Exarchia, cerca del Museo Arqueológico Nacional, es un barrio bohemio con una cultura y una historia alternativas que lo diferencian de las zonas más estilosas de Atenas. Aunque un poco aburguesada, conserva una identidad juvenil y poco convencional gracias a su población de estudiantes, anarquistas, artistas, actores, intelectuales y la vieja guardia de izquierdas. Los fantásticos grafitis omnipresentes y los ocasionales disturbios policiales resaltan su papel revolucionario.
Lo mejor en un día
El viajero
se podría pasar un día entero en la magnífica colección del
Museo Arqueológico
Nacional (en la fotografía, izquierda;
Clicar), paseando por sus salas
y examinando obras de arte y artefactos griegos. Una vez allí, se
puede visitar el Museo
Epigráfico (Clicar)
para ver tablillas inscritas antiguas.
Después se puede
hacer una pausa para almorzar en alguno de los estupendos
restaurantes de Exarchia, como el elegante Yiantes (Clicar)
o el más familiar Rozalia
(Clicar),
tipo taverna. Luego se puede pasear
para contemplar los fabulosos grafitis con mensajes
inequívocos.
Tras
descansar bien, se recomienda prepararse para una noche de bares en
Exarchia, como el célebre Alexandrino (Clicar)
para degustar cócteles clásicos, el Tralala (Clicar),
más bohemio, y el Blue
Fox (Clicar),
de estilo retro. Otra opción es
descubrir nuevas bandas en directo en el AN Club (Clicar)
o el Ginger Ale (Clicar),
o presenciar una sesión de rebético
(blues griego) por la tarde-noche en el
Kavouras (Clicar)
o el Boemissa (Clicar).
Para un día de barrio en Exarchia, véase Clicar.