Las sopas y cremas suelen prepararse con un buen número de ingredientes, desde hortalizas, verduras y legumbres hasta pasta, arroz o pan, además de carnes y pescados. Así, en ellas están representados prácticamente todos los niveles de la pirámide nutricional. Por ello, combinando bien los ingredientes, y el número y la proporción de éstos, el resultado será una receta saludable y nutritiva.

El caldo

El éxito de una sopa depende en buena medida de la calidad del caldo o fondo usado, ya sea de pollo, de carne, de pescado o de verduras. Este caldo sirve también de base para otros muchos platos, como arroces, estofados, platos de pasta o salsas.

Muchas veces la falta de tiempo nos lleva a recurrir a caldos envasados o pastillas concentradas, pero esto debería ser el último recurso. Además de tener un sabor demasiado intenso, que puede enmascarar el de otros ingredientes, suelen llevar una excesiva cantidad de sal y grasas.

Hortalizas

Las hortalizas y las verduras son los ingredientes estrella de las sopas. Aportan vitaminas y minerales, además de colorido y sabor. Aunque la mayoría se puede encontrar durante todo el año, lo ideal es utilizar productos de temporada, como espárragos trigueros en primavera, o puerros, alcachofas y setas en otoño e invierno. Además de hacer más sabrosas las sopas, es una apuesta por un consumo responsable y sostenible.

Legumbres

Las lentejas, garbanzos o alubias constituyen la base de muchas sopas y cremas, además de ser alimentos con un alto valor nutricional.

Pasta

La versatilidad de la pasta la convierte en un ingrediente fundamental de muchas sopas, desde los consomés hasta los potajes.

Las más recomendadas son las de medida corta, como los típicos fideos, pero también las hay de originales formas y colores, para los más pequeños, y con diversidad de sabores.

Huevo, leche y derivados

Estos alimentos se emplean en las cremas para conseguir diferentes texturas. Numerosas recetas, especialmente de origen francés, se preparan con mantequilla, queso y nata líquida, pero conviene no abusar de ellas por su elevado contenido graso. En ocasiones es preferible reemplazar la mantequilla por aceite de oliva o emplear productos light. Los huevos también se utilizan con el mismo fin, pero, puesto que se cuecen en vez de freírse, resultan siempre más saludables. No obstante, se recomienda usarlos con moderación.

Hierbas aromáticas y especias

La pimienta, negra o blanca, y el perejil son habituales en muchas de nuestras sopas. En otras, su sabor característico viene dado por el laurel, el hinojo o la menta; la albahaca suele aparecer en recetas de origen italiano mientras que el jengibre, la cúrcuma o

el comino dan un toque exótico al plato. Estos condimentos se suelen añadir al final de la cocción, porque así conservan mejor su sabor, y se utilizan también para decorar.

Pan

El pan, en forma de miga, tostado, frito o rallado, resulta imprescindible en muchas sopas, desde el gazpacho hasta la sopa de ajo y cebolla. Aparte de servir para espesar la sopa, le aporta a ésta un gran valor nutritivo. Además, usarlo de este modo es una forma de dar salida al pan seco que queda en la despensa.

Más fácil con Thermomix"

La Thermomix® se ha convertido en una poderosa aliada en la cocina. Es un instrumento eficaz, limpio, rápido y fácil de usar que demuestra su gran versatilidad en las recetas que presentamos en este libro, ya sean sopas claras o bien purés y cremas. Su principal cualidad es que reúne en una misma máquina todos los aparatos de la cocina, lo que permite, en este caso, picar y triturar los ingredientes, cocer el caldo, remover la mezcla, etc. Conviene tener en cuenta algunos consejos:

Antes de empezar, hay que tener todos los ingredientes listos, lavados, pelados, cortados y pesados para no tener que parar la máquina a mitad de la elaboración.

Al empezar a cocinar, conviene comprobar que no haya quedado programada la última temperatura que habíamos seleccionado en la receta anterior.

Cuando se vaya a triturar, antes de poner los ingredientes en la Thermomix®, es aconsejable proteger la tapa, por la parte inferior, con film transparente, para evitar que se ensucie.

Si los ingredientes que utilizamos son delicados y no queremos que se deshagan en el caldo, se puede emplear la velocidad cuchara.

Si empleamos una gran cantidad de ingredientes, el accesorio mariposa ayuda a remover mejor.

El recipiente varoma permite disfrutar de todas las ventajas de la cocina al vapor: los alimentos conservarán todo su sabor, aroma y consistencia. Hay que ser cuidadosos al sacar el recipiente o al destaparlo porque puede caer agua condensada o salir vapor muy caliente.