La camada

JAMES KISNER

En su primera participación en la World Fantasy Convention, de Tucson, el autor de Slice of Life, Nero’s Vice y Strands intenta subir en coche por un camino de montaña; los Maclay, Mary, mi esposa, y John, mi hijo, viajan detrás, y Bill Nolan y yo, delante. Entre risitas, Bill y yo nos inventamos un relato. Un conductor desconsiderado avanza en dirección contraria y se detiene. «¿Por qué no pasas?», grita. Kisner nos lanza a Nolan, al conductor y a mí, la mirada más negra que vi jamás. Fue muy elocuente.

Dejo el magnetófono y me voy a entrevistar a los Matheson, père y fils, para una nota del Writer’s Digest. Jim, que adora al père y no sabe taquigrafía, se ofrece a tomar notas. Los Matheson hablan con locuacidad, se explayan. «Si tú, Nolan y el conductor desconsiderado me hubieseis matado allá arriba —me dice, burlón—, jamás habría tenido ocasión de convertirme en taquígrafo».

Uno de los mejores hiladores de extraños relatos ofrece aquí al lector un cuento fresco y sorprendente.