EPÍLOGO

No es posible ignorar el final de las cosas si conocemos su principio.

TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologica[1]

Hemos descrito la Tierra antes de que los hombres pusieran pie en ella. Hemos intentado comprender algo sobre nuestros antepasados, utilizando como guía el registro fósil y el magnífico panorama de la vida que ahora adorna nuestro planeta. Todavía falta un gran número de páginas en la ficha de nuestro huérfano, aunque el progreso de la ciencia nos ha permitido vislumbrar algunos de los apartados perdidos u olvidados, quizá incluso muchos de los temas importantes. Pero hemos explorado sólo los primeros capítulos de la ficha. Su sección central y más esencial, historiar el alba de nuestra especie y su evolución hasta la invención de la civilización, es el tema del siguiente libro de esta serie.