La muerte del gigante Pan Ku
y el origen de la vida

(chino)

Al principio sólo existía el Caos encerrado en un enorme huevo negro. Dentro de este huevo estaban las fuerzas femeninas, oscuras y frías, del Yin, y las masculinas, claras y calientes, del Yang. Y estas fuerzas crearon a Pan Ku, una especie de gigante peludo que dormía dentro del huevo negro. Pan Ku durmió durante 18.000 años hasta que un día despertó, y al estirarse, lo rompió. De los trozos que quedaron del huevo, la parte oscura y pesada se quedó abajo y formó la tierra, y la parte ligera y clara flotó y allá arriba formó el cielo. Pan Ku se quedó en el medio para impedir que las dos partes se unieran. Se decía que cuando estaba contento brillaba el sol, y que cuando estaba enfadado todo se nublaba.

Pero la tierra y el cielo comenzaron a crecer, y crecieron tanto que Pan Ku no podía casi mantenerlos separados, tanta fuerza hacía para que no se juntasen que se agotó y murió. De cada parte de su cuerpo nació todo lo que ahora forma parte de nuestro mundo: su cuerpo y sus miembros se convirtieron en montañas, su aliento se transformó en el viento y las nubes, su voz en el trueno, un ojo se transformó en el Sol y el otro en la Luna. Sus músculos se transformaron en los campos de labranza, sus lágrimas en los ríos y mares, su sangre formó el agua, y sus venas, los caminos. Las estrellas, las formaron su pelo y su barba, y la vegetación salió de su piel. Su médula se transformó en jade y en perlas. Su sudor se transformó en la fina lluvia y el rocío. Los seres humanos nacieron de las pulgas y piojos del gigante Pan Ku. La muerte de un gigante hizo posible la vida.