El corazón de la antigua Atenas fue el Ágora del s. VI a.C., el animado núcleo de la actividad administrativa, comercial, política y social. Sócrates expuso aquí su filosofía y en el 49 d.C. san Pablo vino en busca de adeptos al cristianismo. Devastada por los persas en el 480 a.C., la ciudad fue reconstruida y floreció durante el gobierno de Pericles y hasta el 267 d.C., cuando los hérulos la destruyeron. Los turcos levantaron aquí un barrio residencial, pero los arqueólogos lo demolieron tras la independencia y excavaron la zona hasta niveles clásicos y, en algunas zonas, neolíticos.
Indispensable
Estoa de Átalo
Una estoa es un camino o pórtico cubierto, y la gran Estoa de Átalo fue el primer soportal comercial de la historia. Fue construida por el rey Átalo II de Pérgamo (159-138 a.C.). Es una estoa majestuosa de dos plantas, con 45 columnas dóricas en la planta baja y columnas jónicas en la galería superior. La estoa fue reconstruida entre 1953 y 1956 por la American School of Archaeology. Originalmente, la fachada estaba pintada de rojo y azul.
Museo del Ágora
Este excelente museo se ubica en la Estoa de Átalo. Es genial para comenzar, ya que sirve de contexto para la zona e incluye una maqueta de todo el Ágora. Muestra una excelente colección de hallazgos del lugar, con especial énfasis en la primera democracia ateniense. Las piezas van desde las urnas más tempranas y un reloj antiguo, hasta monedas y figuras de terracota. Algunos de los hallazgos más antiguos datan del 4000 a.C.
Estatuas antiguas
En torno a los balcones de la estoa hay magníficas estatuas de mármol y bronce de dioses griegos, de entre los ss. V a.C y III d.C. Destacan las dos estatuas de Niké, una de bronce, con ojos incrustados, y una reproducción alada en mármol.
Comprender
Las Panateneas
El mayor acontecimiento de la antigua Atenas era la Procesión panatenaica, el punto álgido de las Panateneas, una celebración dedicada a venerar a la diosa Atenea, patrona de la ciudad. De hecho, había dos tipos de celebraciones: las Pequeñas Panateneas se llevaban a cabo una vez al año para el cumpleaños de Atenea (en julio aprox.), mientras que las Grandes Panateneas se celebraban cada cuatro años en el aniversario de la diosa.
Las Grandes Panateneas empezaban con danzas, seguidas de competiciones atléticas, dramáticas, poéticas y musicales. Entre los acontecimientos atléticos celebrados en el estadio Panatenaico (Clicar) del s. IV había lucha libre, pancracio (un deporte antiguo que combinaba boxeo y lucha libre), pentatlón, cursas y carreras de cuadrigas. Los ganadores solían recibir hasta 140 ánforas con aceite procedente de los olivos sagrados de Atenas.
La Procesión panatenaica
En el último día de las Panateneas se celebraba la Procesión panatenaica, que empezaba en el Dípilon (puerta doble) del Keramikos. El Keramikos era además el lugar en el que se sacrificaban animales en nombre de Atenea, que luego se servían en los banquetes del Pompeion. La procesión la lideraban varios hombres que llevaban animales para el sacrificio, seguidos de chicas con ritones (recipientes en forma de cuerno) y músicos que tocaban una fanfarria para las jóvenes de noble cuna vestidas con el peplo (túnica sagrada de color azafrán). Durante el año precedente, este grupo selecto de chicas se dedicaba a tejer el peplo, lo cual suponía un gran honor.
La procesión seguía la Vía Panatenaica, que atravesaba el Ágora antigua y la Acrópolis y que llegaba hasta el Erecteión. No todo el mundo podía entrar en la Acrópolis, y solo los elegidos podían colocar el peplo sobre la estatua de Atenea Polias del Erecteión, en la fase final de la celebración.
Unas escenas muy vistosas de la procesión se pueden ver en el friso del Partenón, de 160 m de largo, que se encuentra en el Museo de la Acrópolis (Clicar) y en el Museo Británico.
Templo de Hefesto
Es el templo dórico mejor conservado de Grecia, una joya ubicada en el extremo oeste del Ágora y consagrada a Hefesto, el dios de la forja. Estuvo rodeado de fundiciones y talleres de metalurgia. Lo construyó Ictino –uno de los arquitectos del Partenón– en el 449 a.C.; dispone de 34 columnas y de un friso en el lado este, que ilustra nueve de los doce trabajos de Hércules. En el 1300 d.C. se convirtió en la iglesia de Agios Yorgos.
Cimientos de estoas
Al noreste del Templo de Hefesto están los cimientos de la Estoa de Zeus Eleuterios, uno de los lugares en los que Sócrates expuso su filosofía. Más al norte se ubican los cimientos de la Estoa de Basileos y la Estoa de Pecile (“pintada”, en referencia a sus murales sobre batallas mitológicas e históricas).
Concejo y Tholos
Aunque los turcos levantaron un barrio residencial en el Ágora, los arqueólogos lo destruyeron tras la independencia y excavaron las ruinas que se ven ahora. Al sureste del Templo de Hefesto hallaron el nuevo Bouleuterión (concejo), donde se reunía el Senado (creado por Solón); los jefes del gobierno se reunían al sur, en el Tholos circular.
Iglesia de los Santos Apóstoles
Esta pequeña y encantadora iglesia bizantina, cerca del acceso sur, fue construida a principios del s. X para conmemorar las enseñanzas de san Pablo en el Ágora. Durante el período otomano sufrió muchos cambios; entre 1954 y 1957 se le retiraron los añadidos del s. XIX y se restauró en su forma original. Incluye unos frescos bizantinos preciosos, trasladados desde una iglesia demolida.