La Seda y la Canción
CHARLES L. Fontenay
Declaro públicamente que la inclusión de este relato en la presente antología obedece a una nostálgica debilidad por mi parte. La Seda y la Canción (único relato que, además de El Centinela, sé que ha aparecido precedentemente en español) apareció por primera vez en nuestra lengua en el número 6 de la revista mexicana, de efímera vida, Ciencia y Fantasía (traducción del norteamericano Magazine of Fantasy and Science Fiction), allá por el lejano año 1957; y dejó en mí, un pobre adolescente lleno de ilusiones, una huella tan profunda que fue el motor que me impulsó a lanzarme a la aventura de escribir yo también, a mi subdesarrollada manera hispánica, eso que llaman ciencia ficción. Desde entonces, este relato no se ha borrado nunca de mi memoria, y es por ello que quiero, desde aquí, rendirle mi público homenaje.
Ciertamente, Charles L. Fontenay no ha sido, ni creo que llegue a serlo nunca, un escritor de primera fila dentro de la S. F. anglosajona. Sin embargo, pertenece a esa pléyade de escritores de categoría intermedia que, sin tener ninguna obra descollante, mantienen en toda su producción un nivel apreciablemente alto..., al revés de muchos otros autores de gran renombre que, junto a tres o cuatro best-sellers, arrastran un gran número de obras francamente mediocres. La Seda y la Canción, que ha sido reeditada en los Estados Unidos en numerosas antologías, es un cuento de temática original, dignamente escrito y desarrollado en forma experta, que pese a su avanzada edad (más de veinte años desde su primera publicación) sigue tan fresco y pimpante como si hubiera sido escrito ayer. Lo cual no puede decirse de muchas obras de mayor enjundia firmadas por nombres de mucha más sonoridad que el suyo.
* * *