AGRADECIMIENTOS
Estoy profundamente agradecido a Michael Katz, mi querido amigo y agente, y a mi excelente editora, Leslie Meredith. También doy las gracias a Chana Bloch y a John Tarrant por sus muchas y valiosas sugerencias; a Benjamin R. Foster por señalar generosamente algunos errores y confusiones que había cometido; a Martha Levin, Carissa Hays, Cassie Dendurent Nelson, Paul O’Halloran y Phil Metcalf de Free Press, así como a Andrew Franklin, Claire Beaumont, Penny Daniel y Ruth Killick de Profile Books, por poner tanto cuidado en el libro; a Eric Fuentecilla, Joel Avirom y Jason Snyder, los diseñadores que lo hicieron tan bello; y a Katie, por todo.