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DESDE que murió Azucena no he visto a Nicodemo. El policía está alegre. Está alegre porque sus botas se mantienen limpias. Pulcras. El policía parece limpio y pulcro porque sus botas se mantienen limpias y pulcras. El perro Nicodemo está tendido en el patio de la casa de la difunta Azucena. Le llevo mi palangana. Mi palangana limpia, llena siempre del agua necesaria. No quiere beber y me mira rabioso. El dolor lo ha convertido en un perro rabioso. Me llevo la palangana. Corro a mi casa. Corro a mi casa con mi palangana. Me dan miedo los perros. Me dan miedo los perros rabiosos.