Agradecimientos

Si mi mujer no llevase años pinchándome para que escribiera este libro, creo que nunca lo habría escrito, ni siquiera lo habría empezado, aunque lo llevaba dentro. Gracias, Valérie.

Si mi querida asistente no cargase con todo lo que tiene que ver con mi vida cotidiana, hace mucho que me habría ahogado en ella en cuerpo y alma. Gracias, Françoise Vernat.

Si Jean-Marc Turc no me proporcionase en el acto la cifra, el informe o el documento que necesito para sacar el trabajo adelante, todavía estaría en ello, sudando a mares. Gracias, Jean-Marc.

Gracias, para terminar, a Fabrice d’Almeida, mi editor.