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El chivo expiatorio
Como dijimos, el sádico elige un chivo expiatorio que será el blanco de su agresividad.
Es la cara opuesta del masoquista, que se coloca a sí mismo en ese lugar de víctima.
La persona que el sádico elige como chivo expiatorio tiene estas características:
- Poca respuesta o reacción. Una persona sana tiene cierta dosis de agresividad (por ejemplo, la que muestran los hombres cuando juegan al fútbol) correctamente canalizada. El sádico no conduce su agresividad por el canal correcto, siempre la descarga hacia el que está abajo, el que tiene poca capacidad de respuesta o reacción.
- Baja empatía con su grupo. Si la persona elegida como chivo expiatorio tuviera mucha empatía, todo el grupo reaccionaría contra el jefe en lugar de ser espectador de sus actos sádicos.
¿Cómo puede salir de este abuso el chivo expiatorio? Generando el aumento de la empatía con los demás.