Un saludo de Héctor Sebastián
¡Hola de nuevo, amantes de los misterios! Y bien venidos a otra aventura extraordinaria de los Tres investigadores:
En caso de que no conozcáis todavía a estos intrépidos y jóvenes detectives, os diré que viven en Rocky Beach, California, cerca de Hollywood. Júpiter Jones es el jefe del grupo. Jupe, como le llaman sus amigos, posee una memoria increíble, es capaz de reparar o reconstruir cualquier cosa y de aventajar al mismísimo Einstein. También es un poquitín... grueso. Sería poco amable llamarle gordo, pero, en su más tierna infancia, fue actor de cine bajo el nombre de Bebé Fatty. Pero eso es una cosa que Jupe preferiría que continuara siendo siempre un misterio.
Pete Crenshaw, el Segundo Investigador, es alto, atlético y un aliado fiel en los lances apurados, pero se pone un poco nervioso cuando ha de enfrentarse al riesgo y a lo desconocido.
Y por último, pero no el último, Bob Andrews. Es el miembro más joven del equipo y también el más práctico y sensato. Bob es quien se ocupa de la investigación en archivos y bibliotecas, toma notas de los casos de los Tres Investigadores y redacta los informes finales. Siempre estoy deseando leer su informe al finalizar cada caso.
En cuanto a mí, soy Héctor Sebastián, anteriormente un detective privado de Nueva York y ahora escritor de novelas de misterio. Soy un gran admirador de los Tres Investigadores y siempre me satisface presentar sus casos.
Este caso comienza con una serie de acontecimientos inexplicables: por toda la ciudad se van rompiendo los cristales de las ventanillas de los automóviles sin ningún motivo aparente. Para averiguar por qué, los Tres Investigadores tienen que indagar pacientemente y ensayar posibles hipótesis. Para ello se ven enfrentados a intrusos desconocidos, magia electrónica y autoridades desconfiadas, todo para intentar ayudar a un compañero de escuela que ha sido falsamente acusado de gamberrismo.
De modo que os dejo con mis jóvenes amigos mientras entrevistan a la policía, buscan a un gamberro invisible y atrapan a un astuto ladrón. A ver si lográis dar con la solución antes que Júpiter. Las pistas se hallan esparcidas por todo el camino. ¡Buena caza!
HÉCTOR SEBASTIÁN