13 de agosto
Un francés reconstruye la Juve tras su caída
(2006)
Tras el Moggigate, la Juve se vio abocada a una situación insólita: abordar una temporada en Segunda División con un equipo planificado para disputar o incluso ganar la Champions. Así que tuvo un intenso verano, dedicado a vender a los jugadores que no querían permanecer en el club porque eran alérgicos a una categoría menor, a convencer a los que consideraba imprescindibles y a buscar refuerzos jóvenes para sustituir a los que se marcharan. No era fácil. La familia Agnelli busca un hombre lo menos contaminado posible por el fútbol y escoge a un francés, Jean-Claude Blanc, un hombre del deporte, pero de otro deporte. En realidad, un hombre del negocio deportivo, organizador de distintos eventos, entre otros, Roland Garros. Se le contrata como administrador delegado con plenos poderes.
Blanc se pone a trabajar.
Contrata a un entrenador de su confianza, Didier Deschamps, y las
operaciones van saliendo bien. Capello, que se ha ido al Madrid,
tirará de Cannavaro y Emerson. Cannavaro, que entretanto ha ganado
con Italia la Copa del Mundo, con una actuación que le valdrá el
Balón de Oro y el FIFA Player, le cuesta al Madrid 12 millones de
euros, a sus treinta y dos años. Capello también pide que el Madrid
le compre a Emerson, mediocampista de treinta años, poco encanto
pero amplio recorrido, que ya quiso fichar Camacho para el Madrid.
Otros 11 millones. El Barça, que tiene un magnífico equipo, campeón
de Europa, pero quiere reforzar la defensa, se lleva a Thuram, ya
de treinta y cuatro años, por 4 millones, y al lateral Zambrotta,
de veintinueve, por otros 14 millones. Blanc cierra otras dos
operaciones fuertes dentro de Italia, donde vende a Vieira (9,5
millones) y a Ibrahimovi (24 millones), ambos al Inter. En total ha
ingresado 74,5 millones y, salvo Ibrahimovi
, todos los que han salido
son veteranos en el final de sus carreras. De España obtiene 41
millones por jugadores que, visto con perspectiva, no les
resolvieron nada ni al Madrid ni al Barça. A los dos años ya no
quedaba aquí ninguno de ellos. Y se quitó de encima unas fichas
tremendas, que pagaron sus compradores. Se quedan Buffon,
Nedv
d, Del
Piero, Camoranesi y Trezeguet, con los que Deschamps mantiene un
esqueleto del equipo, a los que añade una pléyade de jugadores
jóvenes, de bajo precio, deseosos de vivir la aventura de la Juve:
Belardi, Mirante, Legrottaglie, Piccolo, Tudor, Marchionni, Matteo,
Cristiano Zanetti, Bojinov, Guzmán, Sculli, Volpato… Con ese grupo
empieza la Juve la nueva pretemporada, tal día como hoy. Empieza
una nueva vida.
Al tiempo, negocia con las
teles. Mantiene el último año de contrato con Sky por 100 millones
de euros y firma uno nuevo para las dos siguientes temporadas con
Mediaset. La Juve afronta su temporada en Segunda con una plantilla
apropiada, en la que mantiene la solera de los Buffon,
Nedvd
(Balón de Oro) y Del Piero, a los que añade fuerza e ilusión. La
plantilla es más barata y competitiva. El equipo empieza el
campeonato en Rímini, el 8 de septiembre, con diecisiete puntos
negativos, sanción que llevó arrastrada en el descenso de
categoría. A final de temporada será campeón, pese a salir desde
tan atrás. Al año siguiente, tercero, y a la Champions. Y al otro,
segundo, y otra vez Champions.
Jean-Claude Blanc había transformado una derrota en una victoria. Había hecho bien su trabajo. Tanto, que hoy es presidente de la Juve, el primer presidente extranjero de su historia.