NOTAS
La abreviatura [S. M.] hace referencia a comentarios de Stephen Mitchell dentro de citas de otros autores. (N. del T)..
[1] Enkidu: El acento (al igual que en Gilgamesh) recae en la primera sílaba. <<
[2] escribió a finales de 1916: «¡Gilgamesh es formidable! Lo conozco por la edición del texto original y considero que se encuentra entre las mejores experiencias que le pueden suceder a una persona. De vez en cuando cuento la historia a la gente, toda la historia, y siempre acabo teniendo ante mí una audiencia asombrada. El resumen de Burckhardt no es del todo afortunado, no capta la grandeza y significado del original. Tengo la sensación de que yo lo cuento mejor. Y encaja conmigo» (carta a Katharina Kippenberg, 11 de diciembre de 1916, Briefwechsel: Rainer Maria Rilke und Katharina Kippenberg, Insel Verlag, 1954, pág. 191). «¿Ha visto el volumen publicado por Insel que a modo de résumé contiene un antiguo poema asirio, el Gilgamesh? Me he sumergido en la traducción literal académica (de Ungnad), y en esos fragmentos verdaderamente gigantescos he experimentado medidas y formas que pertenecen a las obras supremas que jamás haya producido la mágica Palabra. En realidad, preferiría contárselo yo: el pequeño libro de Insel, aunque elaborado con gusto, no expresa el auténtico poder de este poema de cinco mil años de antigüedad. La peripecia, la existencia y el temor que se advierten en los fragmentos (debo admitir que excelentemente traducidos) son verdaderamente colosales e incluso las amplias lagunas del texto funcionan en cierto modo dentro del conjunto, puesto que mantienen separadas las superficies gloriosamente enormes. Es la epopeya del temor a la muerte, surgida en tiempos inmemoriales entre unas gentes que fueron las primeras para las que la separación entre vida y muerte se reveló definitiva e inevitable. Estoy seguro de que también su esposo disfrutará de la lectura de estas páginas. He pasado semanas enteras viviendo casi por completo dentro de esta impresión» (a Helene von Nostitz, Nochevieja de 1916, Briefwechsel mit Helene von Nostitz, Insel Verlag, 1976, pág. 99). <<
[3] Austen Henry Layard: «Los franceses fueron los primeros en llegar al yacimiento de Nínive en 1842 y, a partir de 1843, en Korshabad, la capital del monarca asirio Sargón II durante el siglo VIII a. C. Sin embargo, no tardaron en verse eclipsados y superados por un joven viajero y aventurero británico, Austen Henry Layard. De camino a Ceilán, Layard, que por entonces contaba veintiocho años, se sintió intrigado por las historias de restos enterrados en los montículos cercanos a la actual Mosul que resultaron ser las antiguas Nínive y Nimrud, las dos capitales más legendarias de los asirios.
»A los pocos días de comenzar las excavaciones en Nimrud, Layard encontró el primero de los ocho palacios de los reyes asirios datables entre los siglos IX y VII a. C. que, con el tiempo, él y su ayudante desenterraron allí y en Nínive. Asombrados, hallaron una estancia tras otra revestidas con bajorrelieves en piedra de demonios y divinidades, escenas de batallas, cacerías reales y ceremonias; puertas flanqueadas por enormes toros alados y leones; y, dentro de algunas de las cámaras, decenas de miles de tablillas de arcilla inscritas con la curiosa, y en aquel momento aún no descifrada, escritura cuneiforme (“con forma de cuña”) —los restos, como sabemos hoy en día, de las bibliotecas eruditas reunidas por los reyes asirios Senaquerib y Asurbanipal. Para los esquemas de épocas posteriores, se trató de una caza de tesoros más que de arqueología, pero tras unos pocos años de excavación en circunstancias políticas y financieras complicadas, Layard había conseguido resucitar por primera vez una de las grandes culturas antiguas de Mesopotamia. Jamás fue a Ceilán.
»Los descubrimientos más espectaculares fueron embarcados rumbo al Museo Británico, donde la fascinación victoriana por la Biblia garantizaba a estas imágenes del Antiguo Testamento una acogida entusiasta. A comienzos de la década de 1850, los avances en la lectura de la escritura asirio-babilónica había permitido atribuir nombres y acontecimientos a las imágenes, entre ellos el de Jehú, el rey de Israel del siglo IX a. C. (representado mientras rinde obediencia al rey Salmanasar III), y el asedio de Lachish en Judá por Senaquerib. El relato que Layard hizo de sus descubrimientos, Nineveh and Its Remains (1849), obtuvo pronto un gran éxito: “la mayor hazaña de nuestro tiempo”, según Lord Ellesmere, presidente de la Royal Asiatic Society. “Ningún hombre vivo ha hecho tanto ni lo ha contado de una forma tan extraordinaria”. Una edición resumida (1852) preparada para la colección “Murray’s Reading for the Rail” se convirtió de inmediato en un best-seller: las ventas de ocho mil ejemplares el primer año (tal como señalaba Layard en una carta) “la situarán en pie de igualdad con el libro de cocina de Mrs. Rundell”.
»La labor de desciframiento de la lengua de las inscripciones asirias fue progresando a buen ritmo mientras Layard estuvo en el terreno, en parte debido a sus descubrimientos. Pero la clave para acceder al contenido de la escritura cuneiforme se encontraba en otra parte: en una inscripción trilingüe del rey persa Darío tallada sobre una pared rocosa en Behistun, en el oeste de Irán, hacia el 520 a. C. (En total, la escritura cuneiforme fue utilizada durante más de 3.500 años). Una de las tres versiones del texto presentaba una escritura cuneiforme mucho más sencilla que empleaba únicamente unos cuarenta caracteres, lo que no tardó en indicar a los estudiosos que se trataba de una escritura alfabética. Incluso antes de las excavaciones de Layard, algunas inspiradas conjeturas acerca de títulos y nombres probables, los habían llevado a descifrar la escritura y a establecer que la lengua era antiguo persa, por tanto de la familia de lenguas indo-iranias (un pariente cercano del indoeuropeo). Tras determinar el sentido general de los tres textos, los estudiosos confirmaron que la segunda versión, redactada en la escritura cuneiforme mucho más compleja (unos trescientos caracteres) de las tablillas de Asiria, era, como muchos habían sospechado, una lengua semítica (es decir, emparentada con el hebreo, el arameo y el árabe): la que actualmente conocemos como babilonio. Para cuando comenzaron a llegar a Inglaterra los hallazgos de Layard, se podían leer razonablemente bien muchos textos, aunque la declaración oficial del desciframiento no tuvo lugar hasta 1857, cuando cuatro de los principales expertos (entre ellos W. H. Fox-Talbot, uno de los inventores de la fotografía) presentaron traducciones independientes de una nueva inscripción y se comprobó que había una amplia coincidencia entre todas ellas. Dos milenios y medio después, los asirios habían recobrado su voz» (Timothy Potts, «Buried between the Rivers», New York Review of Books, 25 de septiembre de 2003). Véase también Sir E. A. Wallis Budge, The Rise and Progress of Assyriology, Martin Hopkinson, 1925, págs. 68 ss. <<
[4] acadio: El nombre de «acadio» procede de la ciudad-estado de Akkad (cerca de la moderna Bagdad), fundada a mediados del tercer milenio a. C. y capital de uno de los primeros grandes imperios de la historia del hombre. Para el 2000 a. C., el acadio había sustituido al sumerio como la principal lengua hablada de Mesopotamia, y hacia esa época se dividió en dos dialectos: el babilonio, que se hablaba en el sur de Mesopotamia, y el asirio, que se hablaba en el norte. <<
[5] Al fijarme en la tercera columna: George Smith, The Chaldean Account of Genesis, Sampson Low, Marston, Searle and Rivington, 1876, pág. 4. «Entonces», prosigue el relato de Smith, «continué leyendo todo el documento y descubrí que tenía la forma de un discurso dirigido por un héroe del Diluvio a una persona cuyo nombre parecía ser Izdubar [= Gilgamesh; Smith suponía (erróneamente, como se demostró) que los tres signos cuneiformes que formaban el nombre poseían sus tres valores consonánticos más comunes]. Recogí una leyenda perteneciente al mismo héroe Izdubar K. 231, que, a la luz de la comparación, resultó pertenecer a la misma serie, y entonces inicié una búsqueda de cualquier porción perdida de las tablillas. Esta búsqueda resultó ser una tarea dura y prolongada pues había miles de fragmentos que revisar y, aunque por un lado por ahora sólo había obtenido dos fragmentos de la leyenda de Izdubar a partir de los cuales poder juzgar, por otro, los fragmentos sin clasificar eran tan pequeños, y contenían tan poco sobre el tema, que resultaba extremadamente difícil desentrañar su significado. Sin embargo, mi búsqueda resultó fructífera. Encontré un fragmento de otra copia del Diluvio, que contenía de nuevo el envío de las aves, y poco a poco reuní otras muchas porciones de esta tablilla, que fui reconstruyendo hasta completar la mayor parte de la segunda columna. Acto seguido, aparecieron fragmentos de una tercera copia, que, una vez unidos, completaron una parte considerable de las columnas primera y sexta. Tenía ya el relato del Diluvio en el estado en el que lo publiqué en la reunión de la Sociedad de Arqueología Bíblica el 3 de diciembre de 1872». <<
[6] Según un relato posterior: Budge, The Rise and Progress of Assyriology, pág. 153. <<
[7] provocó una gran conmoción: «El Daily Telegraph de Londres ofreció financiar una expedición para buscar la parte perdida de la tablilla. Smith partió como estaba previsto, y tan sólo al quinto día de búsqueda entre las montañas de escombros de Nínive, con una suerte que parecía inspirada por la divinidad, encontró un fragmento de tablilla que rellenaba la mayor parte de la laguna de la historia» (Potts, «Buried between the Rivers»). <<
[8] Aunque para un lector moderno parece pintoresca: He aquí dos ejemplos de la Tablilla I (el primer pasaje de cada ejemplo es una versión literal en prosa; el segundo es la traducción de Smith):
Gilgamesh le dijo a él, al trampero, «Ve, trampero, y lleva a la ḫarīmtu [prostituta sagrada] Shamhat contigo. Cuando los animales bajen a la charca, que ella se quite la túnica y muestre su vagina. Cuando él la vea, se aproximará. Los animales se separarán de él, aunque él creció en su presencia». El trampero salió, tomó a la ḫarīmtu Shamhat consigo, emprendieron el viaje. Al tercer día alcanzaron su destino. El trampero y la ḫarīmtu se sentaron a esperar. Un primer y un segundo día se sentaron junto a la charca cuando los animales acudían a beber a la charca. Los animales llegaron, sus corazones se alegraron, entonces también Enkidu, que nació en el monte, que comía hierba con las gacelas. Acudió a beber a la charca con los animales, su corazón se alegraba mientras bebía el agua con los animales. Shamhat lo vio, a este ser primordial, a este salvaje de en medio del monte. «Mira, Shamhat, ahí está. Desnuda tus pechos, muestra tu vagina, que entre en tu voluptuosidad. No vaciles, toma su aliento. Cuando él te vea, se aproximará. Extiende tu túnica para que él pueda yacer sobre ti, haz para él el trabajo de una mujer. Que te monte en su lujuria, y los animales se separarán de él, aunque él creció en su presencia» (I, 161 ss.).
Izdubar a él también dijo a Zaidu: / ve Zaidu y contigo la hembra Harimtu, y a Samhat lleva, / y cuando la bestia … enfrente del campo.
(Instrucciones a la hembra sobre cómo seducir a Heabani [= Enkidu]).
Zaidu fue y con él Harimtu, y a Samhat llevó, y / emprendieron el camino, y fueron a lo largo del sendero. / Al tercer día alcanzaron la tierra donde ocurrió la inundación. / Zaidu y Harimtu en sus lugares se sentaron, el primer día y el segundo día enfrente del campo se sentaron, / la tierra donde la bestia bebía de la bebida, / la tierra donde las cosas que se mueven en el agua regocijan su corazón. / Y él, Heabani, se había construido una montaña / con las gacelas comía, / con las bestias bebía de la bebida, / con las cosas que se mueven en las aguas su corazón regocijaba. Samhat la seductora de hombres lo vio.
(Detalles de las acciones de la hembra Samhat y Heabani).
(The Chaldean Account of Genesis, pág. 202). Unas pocas páginas más adelante, Smith comenta: «He omitido algunos detalles de las columnas III y IV porque eran, por una parte, oscuros, y por otra difícilmente adaptables para una lectura general».
El segundo pasaje figura posteriormente en la Tablilla I. La traducción de Smith es muy fragmentaria:
«Lo desafiaré, poderoso […]. […] en Uruk: “¡Yo soy el más fuerte! […] ¡Yo cambiaré el orden de las cosas, [aquel] nacido en el monte es el más fuerte de todos!”».
«Que [él] vea tu rostro, [te conduciré hasta Gilgamesh,] sé dónde estará. Vamos, Enkidu, a Uruk-el-Redil, donde los jóvenes se engalanan con fajines. Cada día […] se celebra una fiesta, suenan la lira y el tambor, allí están las ḫarímātí, amorosas, sonrientes, llenas de alegría sexual, de manera que incluso los ancianos se levantan de sus lechos. Enkidu, [tú que todavía no] conoces la vida, te mostraré a Gilgamesh, el hombre de alegría y dolor. Lo mirarás, verás cuán hermoso y viril es, cómo todo su cuerpo está repleto de alegría sexual. Es aún más fuerte que tú, no duerme ni de día ni de noche. Depón tu audacia, Enkidu. Shamash ama a Gilgamesh, y su mente ha sido engrandecida por Anu, Enlil y Ea [los tres dioses principales]» (I, 221 ss.).
Me encontraré con él y veré su poder, / llevaré en medio de Erech un tigre [¡! —S. M.], / y si es capaz, lo destruirá. / En el desierto es engendrado, tiene gran fuerza, / … por delante de ti /… todo lo que hay yo sé / Heabani fue al medio de Erech Suburi / … los jefes … se sometieron / en aquel día celebraron una fiesta / … ciudad / … hija / … se regocijó / … engrandeciéndose / … mezclado y / … Izdubar alegrando al pueblo / fue delante de él / En un príncipe tú te conviertes, gloria tú posees / … llena su cuerpo / … quien día y noche / … destruye tu terror / … el dios Samas lo ama y / … y Hea ha dado inteligencia a sus oídos.
(The Chaldean Account of the Génesis, págs. 203-204). <<
[9] lo que sigue es la opinión general: La siguiente exposición, que se extiende hasta la página siguiente, se basa en gran medida en la prudente y esclarecedora introducción de Andrew George a The Epic of Gilgamesh (a partir de ahora abreviada como EG). <<
[10] cinco poemas en sumerio distintos e independientes: En la página de Literatura Sumeria del Oriental Institute de la Universidad de Oxford, http://www-etcsl.orient.ox.ac.uk, se encuentran traducciones de los cinco poemas. <<
[11] tan alejado del acadio: «aussi loin de l’akkadien que le chinois peut l’étre du français» (Bottéro, pág. 19). <<
[12] las once tablillas de arcilla desenterradas en Nínive: «De hecho, la “serie de Gilgamesh” comprende doce tablillas, no sólo las once de la epopeya. La Tablilla XII, la última, es una traducción línea por línea de la segunda mitad de uno de los poemas sumerios de Gilgamesh […] La mayoría de los estudiosos coinciden en que no pertenece al texto, y que fue añadida a él porque se trataba de un material claramente relacionado» (George, EG, pág. xxviii; para un análisis más amplio, véase A. R. George, The Babylonian Gilgamesh Epic, I, págs. 47 ss., a partir de ahora abreviado como BGE). <<
[13] la primera Epopeya de Gilgamesh: «La epopeya acadia recibió su forma original en el período paleobabilónico de la mano de un autor acadio que asumió, en mayor o menor medida, los argumentos y temas de tres o cuatro narraciones sumerias […] Bien traduciendo libremente del sumerio, bien trabajando a partir de las paráfrasis disponibles, el autor combinó estos argumentos y temas en una epopeya unificada a gran escala. Como idea central de esta epopeya, el autor aprovechó un tema que estaba bosquejado en tres de las narraciones sumerias, la preocupación de Gilgamesh por la muerte y su inútil deseo de vencerla. El autor situó este tema en un lugar predominante en el relato. Para este fin, la muerte de Enkidu se convirtió en el acontecimiento fundamental que impulsa a Gilgamesh a una febril búsqueda del inmortal héroe del Diluvio (cuya historia existía en sumerio, pero que no tenía nada que ver con las historias de Gilgamesh), con la esperanza de aprender cómo había vencido a la muerte. El autor separó los temas de la muerte de Enkidu y del dolor de Gilgamesh de su contexto original en el Gilgamesh, Enkidu y el Mundo Inferior sumerio, y los situó después de la victoria de los dos amigos sobre Huwawa (y posiblemente sobre el Toro Celeste). A fin de aumentar el impacto emocional que la muerte de Enkidu ejerce en Gilgamesh, y quizá para que resultase más plausible la profunda tristeza de Gilgamesh, el autor aprovechó una o dos referencias a Enkidu en las fuentes sumerias que lo presentaban como amigo de Gilgamesh más que como su sirviente, y lo trató en consecuencia como amigo e igual de Gilgamesh. Llegó incluso a componer los relatos de cómo Gilgamesh oprimía Uruk, y de la creación y vida inicial de Enkidu, para explicar por qué fue creado Enkidu y cómo se convirtió en amigo de Gilgamesh» (Tigay, págs. 242 ss.). <<
[14] Sîn-lēqi-unninni: Su nombre significa «Sîn [el dios lunar] es el Único que Acepta una Plegaria» (o, menos probable, según George, el nombre es Sîn-liqe-unninnī, «¡Oh, Sîn, Acepta mi Plegaria!»). «El catálogo de literatura cuneiforme del primer milenio que dice que “la serie Gilgamesh (es) conforme a Sîn-lēqi-unninni el ex[orcista-sacerdote]” … debe entenderse sin duda en el sentido de que Sîn-lēqi-unninni fue el autor de la última versión, pues esa era la única versión conocida en aquel período. El propio hecho de que se le atribuya la epopeya indica que Sîn-lēqi-unninni tuvo que hacer alguna contribución importante, quizá definitiva, en su formulación. Ciertamente es posible que fuese el redactor de la última versión, pero no es ese necesariamente el caso. A menudo ocurre que se atribuye una obra literaria a una figura que hizo una contribución decisiva para su desarrollo, a pesar de que exista en circulación una versión posterior de la obra … Es posible que Sîn-lēqi-unninni produjese una versión de Gilgamesh en babilonio medio que tuviera influencia suficiente sobre la forma final de la epopeya como para asociar su nombre a ella de manera permanente, pero que la forma encontrada en las copias del primer milenio fuese una revisión posterior del texto de Sîn-lēqi-unninni. No obstante, es igualmente posible que fuese el redactor de la última versión» (Tigay, pág. 246). <<
[15] Versión Estándar: La Versión Estándar «es conocida a partir de un total de 73 manuscritos: los 35 que han sobrevivido de las bibliotecas del rey Asurbanipal en Nínive, 8 tablillas y fragmentos adicionales de otras ciudades asirias (Ashur, Kalah y Huzirina), y 30 de Babilonia, especialmente de las ciudades de Babilonia y Uruk … Las once tablillas de la epopeya varían en su longitud, desde 183 a 326 versos, de manera que la composición íntegra habría tenido originariamente unos 3.000 versos de extensión [la misma extensión que el Beowulf —S. M.]. Tal como poseemos ahora el texto, únicamente las Tablillas I, VI, X y XI están más o menos completas. Dejando de lado aquellas líneas que se han perdido pero pueden restaurarse a partir de pasajes paralelos, en total unas 575 siguen perdidas por completo, es decir, no están representadas ni siquiera por una sola palabra. Muchas más están demasiado dañadas para resultar útiles, así que bastante menos de cuatro quintas partes de la epopeya conservada nos brindan un texto consecutivo» (George, EG, págs. xxvii-xxviii). <<
[16] el discurso de la sacerdotisa Shamhat en el que invita a Enkidu a Uruk: Este pasaje nos ofrece la única comparación de envergadura de la maravillosa capacidad de ampliación de Sîn-lēqi-unninni. He aquí una traducción literal en prosa de la Versión Paleobabilónica (de la tablilla de Pennsylvania, OB II, líneas 45 ss.):
Enkidu se sentó enfrente de la ḫarīmtu. Los dos hicieron el amor. Él olvidó el monte donde había nacido. Durante siete días y siete noches Enkidu permaneció erecto e hizo el amor a Shamkatum. La ḫarīmtu abrió su boca y dijo a Enkidu. «Cuando te miro, Enkidu, eres como un dios. ¿Por qué tienes que vagar por el monte con los animales? Ven, déjame llevarte a Uruk de la Gran Plaza, al templo sagrado, a la morada de Anu. Enkidu, levanta, déjame llevarte al Eanna, la morada de Anu [Las tres líneas siguientes son difíciles. George las reconstruye y traduce de la siguiente manera:] Donde [los hombres] están ocupados en labores de destreza, también tú [como un] verdadero hombre, te harás [un lugar]. Conoces (suficiente) el territorio donde habita el pastor».
Y esta es la versión de Sîn-lēqi-unninni (de nuevo una traducción litera] en prosa):
Él la abrazó con pasión; durante seis días y siete noches Enkidu permaneció erecto, le hizo el amor hasta que tuvo suficiente de sus delicias. Entonces se levantó y se dirigió hacia los animales. Pero las gacelas vieron a Enkidu y se dispersaron, los animales salvajes emprendieron la huida. Enkidu se había desgastado, su cuerpo estaba sin fuerzas, sus rodillas no se movieron cuando los animales se marcharon. Enkidu estaba disminuido, ya no podía correr como solía hacerlo. Regresó hacia Shamhat, y mientras caminaba supo que su mente había crecido. Se sentó a los pies de Shamhat, la miró fijamente, y escuchó con atención lo que ella decía, y ella le dijo a Enkidu: «Eres hermoso, Enkidu, eres como un dios. ¿Por qué habrías de vagar por el monte con los animales? Déjame que te lleve a Uruk-el-Redil, al templo sagrado, el hogar de Anu e Ishtar, donde Gilgamesh es poderoso y oprime al pueblo como un toro salvaje».
Ella le habló, y Enkidu asintió a lo que ella decía. Tomó conciencia del anhelo de un amigo. Enkidu le dijo a la ḫarīmtu: «Vamos, Shamhat, condúceme al templo sagrado, la santa morada de Anu e Ishtar, donde Gilgamesh es poderoso y oprime al pueblo como un toro salvaje. Lo desafiaré, poderoso […].[…] en Uruk: «¡Yo soy el más fuerte! […] cambiaré el orden de las cosas, [aquel] nacido en el monte es el más fuerte de todos!». «Que [él] vea tu rostro, [te conduciré hasta Gilgamesh,] sé dónde estará. Vamos, Enkidu, a Uruk-el-Redil, donde los jóvenes se engalanan con fajines. Cada día […] se celebra una fiesta, suenan la lira y el tambor, allí están las ḫarímātí, amorosas, sonrientes, llenas de alegría sexual, de manera que incluso los ancianos se levantan de sus lechos. Enkidu, [tú que todavía no] conoces la vida, te mostraré a Gilgamesh, el hombre de alegría y dolor. Lo mirarás, verás cuán hermoso y viril es, cómo todo su cuerpo está repleto de alegría sexual. Es aún más fuerte que tú; no duerme ni de día ni de noche. Depón tu audacia, Enkidu. Shamash ama a Gilgamesh, y su mente ha sido engrandecida por Anu, Enlil y Ea» (I, 193 ss.). <<
[17] Véase «Sobre esta versión». [Comoquiera que a la hora de traducir al español se ha optado por hacerlo en prosa, ajustándola en lo posible al tono heroico del relato, el lector habrá de prescindir de las observaciones que hace el autor, en este párrafo y en el mencionado apartado, acerca del verso y de la lengua ingleses. (N. del E.)]. <<
[18] la famosa muralla de Uruk, de más de 9,5 km de largo: «Las excavaciones han demostrado que para el Período Dinástico Temprano, es decir, aproximadamente para la época del Gilgamesh histórico, las murallas de Uruk tenían un perímetro de seis millas. La gran área de la ciudad en aquella época, el final de lo que los arqueólogos denominan Período de Uruk (aprox. 3800 a. C. hasta aproximadamente la época de los primeros pictogramas, hacia el 3000 a. C.), muestra que probablemente la ciudad no tenía parangón en tamaño y riqueza. En el interior de las murallas, los excavadores han encontrado que aproximadamente un tercio del área estaba ocupada por edificios públicos y las mansiones de los ricos, otro tercio aproximadamente por las casas de los pobres, y el último tercio por jardines, espacios abiertos y cementerios» (Maier, en Gardner y Maier, pág. 61). <<
[19] repara en las tierras que circunda: «La singularidad de lo que ocurrió en la primitiva Sumer y su importancia para la historia del mundo difícilmente pueden exagerarse. La fuente principal de esta revolución parece haber sido la ciudad de Uruk (la Erech bíblica, la moderna Warka), al sur de Sumer, que aproximadamente en 3400 a. C. se había convertido en el mayor asentamiento urbano permanente jamás creado. En su núcleo había dos complejos de templos monumentales dedicados al dios del cielo Anu y a la diosa del amor y de la guerra, Inanna. Dentro y alrededor de estos templos se encontraron lo que siguen siendo los restos de escritura más antiguos del mundo, el sistema pictográfico de anotación en tablillas de arcilla que evolucionó hacia el cuneiforme, junto con refinadas tradiciones arquitectónicas, tecnológicas y artísticas que ilustran el Vaso y la Cabeza de Waka. La vida en el interior y en los alrededores del templo estaba financiada por las administraciones religiosa, social y posiblemente política en perfecta coordinación» (Potts, «Buried between the Rivers»).
«En el punto álgido de su desarrollo en los milenios cuarto y tercero, la ciudad abarcaba un territorio de aproximadamente 5,5 km2. Sus gigantescas dimensiones pueden ilustrarse por comparación: Atenas, bajo Temístocles, abarcaba unos 2,5 km2, Jerusalén en el año 43 d. C. más o menos 1 km2; hasta la Roma de Adriano no hubo una ciudad mayor que Uruk» (traducido de Robert Rollinger, en Schrott, pág. 283). <<
[20] Famoso soneto de Percy Bysshe Shelley (1792-1822), publicado en 1818, que expresa la vanidad de la arrogancia y de las creaciones del hombre. Una traducción aproximada podría ser como sigue: Conocí a un viajero de una tierra lejana. / Me dijo: Dos enormes piernas de piedra, / sin cuerpo, se levantan en el desierto. Cerca de ellas, medio hundido / en la arena, yace un semblante roto, cuyo ceño, / desdeñoso, labio y expresión de frío mando / cuentan que quien lo esculpió bien supo leer / las pasiones que, estampadas en estos objetos inertes, sobreviven aún / a la mano que las captó y al corazón que las alimentó. / Y se ven en el pedestal estas palabras: / «Mi nombre es Ozimandias, rey de reyes: / ¡contempla mis obras, oh poderoso, y pierde toda esperanza!». / Nada al lado queda: en torno a la desolación / de este colosal naufragio, infinitas, desnudas, / sólo las mansas y solitarias arenas se extienden. El texto original en inglés se puede encontrar fácilmente en internet. (N. del E.). <<
[21] el cofre de cobre que indica su nombre: «Era costumbre enterrar, en los cimientos de los principales edificios, templos o palacios, unos cofres o cofrecillos que contenían “documentos fundacionales” inscritos con el nombre del soberano constructor. De este modo, se le atribuye a Gilgamesh haber inscrito sus hazañas, a modo de relato autobiográfico, sobre una valiosa “tablilla de lapislázuli”, cuyo contenido podría ser más o menos idéntico al de [las estelas acabadas de mencionar]. Mostrando de este modo las cosas, el autor [del Gilgamesh] presentaba (ficticiamente), como garante de su propio discurso, un texto salido de la propia mano de su héroe» (traducido de Bottéro, pág. 95). [La traducción de todos los textos de Bottéro que aparecen en estas notas está tomada de la edición de su libro en español reseñada en la Bibliografía (Madrid, Akal, 1998), y es obra de Pedro López Barja de Quiroga. (N. del E.)]. <<
[22] igual que los esclavos israelitas del Éxodo: Éxodo 2, 23 ss. <<
[23] una ayuda acorde a sus necesidades: Génesis 2, 18. <<
[24] ahuyenta a los depredadores que merodean: «Te criaste en las montañas, con tus propias manos has dado muerte a los leones y los lobos que te acechaban» (Libro III, pág. 120). <<
[25] Ve al templo de Ishtar hasta y lo abandonarán para siempre: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 97. <<
[26] Al ofrecerse al hombre anónimo: Mucho después, en el siglo V a. C., Heródoto describió (o inventó) la siguiente costumbre entre las mujeres de Babilonia: «Toda mujer hija del país debe sentarse en el templo de Afrodita [Ishtar] y entregarse una vez al año a un hombre extranjero … los extranjeros circulan por ellos y hacen su elección. Cuando una mujer se sienta allí, no puede regresar a su casa sin que un extranjero le haya puesto dinero en las rodillas y se hayan acostado fuera del santuario. Cuando él le ha colocado el dinero, sólo debe decir esto: “Invoco a la diosa Milita”. Porque los asirios llaman Milita a Afrodita. La cantidad de dinero puede ser tan grande o tan pequeña como se quiera, pero ella en ningún caso lo rehusará: no es lícito, porque este dinero es sagrado. Debe seguir al primero que le deposite el dinero, y no le desdeñará. Cuando ella se haya entregado ha cumplido el sagrado deber para con la diosa y regresa a su casa; desde entonces no podrás ofrecerle tantas monedas como para hacerla tuya» (Historia, Libro I, 199, trad. de M. Balasch, Madrid, Cátedra, 1999). <<
[27] verás a los jóvenes vestidos con esplendor hasta en honor de la diosa: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 103. <<
[28] Empleó sus artes amatorias hasta permaneció erecto y yació con ella: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 100. <<
[29] como el cervato que encuentra Alicia: En el capítulo 3 de Alicia a través del espejo de Lewis Carroll:
Justo entonces pasó por allí un cervato: miró a Alicia con sus tiernos ojazos, pero no pareció asustado en absoluto.
—¡Ven aquí! ¡Ven aquí! —dijo Alicia, alargando su mano e intentando tocarlo; pero el cervato se apartó un poco y se quedó mirándola otra vez.
—¿Cómo te llamas? —dijo por fin el cervato. ¡Qué voz tan dulce tenía!
«¡Eso me gustaría saber a mí!», pensó la pobre Alicia. Y respondió, con tristeza:
—Nada, por ahora.
—Piensa de nuevo —dijo—, eso no puede ser.
Alicia pensó, pero no se le ocurrió nada.
—Por favor, ¿podrías decirme cómo te llamas tú? —dijo tímidamente—. Creo que podría ayudarme un poco.
—Te lo diré, si vienes un poco más allá —dijo el cervato—. Aquí no puedo recordarlo.
Así que caminaron juntos por el bosque. Con Alicia abrazada tiernamente alrededor del suave cuello del cervato, hasta que llegaron a otro claro, y entonces, de repente, el cervato dio un salto por el aire, y se liberó de los brazos de Alicia.
—¡Soy un cervato! —gritó alegre—, y, ¡pobre de mí, tú eres un cachorro humano!
Una repentina expresión de alarma llenó sus hermosos ojos marrones, y al instante salió huyendo a toda velocidad. <<
[30] no es bueno que el hombre esté solo: Génesis 2, 18. <<
[31] desaparece: Excepto por un sugerente destello en la primera de las dos tablillas en paleobabilonio de la Colección Schøyen de Noruega, OB SchøyenI, ll. I’ ss. El texto reza así (en la traducción de George, ligeramente modificada): «“He encontrado un amigo, el consejero que veía en sueños, / Enkidu, el consejero que veía en sueños”. / Enkidu dijo a la ḫarīmtu: / “Vamos, ḫarīmtu, deja que te haga un favor, / puesto que tú me trajiste aquí a Uruk de la Gran Plaza, / puesto que tú me mostraste a un amado compañero, tú me mostraste a un amigo”». <<
[32] En el fondo de su corazón sintió conmoverse algo, un anhelo no conocido hasta entonces, el anhelo de un verdadero amigo: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 103. <<
[33] El sacerdote bendecirá a la joven pareja hasta Gilgamesh, rey de la bien murada Uruk: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 112. <<
[34] él es quien yace primero con la esposa: «La interpretación [de este pasaje] es muy debatida. Podría referirse a una costumbre matrimonial habitual, salvo porque no hay ninguna otra prueba de reyes mesopotámicos que tuviesen relaciones con las novias antes que sus propios maridos. Las líneas podrían significar que el comportamiento de Gilgamesh iba en contra de la costumbre, y relacionaría este aprovechamiento ilícito de las novias con la queja de los ciudadanos en I, 60-64. Pero ¿cómo conciliamos entonces esto con el hecho de que fuese “ordenado por Anu”? Por otro lado, el término “esposa destinada” que sólo aparece en este contexto … sugiere que la escena podría referirse a la antigua práctica cultual conocida por los expertos como “matrimonio sagrado”, un acto ritual de relaciones sexuales asociado originariamente con el rito de coronación de los reyes de Uruk. En los períodos de Ur III y en el paleobabilonio temprano, el matrimonio sagrado cósmico de Inanna/Ishtar con Dumuzi/Tammuz volvía a representarse por parte de sus representantes humanos, una sacerdotisa y el rey. ¿Podría ser que en alguna ocasión se seleccionase a una novia corriente para este papel? Si el comportamiento de Gilgamesh es legítimo, ¿se debe la ira de Enkidu a un error o a los celos?» (Kovacs, págs. 16-17). <<
[35] También es posible, como piensan algunos estudiosos: «Una tercera sugerencia es que Gilgamesh agotaba a su pueblo con competiciones atléticas. Esta última idea concuerda con la tradición hitita que refiere que Gilgamesh triunfaba sobre los jóvenes de Uruk todos los días, así como con el poema sumerio de Bilgames y el Mundo Inferior. En este último texto parece que Gilgamesh ocupa continuamente a los jóvenes de Uruk en una especie de pasatiempo o deporte en el que se emplean el pukku y el mekkû, una pesada pelota de madera y un pesado mazo, respectivamente. Las mujeres de Uruk se ven obligadas a dedicar su tiempo a atender las necesidades de sus exhaustos hombres hasta que su clamor acaba con la desaparición de los dos objetos en el Mundo Inferior» (George, BGE, I, pág. 449). <<
[36] como dijo Jacob al ángel: Génesis 32, 26. <<
[37] la sexualidad genital es explícita: «Según A. D. Kilmer, los símbolos con los que se representa a Enkidu en los episodios de sueños hacen alusión al culto de Ishtar: el meteorito, kíṣru, evoca al kezru, que sería el equivalente masculino de una mujer kezertu (una especie de prostituta cultual), y el hacha, ḫaṣṣínu, evoca a assínu, un intérprete cultual, por lo general un eunuco, que asumía el papel femenino en el acto sexual. Siguiendo este análisis, lo que Gilgamesh ve en sus sueños es una predicción doble de la llegada de un amigo masculino que también será su amante» (George, BGE, I, pág. 452). «El empleo repetido del verbo ḫabābu en esta conexión implica una conexión sexual. Si queda alguna duda acerca del significado de estas imágenes, véase también SB [Versión Estándar] VIII 59, donde, tras la muerte de Enkidu, Gilgamesh lo cubre con un velo “como a una novia”. Tenemos ahora prueba gráfica de una relación sexual por SB XII 96-9, tal como se entiende a la luz de un nuevo manuscrito del predecesor sumerio del texto, BN [“Bilgames y el Mundo inferior”] 250-3» (ibíd., pág. 454, n. 48). Estas líneas de la Tablilla XII describen el regreso del espíritu de Enkidu desde el otro mundo:
«¡Si voy a contarte las reglas del mundo inferior que he contemplado,
siéntate (y) llora!».
«[Así pues] ¡deja que me siente y llore!».
«[Amigo mío, el] pene que tocabas para regocijo de tu corazón,
los gusanos [lo] devoran [… como un] vestido viejo.
[Amigo mío, la entrepierna que] tocabas para regocijo de tu corazón,
está llena de polvo [como una grieta en la tierra]» (Tablilla XII, ll. 93 ss., trad. George).
Curiosamente, el texto sumerio a partir del que se traduce este texto acadio presenta a Enkidu hablando acerca del deterioro de una amante femenina de Gilgamesh:
«¡Si te [cuento] cómo están dispuestas las cosas en el mundo inferior.
¡Oh, siéntate (y) llora!».
«Entonces me sentaré y lloraré!».
«Aquella que manipulaba (tu) pene (para) alegrarte el corazón,
(y) tu decías, “Voy a [… como] una viga”,
su vulva esta infestada de bichos como una capa [vieja],
su vulva está llena de polvo como una grieta en la tierra» («Bilgamesh y el Mundo Inferior», ll. 248 ss., tr. George). <<
[38] Un bloque de piedra que representa a Enkidu: Literalmente, «terrón de Anu», es decir, meteorito. <<
[39] «Tu amor por mí es maravilloso, superior al amor de las mujeres»: 2 Samuel 1, 26. <<
[40] Enlil, junto con Anu y Ea, forma parte de la tríada de grandes dioses que gobiernan el universo. <<
[41] «Y cuando acabó de hablar a Saúl, el alma de Jonatán se fundió con el alma de David, y Jonatán lo amó como a su propia alma» (1 Samuel 18, 1). <<
[42] los reyes de la antigua Babilonia se jactaban: «El príncipe perfecto era un intelectual a la vez que un guerrero y un atleta y, entre sus muchas hazañas, el rey Shulgi (2094-2047 a. C.) estaba particularmente orgulloso de sus logros literarios y culturales. Guardaba el mejor recuerdo de sus días en la escuela de escribas, donde presumía de ser el estudiante más diestro de la clase. En años posteriores, fue un entusiasta mecenas de las artes y se enorgullecía de haber fundado bibliotecas especiales en Ur y Nippur, algo más al norte de Babilonia central, en las que los escribas y juglares podrían consultar originales de, por así decirlo, el cantoral sumerio. Así, contemplaba que la posteridad conservaría himnos dedicados a su gloria y otra literatura de su época:
«Por toda la eternidad la Casa de la Tablilla jamás cambiará,
por toda la eternidad la Casa de Enseñanza jamás dejará de existir» (George, EG, xvii). <<
[43] Debemos matarlo y extirpar el mal del mundo: El texto literal es en este punto bastante fragmentario: «[…] matar […], destruir». He adoptado la conjetura de Schott (seguida por Tournay y Shaffer): «[Tú y yo vamos a] matar[lo] / [y así podremos] destruir [todo el mal en la tierra]». Un discurso fragmentario posterior, procedente de MS BBI, col. v, puede asignar una afirmación similar a Gilgamesh; en la reconstrucción de George, reza así: «[Durante los días que viajamos allí y] volvimos, / [hasta que llegamos al Bosque de] los Cedros, / [hasta que] matamos [al feroz Ḫumbaba,] / [y exterminamos] de [la tierra el Mal que odia Šamaš]» (Versión Estándar III, 202 ss.). <<
[44] el poeta nos ofrece una motivación: Esta motivación es por lo menos tan antigua como el poema sumerio «Gilgamesh y Huwawa» (Versión A), ll. 28 ss.: «Nadie es tan alto que alcance el cielo; nadie es tan ancho que abarque las montañas. Puesto que un hombre no puede sobrepasar el final de la vida, quiero partir a las montañas para establecer allí mi fama. Allí donde pueda establecerse la fama, estableceré mi fama» (tomado de la traducción que se encuentra en la página de Literatura Sumeria del Oriental Institute de la Universidad de Oxford, http://www-etcsl.orient.ox.ac.uk/cgibin/etcslmac.cgi?text=t.I.8.I.2#). También se encuentra en la tablilla paleobabilónica de Yale, OB III, línea 188: «Alcanzaré fama eterna». <<
[45] puede dar lugar a grandes manifestaciones artísticas:
La Fama es el estímulo que espolea al espíritu despejado
(esa última debilidad de la mente noble)
a despreciar los placeres y vivir días de esfuerzo
(Milton, «Licidas», vv. 70-72). <<
[46] la causa de toda la infelicidad humana: «He descubierto que toda la desgracia de los hombres viene de una sola cosa: el no saber quedarse tranquilos en una habitación» (Blaise Pascal, Pensamientos, fragmento 139, trad. Xavier Zubiri). <<
[47] Sin contar el divisible Toro Celeste del episodio del Libro VI, que alberga dos monstruos, Ishtar y el Toro, ni el relato dentro del relato del Libro XI, en la que los grandes dioses envían el Diluvio en lo que podría considerarse una monstruosidad genocida. <<
[48] no ha hecho daño a un solo ser vivo: Cuando es atacado, Humbaba no amenaza con matar a Gilgamesh y Enkidu. (Hay incluso un atisbo de canibalismo: «No voy a mataros, sois demasiado escuálidos, / no seríais una comida decente», aunque, en realidad, esta línea resulta difícil de descifrar: George la traduce como «[…] … tú, … en mi barriga»). Pero estas amenazas no son acciones; son palabras para ahuyentar a los hombres del bosque. <<
[49] Si algún mortal conoce las normas de mi bosque: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 194. <<
[50] Parafraseando a Wallace Stevens: «Si ha de haber un dios en la casa…» («Less and Less Human, O Savage Spirit», The Collected Poems of Wallace Stevens, Knopf, 1954, pág. 327). <<
[51] Seng-ts’an: Seng-ts’an (¿?-606) fue un monje chino y el tercer maestro fundador del Zen. Este pareado es de su poema «La mente de absoluta confianza», en Stephen Mitchell, ed., The Enlightened Heart: An Anthology of Sacred Poetry, Harper Collins, 1989, pág. 26. <<
[53] mediante el método conocido como «de inversión de valores»: «Todos estos sueños son terribles; pero siempre son interpretados mediante el método conocido como “de inversión de valores”: el mal contemplado en el sueño se convierte, en la realidad futura, en algo favorable» (Bottéro, pág. 100). <<
[54] imperturbables valientes: Sigfrido es «un hombre que no conoce el significado del miedo». Por lo que respecta a Beowulf, se le presenta impávido en las batallas contra Grendel y la madre de este («no sintió miedo en toda su vida», v. 1444), y en la batalla con el dragón no siente «ningún temor» (v. 2348). Es cierto que más adelante, en ese mismo combate, se dice que Beowulf y el dragón se provocan «mutuo terror» (v. 2565). Y, sin embargo, lo que parece sentir Beowulf en ese momento no es lo que llamaríamos miedo. Se encuentra en un estado de furia, concentrado por completo en matar a su enemigo. Su adrenalina le está diciendo que no huya y ataque. Justo en el verso siguiente, se le describe como «inflexible» («de espíritu firme» en otra traducción, «resuelto» en una tercera). Así pues, sea lo que sea lo que el poema quiere expresar con la palabra «terror», no es el mismo tipo de emoción descrito en Gilgamesh, donde los héroes sienten desesperación, se les hiela la sangre y sienten deseos de huir. <<
[55] su predecesor en el poema sumerio «Gilgamesh y Huwawa»: En «Gilgamesh y Huwawa» (Versión A). Este es el clímax del poema (en la traducción de la página de Literatura Sumeria del Oriental Institute de la Universidad de Oxford, líneas 152G ss.):
Huwawa se sentó y comenzó a llorar derramando lágrimas. Huwawa … suplicó … a Gilgamesh. Tiró de la mano de Gilgamesh. «¡Quiero hablarle a Utu! [= Shamash —S. M]». «¡Utu, nunca conocí a una madre que me hubiese parido, ni a un padre que me educase! Nací en las montañas, ¡tú me criaste! Sin embargo, Gilgamesh me juró por el cielo, por la tierra y por las montañas».
Huwawa asió la mano de Gilgamesh y se postró ante él. Entonces, el noble corazón de Gilgamesh se apiadó de él. Gilgamesh se dirigió a Enkidu: «Enkidu, ¡que el pájaro capturado vuele a su hogar! ¡Que el hombre apresado regrese al abrazo de su madre!».
Enkidu respondió a Gilgamesh: «¡Vamos ahora, heroico portador de un cetro de un enorme poder! ¡Noble gloria de los dioses, toro airado que se muestra listo para la lucha! ¡Joven señor Gilgamesh, apreciado en Unug, tu madre sabía bien cómo alimentar a los niños! Alguien tan elevado y, sin embargo, tan carente de comprensión será devorado por el destino sin que ni siquiera comprenda ese destino. ¡Vaya idea que un pájaro capturado deba volver a su hogar, o que un hombre apresado deba regresar a los brazos de su madre! ¡De ese modo nunca regresarás a la ciudad que te vio nacer!».
Huwawa se dirigió a Enkidu: «Enkidu, ¡le dices palabras odiosas contra mí! ¡Tú, mercenario, que te alquilas para vivir! ¡Tú, que caminas detrás de él! ¿Por qué le hablas con palabras tan odiosas?».
Cuando Huwawa le habló de este modo, Enkidu, lleno de furia e ira, le cortó la garganta y metió su cabeza en una bolsa de cuero.
Se presentaron ante Enlil. Después de besar el suelo delante de Enlil, dejaron caer la bolsa de cuero en el suelo, sacaron la cabeza y la depositaron ante Enlil. Cuando Enlil vio la cabeza de Huwawa, se dirigió airado a Gilgamesh: «¿Por qué has actuado así? ¡Debería haberse sentado delante de ti! ¡Debería haber comido el pan que tú comieses, y beber el agua que tú bebieses! ¡Debería haber sido honrado … tú!». <<
[56] es consciente de que matarlo: «Por alguna razón que no está clara para nosotros, pero que sin duda era importante debido al carácter “divino” de Humbaba y a la misión que el rey de los dioses le había encomendado …, Enlil no quería que matasen al Guardián del Bosque, y Enkidu lo sabía. De ahí sus ansias por darle muerte antes de que Enlil pudiera intervenir desde su gran templo en Nippur, y Šamaš desde el suyo, en Larsa o Sippar. Así pues, se cree que Šamaš se oponía a la muerte del adversario de sus dos protegidos: en otras palabras, quería ayudarles a derrotar a Humbaba, para utilizarlo como deseasen, con su bosque y especialmente sus cedros, pero no destruirlo. El resto del relato se sigue de este hecho: Enkidu, considerado responsable de la muerte de Humbaba, será condenado por los dioses a un final prematuro» (Bottéro, pág. 117). <<
[57] en los mitos, epopeyas e himnos representaba un papel mayor: Samuel Noah Kramer, From the Poetry of Sumer: Creation, Glorification, Adoration, University of California Press, 1979, pág. 71. <<
[58] maravillosamente erótico ciclo de canciones: Me refiero a las versiones de Diane Wolkstein en Inanna, Queen of Heaven and Earth: Her Stories and Hymns from Sumer (con Samuel Noah Kramer), Harper & Row, 1983. Algunas de las más deliciosas se reproducen en Roben Hass y Stephen Mitchell, ed., Into the Garden: A Wedding Anthology, Harper Collins, 1993. <<
[59] invocación a la «diosa…»: «Diosa de los temibles poderes divinos, vestida de terror, que cabalga sobre los grandes poderes divinos, Inanna, completada por medio de la fuerza del arma sagrada ankar, empapada de sangre, que corre de un lado a otro en las grandes batallas, con el escudo descansando en el suelo [¿?], escondida en la tormenta y la inundación, gran dama Inanna, que sabes bien cómo planear conflictos, tú destruyes tierras poderosas con la flecha y la fuerza y dominas las tierras» (de la traducción que se encuentra en http://www.gatewaystobabylon.com/myths/texts/inanna/inannebih.htm#top). <<
[60] primero entre los sumerios: El poema sumerio «Gilgamesh y el Toro Celeste», aunque no tiene un equivalente de la extensa diatriba de Gilgamesh, tiene básicamente el mismo argumento: comienza con el rechazo de Gilgamesh a las insinuaciones de la diosa y termina con el héroe arrojándole la pata del Toro sacrificado. <<
[61] más tarde compara con perros y moscas: En el Libro XI, págs. 222, 225. <<
[62] el más o menos contemporáneo fresco del salto del toro: Pintado aproximadamente entre el 1600 y el 1400 a. C., la época de la Versión Paleobabilónica. Se puede ver una fotografía del fresco en http://www.daedalus.gr/DAEI/THEME/B30.jpg y en otros muchos sitios de internet. <<
[63] el asesinato de Humbaba tendrá funestas consecuencias: La causalidad explícita de la muerte de Enkidu no está presente en la Versión Estándar, y la mayoría de los traductores llenan este vacío con un pasaje de la Versión Hitita, cuya traducción literal es como sigue: «Soñé que Anu, Enlil y Shamash mantenían un conciliábulo, y Anu decía a Enlil: “Puesto que ellos mataron al Toro Celeste y también mataron a Humbaba, uno de ellos debe morir”. Entonces Enlil le decía: “Enkidu, no Gilgamesh, es el que debe morir”» (Tablilla III, § I, líneas 2 ss.). <<
[64] como una mujer que ha perdido a su único hijo: Para una traducción literal de este pasaje, véase nota 258. <<
[65] Cuando ves lo que no ha nacido: He aquí una versión más literal de la sentencia de Buda: «Hay un no nacido, no devenido, no hecho e incondicionado. Si esto no nacido, no devenido, no hecho e incondicionado no existiera, tampoco sería posible la liberación de lo nacido, devenido, hecho y condicionado. Pero puesto que hay un no nacido, no devenido, no hecho e incondicionado, es posible la liberación de lo nacido, devenido, hecho y condicionado» (Udana 8.3). <<
[67] Abu Yazid al-Bistami: Stephen Mitchell, ed., The Enlightened Mind: An Anthology of Sacred Prose, Harper Collins, 1991, pág. 76. <<
[68] Shiduri: «… un personaje para nosotros misterioso y del que no tenemos ningún otro dato. Se trata … de una mujer casada, como lo indica el “velo” que lleva, y pertenece al mundo de lo sobrenatural porque su nombre en cuneiforme va precedido del signo indicativo de las divinidades. Es una “tabernera”, lo que quiere decir que, según un uso que se mantuvo en vigor hasta mediados del II milenio (pues luego este papel lo desempeñarán hombres), tiene una especie de bar en el cual vende al público la cerveza —bebida nacional del país— que ella misma ha elaborado (en el verso 3 se mencionan sus utensilios profesionales). Además del “despacho de bebidas”, semejante establecimiento representaba también el “comercio de encrucijada”, donde se vendían al por menor muchos de los alimentos de primera necesidad, y cuyos encargados eran los más indicados para dar información no sólo sobre su clientela sino en general sobre el país. Shiduri es el modelo, introducido en la leyenda, de estos “comerciantes de encrucijada”, aunque ciertamente no es fácil adivinar quiénes podrían ser sus clientes en este extremo del mundo … En todo caso, ella era necesaria pues debía facilitarle a Gilgamesh la información que este precisaba, y el folclore no siempre ha de ceñirse a la lógica» (Bottéro, pág. 165). <<
[69] las mismas preguntas que anteriormente le hizo Shiduri: Urshanabi las hace también, pero he omitido esta parte del diálogo entre este y Gilgamesh. <<
[70] Que nos digan cómo no creer lo que pensamos: Véase Byron Katie, con Stephen Mitchell, Loving What Is: Four Questions That Can Change Your Life, Harmony Books, 2002. <<
[71] en el caso de San Pablo decirle a los tesalonicenses que no iban a morir: Pablo creía que la «segunda venida» tendría lugar durante su vida. «Porque el Señor mismo bajará del cielo a la orden dada por la voz del arcángel y por la trompeta de Dios. Y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar, después nosotros, los que vivamos y quedemos, seremos arrebatados a las nubes, al encuentro del Señor en los aires» (1 Tesalonicenses 4, 16-17). <<
[72] le habla del Gran Diluvio: Su discurso ha sido adaptado de un poema más antiguo llamado Atrahasis. La mayoría de los estudiosos (por ejemplo, Tigay, págs. 238 ss.). creen que el adaptador fue Sîn-lēqi-unninni, pero, puesto que no se han conservado fragmentos de la Versión Paleobabilónica del Libro XI, no sabemos si también contenía la extensa historia del Diluvio. <<
[73] se arremolinan como moscas alrededor: Esta imagen, a diferencia de muchas otras, fue tomada del Atrahasis. <<
[74] reducimos de forma drástica el relato del Diluvio: Esta es una forma en la que podría reducirse:
«Ocurrió en Shuruppak, la antigua ciudad que te es bien conocida. Yo viví allí en un tiempo, fui su rey en un tiempo, hace ya mucho, cuando los grandes dioses decidieron enviar el Diluvio. Ea me informó, y construí un gran barco. Cargué en él todas mis posesiones más preciadas. Muy pronto se desencadenó el Diluvio. Durante seis días y siete noches, la tormenta arrasó la tierra. Al séptimo día, cesó el aguacero. El océano se calmó. No se veía tierra alguna. No había vida alguna. La raza humana se había convertido en arcilla. Cuando las aguas se hubieron secado y apareció la tierra, los dioses se reunieron, Enlil nos bendijo a mí y a mi esposa. “Escuchadme, oh dioses: Hasta ahora, Utnapishtim era un hombre mortal. Mas a partir de ahora, él y su esposa serán dioses como nosotros, morarán para siempre, a lo lejos, en la fuente de los ríos”. Y aquí vivimos». <<
[75] experimentar todo ese terror y la muerte de casi todo ser viviente: La compasión y dolor de Utnapishtim por la gente que ha dejado atrás son más explícitos en el Atrahasis: «Invitó a su pueblo […] / […] a celebrar. /[…] embarcó a su familia. / Comían, bebían, / mas él entraba y salía, / no podía estarse quieto ni de pie, / su corazón estaba roto y vomitaba bilis» (Dalley, pág. 31). <<
[76] los dioses «ajenos al sueño, inmortales»: Del discurso de Utnapishtim:
«Por la noche, la luna viaja por el cielo, los dioses del cielo permanecen despiertos y velan por nosotros, ajenos al sueño, inmortales. Tal se hizo el mundo desde los tiempos antiguos». <<
[77] «un animal [o un dios] no puede conocer»: Del Libro I:
Regresó [Enkidu] hacia donde estaba Shamhat y en tanto caminaba supo que su mente había crecido, supo cosas que los animales no pueden saber. <<
[78] «Tras recorrer más de seiscientos kilómetros, se detuvieron a comer, / tras otros mil, acamparon»: Véase nota 323. <<
[79] «satisfecha con los bienes» … «juventud se renueva cual el águila»: Salmo 103, 5. <<
[80] ha conseguido «cerrar la puerta del dolor»: De la conclusión del primer parlamento largo de Gilgamesh a Utnapishtim en el Libro X:
«Ahora espero que las puertas del dolor se cierren detrás de mí y queden selladas con betún y pez». <<
[81] «Cuando discuto con la realidad, pierdo»: Byron Katie, Loving What Is, pág. 2. <<
[82] traducciones literales: Para las complejidades del desciframiento y la traducción, véase George, EG, págs. 209 ss. <<
[83] «Sestina»: Elizabeth Bishop, The Complete Poems, 1927-1979, Farrar, Straus & Giroux, 1983, págs. 123-124. <<
[84] Aquel que todo lo ha visto: Literalmente «Aquel que vio lo Profundo» o «Aquel que vio todo» (en acadio, Sha naqba īmuru). La primera línea del poema servía también como título: «La palabra naqbu tiene dos significados: a) “totalidad” y b) la masa profunda de agua subterránea que se creía aumentaba los manantiales y pozos, es decir, el reino cósmico de Ea más conocido como el Apsû» (George, BGE, I, pág. 444). <<
[85] ha vuelto a erigir el sagrado templo del Eanna, así como las gruesas murallas de Uruk: Literalmente, «había construido la muralla de Uruk-del-Redil y el sagrado almacén del santo Eanna». Por la secuencia de las acciones, Sîn-lēqi-unninni parece querer decir aquí que Gilgamesh construyó la muralla y el Templo del Eanna después de regresar de su viaje en busca de Utnapishtim. Pero, por supuesto, la muralla y el templo están muy presentes durante la acción del poema y, a su regreso, Gilgamesh muestra orgulloso la muralla a Urshanabi. De hecho, la línea siguiente afirma que la muralla fue cimentada por los Siete Sabios mucho antes del Diluvio. (Literalmente, «¿No está hecha esta obra con ladrillo cocido, y no fueron los Siete Sabios en persona quienes pusieron sus cimientos?». Los Siete Sabios eran unos reyes antediluvianos que, instruidos en persona por el dios Ea, habían enseñado a la humanidad todas las artes de la civilización). Obviamente, hubo más personajes que contribuyeron a levantar la muralla, aunque Gilgamesh fue el más famoso. Así pues, he elegido «volver a erigir» en lugar de «construir». <<
[86] brillan como cobre: Siguiendo la interpretación de Kovacs. <<
[87] repara en las tierras que circunda: en sus palmeras, sus jardines, sus huertos, sus espléndidos palacios y templos, sus talleres y mercados, sus casas, sus plazas: Literalmente, «Un šār [aproximadamente 390 hectáreas] es ciudad, un šār palmerales, un šār pozos de arcilla, medio šār el Templo de Ishtar; Uruk mide tres šār y medio». <<
[88] Superior a todos los reyes: En acadio, Shūtur elí sharrī: la primera línea de la Versión Paleobabilónica y, a la vez, su título. <<
[89] en dos tercios divino y en uno humano: Mi amigo Philip Ording señala que es tan matemáticamente imposible como ser dos tercios inglés y un tercio francés. He adelantado un poco la línea; aparece un poco más tarde en la Tablilla I. <<
[90] restauró los ritos antiguos, olvidados, levantando de nuevo los templos que el Diluvio había destruido, renovando las imágenes y los sacramentos por el bien del pueblo y de la sagrada tierra: Literalmente, «restauró los santuarios que el Diluvio había destruido y restableció los rituales para la raza humana». He añadido unas pocas frases clarificadoras del poema sumerio «La muerte de Gilgamesh» (versión de Me-Turan, sección F, ll. 14 ss.). Literalmente, «fundando templos de los dioses, llegando hasta la morada de Ziusudra [= Utnapishtim], restableciendo los ritos de Sumer, olvidados desde tiempos antiguos, los reglamentos y rituales, llevaste a cabo los ritos de purificación, comprendiste todo lo que era necesario para la tierra desde antes del Diluvio». <<
[91] La diosa Aruru, madre de la creación, había modelado su cuerpo y lo había hecho el más fuerte de los hombres: enorme, hermoso, radiante, perfecto: Literalmente, «Bēlet-ilī [= Aruru] dibujó la imagen de su cuerpo, Nudimmud [= Ea] dio perfección a su forma. […] era majestuoso […] estatura […]». He omitido una breve descripción fragmentaria de Gilgamesh como un gigante:
«Sus pies medían tres codos [aproximadamente 1,35 m], sus piernas seis codos [2,70 m] de altura, su zancada seis codos, su pulgar medía […] codos, sus mejillas tenían barba como […], sus cabellos eran tan gruesos como la cebada». Según la Versión Hitita posterior, medía once codos o, lo que es lo mismo, casi cinco metros de altura. (Resulta curioso que esta sea, aproximadamente, la altura del magnífico toro alado con cabeza humana del salón del trono de Sargón II en Khorsabad, y que se encuentra actualmente en el Oriental Institute de Chicago, http://www-oi.uchicago.edu/OI/MUS/HIGH/OIM_A7369_72dpi.html). A modo de comparación, Goliat medía seis codos y un palmo (aproximadamente tres metros) (1 Samuel 17, 4). <<
[92] al padre arrebata su hijo para aplastarlo: No está clara la naturaleza de esta opresión; podría tratarse de algún tipo de trabajo forzado o servicio militar. <<
[93] Pero el pueblo de Uruk clamó al cielo y sus lamentos encontraron oídos, pues los dioses no son insensibles, sus corazones se conmovieron, acudieron ante Anu, el padre de todos ellos, protector del reino de la sagrada Uruk, y le hablaron en nombre del pueblo: «Padre celestial, Gilgamesh, pese a ser noble y magnífico, ha sobrepasado todos los límites. El pueblo sufre su tiranía, el pueblo clama que al padre arrebata su hijo para aplastarlo, a la madre su hija para hacerla suya, a la hija del guerrero, a la novia del joven las hace también suyas, nadie osa enfrentársele. ¿Es así como quieres que tu rey gobierne? ¿Diezmaría un pastor su propio rebaño? Haz algo, padre, apresúrate antes de que el pueblo abrume al cielo con sus desgarradores sollozos»: Literalmente, «[Las mujeres (conjetura de George)] sus […] pronto, se quejan […] ante [ellos): “Poderoso, preeminente, experto, […] Gilgamesh no deja una sola chica a [su prometido], la hija del guerrero, la novia del joven”. Las diosas continuaron escuchando sus lamentos. Los dioses del cielo, los señores que imperan, [a Anu], “Tú has creado un arrogante toro salvaje en Uruk-el-Redil, no tiene igual que alce un arma [contra él], sus compañeros siempre están dispuestos a obedecer sus órdenes (o tienen los pies sujetos por la pelota), oprime [a los jóvenes de Uruk], no deja un solo hijo a su padre, día y [noche su violencia se torna cada vez más] insoportable. Por muy pastor que sea de Uruk-el-Redil, Gilgamesh, [que guía al pueblo] domado, es su pastor y su […], poderoso, preeminente, experto, […] Gilgamesh no deja una doncella a su prometid[o] —la hija del guerrero, la novia [del joven]—”». <<
[94] Los escuchó Anu, y asintió; llamó entonces a la diosa, la madre de la creación: «Tú creaste a los hombres, Aruru. Ahora ve y crea un par de Gilgamesh, su segundo ser, un hombre que iguale su fuerza y su valor, un hombre que iguale su tempestuoso corazón. Crea un nuevo héroe y que se contrarresten de forma perfecta, para que Uruk tenga paz»: Literalmente, «[Anu] escuchó sus quejas. Convocaron a la gran diosa Aruru: “Aruru, tú eres quien creó [a la humanidad], crea ahora uno como él. Que sea igual para su tempestuoso corazón. Que sean tal para cual de manera que Uruk tenga paz”». <<
[95] un trampero: «La palabra se suele traducir como “cazador”, pero “trampero” parece más preciso en este caso, puesto que capturaba los animales con trampas o agujeros, no matándolos con armas» (Kovacs, pág. 6). <<
[96] sigue su consejo. Él sabrá qué hacer: He omitido las instrucciones concretas del padre acerca de Shamhat que se repiten, palabra por palabra, en el discurso de Gilgamesh. También he omitido, en el discurso del trampero ante Gilgamesh, la descripción de Enkidu, repetida, palabra por palabra, cuando se dirige a su padre. <<
[97] «Ve al templo de Ishtar, pregunta allí por una mujer llamada Shamhat, una de las sacerdotisas que entregan sus cuerpos a cualquier hombre en honor de la diosa. Llévala al monte. Cuando los animales estén bebiendo en la charca, dile que se quite la túnica y se tumbe allí desnuda, dispuesta, abiertas las piernas. El hombre salvaje acudirá. Que ella emplee sus artes amatorias. La naturaleza obrará su curso y después los animales que en el monte eran sus compañeros se asustarán, y lo abandonarán para siempre»: Literalmente, «Ve, trampero, toma a Shamhat, la ḫarīmtu, contigo. Cuando los animales estén bebiendo en la charca, que se quite la túnica y exponga su vagina. Cuando él la vea, se acercará, y los animales se distanciarán de él, aunque creció en su presencia». <<
[98] Su visión los llenó de asombro. Era un hombre grande y hermoso. En lo hondo de los lomos de Shamhat se despertó el deseo. A medida que contemplaba a este ser primordial se aceleraba su aliento: Literalmente, «Shamhat lo vio, al hombre primordial, al salvaje del centro del monte». <<
[99] Despierta su lujuria cuando se acerque, tócalo, excítalo, toma su aliento en tus besos, muéstrale lo que es una mujer: Literalmente, «No retrocedas, toma su fuerza vital. Cuando te vea se acercará a ti. Despójate de tu túnica, deja que yazga encima de ti y despierta su lujuria, el trabajo de una mujer». <<
[100] Ella se despojó de su túnica y se tumbó allí desnuda, abiertas las piernas, tocándose. La vio Enkidu y se acercó cautelosamente. Olisqueó el aire. Contempló su cuerpo. Se acercó, Shamhat le tocó el muslo, tocó su pene e introdujo a Enkidu dentro de ella. Empleó sus artes amatorias, se apoderó de su aliento con sus besos, no se reprimió en absoluto y le enseñó lo que es una mujer. Durante siete días permaneció erecto y yació con ella, hasta que estuvo saciado: Literalmente, «Ella se quitó la túnica, expuso su vagina, y lo tomó en su voluptuosidad. Ella no retrocedió, tomó su fuerza vital. Se despojó de la túnica y dejó que él yaciera encima, despertó su lujuria, el trabajo de una mujer. Él la abrazó y la acarició con pasión, durante seis días y siete noches Enkidu permaneció erecto, hizo el amor con ella hasta que tuvo suficiente de sus encantos». <<
[101] «Ahora sabes, Enkidu, lo que es estar con una mujer, ayuntarse con ella. Eres hermoso, eres como un dios: Literalmente, «Eres espléndido, Enkidu, eres como un dios». El contexto parece indicar comprensión más que belleza. Uno no puede evitar comparar estas palabras con las de la serpiente en el Jardín del Edén: «Tan pronto como comáis de él, se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, que conocen el bien y el mal» (Génesis 3, 5). <<
[102] Calló ella y asintió Enkidu. En el fondo de su corazón sintió conmoverse algo, un anhelo no conocido hasta entonces, el anhelo de un verdadero amigo: Literalmente, «Habló, y sus palabras encontraron favor. Él fue consciente de que anhelaba un amigo». <<
[103] «Ven», dijo Shamhat, «vayamos a Uruk, te conduciré hasta Gilgamesh, rey poderoso. Verás la gran ciudad y su imponente muralla, verás a los jóvenes vestidos con esplendor, con el mejor lino y bordada lana, con vistosos colores, con pañuelos con borlas y anchos fajines: Literalmente, «Que vea tu rostro, [te conduciré ante Gilgamesh,] sé dónde estará. Ven, Enkidu, a Uruk-el-Redil, donde los jóvenes se ciñen fajines». He tomado los detalles de la vestimenta de los jóvenes de R. Turner Wilcox, The Mode in Costume, MacMillan, 2.a edición, 1983; véase http://www.geocities.com/FashionAvenue/3105/costumeI.html y http://handsofchange.org/costume.html. «La vestimenta de los babilonios y los asirios consistía en dos prendas, una túnica recta terminada en flecos largos o cortos llamada kandys, y un rebozo con ribetes de dimensiones variadas … Era frecuente el añadido de un fajín ancho alrededor de la cintura. Se empleaba el lino, pero el tejido principal parece haber sido la lana, con elaborados bordados con motivos separados basados en el diseño del rosetón … Las prendas siempre estaban adornadas con flecos y borlas. [Los babilonios] tenían mucho aprecio por los colores brillantes en tonos rojos, verdes, azules y púrpuras». <<
[104] Todos los días son fiesta en Uruk, la gente canta y baila en sus calles, los músicos tocan sus liras y tambores, delante del templo de Ishtar charlan y ríen sus bellas sacerdotisas, animadas por el goce del sexo, prestas a servir para el placer de los hombres en honor de la diosa: Literalmente, «Cada día […] se celebra un festival, se tocan la lira y el tambor, las ḫarímātí están alrededor, amorosas, risueñas, llenas de alegría sexual». Gardner traduce esta última línea «irradiando capacidad sexual, llenas de alegría sexual», y su coautor John Maier explica: «La capacidad sexual es kuzbu; la alegría sexual es ríšatum. “Belleza” y kuzbu no están limitados en absoluto a las mujeres; ambos son atributos de Gilgamesh y tanto de los dioses como de las diosas» (Maier, en Gardner y Maier, págs. 81 ss.). <<
[105] Shamash, el dios del sol: Se pensaba que Shamash ejercía una protección especial «no sólo sobre Gilgamesh, sino sobre toda su dinastía, cuyo fundador, Merkiaggasher, era “su hijo” según la Lista real sumeria … Nos encontramos aquí, como es frecuente, a la gran tríada de los dioses supremos que, en Mesopotamia, presidían el panteón y el universo: An / Anu, dios del cielo y padre y fundador de la dinastía divina reinante; Enlil, dios de la tierra, soberano de los dioses y de los hombres, y … Enki o Ea, el más inteligente de los dioses, creador de los hombres y de la civilización» (Bottéro, pág. 78). <<
[106] habías llegado a Gilgamesh en un sueño». Y contó a Enkidu lo que había oído: «Acudió a su madre, la diosa Ninsun: Literalmente, «“Gilgamesh en Uruk soñó contigo”. Gilgamesh fue a revelar su sueño, diciéndole a su madre». Siguiendo a Ferry, he omitido un segundo sueño y su interpretación, que es casi exacto que el primero. <<
[107] representa a un amigo amado, un poderoso héroe. Lo tomarás en tus brazos, lo abrazarás y lo acariciarás como un hombre acaricia a su esposa. Será él tu doble, tu segundo ser, un varón leal que estará a tu lado en los más grandes peligros. Pronto conocerás a este compañero de tu corazón. Tu sueño así lo proclama: Literalmente, «Esto significa que un hombre fuerte vendrá a ti, alguien que rescatará a su amigo. Él es el más poderoso de la región, tiene fuerza, su fuerza es tan poderosa como un meteorito caído del cielo. Lo amarás como a una esposa, acariciándolo y abrazándolo. Será fuerte y te rescatará una y otra vez. Tu sueño es excelente y favorable». <<
[108] Dio después Shamhat a Enkidu una de sus túnicas y él se vistió con ella: Tomado de OB II, líneas 69-70. <<
[109] lo llevó, como a un niño: Literalmente, «lo condujo como un dios [lleva a un suplicante]». Se refiere «a las escenas denominadas “de presentación”, representadas, a menudo, en los cilindros-sello y que muestran al propietario del sello conducido por una divinidad en presencia de otra» (Bottéro, pág. 83). George tiene una interpretación diferente; véase BGE, I, pág. 167. <<
[110] Adelante, Enkidu. Esto es comida, es lo que nosotros, los humanos, comemos y bebemos». Probó el pan con cautela. Comió luego un pedazo, comió toda una rebanada, luego otra, comió hasta saciarse: Literalmente, «“come el pan, Enkidu, el báculo de la vida, bebe la cerveza, la costumbre del país”. Enkidu comió el pan hasta que estuvo lleno». <<
[111] Desde Nunca había visto la comida de los hombres hasta Enkidu partió armado con venablo y espada: Tomado de OB II, líneas 90 ss. <<
[112] El sacerdote bendecirá a la joven pareja, los invitados se regocijarán, el novio se retirará y la virgen aguardará en el lecho nupcial a Gilgamesh, rey de la bien murada Uruk: Literalmente, «Para el rey de Uruk de la Gran Plaza, la [valla: Tournay y Shaffer; el velo: George] se abrirá para [que el pueblo elija [una novia]: Tournay y Shaffer; el único que puede tomar el primero: George]»; los dos versos están repetidos con una ligera variación. <<
[113] «Iré a Uruk ahora, al palacio de Gilgamesh, rey poderoso. Lo desafiaré. Le gritaré en su rostro: “¡Yo soy el más poderoso! ¡Yo soy quien puede hacer temblar el mundo! ¡Yo soy supremo!”». // Juntos marcharon a la bien murada Uruk: Aquí hay una laguna en el texto que he rellenado repitiendo el discurso anterior de Enkidu. <<
[114] En verdad que Gilgamesh ha encontrado su igual. Este hombre salvaje puede rivalizar con el más poderoso de los reyes: Estas líneas son un añadido mío. <<
[115] Desde Un día, mientras yacía con Shamhat hasta comían los invitados entre cantos y risas: Tomado de OB II, líneas 135 ss. (excepto para «como un niño pequeño besaban sus pies», que procede de la Versión Estándar). <<
[116] El rito nupcial había tenido lugar, tocaban los músicos sus liras y tambores, comían los invitados entre cantos y risas, dispuesta estaba la novia para Gilgamesh como si fuera un dios, aguardaba en el lecho para entregarse a él, en honor de Ishtar, para olvidar a su esposo y entregarse al rey: Literalmente, «En Uruk el sacrificio se estaba llevando a cabo, los jóvenes estaban festejando por el héroe [¿?]. Para el espléndido joven, para Gilgamesh, la pareja estaba dispuesta como para un dios, la cama estaba hecha para la diosa Ishara [= Ishtar], para que Gilgamesh pudiera unirse con la novia aquella noche». George interpreta este pasaje de forma diferente; véase BGE, I, págs. 169-170, 190, 455-456. <<
[117] Cuando Gilgamesh llegó a la casa nupcial, allí estaba Enkidu. Plantado como una roca, ocupaba la puerta. Lleno de furia, Gilgamesh lo agarró con todas sus fuerzas, enormes brazos se trabaron con enormes brazos, chocaron sus frentes como toros salvajes, ambos hombres se tambalearon, cayeron contra las casas, las jambas temblaron, se estremecieron los muros, rodaron por las calles luchando cuerpo a cuerpo, sus miembros se entrelazaron, cada uno de aquellos enormes cuerpos intentando deshacerse del abrazo del otro: Literalmente, «Se adelantó y se colocó en la calle, bloqueó el paso de Gilgamesh. [laguna] […] Frente a él […] se estaba enfadando […] Enkidu avanzó hacia él, se vieron cara a cara en la gran plaza. Con sus pies bloqueaba la puerta y no permitía entrar a Gilgamesh. Se agarraron, arqueando sus espaldas como toros, hicieron añicos las jambas, las paredes se conmovieron. Gilgamesh y Enkidu se agarraron, arqueando sus espaldas como toros, hicieron añicos las jambas, las paredes se conmovieron». <<
[118] Finalmente, Gilgamesh derribó al hombre salvaje y lo sujetó contra el suelo con su rodilla derecha: Literalmente, «Gilgamesh se arrodilló, su pie en la tierra». <<
[119] Desde El rito nupcial había tenido lugar hasta es tu destino gobernar sobre los hombres: Tomado de OB II, líneas 190 ss. Las frases «Con sus pies Enkidu bloqueaba la puerta (de la casa nupcial) y no permitía entrar a Gilgamesh», «se agarraron (en la puerta de la casa nupcial) y «las jambas temblaron, las paredes se conmovieron» también aparecen en el pasaje equivalente, más breve, de la Versión Estándar. <<
[120] Se abrazaron y se besaron. Se dieron la mano como hermanos. Uno junto al otro caminaron. Se convirtieron en amigos verdaderos: Tomado de OB III, línea 18. Literalmente, «Se besaron uno al otro y formaron una amistad». La Versión Estándar continúa con un diálogo fragmentario entre Ninsun y Gilgamesh que he omitido. <<
[121] El tiempo pasó rápidamente: He añadido esta frase y he comenzado el Libro III con el pasaje que sigue, de la tablilla de Yale (OB III), porque en este punto hay una fractura natural en la historia. La Tablilla III comienza con las siguientes líneas: «Regresa a salvo al refugio de Uruk; no confíes tan sólo en tu fuerza». <<
[122] Bosque de los Cedros: Al contrario de lo que ocurre en el poema sumerio «Gilgamesh y Huwawa», en el que el Bosque de los Cedros se encuentra hacia el este, en el sudoeste de Irán, la Versión Estándar lo sitúa al oeste, en la actual Siria. <<
[123] Gilgamesh dijo: «Ahora hemos de emprender viaje hacia el Bosque de los Cedros, donde vive el feroz monstruo Rumbaba. Debemos matarlo y extirpar el mal del mundo»: Este pasaje fragmentario procede de OB III, líneas 89-90, 97 ss. Literalmente, «Gilgamesh abrió su boca, diciéndole a Enkidu [laguna] “fiero Huwawa (= Humbaba). […] matarlo, destruir […]”». He adoptado la conjetura de Schott: «[Tú y yo vamos a] matar[lo] / [y de este modo podamos] destruir [todo el mal en el país]». <<
[124] Desde Enkidu suspiró. Se llenaron sus ojos de lágrimas hasta un grito está clavado en mi garganta, mis brazos están sin fuerzas: He tomado estas líneas de un pasaje fragmentario omitido aquí, en el que Gilgamesh presenta a Enkidu a su madre, la diosa Ninsun. <<
[125] se extiende centenares de kilómetros a lo largo y a lo ancho: Literalmente, «El bosque se extiende 60 bēr en cada dirección». Sesenta bēr o dobles leguas = 648 kilómetros. La expresión significa realmente «un gran (indeterminado) número de kilómetros», que en un sistema de numeración de base 10 como el nuestro (el sistema mesopotámico era de base 60) sería 100 o 1.000 kilómetros. <<
[126] Desde Conocí aquellas tierras cuando vagaba por las colinas hasta he de entrar en él, ascender sus laderas: Tomado de OB III, líneas 106 ss. He prescindido de unas pocas líneas que están repetidas en la Versión Estándar. <<
[127] «… el cedro era la madera de lujo por excelencia, perfumada, sólida, de gran altura y hermoso veteado, para los edificios oficiales más ricos, palacios y templos» (Bottéro, pág. 123). <<
[128] cortar un cedro tan alto que forme un torbellino al caer al suelo: Siguiendo la reconstrucción de Foster. <<
[129] Si muero en el bosque en el transcurso de esta gran aventura, no te avergüences cuando la gente diga: «Gilgamesh encontró una muerte heroica combatiendo contra el monstruo Humbaba. ¿Y dónde estaba Enkidu? ¡Estaba a salvo en su hogar!»: Literalmente, «Iré delante de ti, y podrás gritar: “¡Continúa, no temas!”. Si muero, habré forjado mi fama. [La gente dirá:] “Gilgamesh combatió con el feroz Humbaba”». <<
[130] Desde Nosotros no somos dioses, no podemos ascender al cielo hasta para siempre grabaré mi fama en la memoria de los hombres: Tomado de OB III, líneas 140 ss., con excepción de «eres valiente, tu corazón ha sido puesto a prueba en combate», que es de la Versión Estándar. <<
[131] «Pero, me acompañes o no, cortaré ese árbol, mataré a Humbaba, haré perdurable mi nombre, para siempre grabaré mi fama en la memoria de los hombres»: Literalmente, «Debo comenzar a trabajar y talar el cedro, debo establecer mi fama eterna». <<
[132] Desde Echó Gilgamesh el cerrojo a las siete puertas hasta para siempre grabaré mi fama en la memoria de los hombres: Tomado de OB III, líneas 172 ss. He trasladado el episodio con los herreros a un punto posterior del Libro III. <<
[133] celebrar otra vez el Año Nuevo: «… una de las fiestas principales de la liturgia local: el Akītu; para esta ceremonia se reservaba un santuario particular, fuera de los muros, a donde se iba en procesión desde la ciudad» (Bottéro, pág. 90). <<
[134] su visión causa horror: «La “máscara de Huwawa/Humbaba”, distorsionada y horrible, era muy conocida y se reproducía con frecuencia en amuletos» (Bottéro, pág. 91). <<
[135] Al escuchar las palabras de los ancianos, Gilgamesh rompió a reír, se levantó y dijo: «Dime, amigo querido, ¿has recobrado tu valor? ¿Estás presto para partir? ¿O aún temes sufrir la muerte de un héroe?: Tomado de OB III, líneas 201 ss. Literalmente, «Miró a Enkidu y se rio. “Ahora, amigo mío […] ¿Debería temerlo tanto que […]”». He omitido un discurso de los ancianos que se repite palabra por palabra en la Tablilla III y he insertado aquí la visita a la forja. <<
[136] y ordenemos que el herrero nos fabrique armas que sólo los héroes más poderosos puedan usar». Enkidu escuchó con gravedad. Permaneció largo tiempo en silencio. Finalmente, asintió. Gilgamesh tomó su mano: Literalmente, «“Que forjen [tantas hachas] como necesitemos”. Se cogieron [de la mano] y fueron a la forja». <<
[137] noventa kilos: Literalmente, «tres talentos» = 87 kg. <<
[138] trescientos kilos: Literalmente, «diez talentos». <<
[139] Desde Vayamos a la fragua, Enkidu, hasta Cada hombre cargaba más de trescientos kilos: Tomado de OB III, líneas 161 ss. <<
[140] Dijo Gilgamesh: «Antes de partir…»: He omitido un discurso que comienza «Los ancianos se pusieron de pie y se dirigieron al rey: “Regresa sano y salvo…”». Se repite, palabra por palabra, en un momento posterior del Libro III. <<
[141] Madre querida, gran diosa, asísteme en esta empresa: He añadido esta línea y omitido las tres últimas del discurso de Gilgamesh, que, como el resto del pasaje, se repiten palabra por palabra en el discurso a los jóvenes. <<
[142] jabonera: «Se trata de la planta denominada tullal, no identificada, pero cuyo nombre (en acadio: “Tú purificas”) indica un uso tanto en el aseo personal como en operaciones de “magia” y de exorcismo. Ninsuna, al “purificarse”, ya puede hablarle a Shamash, dios de mayor rango que ella» (Bottéro, pág. 94). <<
[143] hasta llegar al tejado: «En este país cálido y con escasas precipitaciones los tejados eran generalmente planos, y continúan siéndolo, sirviendo de terraza» (Bottéro, pág. 192). <<
[144] «Señor del cielo, tú has concedido a mi hijo belleza, fuerza y valor: He añadido estas líneas. <<
[145] ¡Oh Shamash, señor, sol glorioso, deleite de los dioses, iluminador del mundo, que te alzas haciendo nacer la luz que llena los cielos, da forma a la tierra, volumen a las montañas, brillo a los valles, desvanece la oscuridad, hace retroceder al mal, todas las criaturas despiertan y abren sus ojos y, al verte, se llenan de dicha, protege a mi hijo! A lo largo de su peligrosa jornada: Literalmente, «Oh [Shamash], tu abriste […] para los animales del monte, tú saliste para la tierra […], las montañas […], los cielos crecen [en brillo], animales del monte […] tu esplendor […] esperaba […] a ellos, los animales […] a ti. […] te ofrezco, el hombre muerto […] vida. Al […] tu cabeza, cuando [tu luz] surge las multitudes se juntan, los grandes dioses aguardan [tu luz], [que Aya tu prometida] no tema [recordarte]: [Confía]le a [los vigilantes de la noche]. El camino que […] toque y […]. Porque […] el viaje […] Y […] mientras Gilgamesh viaja al Bosque de [los Cedros]». <<
[146] atiza violentos vientos: La Versión Estándar especifica trece vientos. Puesto que hay pocos sustantivos sinónimos de «viento» en nuestra lengua, he reducido su número a ocho, como en la Versión Hitita. <<
[147] Cuando hubo terminado su plegaria: He omitido el siguiente pasaje, que procede de una variante diferente de la tradición y cuya paradoja parece un contraste infructuoso con la conciencia de Gilgamesh de que «no somos dioses, somos hombres mortales»: «Ninsun formuló una segunda plegaria a Shamash: “¡Oh, Shamash, ¿no será Gilgamesh […] los dioses? ¿No compartirá los cielos contigo? ¿No compartirá el cetro con la luna? ¿No actuará sabiamente con Ea en el Gran Abismo? ¿No imperará sobre la raza de las cabezas negras junto a Irnina [= Ishtar]? ¿No habitará con Ningishzida en el País del que No se Vuelve?”». <<
[148] Al escuchar estas palabras, los ojos de Enkidu se llenaron de lágrimas, y él y Gilgamesh juntaron sus manos como hermanos. Tomaron sus armas: las enormes hachas, los enormes puñales, las aljabas, los arcos: En este punto hay una amplia laguna en el texto. He omitido tres pasajes fragmentarios y añadido estas líneas. <<
[149] Recuerda el antiguo proverbio: He añadido esta frase. <<
[150] Desde Que Shamash te conceda el deseo de tu corazón hasta y recuerda a Lugalbanda, tu padre: Tomado de OB III, líneas 257 ss. <<
[151] que también viajó hasta las lejanas montañas: He seguido una pista a partir de una nota al pie de Kovacs y he añadido esta línea. En dos poemas sumerios, «Lugalbanda y Enmerkar» y «Lugalbanda y el Monte Hurrum», Lugalbanda emprende largos viajes a través de las montañas. <<
[152] Los ancianos se volvieron a Enkidu y le dijeron: «Te confiamos el cuidado del rey. Protégelo, guíalo a través de los pasos traicioneros, muéstrale dónde encontrar alimento y dónde cavar para obtener agua, condúcelo hasta el Bosque y combate a su lado: Literalmente, «En esta, nuestra asamblea, [dejamos al rey a tu cuidado]. Asegúrate de que regresa y trae [al rey de vuelta a tu cuidado]». <<
[153] Que Shamash te asista, que los dioses te concedan el deseo de tu corazón: Tomado de OB III, líneas 285-286. <<
[154] Desde Dijo Enkidu a Gilgamesh hasta el Bosque de los Cedros, donde habita Humbaba: Tomado de OB III, líneas 272 ss. <<
[155] Tras recorrer más de seiscientos kilómetros, se detuvieron a comer, tras otros mil, acamparon. Habían recorrido en sólo tres días y tres noches: Literalmente, «A los 20 bēr (= 216 kilómetros), se detuvieron a comer, a los 30 bēr (= 324 kilómetros), acamparon, habían recorrido 50 bēr (= 540 kilómetros) en un solo día». Hay cierta confusión en el texto, que afirma que los héroes acampan después del primer día, mientras que describe la verdadera acampada y el ritual de los sueños cada tres noches, después de tres días de marcha. Para garantizar una mayor claridad, he insertado las distancias recorridas cada tres días, en lugar de cada día. <<
[156] Enkidu ejecutó el ritual de los sueños: He seguido aquí la interpretación de Bottéro: «Se trata de un ritual de incubación, de un sueño “concedido”, es decir, primero solicitado a los dioses y luego recibido en un lugar específico, protegido de las influencias malignas que podrían alterar o falsear el proceso. Aquí se trata de la cumbre de la “montaña”, lugar sagrado, más próximo al cielo donde mora Shamash, que será quien “envíe” el sueño. De ahí el uso de mašatu, harina o polvo perfumado que se quemaba en ofrendas fumigatorias, el ritual mántico ejecutado por Enkidu para Gilgamesh (del que lo ignoramos todo) y el “círculo encantado” en el que “lo encierra” cuando está a punto de dormirse y recibir el ansiado sueño. Estos “círculos” eran de uso corriente en las operaciones “mágicas” y en los exorcismos: se dibujaban con harina, con hojas o ramas de plantas, e incluso a veces con barreras improvisadas de cañas, con el fin de aislar de todo fluido pernicioso. La borrasca que pasa de largo es señal de que el cielo está de acuerdo en que el sueño solicitado tenga lugar, en las condiciones acostumbradas, y por tanto tenga valor adivinatorio, que aquí, lógicamente, se desea de buen augurio» (Bottéro, pág. 99). <<
[157] Caminábamos por un desfiladero y, al alzar la vista, se desplomó una enorme montaña, tan grande que, a su lado, parecíamos moscas. Entonces la montaña cayó sobre nosotros. Dime, amigo querido: ¿qué significa?: Literalmente, «[en] un valle montañoso, [la montaña] cayó sobre […], nosotros, como [moscas]». <<
[158] Gilgamesh, alegre con su magnífico sueño, sonrió, y su rostro se iluminó de placer: Tomado de OB Schøyen2, líneas 23-24. La segunda línea aparece también en OB II, línea 104, en la descripción de la borrachera de Enkidu; ambas líneas aparecen en uno de los fragmentos en babilonio medio de Bogazköy, MB Boğ2, anverso, líneas 3'-4'. <<
[159] Alcé la vista y se desplomó una enorme montaña, me tiró al suelo, me atrapó los pies: Tomado de MB Boğ2, anverso, líneas 13'-14'. <<
[160] un terrible resplandor hirió mis ojos, de repente, apareció un joven, era radiante y hermoso, me tomó por el brazo y me sacó de debajo de la montaña: Tomado de OB Schøyen2, líneas 8 ss. <<
[161] me dio agua y mi corazón se serenó: Tomado de MB Boğ2, anverso, línea 18'. <<
[162] De nuevo la montaña representa a Humbaba. Te hacía caer, pero no pudo darte muerte: Tomado de OB Schøyen2, líneas 14 ss. Literalmente (en la traducción de George): «Ahora, amigo mío, aquel hacia el que vamos, ¿acaso no es la montaña? ¡Es algo muy extraño! Ahora, Huwawa, hacia el que vamos, ¿acaso no es la montaña? ¡Es algo muy extraño!». <<
[163] Por lo que respecta al joven hermoso que aparecía, es el señor Shamash, que te rescatará y te otorgará todo aquello que desees: Tomado de OB Schøyen2, líneas 21-22. <<
[164] Los feroces cielos representan a Humbaba, que intentaba darte muerte con rayos y llamas. Pero, a pesar del fuego, no podía causarte daño. Mataremos a Humbaba. El triunfo es nuestro. Aunque nos ataque, venceremos: Literalmente (en la traducción de Foster), «Humbaba, como un dios […] / […] la luz brillante […] / Seremos [victoriosos] sobre él. Humbaba provocó nuestra ira […] / […] prevaleceremos sobre él. / Además, al amanecer la palabra de Shamash estará a nuestro favor».
Págs. 141-142: Desde he tenido un cuarto sueño hasta que acudía en tu rescate era nuestro señor, Shamash: Tomado de la tablilla paleobabilónica fragmentaria de Nippur, OB Nippur, líneas 9 ss. <<
[165] se cernía sobre mí como una enorme nube, me hacía muecas y de su boca salían horribles llamas; entonces vi junto a mía un joven que despedía un fulgor que no era de este mundo, se acercó a la criatura, quebró sus alas, retorció su cuello y la arrojó al suelo […] El águila que viste con cabeza de león representa a Humbaba. Aunque se abalanzó sobre ti y de su boca salieron llamas terribles, nada pudo causarte daño. El joven que acudía en tu rescate era nuestro señor, Shamash. Él permanecerá a nuestro lado cuando ataque el monstruo. Pase lo que pase, venceremos: Literalmente, «“Estaba […], su rostro era extraño, sus mandíbulas eran fuego, su aliento era muerte. Había un hombre de aspecto extraño […] frente a mí en mi sueño. [Él …] sus alas, agarraba sus brazos, […] entonces lo arrojaba al suelo [delante de] mí. […]” [laguna] “[…] [descendía sobre nosotros, como una] nube, era […J, su rostro era extraño, sus mandíbulas eran fuego, su aliento era muerte. Aunque tú estabas aterrorizado ante su terrible aura, yo […] su pie. Te permitiré levantarte. El hombre que viste era el poderoso Shamash”». <<
[166] Desde Luchaba yo cuerpo a cuerpo con un gigantesco toro hasta alcanzaremos un triunfo mayor que el que haya logrado hombre alguno: Tomado de una de las tablillas paleobabilónicas Šaduppûm, OB HarmalI, líneas 4 ss. <<
[167] Podían escuchar el horrible rugido de Humbaba: Tomado de OB Schøyen2, línea 57, donde aparece después del segundo sueño de Gilgamesh. <<
[168] Ahora sólo lleva una. ¡Atácalo! ¡Ahora!: He trasladado el resto de la Tablilla IV al Libro V, excepto dos pasajes fragmentarios que he omitido, y las dos últimas líneas, que permanecen como conclusión del Libro IV. <<
[169] Gilgamesh se detuvo, estremecido. Las lágrimas corrían por sus mejillas. «¡Oh Shamash», clamó, «asísteme en esta peligrosa jornada. Acuérdate de mí, ayúdame, escucha mi ruego!». Se detuvieron y escucharon. Pasó un momento. Entonces, desde el cielo, la voz del dios se dirigió a Gilgamesh: «Apresúrate, ataca, ataca a Humbaba mientras sea el momento adecuado, antes de que se adentre en las profundidades del bosque, antes de que pueda ocultarse y envolverse en sus siete auras con su mirada paralizadora. Ahora sólo lleva una. ¡Atácalo! ¡Ahora!»: Literalmente, «[…] va a […] medio de Uruk, […] se alza ahí y […] ¡Oh, Gilgamesh, vástago surgido de Uruk […]. [Shamash] escuchó lo que había dicho, inmediatamente una voz [llamó desde el cielo], “Apresúrate, atácalo, no le dejes [escapar hacia el bosque], [no le dejes] bajar a lo más profundo o […]. Aún no se ha envuelto en sus siete auras terroríficas […], sólo va envuelto en una, las otras seis están quitadas”». <<
[170] Con las hachas en la mano y los puñales desenvainados, penetraron en el Bosque y se abrieron paso: Estas líneas aparecen en realidad ligeramente más tarde en la Tablilla V. Literalmente (en la traducción de Foster), «Hachas tocadas con [la piedra de amolar], puñales y espadas […] / Uno a uno […] / avanzaron muy despacio hacia […] / Humbaba […]». <<
[171] la maraña de espinados arbustos que cedían bajo sus pies: Sigue a esta línea un pasaje fragmentario que he omitido. <<
[172] De improviso, el terror se apoderó de Enkidu, su rostro se tornó pálido como una cabeza cortada: Tomado de OB Schøyen2, líneas 63 ss., siguiendo la reconstrucción de George. <<
[173] Dijo a Gilgamesh: «Amigo querido, no puedo continuar, estoy aterrorizado, no puedo seguir adelante. Entra tú en el terrible bosque, mata tú a Humbaba y gana la gloria. Yo regresaré ahora a la bien murada Uruk, y todos los hombres sabrán lo cobarde que he sido»: Este pasaje es una ampliación de una única línea (104) del «Gilgamesh y Huwawa»: «Gilgamesh, continúa montaña arriba, pero yo regresaré a la ciudad». <<
[174] Respondió Gilgamesh: «Amigo querido, hermano amado, solo no puedo matar a Humbaba. Por favor, quédate aquí conmigo, permanece a mi lado: He añadido estas líneas. <<
[175] «Dos barcos amarrados juntos jamás se hundirán. Una cuerda triple es difícil de romper». Si nos ayudamos uno al otro y combatimos hombro con hombro, ¿qué daño puede ocurrirnos? Vamos, ataquemos al monstruo. Hemos llegado ya muy lejos. No importa lo que sientes, continuemos: Tomado del «Gilgamesh y Huwawa», líneas 107 ss. Literalmente, «Enkidu, dos personas juntas no morirán. Un hombre amarrado a su barca no se ahogará. Nadie puede desgarrar una prenda de tres pliegues. El agua no puede llevarse a nadie de la muralla de la ciudad. El fuego no se puede extinguir en una casa de juncos. Si tú me ayudas y yo te ayudo, ¿qué podrá nadie contra nosotros? Cuando una barca se hunde, cuando una barca rumbo a Magan se hunde, cuando una barcaza magílum se hunde, la barca que ha sido fuertemente amarrada a otra barca permanece firme. Vayamos ahora, dirijámonos contra él y ataquémoslo cara a cara». <<
[176] Dijo Enkidu: «Tú nunca lo has visto cara a cara, y desconoces el horror que acecha ahí delante. Pero cuando yo lo vi, mi sangre se heló. Sus dientes son afilados como dagas, sobresalen como colmillos, su rostro untado de sangre es un rostro de león, se abalanza como un torrente enfurecido, llamas salen de su frente. ¿Quién puede resistirse? Estoy aterrorizado. No puedo seguir adelante»: Tomado del «Gilgamesh y Huwawa», líneas 98 ss. Literalmente, «Puesto que tú no lo has visto, él no te atemoriza. Pero yo sí lo he visto y me aterroriza. Sus dientes son dientes de dragón, su rostro es el rostro de un león, su pecho es un torrente enfurecido, su frente es un fuego que devora los matorrales de juncos y nadie puede escapar de él». <<
[177] Desde Dijo Gilgamesh: «Ten valor, hermano querido hasta para siempre grabaremos nuestra fama en la memoria de los hombres»: He movido este pasaje aquí desde su lugar al final de la Tablilla IV. <<
[178] Se adentraron caminando en el Bosque de los Cedros, con las hachas en la mano y los puñales desenvainados, siguiendo el sendero que había hecho Humbaba: He añadido estas líneas. <<
[179] Llegaron a la vista de la guarida del monstruo. Dentro aguardaba y su sangre se heló. Vio el monstruo a los dos amigos, crispó su rostro, mostró los dientes, lanzó un bramido ensordecedor. Clavó su fiera mirada en Gilgamesh. «Joven», le dijo, «jamás regresarás a tu hogar. Disponte a morir». El pánico golpeó a Gilgamesh como una ola, el terror inundó sus músculos, su corazón se congeló, su boca se secó, sus piernas temblaron, sus pies quedaron enraizados en la tierra: Tomado del «Gilgamesh y Huwawa», líneas 122 ss. Literalmente, «Huwawa estaba sentado en su casa en medio de los cedros. Fijó su fiera mirada en Gilgamesh y Enkidu, era la mirada de la muerte. Volvió la cabeza hacia ellos, era la señal del desastre. Cuando habló, sus palabras fueron pocas: “Vosotros, jóvenes, jamás regresaréis a la ciudad donde vuestra madre os dio a luz”. El miedo y el temor se extendieron por los músculos y las extremidades de Gilgamesh, sus pies quedaron enraizados en la tierra». <<
[180] Desde De improviso, el terror se apoderó de Enkidu hasta Amigo querido, gran guerrero, noble héroe, no pierdas tu coraje: El texto de la Versión Estándar es tan fragmentario en este punto y tan plagado de lagunas que he tomado prestado en extenso del poema sumerio «Gilgamesh y Huwawa» (Versión A). He añadido también unos pocos pasajes, como se indica en las notas siguientes. La Versión Estándar de esta sección completa dice literalmente, «Gilgamesh […] Porqué […] [laguna] Enlil […] Enkidu […] su boca […] de Humbaba […] uno por uno […] vestidos […] En el traicionero sendero […] dos […] Dos grupos de tres […] una cuerda triple […], dos oseznos son […] que un león fuerte, [laguna]». <<
[181] Amigo querido, gran guerrero, noble héroe, no pierdas tu coraje: Tomado del «Gilgamesh y Huwawa», líneas 130 ss. Literalmente, «Poderoso campeón, noble héroe, placer de los dioses, toro fuerte embistiendo en la batalla, tu madre bien sabía cómo alimentar a un hijo en sus pechos. No temas, descansa tus manos sobre la tierra». <<
[182] Dos barcos amarrados juntos jamás se hundirán. Una cuerda triple es difícil de romper: Las dos expresiones son proverbiales. La segunda seguía siéndolo más de quinientos años después del «Gilgamesh y Huwawa», como podemos ver en Eclesiastés 4, 9-12: «Dos son mejor que uno, pues tienen una buena recompensa por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro le levantará; mas cuán desgraciado es aquel que está solo cuando cae y no tiene a otro que lo levante. Una vez más, si dos yacen juntos, conservarán el calor; pero ¿cómo puede conservar el calor uno solo? Y aunque alguien pudiera vencer al hombre que está solo, dos serían capaces de resistírsele. Una cuerda triple no se rompe rápidamente». <<
[183] recuerda esto: «Dos barcos amarrados juntos jamás se hundirán. Una cuerda triple es difícil de romper». Si nos ayudamos uno al otro y combatimos hombro con hombro, ¿qué daño puede ocurrirnos? Vamos, continuemos: He repetido estas líneas que aparecen en un pasaje anterior. <<
[184] Avanzaron hacia la guarida del monstruo. Rumbaba salió rugiendo y les dijo: He añadido estas líneas. <<
[185] Te arrancaré un miembro tras otro: He añadido estas líneas. <<
[186] los dos os presentáis ante mí y me observáis como un par de niñas atemorizadas: Literalmente, «Aquí eres un extraño hostil». <<
[187] ¡Cuán terrible se ha tornado el rostro de Rumbaba! Se está transformando en mil rostros de pesadilla, más horribles de lo que puedo soportar. Estoy aterrado, no puedo continuar: Literalmente, «Amigo mío, el rostro de Humbaba ha cambiado. Nos dirigíamos como héroes hacia su [guarida] para derrotarlo, pero el corazón que se ha asustado no recupera la calma en un momento». <<
[188] No debemos dudar ni abandonar. Dos amigos íntimos no pueden ser derrotados. Ten valor. Recuerda cuán fuerte eres. Permaneceré a tu lado. Ataquemos ahora: Literalmente (en la traducción de George), «Ahora, amigo mío, hay un solo … / recoger [los lingotes de] cobre de los moldes del cobrero? / Soplar las brasas durante una doble hora, … ¿qué permanece encendido durante una doble hora? ¡Enviar el Diluvio es apretar las clavijas! [No] eches tus pies hacia atrás, ¡no te retires! […] … ¡haz que tu golpe sea bueno y fuerte!». <<
[189] Gilgamesh sintió cómo el valor regresaba: He añadido esta línea. <<
[190] Desde Arremetieron contra Humbaba como dos toros salvajes hasta su rugido retumbó como un trueno: He movido este pasaje aquí desde su lugar al final de la Tablilla IV. <<
[191] dividieron las montañas del Líbano: «El Líbano y el Hermón se encuentran separados por una profunda fosa (la “Gran Fosa Siria”) que se prolonga hasta el golfo de Aqaba y más allá. A modo de etiología imaginaria, los autores de este pasaje parecen haber querido poner en relación de causa a efecto esta situación geológica con la lucha entre ambos gigantes» (Bottéro, pág. 115). <<
[192] una bruma sulfurosa descendió sobre ellos e hirió sus ojos: Literalmente, «La muerte cayó sobre ellos como una bruma». <<
[193] Dijo Humbaba: «Ten compasión, Gilgamesh. Permíteme vivir aquí, en el Bosque de los Cedros. Si respetas mi vida, seré tu esclavo, te entregaré tantos cedros como desees. Tú eres rey de Uruk por la gracia de Shamash, hónrale con un templo de cedro y construye para ti un palacio de cedro. Todo esto es tuyo con sólo respetar mi vida: Literalmente, «Rogando por su vida, Humbaba dijo a Gilgamesh: “Eres tan joven, Gilgamesh, tu madre te dio a luz y, en efecto, eres el hijo de [Ninsun, la Dama de las Vacas Salvajes]. […] la orden de Shamash, señor de la montaña: ‘Gilgamesh, el heredero de Uruk, será rey’. […] Gilgamesh, un hombre muerto no puede […] un vivo […] su maestro. Respeta mi vida, Gilgamesh […] Permíteme morar aquí para ti en […] tantos árboles como desees […], vigilaré el mirto para ti, el […], madera, el orgullo de un palacio”». <<
[194] Si algún mortal conoce las normas de mi bosque, Enkidu, eres tú. Sabes que este es mi lugar y que yo soy el guardián del bosque. Enlil me puso aquí para inspirar terror a los hombres, y protejo el bosque tal como ordena Enlil. Si me matáis, incurriréis en la ira de los dioses, y su juicio será severo: Literalmente, «Conoces las reglas de mi bosque, las reglas de […], así que comprendes lo que se ha ordenado». <<
[195] Shamash en Larsa: Hay una lectura alternativa: «Shamash en Sippar». <<
[196] que dio muerte a Humbaba en el Bosque de los Cedros: He omitido aquí dos breves pasajes fragmentarios y una repetición del pasaje que comienza «Enkidu dijo: “Amigo querido, rápido”» y termina con «que mató a Humbaba en el Bosque de los Cedros». <<
[197] Sabedor de que estaba perdido, Humbaba profirió un aullido: «A ambos os maldigo. Puesto que habéis hecho esto, muera Enkidu, muera entre grandes dolores, y experimente Gilgamesh el desconsuelo, quede su cruel corazón abrumado por el dolor». Horrorizado, soltó su hacha Gilgamesh. Dijo Enkidu: «Ten valor, amigo querido. Cierra tus oídos a las maldiciones de Humbaba. No escuches sus palabras. ¡Mátalo! ¡Ahora!». Al escuchar a su amigo, volvió en sí Gilgamesh. Lanzó un alarido, alzó su enorme hacha, la blandió y la hundió en el cuello de Humbaba. Manó la sangre, de nuevo el hacha golpeó la carne y el hueso, el monstruo se tambaleó, quedaron sus ojos en blanco y al tercer golpe del hacha se desmoronó como un cedro y se derrumbó en el suelo. Su estertor conmovió las montañas del Líbano, inundó los valles su sangre, retumbó el bosque en quince kilómetros. Entonces los dos amigos lo abrieron, extrajeron sus intestinos, cortaron su cabeza de dientes afilados como dagas y de horribles ojos rojos de fija mirada. Cayó una suave lluvia sobre las montañas. Cayó una suave lluvia sobre las montañas: Literalmente, «“Que nunca […] Que ninguno de los dos llegue a viejo, y que, igual que su amigo Gilgamesh, Enkidu no tenga quien lo entierre”. Enkidu abrió la boca y dijo a Gilgamesh: “Amigo mío, te hablo, pero tú no me escuchas. Hasta la maldición […] a su boca”. […] de su amigo, sacó el puñal de su costado, Gilgamesh [se lo clavó] en el cuello, Enkidu […] hasta que le sacó los pulmones. […] saltando [desde] la cabeza tomó los colmillos como trofeo. […] en abundancia cayó sobre la montaña, […] en abundancia cayó sobre la montaña». A la Versión Estándar de este pasaje he añadido un pasaje de la tablilla fragmentaria paleobabilónica de Nërebtum, OB Ishchali, reverso, líneas 25' ss.: «los valles se llenaron con su sangre, derribó a Huwawa el guardián, dos leguas […] en la distancia. Con él golpeó […] los bosques […], mató al monstruo, al guardián del bosque, al grito del cual se separaron Siria y el Líbano, […] las montañas […] se conmovieron todas las tierras altas». <<
[198] Cayó una suave lluvia sobre las montañas: «Lluvia» es una conjetura de Tournay y Schaffer. <<
[199] Tomaron sus hachas y se adentraron aún más en el bosque: Tomado de OB Ischali, reverso, línea 37'. <<
[200] iban cortando cedros, saltaban por los aires las astillas, cortaba Gilgamesh los poderosos árboles, convertía Enkidu los troncos en vigas: Literalmente, «[…] un quinto de un codo era el […] de sus virutas (de cedro). Gilgamesh cortó los árboles, Enkidu escogió la mejor madera». <<
[201] Desde Dijo Enkidu: «Con tu gran fuerza hasta y que el pueblo de Nippur se regocije con ella»: Tomado de la tablilla paleobabilónica del Museo de Iraq de Bagdad, OB IM, líneas 19 ss. <<
[202] se despojó de sus vestiduras sucias y ensangrentadas, vistió una túnica de la mejor lana, se envolvió en un manto púrpura con adornos dorados, lo ciñó con un amplio fajín con flecos y se puso su corona: Literalmente, «Se quitó sus vestiduras sucias, se puso vestidos nuevos, se envolvió en una túnica regia, se ató un cinturón ancho. Gilgamesh se puso su corona». «Las kandys púrpuras bordadas en oro estaban reservadas al rey» (Wilcox, The Mode in Costume). <<
[203] La diosa Ishtar puso sus ojos en él, contempló su esplendor de varón, su corazón se enamoró locamente, sus lomos ardieron de deseo: Literalmente, «La princesa Ishtar miró con deseo la belleza de Gilgamesh». <<
[204] cásate conmigo: «… probablemente, un ardid con el fin de atraerlo a su lecho, porque Ishtar nunca fue ni esposa ni madre en sentido estricto. Así, antes de evocar todos los regalos que ella habría de reclamarle, planteará Gilgamesh, por ironía, la cuestión del pago compensatorio (denominado terhatu) que el futuro esposo, o su familia, debía entregar a la familia de la novia para obtener su consentimiento» (Bottéro, pág. 123). <<
[205] Te entregaré riquezas que superan todos tus sueños: mármol y alabastro, marfil y jade: He añadido estas líneas. <<
[206] hermosas sirvientas de ojos verdeazulados: He seguido a Tournay y Schaffer al añadir esta frase de MB Boğ2, reverso, línea 7. <<
[207] cuernos de ámbar: «Los “cuernos” de un carro eran probablemente las terminaciones del yugo, hechas de alabastro en los carros del Imperio Nuevo egipcio, y en las tablillas del Bronce Medio de Mari. Piedra-elmēšu: piedra semi-mítica, preciosa, brillante, posiblemente ámbar, utilizada frecuentemente con cristal de roca» (Dalley, pág. 129). <<
[208] demonios de la tormenta: «El ûmu … es el monstruo con cabeza de león que tira de los carros de Adad, el dios de la tormenta; del sol, de los guerreros Ninurta y Marduk y de la belicosa Ištar» (George, BGE, II, pág. 830). <<
[209] Y bendeciré todo aquello que posees … Estos son los menores de los dones que derramaré sobre ti. Ven aquí, sé mi dulce hombre: He añadido estas líneas. <<
[210] Dijo Gilgamesh: «Tu precio es demasiado elevado, tales riquezas superan todos mis medios. Dime, ¿cómo podría devolvértelas, aunque te regalase joyas, perfumes, ricos vestidos? ¿Y qué será de mí cuando tu corazón se aparte de mí y tu deseo se apague?: Literalmente (en la traducción de Foster), «[¿Qué te daré] si te tomo como esposa? / [¿Te daré] un tocado (¿?) para ti, o un vestido? / [¿Te daré] pan o bebida? / [¿Te daré] alimentos dignos de una divinidad? / [¿Te daré] bebida digna de una reina? / ¿Ceñiré […]? / ¿Apilaré […]? / […] para una túnica?». <<
[211] un ratón que acaba royendo su segura guarida de junco: Sigo a Tournay y Shaffer. <<
[212] de la cal que se desmorona y hace caer una sólida muralla de piedra: La imagen es la de «un elemento friable en un muro hecho con piedras resistentes y más pesadas» (Bottéro, pág. 125). <<
[213] un ariete que echa abajo las defensas de una ciudad aliada: En este punto he seguido la interpretación de Bottéro. <<
[214] ¿Quién pudo satisfacer tus insaciables deseos?: Literalmente (siguiendo a Speiser), «¿Cuál de tus amantes te complació todo el tiempo?». <<
[215] Deja que te recuerde cuánto sufrieron, cómo todos ellos encontraron amargo final: Literalmente, «Vamos, déjame contar tus amantes». <<
[216] lo enviaste al inframundo: En el poema sumerio «El descenso de Inanna», después de que Inanna (= Ishtar) asciende del infierno, los demonios reclaman a alguien que la sustituya; ella les entrega a Dumuzi (= Tammuz), y se lo llevan al infierno en su lugar. <<
[217] la carraca de brillantes colores: «Nada sabemos de los amores de Ishtar con la carraca ni con los dos animales que vienen a continuación» (Bottéro, pág. 125). <<
[218] ¡U-ii! ¡U-ii!: «En acadio, el grito del pájaro es … kappî (“¡Mis alas!”), que evoca una especie de piar suplicante. Se trata de un rasgo etiológico» (Bottéro, pág. 126). <<
[219] cavaste siete trampas para él y, cuando cayó, lo dejaste morir: Literalmente, «Cavaste siete y siete trampas para él». <<
[220] sin descanso: Literalmente, «siete dobles leguas», unos 72 kilómetros; en otras palabras, una gran distancia. <<
[221] a enturbiar el agua que bebe de la poza: «Cuando beben, los caballos meten sus patas delanteras en el agua, enturbiándola» (Kovacs, pág. 52). <<
[222] la diosa Silili: El mito es desconocido, al igual que los mitos del pastor y de Ishullanu. <<
[223] «Dulce Ishullanu, déjame saborear tu vara, toca mi vagina, acaricia mi joya»: Literalmente, «¡Oh, mi Ishullanu!, déjame comer tu vigor, extiende la mano [o el pene] y toca mi vulva». <<
[224] Pero tú insististe con tus dulces palabras y finalmente accedió; luego mudaste de parecer, lo convertiste en: Literalmente, «Cuando hubo terminado de hablar, tú lo golpeaste, lo convertiste en…». He alterado el relato en este punto en pro de una mayor consistencia, pues todos los demás ejemplos son de hombres que se hacen amantes de Ishtar y sufren por esa causa. <<
[225] sapo: Aquí sigo a Bottéro. Otros estudiosos han traducido este hapax legomenon como «enano», «topo», «araña» o «espantapájaros». <<
[226] su padre Anu: En otras tradiciones mesopotámicas, Ishtar es hija de Sîn y nieta de Anu, y/o consorte de este último. <<
[227] espíritus hambrientos subirán a devorar a los vivos, y superarán los muertos a los vivos: «Estos dos versos se repiten en el mito acadio del Descenso de Ishtar a los Infiernos y en el de Nergal y Ereshkigal, sin que sepamos a ciencia cierta cuál de los tres fue la fuente de los otros dos» (Bottéro, pág. 129). <<
[228] Uruk padecerá una hambruna durante siete largos años. ¿Has provisto a la gente de grano para siete años y de forraje al ganado?: Literalmente, «Que durante siete años la viuda de Uruk almacene forraje, [y el granjero de Uruk] cultive heno». <<
[229] tres metros: Literalmente, «7 codos». <<
[230] Gilgamesh acudió en su ayuda gritando: «Amigo querido, continúa luchando, juntos lo venceremos»: He añadido estas líneas y omitido el siguiente pasaje: «Enkidu abrió la boca [para hablar] y dijo a Gilgamesh: “Amigo mío, nos jactamos […] ciudad, ¿cómo deberíamos responder a la multitud? Amigo mío, he observado la fortaleza del Toro Celeste, tan conocida su fortaleza [que sé] que nuestra fuerza es suficiente, lo [rodearé] por detrás, lo agarraré [por la cola], plantaré [mi pie sobre su muslo], en […]. Entonces [tú] como un [valiente,] experto [matarife,] clávale el puñal entre las paletas y la base de los cuernos”». <<
[231] sus sacerdotisas, aquellas que se ofrecen a todos los varones en su honor: Literalmente, «sus mujeres-kezertu, -ḫarīmtu y -šamḫātu»: tres clases de sacerdotisas-prostitutas cultuales. <<
[232] quince kilos: 30 mina. <<
[233] mil quinientos litros: 6 kor. <<
[234] en la capilla dedicada a Lugalbanda: Literalmente, «en la habitación del cabeza de familia». «… más que una habitación del palacio de Uruk, parece haber sido una capilla del templo, consagrada a Lugalbanda. Los cuernos votivos llenos de ungüentos hechos con aceite perfumado debían de servir para algún rito ceremonial de unción y de limpieza de la imagen de este dios» (Bottéro, pág. 133). <<
[235] Los dos amigos se lavaron en el río: «Antiguamente el Éufrates atravesaba Uruk. Es posible que el lavatorio … aquí descrito tuviese un sentido religioso y que los dos héroes quisieran purificarse de la mancha recaída sobre ellos por la muerte del Toro sobrenatural» (Bottéro, pág. 133). <<
[236] cantoras: Siguiendo a Speiser. <<
[237] Enkidu: él es: Siguiendo a Bottéro. <<
[238] Y le respondía entonces Enlil: «Enkidu, no Gilgamesh, habrá de morir»: He omitido las siguientes líneas de la Versión Hitita: «Entonces el dios sol del cielo dijo al heroico Enlil: “¿Acaso no fue por mis órdenes que estos dieron muerte al Toro Celeste y también a Humbaba? Enkidu es inocente; así pues, ¿debería morir?”. Enlil se irritó cada vez más con el dios sol del cielo y dijo: “Hablas así porque los acompañabas cada día como un amigo”». La Versión Estándar «parece atender a una tradición diferente, según la cual también Shamash se habría opuesto frontalmente a la muerte de Humbaba» (Bottéro, pág. 287): Véase pág. 157: «antes de que los grandes dioses puedan enojarse, Enlil en Nippur, Shamash en Larsa». <<
[239] Desde «Hermano amado», dijo Enkidu hasta y nunca volveré a contemplar a mi hermano querido»: Tomado de la Versión Hitita, Tablilla III, § I, líneas 2 ss. La Versión Estándar comienza con un largo discurso de Enkidu, bastante simple, dirigido a la puerta, que he omitido. <<
[240] Dijo Enkidu: «Hermano amado, anoche tuve un segundo sueño adverso: Este pasaje aparece en un momento posterior de la Tablilla VII; lo he insertado aquí y he dividido la respuesta de Gilgamesh al primer sueño en dos discursos diferentes. <<
[241] Etana … Sumuqan … Ereshkigal… Belet-seri: Véase el Glosario. <<
[242] así que es un hombre sano quien ha soñado: «Para confortar a su amigo, Gilgamesh primero interpreta (o finge interpretar) el sueño como augurio excelente, sin duda basándose en el principio de “inversión” … Más adelante, se hace evidente que, de hecho, Gilgamesh nunca tuvo ninguna duda sobre el carácter fatal del sueño» (Bottéro, pág. 138). <<
[243] y a Ea, el sabio: Literalmente (según la reconstrucción de George), «que [mi súplica … a Ea]». «Resulta complicado no concluir que estas tres líneas informan sobre la intención de Gilgamesh de solicitar la ayuda, no sólo de Enlil, sino de la gran tríada divina: Anu, Enlil y Ea» (George, BGE, II, pág. 846). <<
[244] una estatua de oro puro a tu imagen: «La imagen de una persona …, una vez depositada en el santuario, se consideraba que “rogaba” eternamente … al dios dedicatario en favor del dedicante, por su sola presentación y presencia» (Bottéro, pág. 138). <<
[245] No temas, amigo querido, pronto te sentirás mejor, esta imagen votiva te devolverá la salud: He añadido estas líneas siguiendo la interpretación de Bottéro. <<
[246] Me dirijo a ti, Señor, pues de improviso el destino se ha vuelto en mi contra: Literalmente, «Apelo a ti, Shamash, a causa de mi preciosa vida». <<
[247] Y pues aquel miserable trampero que me encontró cuando vivía libre ha destruido mi vida, arruina su sustento, haz que regrese a casa de vacío, que ningún animal caiga en sus trampas y, si lo hiciera, que se escabulla como la bruma y perezca de hambre por haberme traído hasta aquí: Literalmente (en la traducción de Foster), «Por lo que respecta a aquel cazador, el hombre de las trampas, que no me permitió alcanzar tanta vida como mi amigo, que el cazador no consiga lo suficiente para vivir, que pierda su beneficio, que la presa corte la cuerda, que sus ingresos, su parte, se evapore ante tus ojos. ¡Que toda vida salvaje que entre [en sus trampas] salga por la ventana!». <<
[248] que tu esposo prefiera a las muchachas más jóvenes y hermosas: Sigo la conjetura de Foster. <<
[249] que te golpee como una mujer golpea las esteras de su casa: Literalmente, «[…] del alfarero». He ido en la misma dirección (aunque con una imagen diferente) que sigue Foster en su conjetura: «[que te pellizque] como la arcilla el alfarero». <<
[250] que los perros salvajes se instalen en tu dormitorio: Tomado de la tablilla de Ur en babilonio medio, MB Ur, línea 32. <<
[251] Desde que tu tejado se llene de goteras y no haya carpintero que las tape hasta la muchedumbre te escarnezca cuando pases por las calles: Aquí he cambiado el orden de las imágenes. <<
[252] lecho de honor: «El “lecho” sería el catafalco de exposición del cadáver antes de los funerales. Las líneas siguientes recuerdan el lugar de honor que el rey de Uruk le había reservado, a su lado, durante su vida. ¿Por qué “a su izquierda”?» (Bottéro, pág. 142). <<
[253] Luego dijo Enkidu a Gilgamesh: He añadido esta línea. Hay muchas lagunas y fragmentos antes del discurso de Enkidu, al que sigue otra línea fragmentaria: «Dijo Gilgamesh: “Mi amigo vio un sueño que no […] …”». <<
[254] Estuvo mortalmente enfermo durante doce largos días, yació agonizante en su lecho, incapaz de descansar, y empeoró de día en día: Literalmente, «Un día, un segundo día, Enkidu estuvo enfermo, yació en su lecho. Un tercer y un cuarto día Enkidu […] Un quinto, un sexto y un séptimo, un octavo, un noveno [y un décimo día] Enkidu estuvo enfermo […], un undécimo y un duodécimo día […] Enkidu […] en su lecho». <<
[255] «¿Me has abandonado, amigo querido? Me dijiste que vendrías en mi ayuda cuando sintiese miedo, mas no puedo verte, no has acudido a ahuyentar este peligro. ¿Acaso no éramos inseparables tú y yo?»: En este discurso he seguido la interpretación de Bottéro. Literalmente (en la traducción de George): «[Mi dios] me ha rechazado, amigo mío, […,] / como a alguien en medio de la batalla […] / Temía el combate […,] / amigo mío, aquel que en combate […] / yo, en [combate, …]». <<
[256] Al escuchar el estertor de la muerte, gimió Gilgamesh como un pichón y su rostro se ensombreció. «Aguarda, amado, no me abandones. Tú, el más querido de los hombres, no te mueras, no les permitas que te aparten de mí»: Tomado de la tablilla en babilonio medio de Megiddo, MB Megiddo, reverso, líneas 14'ss. Literalmente (en la traducción de Kovacs): «Gilgamesh se despertó con sus ruidos […] / como una paloma gimió […] / “Que no quede retenido en la muerte […] / Oh, preeminente entre los hombres […] / A su amigo […] / Lo lloraré (¿?) / yo a su lado […]”». <<
[257] Ulaya: Literalmente, «Que te llore el sagrado río Ulaya junto a cuyas orillas caminamos orgullosos una vez». Esta línea parece referirse a un episodio que no se ha conservado en las tablillas que han llegado hasta nosotros. <<
[258] mi amigo amado está muerto, está muerto, mi hermano amado está muerto, lo lloraré mientras respire, sollozaré por él como una mujer que ha perdido a su único hijo: Literalmente, «Lloraré a Enkidu, mi amigo, sollozaré por él como una plañidera». (Las plañideras eran apreciadas por el tono y el apasionamiento de sus lamentos). <<
[259] veloz semental, venado salvaje: Literalmente, «mula veloz, rápido asno salvaje de las montañas». <<
[260] Que la obsidiana y las otras piedras preciosas —un millar de joyas de todos los colores— se amontonen junto al oro y la plata, y sean traídas en una barca, Éufrates abajo, hasta la bien murada Uruk, para la estatua de Enkidu: Añadido de la apócrifa «Carta de Gilgamesh» (¿siglo VII a. C.?), que contribuye a dar cuerpo a la descripción de la estatua. También he utilizado las siguientes líneas de la Versión Estándar («Lo haré reposar … en una piel de león») como parte de la proclama, cambiando los pronombres de segunda a tercera persona. <<
[261] examinó sus riquezas: En este punto he omitido un pasaje fragmentario. <<
[262] preciosa madera de tejo: «La madera, muy preciada, de elammaku, no identificada, procedía del noroeste (Siria) y servía sobre todo para fabricar muebles» (Bottéro, pág. 154). <<
[263] un vaso de cornalina … otro, de lapislázuli: «El rojo era el color del luto… Azul y rojo aparecen más de una vez juntos, en particular en contextos relativos al más allá y al luto» (Bottéro, pág. 154). <<
[264] Desde Cerró los ojos y en su mente se formó hasta las vertió en presencia de Shamash: He adelantado este pasaje desde su posición original al final de la Tablilla VIII. <<
[265] una pulida jabalina de puro cedro: Literalmente, «[una] vara [para lanzar] de … la madera pura». <<
[266] Que Ishtar acepte esto: Este respetuoso pasaje, junto con VII 160 («que Ishtar, [la más capaz] de los dioses, te presente a un hombre»), es otro indicio de que el Libro VI fue añadido al cuerpo principal del poema, quizás por Sîn-lēqi-unninni. <<
[267] un collar de oro … un espejo: Conjeturas de Schrott. <<
[268] Una vez estuvieron dispuestas todas las ofrendas: Hay todavía una ofrenda más, de un frasco de alabastro a «[Dumuzi]-abzu, el que carga las culpas en el inframundo», que he omitido, junto con un breve pasaje fragmentario. <<
[269] Tras el funeral, Gilgamesh abandonó Uruk y se internó en el monte con el cabello enmarañado y una piel de león: Hay una laguna al final de la Tablilla VIII. He añadido estas líneas. <<
[270] ¿Cómo puedo soportar esta angustia que anida en mi vientre, este temor a la muerte que me empuja sin cesar? Si al menos pudiera hallar al único hombre al que los dioses hicieron inmortal, le preguntaría cómo vencer a la muerte: Literalmente, «La pena ha entrado en mi corazón. He tomado terror a la muerte, por eso vago por el monte. Estoy de camino y viajaré rápido al encuentro de Utnapishtim, hijo de Ubartutu». He omitido el pasaje siguiente: «Cuando llegué de noche a los pasos de montaña, vi unos leones y sentí miedo, alcé la vista y recé la luna, a […] lámpara de los dioses: “¡Oh, [Sîn y …,] mantenedme a salvo”. Se despertó [Gilgamesh], regresó del sueño […] presencia de la luna, se alegró de estar vivo. Alzó su hacha, extrajo [el puñal de] su cinto, cayó sobre ellos como una flecha, atacó a los [leones,] los mató y los dispersó». El resto del pasaje es fragmentario. <<
[271] Así vagaba Gilgamesh, con el corazón lleno de angustia, caminando, siempre hacia oriente, en busca de Utnapishtim, a quien los dioses concedieron la inmortalidad: He añadido estas líneas. <<
[272] «Gilgamesh es mi nombre», respondió, «soy el rey de la bien murada Uruk y he venido hasta aquí para encontrar a mi antepasado Utnapishtim, que se unió a la asamblea de los dioses y a quien se concedió vida eterna. Él es mi última esperanza. Quiero preguntarle cómo logró vencer a la muerte»: Literalmente, «[…] el […] de mi antepasado, Utnapishtim, que se unió a la asamblea de los dioses y […], de muerte y vida […]». <<
[273] El cuerpo de este hombre valeroso: He asignado este discurso a la mujer escorpión. <<
[274] «Gilgamesh es mi nombre», respondió, «soy el rey de la bien murada Uruk y he venido hasta aquí para encontrar a mi antepasado Utnapishtim, que se unió a la asamblea de los dioses y a quien se concedió vida eterna. Él es mi última esperanza. Quiero preguntarle cómo logró vencer a la muerte». Dijo el hombre escorpión: «Nadie puede atravesar los Montes Gemelos, ni nadie ha penetrado jamás en el túnel en el que el sol se sume al anochecer para atravesar la tierra. En su interior es total la oscuridad, es profunda la oscuridad, sin una sola luz». Dijo la mujer escorpión: «El cuerpo de este hombre valeroso al que empuja la desesperación está congelado, exhausto y quemado por el sol del desierto. Muéstrale el camino para llegar hasta Utnapishtim». Dijo el hombre escorpión: «El túnel se adentra sin cesar hasta lo más oscuro de la tierra. Todo será negro como la brea delante y detrás de ti, todo negro como la brea a tus costados. Deberás correr por el túnel más rápido que el viento. Dispones sólo de doce horas. Si no sales del túnel antes de que se ponga el sol y penetre en él, no hallarás refugio donde protegerte de su mortífero fuego. Penetra en las profundidades de las montañas, que los Montes Gemelos te conduzcan sano y salvo hasta tu destino, que te lleven sano y salvo hasta el confín del mundo. La entrada del túnel se encuentra frente a ti. Ahora, ve en paz y regresa en paz»: Literalmente, «“Jamás, Gilgamesh, nadie ha […], jamás nadie ha […] la montaña. Su interior […] durante doce dobles horas [o doce dobles leguas = aprox. 130 km], la oscuridad es densa, no hay [luz]. A la salida del sol […], a la puesta del […]. A la puesta del […] enviaron […] Y tú, ¿cómo […] Irás […]?” [gran laguna] “Pasando penurias […], con frío y con el calor del sol […], agotamiento […]. Ahora tú […]”. El hombre escorpión [abrió la boca y dijo] a Gilgamesh […], “Ve, Gilgamesh […] Que los Montes Gemelos […] Las sierras […] sano y salvo puedas […]”». <<
[275] Corrió durante una segunda y una tercera horas, sin luz alguna ni delante ni detrás de él, ni tampoco a sus costados: Literalmente, «Durante una segunda hora [corrió], profunda era la oscuridad, [sin luz alguna], no podía ver [nada en absoluto frente a él]. Durante una tercera hora [corrió], [profunda era la oscuridad sin luz alguna, no podía ver nada en absoluto frente a él]». Las mismas frases se repiten para cada una de las doce horas. <<
[276] su soporte dorado para la tinaja y su cuba para la cerveza: Literalmente, «Tenía soportes, tenía […]». «Es habitual reconstruir el final de esta línea según la Versión Hitita, que afirma que Šiduri tenía … “una cuba de oro”» (George, BGE, II, pág. 868). «Algunas copas mesopotámicas eran cónicas, con bases puntiagudas, de manera que se colocaban dentro de un armazón de madera para mantenerlas de pie cuando estaban llenas de líquido» (Foster, pág. 72). <<
[277] «Gilgamesh es mi nombre», replicó. «Soy el rey de la bien murada Uruk. Soy el hombre que dio muerte a Humbaba en el Bosque de los Cedros, soy el hombre que derrotó al Toro Celeste». Preguntó Shiduri: «¿Por qué tus mejillas están tan demacradas: Literalmente, «Gilgamesh le habló a ella, a la tabernera: “[…] que mató al guardián, que capturó al Toro Celeste y mató al Toro Celeste, que destruyó a Humbaba en el Bosque de los Cedros, que mató a los leones en los pasos de montaña”. La tabernera le habló a él, a Gilgamesh: “[Si …] que mató al guardián, que capturó al Toro Celeste y mató al Toro Celeste, que destruyó a Humbaba en el Bosque de los Cedros, que mató a los leones en los pasos de montaña, ¿por qué tus mejillas están demacradas…”». <<
[278] pensaba: «Si mi dolor es suficientemente violento, quizás regrese a la vida»: Tomado de la tablilla paleobabilónica, presuntamente procedente de Sippar, OB VA + BM, línea ii 7. <<
[279] Los hombres nacen, viven y después mueren, ese es el orden que han decretado los dioses. Mas, hasta que llegue ese final, goza de la vida, pásala feliz, no desesperes: He añadido estas líneas. <<
[280] haz de cada uno de tus días un placer: Un tema habitual en la literatura sapiencial del Próximo Oriente. El ejemplo más famoso es Eclesiastés 9, 7-10: «Ve, come con alegría tu pan y bebe con buen ánimo tu vino, porque hace tiempo se complace Dios en tus obras. En todo tiempo sean tus vestidos blancos y el óleo no falte sobre tu cabeza. Goza de la vida con la mujer que ames todos los días de tu vida vana que Él te ha concedido bajo el sol, todos tus días vanos, pues es tu porción en la vida y en el trabajo en que te afanas bajo el sol. Todo lo que tus manos encuentren para hacer, hazlo con todas tus fuerzas, pues no hay obra o pensamiento o conocimiento o sabiduría en la tumba a la que te encaminas». <<
[281] Desde Dijo Shiduri: ¿Por qué andas vagando por ahí, Gilgamesh? hasta cuando mi corazón está afligido por Enkidu, que murió?: Tomado de OB VA + BM, líneas iii 1 ss. <<
[282] Hombres de Piedra: He seguido la interpretación de Bottéro (la palabra acadia se suele traducir como «Cosas de Piedra»): «Esta palabra constituye una auténtica crux en la Epopeya de Gilgamesh. No la tenemos atestiguada en ningún otro texto. No hay duda de que se trata de seres humanos o humanoides, porque acompañan a Urshanabi al bosque … En el famoso mito denominado Lugal-e … se habla mucho, pero en un contexto diferente al de ahora, de “hombres-piedras” = convertidos en piedras [más exactamente, piedras convertidas en sirvientes —S. M.] … “Los de piedra” son, por tanto, una especie de estatuas animadas; así, por lo demás, los denomina la Versión Hitita … Veremos … que eran indispensables para atravesar el Agua Mortal, sin duda porque, debido a la sustancia de la que estaban hechos, podían entrar impunemente en el agua fatal para, de este modo, empujar o tirar del barco … Se ha querido racionalizar de múltiples maneras estos seres misteriosos, suponiendo, por ejemplo, que aluden a instrumentos o a métodos de navegación, pero hacerlo así supone tal vez olvidar que estamos en pleno corazón del folclore» (Bottéro, pág. 170). <<
[283] al ver el destello del hacha, Urshanabi se quedó inmóvil, aturdido. El miedo se apoderó de los Hombres de Piedra que manejaban la barca: Literalmente, «tomó su hacha, él […] lo. Pero Gilgameš golpeó su [de Urshanabi] cabeza […,] / lo agarró del brazo y […] del pecho. Y los Hombres de Piedra [George: harían navegar] la barca, pues no temían a las Aguas de la Muerte». <<
[284] Desde Retrocedió entonces Gilgamesh y se plantó frente a él hasta que cruza el inframundo y por el que aparece el sol: Tomado de OB VA + BM, líneas iv 2 ss. He omitido la continuación de la Versión Estándar, que es, palabra por palabra, una repetición de la parte del diálogo de Gilgamesh con Shiduri que comienza «¿Por qué tus mejillas están tan demacradas?» y termina «¿Y no me ocurrirá como a él, que me tumbaré en el polvo y no volveré a levantarme?». Se repite una tercera vez en el diálogo con Utnapishtim. <<
[285] pues en tu furia despedazaste a los Hombres de Piedra que manejaban mi barca y no podían ser heridos por las Aguas de la Muerte: Tomado de OB VA + BM, líneas iv 24-25. <<
[286] Pero no desesperes. Hay otra forma en que podemos cruzar el vasto océano: He añadido estas líneas. <<
[287] treinta metros: Literalmente, «5 ninda» (1 ninda = 12 codos) o 27 metros. Esta «sería la profundidad máxima del fondo marino [bajo las Aguas de la Muerte]. Al ser el más fuerte de los dos, Gilgamesh … se encargará … de manejarlas [las pértigas], cuando llegue el momento, hundiendo cada una en el agua para hacer así avanzar la embarcación hasta que, cuando esté ya casi completamente hundida, la suelte y tome otra para evitar tener contacto con el agua en la que está clavada. En otras palabras: el mortal paso no era ni muy ancho ni muy profundo» (Bottéro, pág. 174). <<
[288] empuñaduras: «Se trata de puntas de metal semejantes a pezones con el fin de garantizar que la pértiga se agarra bien, sin resbalar, en el fondo marino» (Bottéro, pág. 174). <<
[289] Ahora ten cuidado. Coge la primera pértiga, danos impulso y no toques las Aguas de la Muerte. Cuando llegues al final de la primera pértiga, déjala ir, toma una segunda y una tercera, hasta que llegues al final de las trescientas pértigas y las Aguas de la Muerte queden a nuestras espaldas: Literalmente, «[Retrocede], Gilgamesh. Toma [la primera pértiga], no permitas que tu mano sea tocada por las Aguas de la Muerte. Toma una segunda, una tercera, una cuarta pértiga, Gilgamesh, una quinta, una sexta y una séptima pértiga, Gilgamesh, toma una octava, una novena y una décima pértiga, Gilgamesh, toma una undécima y una duodécima pértiga, Gilgamesh». <<
[290] «¿Qué ha sido de los Hombres de Piedra que manejaban la barca? ¿Por qué hay un extraño a bordo? Jamás lo había visto. ¿Quién podrá ser?». Desembarcó Gilgamesh. Al ver al anciano, le dijo: «Dime, ¿dónde puedo hallar a Utnapishtim, quien se unió a la asamblea de los dioses y a quien se le concedió la vida eterna?»: Literalmente, «“Por qué han sido rotos […] de la barca, y por qué hay alguien a bordo que no es su patrón? Ese que viene no uno de mis hombres, y a la derecha […] miro, pero no es [uno de los] míos, miro, pero no es […] miro, […] me […] No […] míos […]. El barquero […] el hombre a quien yo […], a quien observo no es […] quizás el monte […] el pino […]”. Gilgamesh se acercó al muelle […] envió […] y subió y […] Gilgamesh le dijo, “[…] vive Utnapishtim, hijo de Ubar[tutu]. […] después del Diluvio por el que […] el Diluvio […] por lo que que […]”». <<
[291] queden selladas con betún y pez: He omitido dos líneas fragmentarias que siguen: «Por mi causa [ellos] no van a […] el baile, / por mi causa, felices y despreocupados, ellos van a … […]» (traducción de George). <<
[292] una cuerda vieja: Conjetura de George. <<
[293] y una mente frenética, sin sentido e insatisfecha: Literalmente (en la traducción de George): «Porque no tiene consejeros […,] / [porque] no tiene palabras de consejo […]». <<
[294] Desde Por la noche, la luna viaja por el cielo hasta Tal se hizo el mundo desde los tiempos antiguos: He trasladado estas líneas a un momento ligeramente posterior dentro del discurso de Utnapishtim y he omitido un pasaje fragmentario. <<
[295] cuando los grandes dioses decidieron enviar el Diluvio: Dos líneas que aparecen después en la Tablilla XI implican que la motivación de Enlil era castigar la maldad de los hombres: «no permitas que todos los hombres / mueran por los pecados de algunos» («es decir, castigar al culpable pero no al inocente», George, BGE, II, pág. 891). En este punto, nos recuerda a las historias de Noé, tanto en la versión J:
Ahora bien, cuando el Señor vio cuán grande era la maldad de los hombres, y cómo todo impulso de sus corazones no era sino maldad en todo momento, lamentó haber creado a los hombres en la tierra, y se dolió en su corazón. Dijo: «Destruiré a toda la humanidad de la faz de la tierra: lamento haberla creado» (Génesis 6,5-7, tomado de Stephen Mitchell, Genesis: A New Translation of the Classic Biblical Stories, HarperCollins, 1996, pág. 13).
Como en la versión P:
Y la tierra estaba plagada de corrupción y llena de violencia. Y cuando Dios vio cuán corrompida estaba la tierra y cuán corrupta se había tornado la humanidad sobre la tierra, dijo Dios a Noé: «Voy a poner fin a la humanidad, pues la tierra está llena de violencia a causa de ella: voy a exterminarla de la faz de la tierra» (Génesis 6, 11-13; ibíd., pág. 15).
Sin embargo, el Atrahasis, en su estilo sublimemente ridículo, proporciona la siguiente motivación:
La tierra estaba demasiado llena, la gente demasiado numerosa, la tierra bramaba como un toro salvaje. Dijo Enlil a los otros grandes dioses: «El ruido de los humanos se ha hecho demasiado grande, su alboroto constante me mantiene despierto». <<
[296] el Gran Abismo: El vasto océano subterráneo de agua dulce (apsû en acadio) que constituía el dominio de Ea; el rielo y la tierra le servían de tejado. <<
[297] Todos ellos recibirán lo que quieren, y aún más: Literalmente, «una riqueza de pájaros, una profusión de peces, derramará sobre ti una rica cosecha, por la mañana lloverá panes sobre ti, por la tarde un torrente de trigo». <<
[298] Diseñé la estructura, dibujé los planos: Esta línea aparece en realidad una docena de líneas más tarde: he adelantado su posición. <<
[299] los cordeleros trajeron sus cuerdas y los niños llevaban el betún. También los pobres ayudaban en la medida de sus posibilidades, unos cargaban tablones, otros clavaban clavos, otros cortaban madera: Literalmente, «[…] pesada hacha. Los jóvenes estaban […], los ancianos llevaban cuerdas de fibra de palma, los ricos llevaban brea, los pobres traían los […] aparejos». <<
[300] tres mil seiscientos metros cuadrados: Literalmente, «1 ikû», equivalente a esta superficie. <<
[301] sesenta metros: Literalmente, «120 codos» = 54 metros. <<
[302] la altura del barco se dividía en siete: «El barco, tal como se describe, es claramente un cubo, no como las habituales embarcaciones mesopotámicas, y es posiblemente una alusión teológica a las dimensiones de una zigurat, el templo-torre escalonada de Mesopotamia. La zigurat era una estructura maciza con una base cuadrada y entre cuatro y siete niveles, siendo su altura máxima la misma que su longitud y su anchura; servía como plataforma monumental para el templo que se alzaba en su cima» (Kovacs, pág. 99). «El volumen … del barco (unas 7.600 toneladas) está condensado en extremo … El relato bíblico (Génesis 6) habla de tres pisos; el Arca medía 300 codos de longitud, 50 de ancho y 30 de altura (unas 20.000 toneladas)» (traducido de Tournay y Shaffer, págs. 228-229). <<
[303] once mil litros: Literalmente, «3 šár», que, según Bottéro, equivalen a 10.800 litros. <<
[304] le regalé mi palacio: La generosidad de Utnapishtim es, por supuesto, inútil: si su fe en las palabras de Ea está justificada, tanto el regalo como la persona que lo recibe estarán pronto bajo las aguas. <<
[305] No se podía ver entre tanta lluvia, caía cada vez con más fuerza, tan densa que no podrías ver tu propia mano delante de los ojos: Literalmente, «Uno no podía ver a otro, la gente no podía reconocerse entre sí bajo el aguacero». <<
[306] al palacio de Anu en lo más alto del cielo: «[Los mesopotámicos] distinguían al menos tres bóvedas celestes superpuestas: la más alta era la sede del jefe y fundador de la dinastía divina» (Bottéro, pág. 191). <<
[307] Aruru: Literalmente, «la diosa». «Es habitual tomar dištar como nombre propio. Sin embargo, la línea siguiente, que desarrolla la idea, demuestra que el sujeto aquí es la diosa madre … Ištar está completamente fuera de lugar como diosa que se lamenta en esta ocasión. El pasaje paralelo de OB Atram-ḫasīs tiene un doblete similar, con il-tum en la primera línea y dmami en la segunda … así pues, tomo dIštar como un nombre común que anticipa a bēlet-ilī (… para otro ejemplo en SB Gilgameš, véase SB I 274, donde dištari ummīšu, “la diosa, su madre”, es Ninsun)» (George, BGE, II, pág. 886). <<
[308] el día en el que proferí perversas palabras en el consejo de los dioses: En el primer pasaje que relata la decisión de los dioses, Aruru no está implicada, y tampoco se menciona ningún consejo de los dioses. <<
[309] Sus labios estaban resecos, cubiertos de costras: «Al carecer de sus proveedores por antonomasia, los hombres, los dioses mueren de sed y de hambre (por eso se abalanzan sobre el banquete final)» (Bottéro, pág. 192). <<
[310] tan lisa como un tejado: «En este país cálido y con escasas precipitaciones los tejados eran generalmente planos, y continúan siéndolo, sirviendo de terraza» (Bottéro, pág. 192). <<
[311] a menos de un kilómetro: 14 x 10 ninda = 1.680 codos = 756 metros. <<
[312] Por seis días y siete noches, la montaña no lo liberó: Literalmente, «Un día, un segundo día, el monte Nimush retuvo el barco y no lo liberó. Un tercer, un cuarto día, el monte Nimush retuvo el barco y no lo liberó. Un quinto, un sexto día, el monte Nimush retuvo el barco y no lo liberó». <<
[313] su collar de lapislázuli: «Un collar con cuentas de lapislázuli talladas con forma de mosca que representan los frutos muertos de la diosa madre Belet-ili/Aruru» (Kovacs, pág. 102). <<
[314] ¿cómo pudiste ser tan imprudente como para enviar el Gran Diluvio: Aquí Ea, igual que Aruru unas líneas antes, parece haber olvidado que él y otros tres grandes dioses contribuyeron a la decisión de Enlil. Quizás Sîn-lēqi-unninni empleara dos tradiciones diferentes y contradictorias acerca de la implicación de Ea y la responsabilidad única de Enlil. <<
[315] mas sé clemente, no permitas que mueran todos los hombres a causa de los pecados de algunos. En lugar de un diluvio, deberías haber enviado leones que diezmaran a la raza humana, o lobos, o una hambruna, o una plaga mortal: Literalmente, «Sé benévolo, para que no sea destruido; sé indulgente con él, para que no […]. En lugar de enviar el Diluvio, haz que surja un lobo que diezme la raza humana. En lugar de enviar el Diluvio, haz que el hambre destruya la tierra. En lugar de enviar el Diluvio, haz que surja una peste que destruya la tierra». <<
[316] sólo se lo susurré a un cercado de juncos y, al parecer, Utnapishtim lo oyó: Literalmente, «Hice que un sueño se le apareciese a Atrahasis, y oyó así el secreto de los dioses». «El poeta delata su fuente al llamar Atrahasis a su héroe [en lugar de Utnapishtim]» (Tournay y Shaffer, pág. 239). «Ea se defiende de haber faltado a su juramento de no hablarle a nadie del Diluvio decretado por Enlil: no ha “hablado” a Utnapishtim porque se ha limitado a “hacerle ver un sueño”, y si alguna vez “habló”, fue a su empalizada, y no a él en persona. Ea es el más astuto de todos los dioses, y como tal, jesuítico por adelantado» (Bottéro, pág. 196). En Atrahasis, por el contrario, es completamente franco: «Enki (= Ea) hizo oír su voz y habló a los grandes dioses: “¡Lo hice para retaros! Me aseguré de que se preservara la vida”» (traducción de Dalley). <<
[317] en la fuente de los ríos: En un paraíso terrenal reminiscencia del Edén, que se hallaba en el nacimiento de cuatro ríos (Génesis 2,10-14). Este «lugar distante» también tiene un eco griego en Trabajos y días, vv. 168 ss. (Hesíodo habla de la cuarta edad, la era de los héroes o semidioses):
Pero a otros el padre Zeus, proporcionándoles vida y costumbres lejos de los hombres, los estableció en los confines de la tierra. Estos, con un corazón sin preocupaciones, viven en las islas de los bienaventurados, junto al profundo Océano, héroes felices; para ellos la tierra rica en sus entrañas produce fruto dulce como la miel que florece tres veces al año (traducción de Adelaida Martín Sánchez y M.ª Ángeles Martín Sánchez, en Hesíodo, Teogonía. Trabajos y días. Escudo. Certamen, Madrid, Alianza Editorial, 2000). <<
[318] ¿Cómo sabrán que la mereces? Supera primero esta prueba: permanece, sin más, despierto durante siete días. Vence al sueño, y quizás vencerás a la muerte: Literalmente, «Vamos, no duermas durante seis días y siete noches». <<
[319] «Mira ahí, amigo, cuenta esos panes que mi esposa horneó y colocó ahí mientras dormías sentado. El primero, duro como una piedra, lo horneó hace una semana, este que parece cuero lo horneó hace seis días, y siguió haciéndolo el resto de los días que permaneciste dormido aquí sentado. Mira, están marcados en el muro que tienes detrás»: Literalmente, «[Vamos,] Gilgamesh, cuenta tus panes, y que [los días que dormiste] sean conocidos por ti. Tu [primer] pan [se ha secado y está duro], el segundo está correoso, el tercero está revenido, el cuarto se ha puesto blanco, el quinto está moteado de moho, el sexto está fresco, el séptimo aún estaba cociéndose sobre el carbón cuando te toqué y te desperté». <<
[320] Si encuentras esta planta: «Estas instrucciones están claramente abreviadas, pues omiten la mayor parte de la información que Gilgamesh necesitaba para actuar como lo hizo» (Dalley, pág. 134). <<
[321] Cavó Gilgamesh un pozo en la orilla que bajaba hasta el Gran Abismo: «Gilgameš cava un pozo profundo en la playa y pronto alcanza el nivel del agua. El hecho de que hace el agujero en la tierra, no en el mar, se aclara completamente más tarde, cuando se queja de que no puede volver a dar con él porque la marea habrá borrado cualquier indicio. La capa de agua es el nivel superior del dominio cósmico de Ea, que en el reino de Ūta-napišti es particularmente accesible. En consecuencia, el pozo le proporciona acceso inmediato al Apsû subterráneo. Se sumerge en el agua, encuentra la planta, pero no regresa por el camino de ida. Por el contrarío, sale del Apsû por el mar y, emergiendo justo en la orilla frente a Ur-šanabi, es devuelto a tierra por el oleaje» (George, BGE, I, págs. 523-524). <<
[322] Si es efectiva: He seguido una lectura alternativa de George, šum-ma, «si», mejor que šumšu, «su nombre»: «Si el anciano se torna joven (de nuevo), / comeré algo también yo» (George, BGE, I, págs. 723). <<
[323] Tras recorrer más de seiscientos kilómetros, se detuvieron a comer, tras otros mil, acamparon: Literalmente, «A los 20 bēr (= 216 kilómetros) se detuvieron a comer, a los 30 bēr (= 324 kilómetros) acamparon». Aunque no es claramente una marcha de tres días, las líneas son, palabra por palabra, una repetición de la marcha hacia el Bosque de los Cedros, y he mantenido las mismas distancias. <<
[324] se desprendió de su piel: «Esta muda repentina es un símbolo de inmortalidad. En el Próximo Oriente antiguo se consideraba a la serpiente un animal de vida larga, benefactor y sanador, de ahí el emblema del caduceo» (Tournay y Shaffer, pág. 245). <<
[325] un reptil: Literalmente, «el león del suelo», un epíteto para la serpiente. <<
[326] La arranqué de las profundidades, ¿cómo podría ahora encontrar de nuevo aquel lugar? ¡Dejamos, además, nuestra pequeña barca en la orilla!: Literalmente, «Ahora la marea ha estado subiendo veinte leguas. Cuando abrí el canal, dejé allí las herramientas: ¿cómo podría encontrar una huella? Dejé la barca en la orilla y he llegado demasiado lejos para regresar [o, en la interpretación de George: ¡Ojalá hubiera emprendido el regreso habiendo dejado la barca en la orilla!]». <<