Hara (vientre) Kiri (corte); literalmente: “Cortarse el vientre”.
Seppuku: japonés; forma ritual de suicidio llamado “la flor del Bushido” porque en el código Bushido, el samurái no teme la muerte. Después de ejecutar el Mishogi (purificación del lugar donde se desarrollará el seppuku así como del alma y el corazón del suicida) el samurai “entra” al tatami donde se llevará a cabo la ceremonia por Shugyo – Mon y se situará sobre un cojín. El Kaisakunin (asistente del suicida se sienta a su lado en la posición de Seiza, sin mostrar tristeza. Llegado el momento oportuno se prepara en Hasso no Kamae a que el suicida le haga una señal o éste de muestras de sufrimiento, entonces baja la hoja del sable con un gesto rápido y certero decapitando al suicida. La cabeza no puede caer, debe colgar de la piel de la garganta y quedar sobre el pecho) entra por Nehan Mon. Después del Mizu Jari (ablución, baño o purificación antes del seppuku) el suicida se viste con el Montsuki (kimono con dibujos) y se dispone a escribir un poema para demostrar su serenidad. Después bebía el Matsugio no Mizu (agua del último instante) símbolo de Kokoro (emoción, sentimiento, mente, alma) en el interior del Sambo (plato blanco). Una vez terminado este protocolo cogía el Wakizashi (espada mediana) y envolvía un Sugi Hora (papel suave que se utilizaba alrededor de la hoja del arma para llevar a cabo el seppuku) dejando que asomara unos centímetros de hoja y, después situar el Kisaki (punta) en el lado izquierdo del vientre e iniciar el corte longitudinal hacia el lado derecho (Jumonji) el suicida se detenía un instante en el punto Saika no Itten (punto situado debajo del ombligo donde se unen las energías cósmicas Ki y el Chikara; considerado “el asiento del alma”). Finalmente el suicida era decapitado por el Kaishakunin con un rápido y certero corte de su Katana denominado Yokomen (corte circular). Si el suicidio se llevaba a cabo como fruto de una condena de muerte el tribunal mandaba a la casa del decapitado un abanico sobre una bandeja, símbolo de culpabilidad. Si por el contrario era voluntario el Kaishakunin decapitaba completamente. En ese caso el cuerpo debía caer de frente, si caía de costado o de espaldas era un deshonor para su familia. El kenshi (maestro experto con la espada; generalmente un noble que presidía el seppuku) inspeccionaba la cabeza mientras el Kaishakunin saludaba al difunto y se retiraba. Después se hacía el Kubishozoku (el ritual de preparación de la cabeza antes de entregarla a su familia). Todo el ritual era presenciado por un sacerdote Shintoista.