LA GLORIA

[1]. No confundir con el Lamo de Espinosa joven, que sería ministro con Adolfo Suárez.<<

[2]. Importante empresa promotora de la construcción cuyo símbolo era un caballito de mar.<<

[3]. El Rey le nombraría, por presión de Adolfo Suárez, «senador real» tras las elecciones de junio de 1977. Una fórmula copiada de Franco que Juan Carlos utilizaría en las primeras elecciones para recompensar a figuras que no estaban comprometidas directamente en los partidos políticos en liza.<<

[4]. La más desaforada de las críticas de Ricardo de la Cierva cuando apareció la primerísima versión de mi Adolfo Suárez, historia de una ambición (Barcelona, 1979) fue esta retórica referencia a Galileo. ¡Debía decir Copérnico! Me acuerdo que entonces me vino a la cabeza una vieja cita de Robert Musil en El hombre sin atributos que ya está transcrita en la Introducción.<<

[5]. El episodio me lo contó con pelos y alguna señal el propio Torcuato, pero tuvo siempre la precaución, como en casi todas mis conversaciones con él, de no dar demasiados detalles, sino sólo los rasgos generales. Así, por ejemplo, yo desconocía que fue en casa de Adolfo y que se trató de una cena. Es gracias a la publicación de sus apuntes de época, aparecidos en el libro de su hijo y sobrina —Lo que el Rey me ha pedido— que conocemos con mayor precisión lo sucedido, escrito ya bien pasadas las fechas de la cena y metido Fernández Miranda en el ostracismo del que no saldría.<<

[6]. Pilar Fernández-Miranda Loazana y Alfonso Fernández-Miranda, Lo que el Rey me ha pedido, Barcelona, 1995, p. 200.<<

[7]. «Los 40» eran consejeros nacionales designados directamente por Franco. Al coincidir estos nombramientos con la estancia veraniega del Generalísimo en San Sebastián también se les denominaba con el nombre de su residencia palaciega, «los 40 de Ayete».<<

[8]. Conversación de Torcuato Fernández Miranda con el autor.<<

[9]. Alfonso Osorio, presente en el comentario, no desdeña la ocasión de hacerse con una parte del protagonismo. Carlos Abella recoge la anécdota repartiendo el gesto entre Osorio y Suárez. Carlos Abella, Adolfo Suárez. El hombre clave de la transición, Madrid, 2006, p. 88.<<