El niño que regresó de entre los muertos

ALAN RODGERS

Llegado de Florida, y recién terminada la carrera universitaria. Alan Rodgers se convirtió en asistente de T. E. D. Klein, primer editor de Twilight Zone Magazine, de Rod Serling. Cuando se decidió publicar una revista de compendios de ficción, Rodgers fue nombrado editor. Night Cry no tardó en convertirse en indispensable para los lectores del género de terror, gracias a los asombrosos conceptos editoriales del joven editor y a sus osadas exigencias de exhaustiva perfección.

Entretanto, también escribía y se convirtió, posiblemente, en el más original de los nuevos escritores que he encontrado, después de criticar la obra de más de cuatrocientos estudiantes del Writer’s Digest School y de leer material para tres antologías de ficción.

Escasas eran las posibilidades de que un bisoño obtuviera en una antología como la presente espacio para publicar una novela corta. Pero este provocativo relato, que se lee en una exhalación, está lleno de ironía e introspección, de conciencia social, de fantasía y, a menudo, de una audacia arrolladora. Nada de lo que haya podido usted leer se parece, ni siquiera remotamente, a «El niño que regresó de entre los muertos».