Benedict Anderson es profesor en la Universidad de Cornell y escribió un libro que tuve mucho tiempo en mi estantería sin abrirlo. Tenía que haberlo leído para una asignatura de la facultad y no lo hice, aunque siempre lo he llevado conmigo en mis muchas mudanzas a lo largo de los años; ha viajado de polizón en todas las furgonetas de mudanzas. El libro se titula Comunidades imaginadas, y lo abrí hace poco porque me pareció que por fin el título podía aplicarse a algo. Los temas principales que aborda Anderson son el nacionalismo y la construcción de naciones, y sugiere que una nación «es imaginaria porque hasta los habitantes de la menor de las naciones nunca llegarán a conocer a la mayoría de sus compatriotas, ni a verlos, ni siquiera a oír hablar de ellos, pero en la mente de cada uno de ellos habita la imagen de su comunión». Lo escribió en 1981, pero bien podría estar refiriéndose a Internet. No sé si Reddit es una nación, pero desborda comunión. Y resulta interesante ver a otra comunidad puramente digital definir su floreciente identidad. Antes hemos visto ese sempiterno afán por la violencia colectiva, dirigida en este caso a Safiyyah, Natasha y Justine en Twitter. Aquí, en Reddit, apreciamos algunas de las mayores bondades de una nación: sentido de pertenencia, compasión y participación.

Llevo ya doce años viviendo en Brooklyn —Comunidades imaginadas se había cubierto de una buena capa de la típica mugre neoyorquina para cuando lo saqué de la estantería—, pero el primer sitio al que me acompañó el libro fue a Texas. Justo después de la universidad estuve compartiendo piso con varios chicos, y uno de ellos, Andrew Bujalski, que hoy es director de cine, decidió mudarse a Austin porque le encantaban Movida del 76 y Slacker. Se iba en peregrinación en busca de Richard Linklater. Los demás no teníamos ningún plan, así que nos apuntamos al suyo.

Naturalmente, lo de recoger los bártulos y mudarse de ese modo es un privilegio solo al alcance de unos veinteañeros sin nada mejor que hacer que perseguir el sueño de otro. Habíamos oído decir que Austin molaba, así que allí nos fuimos. Es un ejemplo un poco descafeinado, pero este tipo de movimientos en grupo, basados en poco más que el boca a boca y la esperanza de encontrar algo mejor, han creado el mundo tal como lo conocemos. La llamada Gran Migración —en la que millones de afroamericanos abandonaron el Sur de las leyes segregadoras de Jim Crow para irse a ciudades como Detroit, Chicago o Nueva York a principios del siglo XX— supuso un salto cultural transformador para el país y lo constituyeron miles de pequeñas decisiones de recoger las cosas y marcharse a otro sitio. Lo mismo ocurrió con la fiebre del oro que se produjo en California. Y lo mismo con muchos de los primeros asentamientos europeos que llevaron el Viejo Mundo al continente americano. Y lo mismo, supongo, que los primeros grupos de la cultura Clovis que cruzaron el estrecho de Bering sobre el hielo hace trece mil años para constituirse en la primera nación de estas tierras. Las comunidades se trasladan para buscar un entorno que las sustente y en el que encuentren seguridad, pero también para hallar un espacio físico que esté en consonancia con lo que sienten en su fuero interno.

Recientemente, el equipo de análisis de datos de Facebook se dedicó a observar los actuales movimientos a gran escala del mundo entero, migraciones coordinadas en las que una proporción significativa de la población de un sitio se ha trasladado, como grupo, a otra parte. La gente ya no se mueve en masa de este modo en Estados Unidos, pero en muchos otros sitios sí que está empezando a hacerlo. Los investigadores cartografiaron los movimientos coordinados por todo el globo. Aquí he extraído una pequeña porción de su mapa del sureste asiático: las líneas muestran cómo ciudades pequeñas y pueblos se trasladan y se reubican enteros en grandes núcleos urbanos. Es una foto fija de una región que está cambiando rápidamente. Pero bien podría tratarse de Inglaterra alrededor de 1850 o de Estados Unidos cincuenta años más tarde.

img64.jpg

En un sentido amplio, estos movimientos suelen deberse a cuestiones económicas: ciudades como Chicago o Bangkok prometen puestos de trabajo. Pero aunque las líneas y los puntos del mapa sean acumulativos, todas las migraciones que representan son pequeñas, personales y, sin duda, excepcionales para las personas que las emprenden. ¿Fue un padre el que tomó la decisión de hacer las maletas y marcharse? ¿Fue un amigo el que abrió el camino? ¿Con quién se juntó esa gente al llegar a su nueva ciudad? ¿A quiénes dejaron atrás en su antigua ciudad? ¿Se llevaron todas sus cosas? ¿Las abandonaron todas? Y no dejo de preguntarme también si todo el mundo tiene un libro que les sigue allá donde van hasta que lo leen. Y si es así, ¿cuál es su libro?