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Por la noche, después de acostar a María y a
Andrés se quedó un rato viendo la televisión y se conectó al
correo. Tenía un montón de mails tontos, de esos de a ver quién te
ha borrado del skype, y decidió mandar a todos los contactos un
mail para acabar con esa plaga de páginas basura:
Debido a que cada dos
por tres recibo el mensajito ese de "Adivina quién te ha borrao del
SKYPE" paso a relatar el método infalible pa que sepáis quien os ha
eliminao del skype y dejéis de entrar en esas páginas que se
apoderan de vuestra dirección de SKYPE y de la mía y no hacen más
que mandarme propaganda para que adelgace (si soy mujer) o para
alargar el pene (si soy hombre) Por tanto, al loro, que aparece el
método infalible.
Paso 1: Darle al botón
que aparece por arriba que pone "reenviar"
Paso 2: Pinchar el
botón que pone "mostrar CC y CCO"
Paso 3: Pinchar en CCO
y pinchar el botón "Seleccionar todo". Este paso es el más
importante de todos, ya que debemos elegir CCO para evitar que mi
dire de mail la conozcan todos tus contactos... y que se reenvíe
indefinidamente hasta que llegue a manos de los pesaos del penis
enlargued... y esperemos que los de telefónica no te cojan, porque
puedes acabar hasta los mismísimos ovarios de mailes con
supermegaofertas de ADSL.
Paso 4: Darle a
enviar... y a esperar.
A partir de ahora
pasarán dos cosas:
La primera, aparecerán
un determinado correos de error diciéndote a que determinados
correos no se les ha podío enviar el correo. ESOS SON LOS CONTACTOS
DEL SKYPE QUE TAN BORRAU!!! Ya sé que jode que ese tío tan bueno
que casi te preña y que te prometió amor eterno aparezca ahí o esa
tía a que cariñosamente le felicitas todos los días mandándole 53
mailes tampoco exista ya con ese correo electrónico, pero la vida
es asín de jodida, lo siento.
La segunda, much@s de
vosotr@s (qué políticamente correcto ma quedao la chorrada de la @)
me reenviaréis el mismo mail, os lo agradezco aunque según me
llegue lo borre, ya que habréis conseguido uniros a mí en esta
lucha eficaz para eliminar el pishing, el chorring, el pesading y
otras cadenas de gilipolleces que al final solo buscan el recopilar
direcciones de mail... para llamarme
gorda-chorra-pequeña-pechicaída, cosa que no es
agradable.
Lo dicho, besitos y
esas cosas.
Se quedó a gusto, le había quedado un correo
gracioso. Al poco recibió dos mails de sus contactos diciendo que
no se había podido entregar el correo, de lo que dedujo que esos
dos correos ya no existían, por lo que los borró de su lista de
contactos.
Entró en el foro de policías al que solía
acceder para comentar métodos de investigación, pero vio que había
poca gente conectada, y ninguno de sus contactos, por lo que
decidió apagar el PC e irse a dormir, cuando recibió un mail de
Vigoroso Machoman.
La semana pasada me
llamó un amigo por teléfono... me confesó que era adicto a las
máquinas tragaperras, que llevaba 6 meses en proyecto hombre... me
dejó pasmao, pero después de la impresión inicial... según me iba
hablando, me fui identificando con su problema... a los dos nos
encanta meter todo lo que podemos por una ranura... aunque sean dos
ranuras diferentes... me di cuenta de que... ¡¡¡SOY ADICTO AL
SEXO!!!
Me relataba cómo se lo
contó a su mujer... y respiré aliviado... yo no tengo mujer...
porque... ¿cómo le transmites a una esposa que eres adicto al sexo?
Lo primero que me iba a contestar... "churri, hacerlo una vez a la
semana los viernes cuando hemos acostado a los nenes y en la
postura del misionero... no es una adicción". Y cuéntale después lo
de las amantes... lo de los hielitos... lo del cava... lo del
cepillo de dientes... en fin... que después de la primera hostia me
iba a faltar espacio para parar de dar vueltas... bueno... no es el
caso... pero...
¡Coño! Según me iba
contando, el primer paso a seguir es la confesión... ¿y a quien
decírselo? ¿A la Mari? Joder, pero si en cuanto me ve se me pega a
la boca... y cuando no está besándome es que no calla... ya me
veo... sentado sobre la cama... la Mari entretenía de rodillas
delante mío... y armarme de valor y decirle... "cariño... soy
adicto al sexo"... y la Mari, tal como es... seguro que se
levantaba me pegaba un muerdo y me decía... "Dios, cabrón, ¡¡¡cómo
me pones!". Si es que la Mari es la Mari.
¿Y al Richard? Los dos
sentados en la roca, mirando las ovejas pastando en los vastos
campos al lado de la M40... y decirle... "Ricardo... soy adicto al
sexo"... y el Richard contándome que me comprende, que él también
necesita un gayolita todas las noches para poder dormirse... si es
que el Richard es así... más simple que el mecanismo de una
tuerca.
El chaval está en
Proyecto Hombre y me cuenta que lo que buscan es eliminar la
adicción, no sustituirla... y coño... ¿y en qué grupo me pondrían?
Me veo la cara de alucinao del adicto al juego de turno escuchando
mis experiencias en una ducha, o en una cita literalmente a
ciegas... y pensando ¡pero qué idiotez intentar que salgan tres
melones en la maquinita, si es más entretenío tener dos melones a
mano!... alguna de las compañeras me dejarían el móvil para poder
probar la postura de la cruz... así no me curo... pero... ¿a quién
llevo de acompañante? La Mari se lo iba a pasar bomba recolectando
direcciones de skype... y al Richard, con la boina entre las manos
y las orejas gachas... no lo veo...
Hay que explicar cuáles
son las razones que te llevan a la adicción, como empiezas un día
cualquiera... ¿Y cómo empiezas un ligue? Que si ves a dos chavalas
sentadas en una terraza, te acercas y les preguntas si esa silla
está libre... y si contestan que sí... pues nada... sentarte con
ellas tranquilamente y aprovechando su alucinancia... iniciar una
conversación cualquiera.
O como entrar a una
chica a las dos de la mañana, sobre todo ahora que vivo en el
pueblo y bebo cerveza sin alcohol, que tiene todos los efectos
negativos de su correspondiente alcohólica, sobre todo en los
aspectos referentes a las visitas del baño, pero que tiene dos
efectos negativos añadidos... tus amigos aunque beban cerveza con
alcohol no se ponen borrosos como antes, y las tías buenas no salen
a partir de las 2 de la mañana... en fin, a lo que íbamos,
acercarte a una chica y preguntarle con el desparpajo habitual si
le apetece jugar al parchís... que ella te coma a ti, que tú le
comas la fichita... y que nos vamos juntos a casa... nada, me veo a
toa la clase tomando apuntes.
Y me parece muy bien
que el resto del grupo sustituya sus adicciones por la sexual...
pero joder... que yo no me veo jugando a las tragaperras... y ya
dejé hasta de fumar...
Y cuéntaselo a mis
padres... mi madre me mata a hostias... y mi padre... Na, mi padre
me miraría raro, daría la razón a mi madre, ¡¡¡pero lo que iba a
fardar de hijo con la faria y el coñac en el casino del
pueblo!!!... si es que mi padre es así...
En fin... hazlo
público, dicen... a los amigos... en la cena anual que hacemos por
las fiestas del pueblo... unos descojonándose de la risa, otros
mirando con cara rara... pero seguro que el Manolo se levanta, me
mira, y me dice... "¿Adicto al sexo? ¡¡Tú lo que eres es
gilipollas!!! ¡¡¡Pero no te das cuenta que en proyecto hombre te
pueden rehabilitar!!!"
Hostia, mira que el
Manolo tiene razón... si es que tiene razón, como siempre... ¡¡¡Por
eso lo hicimos alguacil!!!... y por eso hicimos al Richard
alcalde.
Ana se empezó a reír nada más empezarlo a
leer. Ese tío era la leche, siempre le conseguía arrancar una
sonrisa, cuando no le arrancaba otra cosa, cómo la noche
pasada.
Se conectó al skype y enseguida le vio. Le
saludó diciéndole que había visto el correo, que era muy divertido.
Le contestó que tenía un masaje para ella, que le encantaría, que
se decidiera a darle el móvil para que la sedujera vía mensaje, y
Ana, después de pensárselo brevemente, se lo dio, haciéndole
prometer que lo usaría tan solo en horario de oficina y nunca los
fines de semana.
Cerró el PC y se iba a dormir cuando recibió
un mensaje en el móvil:
Tengo una curiosa
manía, la primera vez que hago el amor a una mujer le recorro la
espalda con l lengua para subir después soplando la saliva...
¿crees que te gustara?
Ana supo al instante de quien se trataba y
apuntó el número de móvil antes de borrar el mensaje. Le contestó
un escueto “Sí, y seguro que el masaje más
aún”. Apagó el móvil y se fue a dormir, había sido un día
intenso.