de atenderse una petición de ayuda, ni se malinterpreta, o se deja de contestar en el mismo lenguaje con el que se pidió. 57 Y comprenderás que esta petición de ayuda era la que todos y todo en el mundo siempre habían realmente hecho, pero que no habías percibido como tal. 58 Y ahora te das cuenta de que estabas equivocado. 59 Te habías dejado engañar por las formas que ocultaban esa petición de ayuda. 60 Por consiguiente, no la oíste perdiendo así un amigo que siempre quiso ser parte de ti. 61 El afable y eterno llamamiento que cada parte de la Creación de Dios hace a lo que está unido en un todo, se oye por todo el mundo al que esta segunda lección da lugar.
T31.1 9 62 No hay ninguna cosa viviente3363 que no comparta la voluntad universal de completarse y de que tú no dejes realmente de contestar su llamada. 63 Sin tu respuesta, esta cosa no va a tener vida, de la misma manera en que se va a salvar de morir cuando hayas oído su llamada como la antigua llamada a la Vida3364, y hayas comprendido que no es otra que la tuya. 64 El Cristo en ti recuerda a Dios con la misma certeza con la que Dios conoce Su Propio Amor. 65 Pero sólo si Su Hijo es inocente puede Dios ser Amor. 66 Pues ciertamente habría que temer a Dios, si aquel a quien Él creó inocente pudiera ser esclavo de la culpa. 67 El Hijo perfecto de Dios recuerda su Creación. 68 Pero, por estar en la culpa, ha olvidado lo que él realmente es.
T31.1 10 69 Tan seguro es que el miedo a Dios resulta de la lección que afirma que Su Hijo es culpable, como que el Amor de Dios debe ser recordado cuando él se da cuenta de que realmente es inocente. 70 Pues el odio tiene que engendrar al miedo y éste, mirar a su padre tal como se ve a sí mismo. 71 ¡Qué equivocado estás al desatender la petición de ayuda que resuena más allá de cada aparente pedido de muerte, que canta detrás de cada ataque asesino y que aboga por que el Amor restaure al mundo moribundo! 72 Tú no comprendes Quién es El que te llama tras cada forma que adopta el odio, o tras cada grito de guerra. 73 Pero Lo reconocerás cuando Le contestes en el mismo lenguaje con el que Él realmente te llama3365. 74 Aparecerá cuando Le hayas contestado, y por Él sabrás que Dios es Amor.
T31.1 11 75 ¿Qué es la tentación, sino el deseo de tomar una decisión equivocada con respecto a lo que quieres aprender, y obtener un resultado que realmente no quieres? 76 Reconocer que éste es un estado mental indeseable se convierte en el medio por el que se vuelve a examinar la decisión, viéndose entonces que hay otro resultado más deseable. 77 Te estás engañando si crees que lo que quieres es el desastre, la desunión y el dolor. 78 No prestes oídos a esta llamada en ti. 79 Por el contrario, escucha más bien otra llamada más profunda que esa, que te exhorta a la paz y a la alegría. 80 Y el mundo entero te las dará. 81 Pues a lo que oigas es a lo que responderás. 82 Y, ¡fíjate!, 83 tu respuesta será la prueba de lo que has aprendido, 84 y su resultado, el mundo que ves.
T31.1 12 85 Aquietémonos un instante y olvidémonos de todas las cosas que alguna vez aprendimos, de todos los pensamientos que tuvimos, y de todas nuestras ideas preconcebidas acerca de lo que las cosas significan y de cuál es su propósito. 86 Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del mundo, 87 pues no sabemos realmente cuál es. 88 Dejemos que toda imagen que tengamos sobre cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y desaparezca. 89 Sé inocente de todo juicio, no prestes atención a ningún pensamiento, bueno o malo, que alguna vez haya cruzado tu mente con respecto a alguien. 90 Ahora no lo conoces realmente, 91 pero eres libre para aprender a conocerlo, y a conocerlo de nuevo. 92 Ahora él renace para ti, y tú renaces para él, sin el pasado que lo sentenció a morir, y a ti con él. 93 Ahora, él es tan libre de vivir como lo eres tú, porque un antiguo aprendizaje terminó su existencia, dejando un sitio donde la Verdad pudiese renacer.

 

 

 

T31.2 LA ILUSIÓN DE UN ENEMIGO

 

T31.2 13 1 Una antigua lección3366 no se supera contraponiendo lo nuevo con lo viejo. ² No hay que vencerla para que se conozca la Verdad, ni combatirla para luego rendirse ante el atractivo de la Verdad. ³ No hay que preparar ninguna batalla: no hay que dedicarle tiempo, ni tampoco es necesario hacer planes para implantar lo nuevo. 4 Hay una antigua batalla que se está librando contra la Verdad, pero la Verdad no responde. 5 ¿Quién podrá ser herido en semejante batalla, a no ser que se hiera a sí mismo? 6 En verdad, él no tiene enemigos. 7 Y, ¿acaso podrían los sueños asaltarlo realmente?
T31.2 14 8 Repasemos nuevamente lo que parece interponerse entre tú y lo que realmente eres, según la Verdad. 9 Porque, para superar este obstáculo, hay que dar ciertos pasos. 10 El primero es una decisión que debes tomar. ¹¹ Pero de ahí en adelante, la Verdad te será dada. ¹² Querrás establecer lo que es la Verdad, ¹³ y debido a este deseo, cada vez que pienses que tienes que tomar una decisión sobre cualquier cosa, establecerás dos alternativas entre las cuales escoger. 14 Ninguna de ellas es verdadera, 15 ni tampoco son diferentes entre sí3367. 16 No obstante, debemos examinar las dos, antes de que puedas mirar más allá de ellas a la única alternativa que constituye una decisión diferente a las otras dos. 17 Pero no la busques en los sueños, sueños que hiciste con el propósito de que esto te fuese ocultado.
T31.2 15 18 La alternativa entre las dos que quieres escoger no constituye una decisión y, además, tan sólo da la impresión de ser una decisión de libre albedrío pues —en cualquiera de los dos casos— el resultado será el mismo. 19 Por consiguiente, realmente no constituye una decisión en absoluto. 20 El líder y el seguidor emergen como papeles diferentes, y cada uno de ellos parece poseer ventajas que no quisieras perder. ²¹ Por tanto, en su fusión parecería haber esperanzas de satisfacción y de paz. ²² Te ves a ti mismo dividido entre estos dos papeles, escindido por siempre entre los dos. ²³ Y cada amigo o enemigo se convierte en un medio para ayudarte a que te salves de esto.
T31.2 16 24 Tal vez lo llames amor, 25 o tal vez pienses que es un asesinato que finalmente se justifica. 26 Odias al que asignaste el papel de líder cuando lo querías para ti, e igualmente lo odias cuando no lo asume en aquellas ocasiones en que quieres permitir que emerja el seguidor que hay en ti, abandonando así tu papel de líder. 27 Y para esto hiciste a tu hermano y aprendiste a pensar que ése era su propósito. 28 A menos que lo cumpla, no habrá llenado la función que le habías asignado. 29 Y, por consiguiente, merecerá la muerte, puesto que ya no tiene ningún propósito ni ofrece ninguna utilidad para ti.
T31.2 17 30 ¿Y él? ³¹ ¿Qué espera de ti? ³² ¿Qué podría querer que no fuese lo mismo que tú quieres de él? ³³ En esto es tan fácil optar por la Vida como por la muerte, pues lo que decidas para ti, lo estás decidiendo igualmente para él. 34 Dos exigencias le haces, igual que él a ti. 35 Entre estas dos exigencias hay que escoger, porque de cada una de ellas se va a derivar un resultado distinto. 36 Que él sea líder o seguidor en cuanto a ti se refiere, no tiene importancia, porque en cualquiera de los dos casos, te has decidido por la muerte. 37 Pero si él pide la muerte o busca la Vida, si decide odiar o perdonar y pedir ayuda, el resultado no será el mismo. 38 Si escuchas las primeras, te separarás de él y estarás perdido. 39 Pero si acoges las segundas, te unirás a él y, en tu respuesta, hallarás la salvación. 40 La voz que oyes en él, no es otra que la tuya. 41 ¿Qué es lo que él te pide? 42 ¡Escucha atentamente!, 43 pues te está pidiendo lo que te ha de llegar a ti, ya que lo que estás viendo es una imagen de ti mismo3368, y lo que estás oyendo es tu voz pidiendo lo que tú realmente quieres.
T31.2 18 44 Antes de contestar, haz una pausa y piensa en lo siguiente:

 

T31.2 19 45 La respuesta que dé
a mi hermano es la que quiero para mí.
46 Y lo que aprenda de él, es lo que aprenderé acerca de mí mismo.

 

T31.2 20 47 Luego, nos tomamos un instante y nos aquietamos, olvidando todo lo que creímos haber oído y acordándonos de lo mucho que no sabemos. 48 Este hermano ni nos dirige ni nos sigue, sino que camina a nuestro lado, por el mismo camino que el nuestro. 49 Es como nosotros, y se halla tan cerca o tan lejos de lo que queremos según se lo permitimos. 50 No hacemos ningún progreso que él no haga con nosotros, y nos retrasamos si él no progresa. 51 No tomes su mano con ira, sino con Amor, pues su progreso, lo vas a contar como el tuyo propio. 52 Y, al caminar, se van a separar a menos que lo mantengas a salvo caminando a tu lado.
T31.2 21 53 Puesto que él es tu igual en el Amor de Dios, te salvarás de todas las apariencias, y contestarás al Cristo Que te llama. 54 Aquiétate y escucha. 55 Despeja tu mente de antiguos pensamientos. 56 Olvida las funestas lecciones que aprendiste sobre este Hijo de Dios que te llama. 57 Cristo llama a todos con igual cariño, sin ver líderes ni seguidores, y oyendo una única Respuesta para todos ellos. 58 Puesto que Él solo oye una Voz, no puede oír una respuesta diferente de la que dio cuando Dios Lo nombró Su único Hijo.
T31.2 22 59 Aquiétate bien por un instante. 60 Ven sin ninguno de los pensamientos que alguna vez aprendiste, y deja a un lado todas las imágenes que hiciste. 61 Lo viejo se derrumbará ante lo nuevo, sin que te le opongas o lo apoyes. 62 Ninguna de las cosas que pensabas que eran valiosas, y que requerían de tu cuidado, serán atacadas. 63 Tampoco se atacará tu deseo de oír un llamamiento que realmente nunca se hizo. 64 Nada te hará daño en este santo lugar, donde vienes a escuchar en silencio y a aprender que lo que realmente quieres es la Verdad3369. 65 No se te pedirá que aprendas más que esto. 66 Pero, a medida que lo escuches, comprenderás que lo único que tienes que hacer es desprenderte de los pensamientos que realmente no querías, y que nunca fueron verdaderos.
T31.2 23 67 Perdona a tu hermano por todo lo que aparenta ser, lo cual proviene de las viejas lecciones que te habías enseñado a ti mismo acerca del pecado en ti. 68 Oye únicamente su pedido de clemencia y de liberación de todas las imágenes de miedo que guarda sobre lo que es, y sobre lo que tienes necesariamente que ser. 69 Él teme caminar a tu lado, y cree que tal vez si camina un poco más atrás o un poco más adelante de ti, estará en una posición más segura. 70 ¿Cómo vas a progresar si piensas lo mismo que él, avanzando sólo cuando él se rezaga y rezagándote cuando él se adelanta? 71 Al hacer esto, estás olvidando la meta del viaje, que no es otra que decidir caminar conjuntamente con él, de manera que ninguno lidere o se quede atrás. 72 Por consiguiente, es un camino por el que andan juntos, y no solos, cada uno por su lado. 73 Y mediante esta decisión, el resultado del aprendizaje cambia, pues Cristo habrá vuelto a nacer para ambos.
T31.2 24 74 Un solo instante sin tus viejas ideas acerca de quién es tu apreciable Compañero3370 y de lo que él te debería estar pidiendo, bastará para que esto suceda. 75 Así percibirás que su propósito es el mismo que el tuyo. 76 En efecto, él pide lo que realmente quieres para ti, y necesita lo mismo que . 77 Tal vez, en su caso, esto se manifieste de forma diferente, pero no es a la forma a lo que respondes. 78 Él pide y recibes, pues has venido con un solo propósito: que ambos se den cuenta de que se aman mutuamente con un amor fraternal; 79 y que —en cuanto que es tu hermano— su Padre tiene que ser necesariamente el mismo que el Tuyo, ya que él es igual a ti3371. T31.2 25 80 Juntos, recordarán y aceptarán la herencia que les es común. 81 Pero solos, cada uno por su cuenta, les será negada a ambos. 82 ¿Acaso no está claro que mientras sigas insistiendo ser líder o seguidor, pensarás que caminas solo, sin nadie a tu lado? 83 Ése es el camino que no conduce a ningún lado, pues la luz no te puede ser dada mientras camines solo, y así no puedes ver por donde andas. 84 Y esto produce confusión, además de una sensación de duda incesante en tanto que, solo y a oscuras, titubeas de un lado a otro. 85 No obstante, éstas no son sino apariencias de lo que es el viaje, y de cómo tiene que hacerse. 86 Pues a tu lado se encuentra Aquel Que ilumina tu camino, de modo que puedas dar cada paso en el camino con certeza y seguridad. 87 Tener los ojos vendados puede ciertamente cegarte, pero no puede hacer que el camino en sí se vuelva oscuro. 88 Y Aquel Que viaja contigo es quien lleva la Luz.

 

 

 

T31.3 LOS QUE SE ACUSAN A SÍ MISMOS

 

T31.3 26 1 Sólo los que se acusan a sí mismos condenan. ² Cuando te prepares para tomar una decisión de la que van a derivar diferentes resultados, primero tendrás que aprender algo, y aprenderlo muy bien. ³ Y eso tiene que convertirse en un hábito de respuesta tan típico en todo lo que hagas, que sea tu primera respuesta ante toda tentación y situación que se te presente. 4 Aprende esto, y apréndelo bien, pues con esto el retraso en experimentar felicidad se acortará un lapso de tiempo que no puedes ni siquiera concebir: 5 Nunca odias a tu hermano por sus pecados, sino únicamente por los tuyos. 6 Cualquiera que sea la forma que sus pecados parezcan adoptar, lo único que eso hace es oscurecer el hecho de que tú crees que esos pecados son los tuyos y que, por consiguiente, merecen que los ataques "con toda justicia".
T31.3 27 7 ¿Por qué sus pecados van a ser pecados, a no ser que creas que esos mismos pecados no se te podrían perdonar a ti? 8 ¿Por qué esos pecados son reales cuando se trata de él, a no ser que creas que constituyen tu realidad? 9 ¿Y por qué los atacas por todas partes, sino es porque te odias a ti mismo? 10 ¿Eres acaso un pecado? ¹¹ Contestas "sí" cada vez que atacas, pues cuando atacas afirmas tu culpa3372 y la necesidad de infligir a otro lo que tú te mereces. ¹² ¿Y qué puedes merecer, sino lo que eres? ¹³ Si no creyeses que mereces que te ataquen, jamás se te ocurriría atacar a nadie. 14 ¿Por qué habrías de hacerlo? 15 ¿Qué ganarías con eso? 16 ¿Qué es lo que realmente quieres? 17 ¿Y de qué manera podría beneficiarte asesinar a otro?
T31.3 28 18 Los pecados están en los cuerpos3373, 19 no se perciben en las mentes. 20 No se ven como propósitos, sino como actos. ²¹ Los cuerpos actúan, pero las mentes no. ²² Por consiguiente, el cuerpo debe tener la culpa de lo que hace. ²³ No se le ve como algo pasivo, que obedece tus órdenes y no hace nada por su cuenta. 24 Si eres pecado, es porque eres un cuerpo, pues la mente no actúa. 25 Por consiguiente, el propósito tiene que encontrarse en el cuerpo, y no en la mente. 26 El cuerpo tiene necesariamente que actuar por su cuenta y motivarse a sí mismo. 27 Si eres pecado, encierras a la mente en el cuerpo y adjudicas su propósito a su hogar-prisión, que actúa en su lugar. 28 Un carcelero no obedece órdenes, sino que hace que el prisionero las cumpla.
T31.3 29 29 No obstante, el prisionero es el cuerpo y no la mente. 30 El cuerpo no piensa. ³¹ No tiene la capacidad de aprender, perdonar o esclavizar. ³² No da órdenes que la mente necesite acatar, ni fija condiciones que él tenga necesariamente que obedecer. ³³ Sólo mantiene en prisión a la mente que quiere morar en él. 34 El cuerpo se enferma por orden de la mente que quiere ser su prisionera. 35 Y envejece y muere porque, en su fuero interno, ésta mente está enferma. 36 El aprendizaje es lo único que puede producir cambios. 37 Y así, el cuerpo —al que le es imposible aprender— jamás podrá cambiar, a menos que la mente prefiera que el cuerpo cambie de apariencia para amoldarse al propósito que ella le confiera. 38 Pues la mente sí puede aprender, y es en ella donde todo cambio tiene lugar.
T31.3 30 39 La mente3374 que se considera pecado sólo tiene un propósito: que el cuerpo sea la fuente del pecado, y que la mantenga en la prisión que ella misma escogió y vigila, donde se mantiene separada, durmiendo como prisionera de los perros rabiosos del odio y la maldad, de la enfermedad y el ataque, del dolor y la vejez, de la angustia y el sufrimiento. 40 Aquí se conservan los pensamientos de sacrificio, pues aquí manda la culpa, que ordena al mundo ser como ella: un lugar donde nadie puede hallar misericordia, ni sobrevivir a los estragos del miedo, excepto mediante el asesinato y la muerte. 41 Pues aquí es donde te haces pecador, y el pecado no puede convivir con los que están alegres y son libres, pues son los enemigos a los que el pecado tiene necesariamente que matar. 42 La muerte es lo que preserva el pecado y, los que creen ser pecado deben morir por razón de lo que creen ser.
T31.3 31 43 Alegrémonos de que vas a ver lo que verdaderamente crees, y de que te haya sido dado poder cambiar lo que creías. 44 El cuerpo simplemente te seguirá. 45 Jamás te podrá conducir donde tú no quieras ir. 46 No es un centinela de tu sueño, ni interfiere en tu despertar. 47 Libera a tu cuerpo del encarcelamiento, y no verás a nadie prisionero de lo que tú escapaste. 48 Tampoco querrás retener en la culpa a los que escogiste como enemigos, ni mantener encadenados a la ilusión de un amor cambiante a los que piensas que son tus amigos.
T31.3 32 49 Los inocentes liberan en acción de gracias por su liberación. 50 Y lo que ven apoya su liberación del encarcelamiento y de la muerte. 51 Abre tu mente al cambio, y ningún antiguo castigo le será impuesto a tu hermano ni a ti. 52 Pues Dios ha dicho que realmente no hay sacrificio que se pueda pedir, ni sacrificio que se pueda hacer.

 

T31.4 LA VERDADERA ALTERNATIVA

 

T31.4 33 1 Existe una marcada tendencia a pensar que el mundo puede ofrecer consuelo y escapatoria de los problemas que tiene como propósito perpetuar. ² ¿A qué se debe esto? ³ Se debe a que éste es un lugar donde escoger entre ilusiones parece ser la única opción; 4 y a que crees tener control sobre los resultados que se derivan de lo que has escogido. 5 Por consiguiente, piensas que durante el breve lapso que se extiende desde tu nacimiento hasta tu muerte, te ha sido dado algo de tiempo para tu uso exclusivo: un intervalo durante el cual todo el mundo está en conflicto contigo, aunque tú puedas escoger cuál es el camino que te liberará del conflicto y te alejará de las dificultades que, de paso, no son de tu incumbencia. 6 No obstante, que te incumben3375. 7 ¿Entonces, cómo puedes escaparte de ellas dejándolas atrás? 8 Lo que necesariamente tiene que ir contigo te acompañará, cualquiera que sea el camino que decidas recorrer.
T31.4 34 9 Una opción real3376 no es una ilusión, 10 pero el mundo3377 no tiene ninguna que ofrecerte. ¹¹ Todos sus caminos conducen sólo a la desilusión, a la nada y a la muerte. ¹² No hay nada que escoger entre sus alternativas. ¹³ No intentes encontrar aquí la escapatoria a tus problemas, 14 pues el mundo fue hecho precisamente para que no se pudiese escapar realmente de ellos. 15 No te dejes engañar por los diferentes nombres que se han dado a los caminos del mundo. 16 Todos tienen el mismo final. 17 Y cada uno de ellos es tan sólo un medio para alcanzarlo, pues allí es donde todos sus caminos te llevarán, por muy diferentes que parezcan ser al inicio, o muy diferentes que parezcan sus trayectorias. 18 Su final es seguro, pues no hay nada3378 que escoger entre ellos. 19 Todos conducen a la muerte. 20 Por algún tiempo, recorrerás algunos de ellos alegremente, antes de que te invada la fría rigidez. ²¹ En otros, se te clavarán espinas de inmediato. ²² La opción no es cuál va a ser el final, sino cuándo va a llegar.
T31.4 35 23 No hay opciones donde cada final es seguro. 24 Tal vez prefieras probar todos los caminos, antes de darte cuenta que todos son realmente la misma cosa. 25 Los caminos que este mundo ofrece parecen ser muchos, pero siempre llega el momento en que todos nos damos cuenta de lo parecidos que son unos a otros. 26 Hay personas que murieron al darse cuenta de esto, porque no vieron otra salida que la de los caminos que ofrecía el mundo. 27 Y, al darse cuenta de que no conducían a ninguna parte, perdieron toda esperanza. 28 No obstante, ése era el momento en que podían haber aprendido su lección más importante. 29 Todos tendrán que llegar a este punto, e ir más allá de él. 30 Ciertamente es verdad que el mundo no te ofrece realmente ninguna opción. ³¹ Pero ésta no es la lección en sí. ³² La lección tiene un propósito y, al conocerlo, llegarás a comprender para qué sirve.
T31.4 36 33 ¿Por qué probar otro camino, otra persona u otro lugar, cuando ya te has dado cuenta de cómo comienza la lección, aunque todavía no percibas para qué es? 34 Su propósito es la respuesta a la búsqueda que tienen que emprender todos los que todavía creen que se puede encontrar otra respuesta. 35 Aprende ahora, sin dejarte abatir por ello, que no hay esperanza de encontrar una respuesta3379 en el mundo. 36 Pero basándote en esto, no emitas juicio sobre la lección que apenas acaba de comenzar aquí. 37 No busques más señales en el mundo que parezcan indicarte que hay otro camino. 38 No sigas buscando esperanzas donde no las hay. 39 Acelera tu aprendizaje ahora, y comprende que no haces sino desperdiciar el tiempo si no vas más allá de lo que ya has aprendido, hacia lo que aún te falta por aprender. 40 Pues a partir de este punto —que es el más bajo— el aprendizaje te llevará a cumbres de felicidad, en las que verás el propósito de la lección brillar con claridad, y al perfecto alcance de tu comprensión.
T31.4 37 41 ¿Quién va a estar dispuesto a que todos los caminos del mundo le den la espalda, a menos que comprenda lo inútiles que son verdaderamente? 42 ¿No tendrá que empezar con esto, en vez de buscar otro camino? 43 Pues mientras vea opciones donde no las hay, ¿qué poder de decisión podrá ejercer? 44 La gran liberación del poder debe empezar aprendiendo dónde se puede ejercer realmente. 45 ¿Y qué decisión tiene poder si se aplica a situaciones en las que no hay opciones entre las cuales escoger?
T31.4 38 46 Aprender que el mundo sólo ofrece una opción —sin que importe cual sea la forma en que ésta se pueda manifestar— es el comienzo de la aceptación de que, en su lugar, hay una alternativa real. 47 Oponerte a este paso es derrotar el propósito para el cual viniste aquí, 48 pues no viniste a aprender cómo encontrar un camino que el mundo no contiene. 49 La búsqueda de diferentes caminos en el mundo no es más que la búsqueda de diferentes formas de verdad. 50 Y esto es lo que mantiene a la Verdad fuera de alcance.
T31.4 39 51 No pienses que alguna vez vas a encontrar la felicidad siguiendo un camino que te aleja de Ella. 52 Esto no tiene sentido y, por tanto, no puede ser el camino. 53 A ti —que pareces encontrar que este Curso es demasiado difícil de aprender— déjame repetirte que, para alcanzar una meta, tienes que caminar en dirección a ella, y no en la contraria. 54 Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar hacia el propósito que te has propuesto encontrar. 55 Si esto fuese difícil de comprender, entonces sería imposible aprender este Curso. 56 Pero sólo en ese caso. 57 Pues, de lo contrario, este Curso es la sencilla enseñanza de lo que es obvio.
T31.4 40 58 Hay una decisión que tienes el poder de tomar, una vez que hayas visto las alternativas reales. 59 Mientras no hayas alcanzado ese punto, no tendrás ninguna opción, y lo único que podrás hacer es decidir cuál es la mejor forma de volver a engañarte. 60 Este Curso sólo intenta enseñarte que el poder de decisión no radica en escoger entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la misma ilusión y el mismo error. 61 Todas las opciones que el mundo ofrece dependen de lo que sigue: escoges entre tu hermano y tú; y ganarás tanto como lo que él vaya a perder; y lo que tú pierdas se lo darán a él. 62 ¡Cuán rotundamente opuesto a la Verdad es esto, toda vez que el único propósito de la lección es enseñarte que lo que tu hermano pierde, también lo pierdes, y que lo que él gana es lo que te es dado a ti!
T31.4 41 63 ¡Dios no ha abandonado Sus Pensamientos3380! 64 Pero tú olvidaste Su Presencia y no recordaste Su Amor. 65 No hay camino en el mundo que te pueda conducir a Él, ni meta de este mundo que sea una con La de Él. 66 ¿Qué camino en todo el mundo te llevará a tu fuero interno, cuando cada camino ha sido hecho para separar el viaje del propósito que tiene necesariamente que tener para que no vagues inútilmente? 67 Todos los caminos que te alejan de lo que realmente eres, te llevarán a la confusión y a la desesperanza. 68 No obstante, Dios nunca ha dejado morir a Sus Pensamientos, ya que la Fuente de ellos se encuentra eternamente en Ellos mismos. 69 ¡Dios no ha abandonado Sus Pensamientos! 70 Él no podría separarse de Ellos, como tampoco ellos excluirlo realmente de sí mismos. 71 Ellos moran unidos a Él, y en Su Unicidad tanto Dios como ellos se mantienen completos.
T31.4 42 72 No hay un camino que realmente te aleje de Él. 73 No existe un viaje que te aleje de Tu Yo. 74 ¡Qué absurdo y alienado es pensar que pueda existir un camino con semejante objetivo! 75 ¿Adónde podría ir? 76 ¿Y cómo se te podría obligar a recorrerlo sin que tu propia realidad3381 fuese una contigo? 77 Perdónate a ti mismo tu locura, y olvídate de todos los inútiles viajes y de todas las metas sin rumbo. 78 No significan nada. 79 No te puedes escapar de lo que realmente eres. 80 Pues Dios es realmente misericordioso, y no permitió que Su Hijo Lo abandonara. 81 Siéntete agradecido por Lo que Dios es, pues en eso reside tu escapatoria de la locura y de la muerte. 82 No se te puede encontrar realmente en ningún otro lugar, excepto donde Él está. 83 No hay camino que no lleve a Él.

 

 

 

T31.5 El CONCEPTO del yo versus el YO

 

T31.5 43 1 El aprendizaje del mundo se basa en un concepto del yo ajustado a la realidad del mundo. ² De hecho, se ajusta muy bien a ella. ³ Pues este yo es una imagen que conviene a un mundo de sombras e ilusiones. 4 Aquí, el yo se encuentra en casa, donde lo que ve se adapta a él. 5 Formar un concepto del yo es la razón de ser de las enseñanzas del mundo. 6 Su propósito es el siguiente: que vengas a este mundo sin un yo, y que te hagas uno a medida que crezcas. 7 Y cuando hayas alcanzado la "madurez", lo habrás perfeccionado para que se pueda enfrentar al mundo en igualdad de condiciones, plenamente adaptado a sus exigencias.
T31.5 44 8 El yo que has hecho es sólo un concepto, 9 que no guarda semejanza alguna con tu Yo. 10 Es un ídolo, hecho para tomar el lugar de Tu Realidad como Hijo de Dios. ¹¹ El concepto de yo que el mundo enseña no es lo que aparenta ser, ¹² pues está hecho para servir dos propósitos, de los cuales la mente sólo puede reconocer uno. ¹³ El primer propósito presenta la cara de la inocencia, el aspecto con el cual se actúa. 14 Ese rostro es el que sonríe, agrada e, incluso, parece amar. 15 Busca compañeros y observa —de vez en cuando con lástima— a los que sufren y, a veces, hasta ofrece consuelo. 16 Cree que es bueno en un mundo malo.
T31.5 45 17 Este aspecto puede volverse furioso, pues el mundo es malvado, e incapaz de proporcionar el amor y la protección que merece la inocencia. 18 De modo que este rostro a menudo se llena de lágrimas ante las injusticias que el mundo inflige a los que quieren ser generosos y buenos. 19 Este aspecto nunca es el primero en atacar. 20 Pero cada día, cientos de cosas insignificantes llevan a cabo pequeños ataques contra su inocencia, llevándola gradualmente a irritarse y, por último, al insulto abierto y al maltrato.
T31.5 46 21 La cara de inocencia que el concepto del yo lleva puesta tan orgullosamente, puede tolerar que se ataque en defensa propia, pues, ¿acaso no es un hecho harto conocido que el mundo trata ásperamente a la inocencia indefensa? ²² Nadie omite esta cara al construir una imagen de sí mismo, pues la necesita. ²³ Pero lo que está detrás de ella, no lo quiere ver. 24 No obstante, es ahí donde el aprendizaje del mundo tiene puestas sus miras, pues es ahí donde se establece la "realidad" del mundo, asegurándose así que el ídolo perdure.
T31.5 47 25 Tras la cara de inocencia, hay una lección para cuya enseñanza se hizo el concepto del yo. 26 Es una lección acerca de un terrible desplazamiento, y de un miedo tan devastador que la cara que sonríe por delante del concepto del yo tiene por siempre que mirar a lo lejos no sea que perciba la traición que éste oculta. 27 Lo que la lección enseña es esto: "Yo soy lo que tú has hecho de mí y, al mirarme, quedas condenado por lo que soy". 28 El mundo sonríe con aprobación ante este concepto del yo, pues garantiza que los caminos del mundo se mantengan seguros, y que los que caminan por ellos no puedan escapar.
T31.5 48 29 Ésa es la lección central que asegura que tu hermano sea condenado eternamente, 30 pues lo que eres ahora se ha vuelto su pecado. ³¹ Para esto no hay perdón posible. ³² Ya no importa lo que él haga, pues tu dedo acusador apunta hacia él, sin vacilación y con puntería mortal. ³³ También apunta hacia ti, pero este hecho se mantiene aún más oculto en la neblina que se encuentra tras la cara de inocencia. 34 Y, en esas bóvedas ocultas, se conservan todos sus pecados así como los tuyos, mantenidos en la oscuridad, donde no se pueden percibir como errores, que la luz3382 seguramente mostraría. 35 No se te puede culpar por lo que eres, ni tampoco puedes cambiar lo que tú yo te hace hacer. 36 Y, a pesar de que cada uno es el símbolo de sus pecados para el otro, en silencio y con tenaz insistencia sigues condenando a tu hermano por la cosa odiosa que tú eres.
T31.5 49 37 Los conceptos se aprenden. 38 No son naturales3383. 39 No existen fuera del aprendizaje. 40 No te han sido dados y, por consiguiente, tienen necesariamente que hacerse. 41 Ninguno de ellos es verdadero, y muchos son el producto de imaginaciones febriles que arden llenas de odio y de distorsiones nacidas del miedo. 42 ¿Qué es un concepto sino un pensamiento al que su hacedor da un significado de su propia cosecha? 43 Los conceptos mantienen vivo al mundo, 44 aunque no se pueden usar para demostrar que el mundo es real. 45 Pues todos son hechos en el mundo, nacen bajo su sombra, crecen amoldándose a su forma de ser y, finalmente, alcanzan la "madurez" con su pensar. 46 Son conceptos idólatras, coloreados con los pinceles del mundo, los cuales no pueden pintar ni una sola imagen que represente la Verdad.
T31.5 50 47 Un concepto del yo no tiene sentido, pues nadie aquí puede ver realmente para qué sirve y, por consiguiente, no puede describir lo que realmente es. 48 Además, todo aprendizaje dirigido por el mundo comienza y finaliza con el solo propósito de que aprendas este concepto de ti mismo: que decidas acatar las leyes de este mundo y nunca te aventures más allá de sus sendas, ni te des cuenta de cómo te ves a ti mismo. 49 Ahora, el Espíritu Santo tiene que encontrar un modo de ayudarte a comprender que este concepto del yo tiene que ser deshecho, para que te pueda llegar alguna paz mental. 50 Además, no se puede desaprender, excepto por medio de lecciones dirigidas a enseñarte que realmente eres otra cosa. 51 Pues, de lo contrario, se te estaría pidiendo que cambiases lo que ahora crees, por la pérdida total de tu yo, lo cual te infundiría aún mayor terror.
T31.5 51 52 Por eso, las lecciones del Espíritu Santo están programadas en pasos fáciles que —aunque a veces puede producirse cierta incomodidad y alguna angustia— no hacen añicos lo aprendido, sino que apenas hacen una retraducción de lo que parece ser la evidencia a Su favor. 53 Consideremos, pues, qué prueba hay de que seas lo que tu hermano hizo de ti. 54 Pues, si bien aún no te has dado cuenta de que eso es lo que piensas, seguramente ya habrás aprendido a estas alturas que te comportas como si así fuera. 55 ¿Reacciona él por ti? 56 ¿Acaso sabía él exactamente lo que te iba a ocurrir? 57 ¿Puede él ver tu futuro y determinar por adelantado lo que deberías hacer en toda circunstancia? 58 Para poseer tal presciencia de lo que ha de suceder, él tendría que haber hecho el mundo, y a ti también.
T31.5 52 59 Que seas lo que tu hermano hizo de ti es bastante improbable. 60 Incluso, si lo hubiese hecho, ¿quién te dio la cara de inocencia? 61 ¿No será obra tuya? 62 Entonces, ¿quién es el yo que la hizo? 63 ¿Y quién es el que se engaña con toda tu bondad, y la ataca de esa manera? 64 Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos simplemente en esto: lo que tú crees que eres consta de dos partes. 65 Si una de ellas fue generada por tu hermano, ¿quién estaba allí para generar la otra? 66 Y, ¿de quién hay que mantener algo oculto? 67 Incluso si el mundo fuese perverso, no habría necesidad de ocultar aquello de lo que estás hecho. 68 ¿Quién va a verlo? 69 ¿Y qué, excepto lo que es atacado, podría necesitar defensa?
T31.5 53 70 Tal vez la razón de que este concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que pensaría que no es verdad serías . 71 ¿Y qué le ocurriría al mundo que ves si todas sus fundaciones fuesen eliminadas? 72 Tu concepto del mundo depende de este concepto del yo. 73 Y ambos desaparecerían si se pusiese en duda a cualquiera de ellos. 74 El Espíritu Santo no quiere precipitarte al pánico. 75 Por consiguiente, sólo pregunta si puede plantear una simple pregunta.
T31.5 54 76 Hay alternativas con respecto a lo que debes ser. 77 Por ejemplo, podrías ser lo que has escogido que tu hermano sea. 78 Esto cambia el concepto del yo de ser algo completamente pasivo y, por lo menos, allana el camino para que se pueda tomar una decisión consciente y reconocer — aunque sea parcialmente— que alguna interacción ha tenido lugar. 79 Se entiende en parte que tú decidiste por los dos, y que lo que él representa tiene el significado que le diste. 80 Eso también demuestra algunos indicios de visión con respecto a la ley de la percepción, según la cual lo que ves refleja el estado mental del que percibe. 81 Pero ¿quién escogió primero? 82 Si eres lo que escogiste que tu hermano fuese, quiere decir que hubo alternativas entre las cuales escoger, y alguien tuvo que haber decidido primero cuál escoger, dejando a las otras de lado.
T31.5 55 83 Si bien este paso representa un avance, todavía no se aproxima a la cuestión básica. 84 Algo tuvo que haber sucedido antes de que surgieran estos conceptos del yo. 85 Y algo tuvo que haber aprendido las enseñanzas que los originó. 86 Esto no lo puede explicar ninguno de los dos puntos de vista en cuestión. 87 La ventaja principal de haber pasado del primer punto de vista al segundo es que, de alguna manera, participaste en la elección por decisión propia. 88 Pero esta ganancia se paga por medio de una pérdida casi igual, pues ahora se te culpa de lo que tu hermano es. 89 Y tienes necesariamente que compartir su culpa, ya que la escogiste para él a imagen y semejanza de la tuya propia. 90 Mientras que antes sólo él era el traidor, ahora tienes que ser condenado conjuntamente con él.
T31.5 56 91 El concepto del yo ha sido siempre la gran preocupación del mundo. 92 Y cada persona cree que tiene que encontrar la solución al enigma de lo que es. 93 A la salvación se la puede ver simplemente como la escapatoria de todos los conceptos. 94 No se ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del sencillo hecho de que ésta piensa. 95 Y aquello que puede pensar puede decidir, y se le puede mostrar cómo pensamientos diferentes conllevan consecuencias diferentes. 96 Así, puede aprender que todo lo que piensa refleja la profunda confusión que siente con respecto a cómo fue hecho y a qué es. 97 Y el concepto del yo parece contestar vagamente lo que realmente no sabe.
T31.5 57 98 No busques tu Yo en símbolos, 99 pues no hay concepto que pueda representar lo que realmente eres. 100 Lo que importa es que te des cuenta de cuál es el concepto que aceptas para ti, mientras percibes un yo que interactúa con el mal, y que reacciona ante cosas malintencionadas. 101 Pues, en todo caso, el concepto que tienes de ti mismo seguirá estando bastante desprovisto de significado. 102 Y no percibirás que sólo puedes relacionarte contigo mismo. 103 Ver un mundo culpable no indica otra cosa sino que tu aprendizaje ha sido dirigido por el mundo, y que lo miras tal como te miras a ti mismo. 104 El concepto del yo abarca todo lo que miras, y nada existe fuera de esta percepción. 105 Si algo te puede herir es porque estás viendo una representación de tus deseos secretos. 106 Eso es todo. 107 Y, en cualquier clase de sufrimiento que padezcas, verás tu propio deseo oculto de matar.
T31.5 58 108 Concebirás muchos conceptos del yo a medida que progrese tu aprendizaje. 109 Cada uno demostrará los cambios ocurridos en tus propias relaciones, según haya cambiado la percepción que tienes de ti mismo. 110 Y cada vez que tenga lugar un cambio, se producirá en ti cierta confusión, pero siéntete agradecido de que el aprendizaje del mundo esté aflojando la dominación que ejercía sobre tu mente. 111 Y ten la seguridad y la felicidad que trae consigo la confianza de que esa dominación desaparecerá finalmente por completo y dejará a tu mente en paz. 112 El papel de acusador se presentará en muchos sitios y de muchas maneras. 113 Y en cada caso, parecerá acusarte a ti. 114 Pero no temas, pues el cambio no será deshecho.
T31.5 59 115 El mundo no te puede enseñar imágenes de ti, a menos que quieras aprender cómo son. 116 Llegará el momento en que todas las imágenes habrán desaparecido, y entonces te darás cuenta de que no sabes quién eres T31.5 60 realmente. 117 Es a esta mente libre de ataduras y receptiva a la que retorna la Verdad, sin impedimentos ni limitaciones. 118 Allí donde los conceptos del yo han sido dejados de lado, la Verdad se revela exactamente como es. 119 Cuando cada concepto haya sido puesto en tela de juicio y cuestionado, y se haya reconocido que en su concepción no hubo ninguna suposición que pueda resistir a la luz, entonces, la Verdad quedará libre para entrar a Su santuario, ya limpio y libre de toda culpa.
T31.5 60 120 No hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:
121 No sé lo que soy, por consiguiente, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo debo mirar al mundo, o a mí mismo.
T31.5 61 122 No obstante, con este aprendizaje nace la salvación. 123 Y lo que tú realmente eres, te hablará de Sí Mismo.

 

 

 

T31.6 RECONOCER AL ESPÍRITU

 

T31.6 62 1 O ves la carne o reconoces el3384 Espíritu3385. ² En esto no hay término medio. ³ Si uno de ellos es real, el otro tiene que ser falso, pues lo que es real niega a su opuesto. 4 La visión no ofrece más opción que ésta. 5 Lo que decides al respecto determina que todo lo que ves y piensas sea real, y que lo consideres como verdadero. 6 De esta única decisión depende todo tu mundo, pues mediante ella has establecido lo que crees que eres: carne o Espíritu. 7 Si decides que eres carne, jamás escaparás del cuerpo como tu propia realidad, pues has decidido que eso es lo que quieres que sea. 8 Pero si te decides por el Espíritu, todo el Cielo se inclinará para tocar tus ojos y bendecir tu santa visión, a fin de que no veas más el mundo de la carne, salvo para curar, consolar y bendecir.
T31.6 63 9 La salvación es un deshacer. 10 Si decides ver el cuerpo, verás un mundo de separación, de cosas inconexas y de sucesos que realmente no tienen ningún sentido. ¹¹ Alguien aparece y luego desaparece al morir; otro es condenado al sufrimiento y a la pérdida. ¹² Y nadie es exactamente como era un instante antes ni será el mismo ahora, un instante después. ¹³ ¿Quién podría tener confianza donde se ve que hay tanto cambio?, y ¿qué credibilidad puede tener el que no es más que polvo? 14 La salvación es el proceso que deshace todo esto. 15 Y la constancia nace en la mirada de los ojos cuya salvación ha liberado de tener que mirar al costo que supone conservar la culpa porque, en lugar de eso, decidieron dejarla a un lado.
T31.6 64 16 La salvación no te pide que mires al reflejo del Espíritu y no percibas al cuerpo. 17 Simplemente te pide que ésa debería ser tu decisión. 18 Pues puedes ver al cuerpo sin ayuda, pero lo que no comprendes es cómo se mira a un mundo separado de él. 19 Es tu mundo el que deshacerá la salvación, dejándote ver así otro mundo que tus ojos nunca habrían podido encontrar. 20 No te preocupes por saber cómo esto podría ser posible. ²¹ Ni siquiera comprendes cómo lo que ves apareció ante tu mirada. ²² Pues, si lo hubieses comprendido, ya no existiría. ²³ El velo de la ignorancia está corrido sobre lo bueno y lo malo, y se tiene que traspasar para que ambos desaparezcan a fin de que la percepción no encuentre ningún lugar donde ocultarse. 24 ¿Cómo se hace esto? 25 No se hace en absoluto. 26 Pues, ¿qué podría quedar aún por hacer en el Universo Que Dios creó?
T31.6 65 27 Sólo la arrogancia podría hacerte pensar que tienes que allanar el camino que conduce al Cielo. 28 Se te están proporcionando los medios para que puedas ver el mundo que reemplazará al que hiciste. 29 ¡Hágase Tu
Voluntad! 30 Eso es por siempre verdad tanto en el Cielo como en la tierra, ³¹ no importando dónde creas estar o lo que creas que la Verdad sobre ti mismo debe ser realmente. ³² No importa lo que mires ni lo que decidas sentir, pensar o desear. ³³ Pues Dios Mismo ha dicho: "Hágase Tu Voluntad". 34 Y, en consecuencia, realmente se hace en ti.
T31.6 66 35 Tú, que crees que puedes decidir ver al Hijo de Dios como quieres que sea para ti, no olvides que ningún concepto de ti mismo puede oponerse a la Verdad de lo que realmente eres. 36 Deshacer la Verdad sería imposible. 37 Pero cambiar los conceptos no es difícil. 38 Una visión única — que se vea claramente y que no se ajuste a la imagen que antes se percibía— cambiará el mundo para los ojos que están aprendiendo a ver, porque el concepto del yo habrá cambiado. 39 ¿Eres invulnerable? 40 Entonces verás el mundo como un lugar inofensivo. 41 ¿Perdonas? 42 Entonces el mundo perdonará, pues has perdonado sus ofensas, de modo que te mirará con ojos que ven como los tuyos. 43 ¿Eres un cuerpo? 44 Entonces percibirás al mundo entero como traicionero y dispuesto a matar.
T31.6 67 45 ¿Eres realmente un Espíritu, inmortal y sin la promesa de corrupción ni mancha alguna de pecado sobre ti? 46 Entonces verás el mundo como un lugar estable, plenamente digno de tu confianza; un lugar feliz donde descansar por un tiempo, donde no hay nada que temer, sino sólo amar. 47 ¿A quién no le dan la bienvenida los buenos de corazón? 48 ¿Y qué podría herir a los que son verdaderamente inocentes? 49 ¡Hágase tu voluntad, santo pequeño Hijo de Dios! 50 No importa que creas estar en la tierra o en el Cielo. 51 Lo que tu Padre quiere para ti jamás ha de cambiar. 52 La Verdad en ti permanece tan radiante como una estrella, tan pura como la luz, tan inocente como el Mismo Amor. 53 Y tú eres realmente digno de que se haga Tu Voluntad.

 

 

 

T31.7 LA VISIÓN DEL QUE SALVA

 

T31.7 68 1 Aprender es cambiar. ² La salvación no trata de usar medios que son todavía tan ajenos a tu modo de pensar como para serte útiles, ni de hacer cambios que no podrías reconocer. ³ Los conceptos seguirán siendo necesarios mientras perdure la percepción, y cambiar conceptos es justamente la tarea de la salvación. 4 Pues tiene que valerse de contrastes, no de la Verdad, la Cual no tiene opuestos ni puede cambiar. 5 De acuerdo con los conceptos de este mundo, los "malos" son culpables y los "buenos" inocentes. 6 Y no hay nadie aquí que no tenga un concepto de sí mismo que cuente con lo "bueno" para que le perdone lo "malo". 7 Pero tampoco confía en lo "bueno" de nadie, pues cree que lo "malo" tiene necesariamente que estar acechando. 8 Este concepto pone énfasis en la traición y, por consiguiente, confiar se vuelve imposible; 9 y, además, no podrá cambiar mientras percibas que hay algo "malo" en ti.
T31.7 69 10 No podrás reconocer tus "malos" pensamientos mientras valores el ataque. ¹¹ Puede que algunas veces los percibas, pero sin darte cuenta de que realmente no significan nada3386. ¹² Y así, se presentan en formas temibles, ocultando todavía su contenido a fin de quebrantar el pobre concepto que tienes de ti mismo y ennegrecerlo con algún otro "delito" adicional. ¹³ No puedes decretarte tú mismo inocente, pues estás demasiado confundido con respecto a ti mismo. 14 Pero si un solo hermano se presenta ante tu mirada como completamente digno de perdón, entonces el concepto que tienes de ti mismo cambiaría completamente así: 15 Tus "malos" pensamientos quedarían perdonados con los suyos, al no haber permitido que ninguno de ellos te afectara; 16 abandonarías tu empeño en querer ser el símbolo de su maldad y culpa; 17 y, al depositar tu confianza en lo que hay de "bueno" en él, la depositarías en lo que es "bueno" en ti.
T31.7 70 18 Desde un punto de vista conceptual, ésa es la manera de ver a tu hermano como algo más que un cuerpo, pues el cuerpo nunca parece ser "bueno". 19 Los actos del cuerpo se perciben como provenientes de lo más "bajo" que hay en ti, y, por ende, de lo más "bajo" que hay en tu hermano. 20 Al concentrarte en lo que es "bueno" en él, percibirás cada vez menos su cuerpo que, a la larga, verás apenas como una sombra que circunda lo "bueno". ²¹ Y éste será el concepto que tendrás de ti mismo, cuando hayas llegado al mundo que se encuentra más allá de lo que ves solamente con tus ojos. ²² Pues no podrás interpretar nada de lo que veas sin la Ayuda3387 que Dios te dio. ²³ Y en Su mirada3388 ciertamente yace otro mundo.
T31.7 71 24 Vives en ese mundo tanto como en éste, 25 pues los dos son conceptos de ti mismo que se pueden intercambiar, pero que jamás pueden tenerse juntos. 26 El contraste entre ellos es mucho mayor de lo que piensas, pues amarás ese otro concepto de ti mismo, porque no se hizo solamente para ti. 27 Aunque nació como un presente para alguien a quien no percibías como tú mismo, te ha sido dado a ti. 28 Pues el perdón que le habías ofrecido, ahora ha sido aceptado para los dos.
T31.7 72 29 Ten fe en aquel que camina a tu lado, para que tu temeroso concepto de ti mismo pueda cambiar. 30 Y mira lo "bueno" que hay en él, para que no te asusten tus "malos" pensamientos, porque no pueden oscurecer la manera en que ahora lo ves. ³¹ Y todo lo que este cambio feliz requiere es que estés dispuesto a que tenga lugar. ³² No se te pide nada más. ³³ Para ayudar a que este cambio se produzca, recuerda lo que el concepto que ahora tienes de ti mismo te ha aportado en su huella, y da la bienvenida al grato contraste que te es ofrecido. 34 Extiende tu mano para que puedas recibir el presente de afable perdón que ofreces a uno que tiene tanta necesidad de perdón como tú. 35 Y deja que el cruel concepto que tienes de ti mismo quede reemplazado por otro que traiga la paz de Dios.
T31.7 73 36 El concepto que3389 ahora tienes de ti mismo quiere garantizar que tu función aquí quede por siempre incumplida y sin terminar. 37 Y así, te condena a un amargo sentido de profunda depresión y futilidad. 38 No obstante, este concepto no tiene por qué ser fijo e inalterable, a menos que decidas que no hay esperanzas de que pueda cambiar, y lo mantengas estático y oculto en tu mente. 39 Entrégaselo más bien a Aquel3390 Que entiende cuáles son los cambios que hay que hacer a ese concepto para que pueda ser útil a la función que se te dio para que te traiga paz de modo que, al dársela a otros, la tengas para ti. 40 Las alternativas están en tu mente para que las utilices, y tú puedes verte a ti mismo de otra manera. 41 ¿No preferirías verte a ti mismo como alguien que es necesario para la salvación del mundo, en vez de como un enemigo de ella?
T31.7 74 42 El concepto del yo3391 se alza como un escudo, una silenciosa barricada ante la Verdad, que la oculta de tu vista. 43 Todas las cosas que ves son imágenes, porque las miras a través de una barrera que te empaña la vista y deforma tu visión, de manera que no ves nada con claridad. 44 La luz3392 está ausente de todo lo que ves. 45 Como máximo, vislumbras una sombra de lo que se encuentra más allá. 46 Como mínimo, ves simplemente la oscuridad y percibes las imaginaciones aterradoras provenientes de pensamientos de culpa y de conceptos nacidos del miedo. 47 Y lo que ves es el infierno, pues el miedo es el infierno. 48 Frente a esto, para liberarte se te da todo esto: la vista3393, la visión3394 y el Guía interno3395, todos los cuales te sacarán del infierno con los que amas a tu lado, y el universo3396 con ellos.
T31.7 75 49 ¡Fíjate en el papel que se te ha encomendado en el universo! 50 A cada parte que es reflejo aquí de la verdadera Creación, el Señor del Amor y de la Vida le ha encomendado la salvación de todos del sufrimiento del infierno. 51 Y a cada uno, le ha concedido la gracia de ser el salvador de los santos hermanos que le fueron especialmente confiados. 52 Y cada uno se va a dar cuenta de esto cuando por primera vez mira a un hermano tal como se mira a sí mismo, y se ve a sí mismo en el espejo que refleja a ese hermano. 53 Así es como deja de lado el concepto que tiene de sí mismo, pues ahora nada se interpone entre su vista y lo que mira para juzgar lo que tiene en frente. 54 Y en esta única visión, ve la faz de Cristo y se da cuenta de que está mirando a todos tal como mira a Éste. 55 Pues ahora hay luz donde antes había oscuridad, y el velo que cubría su vista ha sido descorrido.
T31.7 76 56 El velo que cubre la faz de Cristo, el miedo a Dios y a la salvación, así como el amor a la culpa y a la muerte, no son sino diferentes nombres para un mismo error, a saber: que hay un espacio entre tu hermano y tú, que los mantiene separados debido a una ilusión de ti mismo que mantiene a él separado de ti, y a ti, alejado de él. 57 La espada del juicio3397 es el arma que entregas a la ilusión de ti mismo, para que pueda luchar e impedir que el Amor llene el espacio que mantiene a tu hermano separado de ti. 58 No obstante, cuando empuñas esa espada3398, necesariamente te percibes a ti mismo como un cuerpo, pues te has obligado a no ver a aquél que sostiene el espejo que refleja otra vista, la de lo que realmente Él3399 es, y, por ende, de lo que 3400 tienes necesariamente que ser.
T31.7 77 59 ¿Qué es la tentación sino el deseo de permanecer en el infierno y en el sufrimiento? 60 ¿Y a qué puede dar lugar esto, sino a una imagen de ti que puede ser miserable y que permanece en el infierno y el tormento? 61 El que ha aprendido a no ver a su hermano de esta manera, se ha salvado a sí mismo y, por tanto, se ha convertido en un salvador para todos los demás. 62 A cada uno, Dios le ha encomendado a todos, porque un salvador parcial sería uno que sólo se habría salvado parcialmente. 63 Los santos hermanos que Dios te ha encomendado que salves son los siguientes: todos los que te encuentras o a los que miras sin saber quiénes son; los que viste por un instante y luego olvidaste; los que conociste hace mucho; los que conocerás algún día; los que has olvidado; y los que aún no han nacido. 64 Pues Dios te ha dado a Su Hijo para que lo salves de todos los conceptos que alguna vez sostuvo.
T31.7 78 65 Pero mientras quieras permanecer en el infierno, ¿cómo vas a poder convertirte en el salvador del Hijo de Dios? 66 ¿Cómo vas a concienciar su santidad mientras lo veas separado de la tuya? 67 Pues la santidad se ve a través de los santos ojos que ven la inocencia internamente, y por eso esperan verla en todas partes. 68 De esta manera, la buscan en todo aquel que miran, para que pueda ser lo que ellos esperan de él. 69 La visión del salvador es ésta: ve su propia inocencia en todo lo que mira, y ve su propia salvación en todas partes. 70 No tiene un concepto de sí mismo que se interponga entre sus ojos tranquilos y abiertos y lo que ve. 71 Lleva la luz3401 a todo lo que mira, para así poderlo ver como realmente es.
T31.7 79 72 Sea cual sea la forma en que la tentación parezca manifestarse, siempre reflejará tu deseo de ser el yo que realmente no eres. 73 Y de ese deseo surge un concepto que te enseña que eres lo que deseas ser. 74 Y ése será el concepto que mantendrás de ti mismo hasta que dejes de atribuirle valor al deseo que lo engendró. 75 Pero, mientras lo estimes, verás a tu hermano semejante al yo cuya imagen de ti engendró el deseo. 76 Pues lo que estás viendo es tan sólo la representación de un deseo, ya que no tiene el poder de crear. 77 No obstante, se puede mirar con Amor o con odio, dependiendo sólo de la sencilla decisión de, o bien unirte a lo que ves, o mantenerte apartado y separado de ello.
T31.7 80 78 La visión del salvador es tan inocente de lo que es tu hermano, como está libre de cualquier juicio que hayas hecho sobre ti mismo. 79 No ve el pasado en nadie en absoluto. 80 Y así, sirve a una mente completamente receptiva, despejada de antiguos conceptos y dispuesta a mirar sólo lo que hay en el presente. 81 No puede juzgar porque realmente no sabe nada. 82 Y al haber reconocido esto, simplemente pregunta "¿Cuál es el significado de lo que estoy mirando?" 83 Entonces la respuesta le es dada. 84 Y la puerta se abre para que la faz de Cristo resplandezca sobre el que pide con inocencia, ver más allá del velo de viejas ideas y antiguos conceptos, mantenidos con estima durante tanto tiempo, que estuvieron ocultando la visión de Cristo en ti.
T31.7 81 85 Así, pues, mantente alerta contra la tentación, recordando que no es sino un deseo, demente y sin sentido, de convertirte en algo que realmente no eres. 86 Y piensa también en lo que en cambio quisieras ser. 87 Pues aquello que realmente no eres, es cosa de locura, dolor y muerte; de traición y de profunda desesperación, así como de sueños fallidos y de haber perdido toda esperanza, salvo la de morir, para así poner fin al sueño de miedo. 88 Eso es la tentación; nada más que eso. 89 ¿Es que es tan difícil decidir en contra de ella? 90 Examina lo que es la tentación y recapacita sobre cuáles son las opciones entre las que escoges. 91 Pues sólo hay dos. 92 No te dejes engañar por las muchas que aparentan ser. 93 Estas opciones son el infierno o el Cielo y, de éstas, sólo puedes escoger realmente una.
T31.7 82 94 No dejes que la luz del mundo que te fue dada, se le oculte al mundo. 95 Éste necesita la luz, pues ciertamente se encuentra en la oscuridad, y los hombres se desesperan porque, habiendo negado la visión del salvador, lo que ven es la muerte. 96 Su salvador se encuentra ahí, sin que él mismo ni los demás lo sepan, mirándolos con los ojos cerrados. 97 Y ellos no podrán ver hasta que él los mire con ojos que realmente ven, y les ofrezca el perdón conjuntamente con el de él. 98 ¿Podrías tú —a quien Dios exhorta: "¡Libera a mi Hijo!"— caer en la tentación de no escuchar, una vez que te hayas dado cuenta de que la liberación que pide es la tuya? 99 ¿Es que acaso hay otra cosa que este Curso quiera enseñar? 100 ¿O acaso otra cosa que tú quieras aprender?

 

T31.8 DECIDE UNA VEZ MÁS

 

T31.8 83 1 La tentación3402 tiene una sola lección que quiere enseñar, y la enseña en todas sus formas, dondequiera que se le presenta la ocasión. ² Quiere persuadir al Hijo de Dios3403 de que es un cuerpo, nacido dentro de lo que tiene necesariamente que morir, incapaz de librarse de su fragilidad, y constreñido por lo que su cuerpo le ordena sentir. ³ El cuerpo fija los límites de lo que el Hijo de Dios puede hacer: su poder3404 es la única fuerza con la que cuenta; y su entendimiento3405 no puede exceder el reducido alcance del cuerpo3406.
T31.8 84 4 ¿Querrías tú seguir siendo eso, si Cristo3407 se te apareciese3408 en toda Su gloria, pidiéndote solamente lo que sigue:

 

5 Decide una vez más entre querer ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores3409 del mundo, o quedarte en el infierno3410, y así, mantener a tus hermanos allí.

 

T31.8 85 6 Pues3411 Él3412 realmente ha venido, y3413 eso es lo que Él está pidiendo.
T31.8 86 7 ¿Sabes cómo escoger3414? 8 ¡Eso es fácil de explicar! 9 Siempre escoges tu debilidad3415 o la fuerza de Cristo3416 en ti. 10 Y lo que escoges3417 es lo que crees que es real. ¹¹ Simplemente, con nunca usar la debilidad para guiar tus actos, dejarás de darle poder. ¹² Y entonces habrás puesto a la Luz de Cristo en ti3418, a cargo de todo lo que hagas. ¹³ Pues habrás llevado tu debilidad ante Él3419 y Él3420 te habrá dado a cambio Su fuerza3421.
T31.8 87 14 Las pruebas por las que pasas no son otra cosa que las lecciones que no lograste aprender, que se te presentan nuevamente a fin de que donde antes tomaste una decisión equivocada, ahora puedas hacer una mejor y, así, escapar del dolor que te ocasionó lo que habías decidido previamente. 15 En toda dificultad, disgusto o confusión [que se te presente], Cristo te va a llamar y te va a decir cariñosamente: "Hermano mío, decide una vez más". 16 Él no dejará de curar ninguna fuente de dolor, ni dejará ninguna imagen que pueda ocultar la Verdad. 17 [Él quiere liberarlos de toda miseria, a ustedes3422, a quienes Dios creó altares a la alegría]. 18 No los dejará desconsolados ni solos, en medio de pesadillas infernales, sino que quiere liberar sus mentes de todo lo que les impide ver Su faz. 19 Su santidad3423 es la de ustedes, porque Él es el único poder3424 que es real en ustedes. 20 Su fuerza es de ustedes, porque Él es el Yo Que Dios creó como Su único Hijo.
T31.8 88 21 Las imágenes que haces no pueden prevalecer contra lo que Dios Mismo quiere que seas. ²² Por tanto, nunca tengas miedo de la tentación, y reconócela tal como es: una oportunidad más para volver a decidir y dejar que la fuerza de Cristo impere en toda circunstancia y lugar donde antes habías erigido una imagen de ti. ²³ Pues lo que parece ocultar la faz de Cristo3425 es impotente ante Su majestad, y desaparece ante Su santa mirada. 24 Los salvadores del mundo —que ven tal como Él ve— son sencillamente los que escogen la fuerza de Cristo en lugar de su propia debilidad, a la que ven separada de Él. 25 Ellos redimirán al mundo, pues están unidos en todo el poder de la Voluntad de Dios. 26 Y lo que ellos quieren es únicamente lo que Él quiere.
T31.8 [89-90] 27 Aprende, pues, el feliz hábito de reaccionar ante toda tentación de percibirte como débil y afligido con estas palabras:
28 Realmente, soy Tal como Dios Me creó.
29 Su Hijo no puede sufrir. 30 Y Yo3426 soy Su Hijo.
T31.8 91 31 Así se invita a la fuerza de Cristo a que prevalezca, reemplazando todas tus debilidades con la fuerza que proviene de Dios, la cual nunca falla. ³² Y así los milagros3388 se vuelven para ti tan naturales como parecían serlo el miedo y la angustia, antes de que te decidieses por la santidad. ³³ Pues con esa decisión eliminaste las falsas distinciones y dejaste de lado las alternativas ilusorias, no quedando así nada que interfiera con la Verdad.
T31.8 92 34 Eres realmente tal como Dios Te creó, al igual que toda cosa viviente que mires3427, independientemente de las imágenes que veas3428. 35 Lo que ves3429 como enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento, y pérdida, no es sino la tentación de verte a ti mismo indefenso y en el infierno. 36 No sucumbas ante esto, y verás3430 cómo todo dolor —en cada forma en que se presente y en cualquier sitio donde ocurra— desaparece como neblina que se disipa ante el sol. 37 Un milagro ha venido a curar al Hijo de Dios, y a cerrar la puerta3431 a sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación y liberación3432. 38 Decide una vez más lo que quieres que él3433 sea, recordando que toda decisión que tomes establecerá tu propia identidad tal como la veas y creas que realmente es.
T31.8 93 39 No me niegues el pequeño presente que te pido cuando, a cambio de él, pongo a tus pies la paz de Dios y el poder para llevar esa paz a cada uno de los que deambulan por el mundo inseguros, solos y presos del miedo todo el tiempo. 40 Pues te ha sido dado unirte a él y, por medio del Cristo en ti, apartar el velo que cubre sus ojos y permitirle que mire al Cristo en él. 41 Hermanos míos en la salvación, no dejen de oír mi voz ni de escuchar mis palabras. 42 No pido nada, excepto la propia liberación de ustedes. 43 El infierno no tiene cabida en un mundo cuya hermosura puede todavía llegar a ser tan deslumbrante y abarcadora que sólo un paso la separa del Cielo. 44 A sus ojos cansados traigo una visión de un mundo diferente, tan nuevo, depurado y fresco que olvidarán todo el dolor y miseria que antes veían. 45 Pero esta visión es una que tienen que compartir con todo el que vean pues, de lo contrario, no la podrán ver. 46 Dar este presente es la manera de hacerlo de ustedes. 47 Y Dios, con amorosa bondad, ordenó que fuese para ustedes.
T31.8 94 48 ¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones en las que se puede reconocer una vez más el don de Dios como nuestro! 49 Así desaparecerán todos los vestigios del infierno, los "pecados" secretos y los odios ocultos. 50 Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestra mirada cual jardines celestiales, que nos elevarán muy por encima de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que Cristo apareciese. 51 Hermanos míos, escúchenme, escúchenme y únanse a mí. 52 Dios ha determinado que yo no los pueda llamar en vano, y en Su certeza, descanso contento. 53 Pues ustedes me oirán, y decidirán una vez más. 54 Y al tomar esa decisión, todo el mundo quedará liberado.

 

T31.8 95 55 Padre,
gracias Te doy por estas santas personas que son mis hermanos y también Tus Hijos. 56 Mi fe en ellos es La Tuya.
57 Estoy tan seguro de que vendrán a mí
como lo estás Tú por lo que realmente
son y serán eternamente.
58 Aceptarán el presente que les ofrezco,
porque Tú me lo diste para ellos.
59 Y así como yo quiero hacer
únicamente Tu santa Voluntad, ésa
también será la decisión que tomarán.
60 Te doy gracias en su nombre.

 

61 El canto de la salvación resonará por el mundo con cada decisión que tomen.

 

62 Pues compartimos un mismo propósito, y el fin del infierno está cerca.
63 En alegre bienvenida, mi mano se extiende
a todo hermano que quiera unirse a mí en dejar atrás la tentación,
y mire con firme determinación hacia la luz que brilla más allá con perfecta constancia.

 

64 Padre, dame los míos, pues Te pertenecen.
65 ¿Acaso podrías dejar de hacer lo que no es sino Tu Voluntad?
66 Gracias Te doy por lo que mis hermanos son realmente.
67 Y a medida que cada uno decida unirse a mí, el canto de gratitud

 

que se extiende desde la tierra hasta el Cielo pasará de ser unas mínimas notas sueltas, a convertirse en un coro que incluya a todos los de un mundo redimido del infierno, y que Te da gracias.
68 Y ahora decimos "Amén".

 

69 Pues Cristo ha venido a morar al lugar que
—en la calma de la Eternidad— Tú estableciste para Él antes de que el tiempo existiera.
70 El viaje llega a su fin, terminando donde empezó.
71 No queda ni rastro de él.
72 Ya no se otorga fe a ninguna ilusión, ni queda una sola mancha de oscuridad que oculte la faz de Cristo a nadie.
73 Se hace Tu Voluntad, completa y perfectamente, y toda la creación Te reconoce y sabe que eres la única Fuente que tiene.
74 La Luz, clara como Tú, irradia desde todo Lo que vive y se mueve en Ti.
75 Pues hemos llegado Allí donde Todos somos Uno, y estamos en Casa,
Que es donde Tú quieres que estemos.