27 de julio
España entra en la FIFA
(1914)
Cuando el fútbol español había dado ya sus primeros pasos, cuando ya se habían disputado con éxito varias ediciones del Campeonato de España, lo que llamamos la Copa, surgió la intención de crear, a imagen de otros países, un organismo nacional que agrupara a todas las «sociedades de football», que nos representara ante el extranjero y que pudiera organizar encuentros entre el equipo representativo de nuestro país y el de otros, como ya se hacía fuera de nuestras fronteras. La Federación se constituyó en principio el 14 de octubre de 1909 y se registró el 11 de noviembre de ese año. Pero su aparición no trajo la unidad, sino lo contrario. La nueva Federación incluía entre sus derechos y obligaciones la organización de la Copa, que para entonces correspondía al último equipo que la hubiera ganado. El Ciclista de San Sebastián (antecedente de la Real), último ganador, se negó. Con él se alinearon el fútbol vasco y el Real Madrid, que tenía estrechos lazos con San Sebastián a través de la figura de Berraondo. Frente a la Federación se creó una Unión de Clubes. Las dos organizaciones se dirigieron por separado a la FIFA, solicitando la inscripción. La FIFA, con buen juicio, negó la inscripción de cualquiera de las partes porque su norma era incorporar solo a países en los que el fútbol estuviera todo él acogido bajo un mismo mando.
La tensión dura tres años, en los que se produce incluso el traslado de bando del Barça. Hay dos años en los que hay un doble campeón de Copa, hay una temporada en que llega a no celebrarse la final, y el encono parece aumentar a pesar de las llamadas de la FIFA al acuerdo. La revista Gran Vida escribe un artículo muy comentado llamando a la paz, y el propio rey Alfonso XIII media entre las partes, a petición de la Federación. Carles Padrós, fundador del Madrid, consigue al fin en el verano de 1913 (y el día de Santiago, patrón de España) una reunión en San Sebastián a la que asisten todas las partes salvo el Barça, que se muestra aún renuente. Se llega a un acuerdo, base para la unificación, que firman los presidentes de las dos entidades en disputa, Ricardo Ruiz Ferry y Julián Olave Videa. A su vez, en septiembre se produce en Barcelona una unificación también necesaria entre dos corrientes que había en Cataluña, la Federación Catalana y la Associació.
Y Padrós consigue por fin una reunión en Madrid a la que asisten todos los clubes. Ahí expone las ventajas de la unión, encarece la intervención real a favor de ella, sugiere un equipo formado por gente que no estuviera quemada en el conflicto y saca adelante la unión. La nueva Federación la preside Ricardo Ruiz Ferry, madrileño, periodista, republicano, pero que lo primero que hace es acudir a palacio a cumplimentar a Alfonso XIII y a darle nota de la unión. El Rey, presidente honorario, otorga al nuevo organismo el título de Real. Real Federación Española de Fútbol, y así queda inscrita en el registro de asociaciones el 23 de septiembre de 1913. Ya podemos inscribirnos en la FIFA. Se envía la correspondiente solicitud y por fin se recibe la respuesta de Daniel Burley Woolfall, presidente del máximo organismo, anunciando que el Congreso de Oslo (entonces Cristianía) había refrendado por unanimidad nuestra inscripción. Un poco tarde, porque se nos echó encima la Primera Guerra Mundial. De ahí que los primeros partidos de nuestra selección no tuvieran lugar hasta 1920, en los JJ OO de Amberes.